Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a Clamp. La idea original pertenece al fanfiction I want to divorce you, Syaoran Li de WindAssassin, historia que me encontraba traduciendo pero que se encuentra suspendida desde hace cuatro años.

¡Quiero el divorcio, Syaoran Li!

Capítulo I

Sakura

El reloj marcaba las diez de la noche y a medida que las manecillas avanzaban las pocas esperanzas que tenía de que él llegara se iban desvaneciendo.

Suspiré con decepción. Me había tomado casi toda la tarde escoger ropa y maquillarme para verme lo más guapa posible, por supuesto no lo hacía para complacer a mi impuntual 'invitado' sino que para hacerlo sufrir. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos que sólo quería que por un momento se arrepintiera de la decisión que había tomado hace ya seis años.

Iba a llamar a Chiharu, el ama de llaves, pero entonces recordé que le pedí que se retirara antes puesto que no quería que hubiese alguien más escuchando nuestra conversación. Resignada deje el cómodo sofá en el que estaba sentada y me dirigí a la cocina para servirme una copa de vino, sin embargo antes de que pudiera probarla la luz de los faroles de un coche inundó el salón.

Me acerqué impaciente al ventanal y escondida entre las cortinas pude ver su Porsche estacionado; finalmente estaba aquí.

Esperé a que tocara el timbre, me acomodé el cabello y el vestido, y caminé a paso lento hacia la puerta para no parecer demasiado entusiasmada en abrir.

Cuando lo vi de pie en el umbral, tan imponente como siempre con el cabello despeinado y sus penetrantes ojos ámbar mirándome fijamente, el corazón se me paralizó por un momento. Lo había visto por la televisión, en las revistas y en el periódico, creía que con eso estaría lista para enfrentarlo pero comprobé que no era tan así; mis piernas temblaban involuntariamente, por lo que rogué a cuanto dios se me ocurrió que él no se diera cuenta de ese detalle.

–¿Sakura? –dijo él casi con incredulidad. Arrugué la nariz, ¿es que acaso ya se había olvidado de mi cara?

–Li –dije con tanta frialdad como había planeado una y otra vez en mis interminables noches de desvelo.

–Te has cortado el cabello –dijo con el mismo tono. Bien, al menos se había percatado de eso.

–¿Vamos a hablar aquí mismo o pasas? –dije poniéndome a un lado de la puerta para dejarlo entrar. Cuando pasó por mi lado el aroma de su varonil perfume inundó mis sentidos. Maldije internamente mi debilidad– Pensé que no vendrías –le dije mientras tomaba nuevamente la copa de vino que había dejado sobre la isla de la cocina. Él me miro con extrañeza– No me mires así. Es normal considerando que se suponía que llegarías hace tres horas.

–¿De cuándo bebes? –preguntó ignorando por completo lo que le recriminaba. Sonreí con ironía, quería hacerle saber que aquello no era de su incumbencia– Bueno, mira la verdad no puedo quedarme mucho tiempo…

–Claro, eres un hombre de negocios muy solicitado. ¡Diez minutos hablando con tu esposa de seguro retrasa toda tu agenda! –exclamé riendo y con voz más aguda de la que me habría gustado. Apuré el contenido de mi copa, estaba nerviosa… muy nerviosa.

–Sakura…

La piel se me erizó. Habían sido años desde la última vez que lo escuché decir mi nombre. No quería que se diera cuenta del efecto que aún producía en mí, así que decidí ir al grano rápidamente.

–Está bien. Te llamé hasta aquí porque intenté ir a tu oficina y no me dejaron entrar –comencé– Tengo que darte aviso de algo –hice una pausa pero él no intervino– creo que nos conviene a los dos. Lo he estado pensando, porque he tenido mucho tiempo para pensar, y… quiero el divorcio.

De su impávida cara masculina se borró todo rastro de color. Me sentí rara, había ensayado esa frase una y otra vez, pero era distinto decírselo de frente. Syaoran parecía encontrarse sin palabras, pues me observaba completamente paralizado desde su lugar. Cuando pensé que por fin diría algo, su teléfono móvil nos interrumpió.

–Disculpa –dijo antes de cogerlo e irse al otro extremo de la cocina.

Suspiré con hastío. Ya me imaginaba que no podríamos hablar cinco minutos tranquilamente, de hecho conseguir que viniera hasta mi casa era todo un logro. Lo escuché murmurar un par de cosas al teléfono y en seguida supe quién era; Amy Nie.

Syaoran y yo habíamos sido amigos desde el preescolar, pero eventualmente en nuestra adolescencia nuestros sentimientos de amistad comenzaron a transformarse en algo más. Cuando Syaoran me confesó lo que sentía y me pidió que fuéramos novios me sentí aterrada y feliz a la vez, aterrada porque temía que las cosas no funcionaran y terminara perdiendo a mi mejor amigo, y feliz porque yo me sentía de la misma forma. El día en que acepté, nos convertimos en la comidilla del instituto; fuimos escogidos como la mejor pareja y semana por medio aparecíamos en el boletín escolar.

Como Syaoran proviene de una familia muy influyente en Asia, tenía estrictas normas que seguir y una de ellas era encontrar una esposa lo antes posible, por lo que en cuanto cumplimos la mayoría de edad nos casamos en una sencilla pero hermosa boda a la que asistieron sólo nuestras familias y amigos más cercanos. Pero realmente no nos casamos solamente porque los ancianos de la familia Li se lo impusieran, no. Nosotros estábamos profundamente enamorados… o bueno, al menos yo lo estaba.

Los primeros dos años fueron maravillosos. Desayunábamos juntos en la cama, él se iba al trabajo y por las tardes siempre llegaba con algún detalle que me hiciera sonreír. Hacíamos el amor todos los días y en todos los lugares posibles de nuestra casa, éramos inmensamente felices y no nos molestábamos en ocultarlo, pero entonces la madre de Syaoran falleció repentinamente.

Ese año fue un año oscuro, sabía perfectamente cuánto estaba sufriendo pues yo había vivido lo mismo de niña y quise estar para él así como él estuvo para mí cuando lo necesité, sin embargo tuvo que hacerse cargo del Li Group que por poco quiebra y se enfrascó tanto en el trabajo que prácticamente no paraba en la casa.

Una noche me desperté sobresaltada al escuchar la puerta, una vez más me había dormido sobre el sofá esperándolo. Me tranquilicé al ver su silueta, él se acercó a mí para besarme la frente y decirme que tenía que irse de viaje a Estados Unidos por un par de semanas, yo me sentía profundamente triste pues necesitaba pasar tiempo con él, sin embargo comprendía que se encontraba en una situación difícil y lo despedí con una sonrisa como siempre.

Pero las semanas se transformaron en meses y los meses se transformaron en dos largos años en los que poco y nada sabía de mi esposo. Sus llamadas eran exageradamente cortas y muy poco frecuentes, preguntaba cómo estaba, me contaba que seguía muy ocupado y luego cortaba. Así fue hasta que llegó el día en que me avisaron que Syaoran venía de regreso.

Fui hasta el aeropuerto en compañía de mi mejor amiga Tomoyo, cuando anunciaron el aterrizaje de su avión mi corazón latía locamente porque por fin volvería a estar con él, el único hombre al que había amado en toda mi vida… que tonta e ilusa fui. Lo vi salir y camine a toda prisa hacia él, sin embargo me quedé congelada cuando me di cuenta de que a su lado iba una mujer de belleza despampanante agarrada de su mano como si fuera lo más normal del mundo. Recuerdo sentir las manos de Tomoyo sobre mis hombros y hasta el día de hoy se lo agradezco, pues cuando vi que ella lo besaba en los labios con toda naturalidad, casi me desmayo de la impresión. Aquella mujer que me había robado a mi Syaoran era nada más y nada menos que Amy Nie, la hija única de un multimillonario estadounidense.

–Lo siento, tenía que coger esa llamada –su voz me trajo de regreso al presente. Sonreí con frialdad– ¿Qué me decías?

Apreté los dientes. ¡Qué ganas de asesinarlo en ese mismo momento! ¿A qué demonios estaba jugando? ¿Es que de verdad no había escuchado nada de lo que le había dicho? ¿Me había imaginado su estupefacción?

–Te decía que quiero el divorcio –repetí levantando una ceja para que se diera cuenta de que me parecía ridículo tener que decírselo otra vez. Se quedó en silencio un momento.

–¿Y por qué quieres el divorcio? –preguntó con voz diplomática, como si estuviera cerrando alguna especie de trato. Lancé una risa de sarcasmo sin querer.

–¿En serio me lo preguntas? –dije yo– Es que ni siquiera necesitamos tener esta conversación ¿sabes? He vivido completamente sola por seis años, quiero independizarme, trabajar y comenzar de cero por mi cuenta. Además también te conviene a ti porque…

–Lo siento, pero no será posible –me interrumpió de repente poniéndose de pie– Estoy demasiado ocupado y tengo muy poco tiempo como para ocuparme de un divorcio.

Por un momento sentí como si todo el calor de mi cuerpo me abandonara repentinamente. En ningún caso imaginé encontrarme con su negativa, asumí que lo firmaría casi con agradecimiento, después de todo… ¿de qué le sirve una esposa a la que no ve hace seis años? Además él tiene a Amy.

–¿Tu excusa para tenerme atrapada en un matrimonio inservible y sin amor es que no tienes tiempo? –le pregunté a sus espaldas cuando él abría la puerta. Por un segundo se detuvo, y pensé que tal vez cambiaría de opinión, pero sólo salió murmurando un frio "Buenas noches, Sakura", dejándome allí atónita, triste y enfurecida a la vez.


Notas de la Autora: ¡Sorpresa! Bien les cuento lo siguiente, en vista de que la traducción de I want to divorce you Syaoran Li sigue recibiendo reviews pidiéndome que lo continúe, decidí darles en el gusto pues me sentía mal dejándolos con la duda, ya que el original no se actualiza desde hace casi cuatro años (y sinceramente dudo que la autora lo vaya a continuar).

Pero les aclaro algo, esto no es una continuación por lo que tendrán que leerlo desde un comienzo, ya que mi modo de escribir es bastante distinto y necesitaba hacer encajar algunas cosas que en el otro no encajaban del todo… como las personalidades de los personajes principales, y hacer que la historia se sintiera un poco más real… Sólo tomé la idea principal del fanfic en inglés y dos personajes creados por la autora que son Amy y Shinji, para hacer algo que espero sea un poco más distinto.

El fanfic Sakura, cazadora de fantasmas lo tengo suspendido mientras termino de escribir este. Llevo ya cinco capítulos escritos, todos serán de poca extensión pero prometo actualizar semanalmente ya que ahora se supone que tendré un poco más de tiempo para escribir.

Y bueno, después de todas las explicaciones ya dadas… espero que les haya tanto como a mí el primer capítulo… ahora que Sakura está de regreso con el animé me motivo mucho más para traerles historias sobre esta pareja de ensueño. ¡Recuerden que cualquier crítica es bien recibida siempre! Sólo tienen que dejar un Review más abajo, y así veo también si aún hay gente interesada en esto.

Bueno, no los molesto más, ¡Hasta el próximo capítulo!