Esta es la reedicion de ''Merodeadores, último curso'' uno de mis primeros fics. Decidí reeditrla debido a que, después de una buena lectura pude percatarme de los errores ortográficos tan obvios que cometí en ella, ademas de que el transcurso de toda la historia ocurria de una forma inconsistente y de manera muy rapida, dejando muchas dudas. Incluso muchas de las cosas que pasaban en la historia carecian de sentido, ya que en un minuto se estaban gritando y en el siguiente capitulo se decian cuanto se amaban.
En general, creo que no puedo ser muy dura, esa historia la escribí hace ya bastantes años y aunque no puedo decir que mi calidad como escritora es, en estos momentos, sublime, puedo decir que creo haber mejorado bastante... así, que en espera de sus nuevas criticas (que cabe aclarar, no me ofenden, al contrario, aprecio mucho que se tomen el tiempo para compartir conmigo esas palabras suyas, para mejorar n_n) me despido dejando acontinuación esta reedicion que espero sea de su agrado :D
Disclaimer: Los personajes en esta historia no me pertenecen, (a excepción de los que tienen nombres desconocidos a la saga, que, por obvias razones, han salido de mi propia imaginacion... XD) son propiedad de J. K. Rowling :D gracias a ella conocimos este mundo fantástico n_n.
1.- El principio del Final
Era 1ro de septiembre, el viento era cálido y el sol se alzaba en el cielo alumbrando todo a su paso. En la estación King's Cross esto era algo que pasaba desapercibido para la concurrencia que iba de un lado al otro, en busca del andén que les correspondía. Una joven pelirroja caminaba en dirección al andén 10, todos a su alrededor se encontraban ensimismados en sus propios asuntos, así que nadie pudo percibir que aquella chica había desaparecido detrás del muro que separaba el andén 10 del andén 9.
Al pasar la barrera, esta joven se encontró de frente con una hermosa locomotora de color escarlata y sobre su cabeza se leía la descripción que recitaba ''anden 9 ¾''. La joven de espectacular cabello rojo decidió a ir en busca de su amiga de curso, una rubia de alta estatura y ojazos violeta que respondía al nombre de Fernanda, sabía que ella sería la única que se encontraría en aquel lugar a esa hora, ya que su otra amiga tenían fama de llegar siempre tarde. Sonriendo al recordar esto, siguió su camino por el andén.
Mientras tanto, un grupo 3 de jóvenes esperaban a su despistado y regordete amigo, Peter. Los 3 jóvenes que se encontraban debajo de un gran reloj en el andén reían despreocupadamente, atrayendo la mirada de cada chica que pasaba cerca de ellos.
-¿Qué tal tus vacaciones Lunático?-Pregunto el más apuesto de los tres, un moreno de ojos grises, cabello quebrado y rebelde de un negro impenetrable y una sonrisa seductora. El oyente era un chico de cabello castaño claro, tez blanca y unos ojos color miel, tenía un rostro demacrado y un par de heridas en el rostro, pero eso no lo hacía menos atractivo que los otros dos.
-Bien Canuto, todo ha estado tranquilo- se detuvo un momento mirando hacia la otra parte del andén donde vio a su amiga Lily buscando a alguien- ¡Hey! Cornamenta-dijo atrayendo la atención del otro joven de cabello azabache y ojos avellana que se escondían tras unas gafas de montura redonda- ¿Ya viste quien acaba de atravesar la barrera?-dijo haciendo un leve movimiento con la cabeza. Con esto lo único que provoco fue que una alumna de 4to chocara contra una banquita mientras se entretenía mirando al castaño.
James tomó una postura erguida y pasó su mano por su cabello para alborotarlo un poco, lo que provoco la risa de sus amigos.
-Viejo, que te desordenes el cabello no la impresionara mas, ella cree que eres un arrogante, eso solo es darle más razones para que lo piense- Le dijo sabiamente Remus mientras se reía de su amigo.
-Se que esa pelirroja se muere por mí, solo que su orgullo no le permite aceptarlo- dijo James con altivez. Justo en ese momento un grupo de chicas de quinto pasaron a su lado riendo tontamente y los saludaron, Sirius les guiño un ojo y una de las chicas dio la impresión de que estaba a punto de desmayarse.
-Ustedes dos… ¿Cuándo sentaran cabeza?-se recrimino Remus negando con la cabeza.
-Venga… sabes que no está tan mal Lunático, dime que no te agrada esa atención de las ''alumnas''-pregunto Sirius con esa sonrisa tan característica de él. Remus rio ante eso mientras James seguía con la mirada a la pelirroja.
De pronto sin previo aviso llego una rubia por detrás del moreno y le soltó un porrazo en la cabeza. El moreno se encogió y se volteo algo cabreado, pero al ver quien había sido solo se limito a reírse
-Mi princesa-dijo abrazándola y elevándola por los aires, esta solo se limito a soltar una leve risita y le pego de nuevo en la cabeza.-¿Por qué ha sido eso?
-Porque coqueteabas con aquellas niñas-dijo la rubia refiriéndose al grupito de 5to que hace poco había pasado a lado de ellos.
-Mi amor, solo saludaba a mis fans… ese es el precio a pagar por tener a un novio tan sexy como yo-respondió el moreno, y aunque la rubia parecía dispuesta a discutir él sello sus labios con los suyos, evitando que mas palabras salieran de su novia.
Remus y James intercambiaron una mirada y comenzaron a reír, Sirius jamás cambiaria. En ese momento una joven se acerco a ellos y cubrió los ojos del castaño al momento que depositaba un beso en su mejilla.
-Hola James- Saludo alegremente la joven. James la miro y le devolvió el saludo mientras se aguantaba las ganas de prorrumpir en sonoras carcajadas, ya que su amigo se había puesto de un color granate impresionante.
-Hola Marian- respondió este tomando con delicadeza las manos que cubrían sus ojos y quitándolas de su rostro. La chica dio un brinco para ponerse frente a Remus y se rio de él.
-Eres tan divertido- dijo antes de soltarle otro beso en las mejillas, lo cual provoco que de nuevo ese tono granate se extendiera por el rostro de su amigo. Marian era una mujercita pequeña, aunque un poco más alta que las mujeres promedio, tenía el cabello castaño y unos ojos de tonalidades ''aceitunosas'' (me refiero a que parecían aceitunas… de las verdes) y un rostro bastante infantil.
-Hola Cornamenta-Saludo al joven y este la cargo.
-Pequeña demonio devora hombres-le dijo James haciéndola reír. Para ese entonces Sirius y Fernanda ya se habían separado de su acalorado beso y se reían también del ''sobrenombre de su amiga''.
-Hola devora hombres-saludaron Fer y Sirius entre risas. Cuando Marian toco el piso de nuevo apunto a Sirius y a James…
-A ustedes ya me los comí-dijo dibujando en su rostro una amplia sonrisa, y después se giró hacia Remus que se sobresalto al sentir las miradas en él-tu no me dejaste- e hizo pucheros.
De nuevo todos se rieron ante la cara de asombro de Remus. Normalmente Marian nunca actuaba así con él, estaba de acuerdo que su relación nunca había sido la mejor, y sabía que a pesar de todo, le tenía un afecto especial que ni él podía comprender, pero empezaba a confundirlo… antes de las vacaciones ella difícilmente le dirigía la mirada y era más raro que le hablara directamente… y ahora de repente actuaba de esa forma.
-Miren, ahí está Lily… ¡Lils!-grito la rubia brincando y moviendo energéticamente su mano en el aire para intentar captar la atención de la pelirroja. Ésta al escuchar la voz de su amiga se giro y puso los ojos en blanco, Los merodeadores pudieron ver como lanzaba un suspiro y se acercaba con desgana a donde se encontraban sus amigas.
-Hola Fer, Marian, Remus- saludo alegremente-Hola Black, Potter…-Estos dos últimos los dijo arrastrando las palabras en evidencia clara del disgusto que sentía hacia ellos.
-Hola mi hermosa pelirroja-saludo James tomando la mano de la chica y besándola, Lily se limito a quitar su mano y seguirse de filo hasta llegar a lado de sus amigas.
Eran las 11 en punto y el silbato que anunciaba la partida del tren se coló por cada resquicio del andén. Todos corrían, los padres despedían a sus hijo de primer año y ellos se limitaron a moverse hacia la portezuela más cercana, su equipaje ya estaba en un compartimiento (obra de un fabulo hechizo) así que se dirigieron al compartimiento entre risas.
-Nuestro último curso ¿Eh?- dijo Sirius mirando por la venta al momento exacto para ver desaparecer la estación.
