¡Hola! Se me ocurrió hacer una serie de drabbles, recopilando todo tipo de pensamientos e ideas que me vienen de repente cuando pienso en Kylo Ren y Rey y lo que ellos pensaban en ciertos momentos específicos de TFA, así que aquí está.

Quiero agradecer a cada uno de los que lee este pequeño proyecto raro y espero le den una oportunidad, del mismo modo que han acogido el resto de mis fanfics. Me encantará leer sus reviews :D 3

:::

:::

Heat

"…Warm, unalone

Come settle down, settle down

Swing me your bones

Come settle down, settle down…"

Technicolor beat fragment by Oh Wonder.

:::

:::

Negro cabello.

Es así como supe que no eras una criatura en una máscara. Porque sí, imaginé cualquier cosa. Cualquier cosa podría haberme acechado, secuestrado y traído a una sala en algún sitio para interrogarme sobre un simple droide.

Negro y brillante cabello coronando la cabeza más hermosa y odiosa de toda la Galaxia.

Tus ojos, de un dominante color obscuro; los ojos más tristes y penetrantes que puedo recordar haber visto nunca, me atravesaron, adivinándome, tomándome presa igual que en el bosque donde me capturaste.

¿Qué te había pasado antes de ser esto?

¿Qué eras antes de convertirte en un despiadado asesino a cargo de exterminarlo todo, como si estorbase?

Y mientras desgarrabas mi mente para obtener lo que querías, porque podías… Pasó.

El vínculo.

Ese lazo indestructible, penetrante y ambiguo que se entrelazó en nuestras mentes.

No pudiste evitarlo. No pudiste pelear contra él.

Y tampoco pudiste ocultar que había miedos. Profundos miedos que abrasaban tu corazón y que te hacían vulnerable, densamente abrumado.

Entonces sentí una desconocida perturbación. Mi centro se encendió, como una gran pira. Mi respiración, sin que pudiera controlarla, comenzó a hacerse pesada, jadeante, como si fuera desvaneciéndose y perdiéndose luego en la obscuridad de la habitación.

Y tu aliento cálido chocaba en mi mejilla.

"Sabes que puedo tomar lo que yo quiera…"

Sí, lo sabía. Pero me resistí. Y por algún motivo, tal resistencia me dio lo que necesitaba para sacarte de tu zona de confort, amilanarte, abrumarte de nueva cuenta con una nueva preocupación.

"Tú… Tienes miedo… De no ser nunca tan fuerte como Darth Vader…"

La frase resonó en el silencio y tronó en tus oídos como el mayor de los insultos. Y entonces sucedió.

Tu desconcierto, entre sorpresa y ansiedad explotó. Fue una sorpresa genuina para ti descubrir que también podía leer en tu mente sin que siquiera lo hubieras notado.

Qué decepción sentiste entonces al comprobar que no eras el único con tal poder.

Saliste de la sala. La perturbación que sentí era furia. Una furia total e incontrolable.

Mis labios estaban secos.

Habías puesto una idea en mi cabeza, una imagen que yo apenas si había apreciado con detalle y que ahora me sería difícil de borrar.

Tus labios.

"No tengas miedo. También puedo sentirlo…"

Y entonces temblamos.

Ambos temblamos.

Ese instante pareció infinito. Tus obscuros ojos brillaban, parecían dos pinceladas de luz en el manto de tus obscuras pupilas, situadas justo en la parte alta de tu largo rostro blanco, de labios carnosos. Nunca había visto a nadie como tú. Y nunca había visto a nadie como a ti.

Lo que sentí era pura fascinación.

Y al salir, no sólo sentiste miedo.

Pude sentirlo.

Furia, consternación, frustración.

Y deseo y ansiedad.

Esperé a que salieras e intenté instintivamente un truco para el que me sentía preparada sin saber exactamente cómo y una vez un soldado llegó a resguardarme, lo practiqué en él, quedando libre de ti.

Quería escapar, por supuesto.

Pero por más que intenté escapar del lazo que estableciste, no pude.

Me quedé helada en el momento en que escuché tu profunda voz en mi mente, hablando con otra persona sobre mí.

"Se vuelve más poderosa a cada momento que está suelta, aunque ella no lo sepa".

No sabía si ofenderme o halagarme.

¿Cómo es que tu voz hacía eco en mi cabeza?

¿Cómo es que tu imagen simplemente era imposible de borrar?

Con un vuelco en mi corazón, recorrí gran parte de tu propia base y me escondí físicamente de los soldados.

Pero sabía muy bien que no podría volver a ocultarme de ti.