¡Hola! Creo que vendré un poco seguido por aquí. La razón es que por alguna extraña circunstancia me he acomodado más en el movil. Entonces tiendo a escribir cuando tengo clases libres, por lo que pido un poco de paciencia ya que pasa sin edición.
Resulta un poco flojo -así lo siento- pero espero pronto volver agarrar mi ritmo.
¡Disfrútenlo!
Parte 1
M. Zukamori L.
Guy se preguntaba sobre el nuevo y extraño comportamiento de su amigo, el pelirrojo que hace ya un tiempo se había cortado el cabello. Lo miraba tan bipolar como nunca y es que últimamente estaba tan insoportable como recordaba que se ponía cuando, más joven, había vuelto de su secuestro en Malkuth.
El rubio soltó un suspiro y desistió de la idea de llamar a la puerta (puesto que llovía y la ventana estaba cerrada), "No tengo algo que decirle, de todos modos", pensó.
Mientras Guy se marchaba sin hacer ruido, Luke se encontraba adentro, absorto, escribiendo en su diario aunque en realidad el lápiz bailoteaba entre sus dedos desde hace rato. Pensaba en lo que parecía ser la inmortalidad del cangrejo. Se llevó la goma del lápiz a la boca y mordió. Tenía una expresión molesta en su rostro, aunque más bien parecía el de alguien haciendo berrinche.
No pasó mucho tiempo; casi cuando terminaba de roer por completo su instrumento de escritura se exasperó y con desgane se tiró sobre la cama, bocabajo. Suspiró cansino y cerró los ojos mientras hablaba quedo para sí.
― ¿Hacerlo o no?...-restregó la cara contra la almohada― ¿Por qué tiene que ser tan complicado? -Soltó un quejido abrumado y se quedó en silencio escuchando cómo la lluvia golpeaba el vidrio de aquella ventana.
De pronto tuvo la sensación de que una gota enorme golpeó el cristal de manera poco usual pero al inicio no le prestó atención. Fue hasta el tercer choque y un estornudo que el pelirrojo se levantó de golpe para ir hacia el marco.
― ¡Guy!-recriminó Luke desde adentro sin asomarse siquiera―Ya te he dicho que quiero estar solo un rato, ¡Estaré bien! Sólo quiero pensar un poco...
― ¿A quién le importa el oxigenado?-respondió una voz imperativa, tratando de no llamar la atención, y un tanto mormada―E igual no es como que a ti se te dé pensar.
Luke se sorprendió bastante al reconocer el tono y no demoró más. Abrió la ventana de par en par y sonrió con amplitud al ver quien estaba parado ahí, a poca distancia, pese a que el recién llegado mantenía una expresión común de tener pocos amigos, o es más, a veces Luke pensaba que era más bien la faceta de alguien que acostumbraba a comer alimentos agrios o amargos.
― ¡Asch!-su alegría le había hecho ignorar el comentario-¿Qué haces ahí? ¡Te estás mojando!
El General rodó los ojos con fastidio y respondió con sarcasmo-¡No me digas!
Posteriormente, y tal como hiciera Guy, Asch dio la zancada hacia adentro de la habitación quitando a Luke de un empujón y violando la sequedad del recinto.
Sin siquiera dirigir otra palabra o esperar a Luke, quien se asomó para ver si alguien había presenciado aquello y después cerrar aquella "puerta improvisada", se quitó parte del uniforme quedando simplemente en la típica playera negra y el pantalón ajustado con un cinturón a la cadera. Gotas de agua perlaban su piel haciendo juego con el cabello largo y rebelde.
Luke, al verlo, se sonrojó... e instantes más tarde tenía las manos sobre su nariz aparentemente rota.
― ¡¿A quién le dices "sexy", bastardo?! Tch.
Luke se acuclilló por algunos minutos esperando que así aminorara el dolor de su rostro, no se había dado cuenta de que pensaba en voz alta.
