Todos Los Personajes de la serie Inuyasha Pertenecen A La Genial Rumiko Takahashi Ninguno De Los Personajes Me Pertenece A Mi VV….Aclarado Esto Aquí Vamos
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
GEISHA
Por Mimi chan
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
¿Has tenido uno de esos sueños que podrías jurar que son reales ¿Qué todo pasa tanto de una manera se confunde solo con alguno de tus recuerdos?
Cual mas fácil es confundirlos cuando no tienes ningún recuerdo con cual compararlo.
Prologo:
La marca roja en el árbol
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
Estoy de nuevo aquí, camino sola a la mitad de la noche buscando con la mirada y al mismo tiempo tratando de ocultarme de las miradas curiosas de los viajeros nocturnos, levanto las puntas de mi kimono para no ensuciarlo,
Todas las luces de la aldea están apagadas ahora, no parece haber nadie, mientras me acerco al goshimboku, llego a mi destino, aun no hay nadie, me recargo en el, y miro la marca roja que hemos puesto allí desde hace años, cuando aun éramos niños, y sigue allí ahora que ya tenemos ambos 16 años esta noche seria, esta finalmente seria la noche que tanto había estado anhelando durante todo este tiempo.
- Kagome…
Una voz varonil habla en mi espalda y mi corazón brinca al reconocer al dueño él estaba allí, voltee mirando el piso y vi sus pies en los zapatos de correas su pantalón rojo y seguí subiendo mi mirada esperando verlo a la cara y hundirme en sus ojos color…
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
- Hinagueshi despierta de una vez por todas.
La joven mujer abrió los ojos rápido y al tratar de levantarse rápido doblo la base de madera que sostenía su cuello lastimándolo.
- ¿Cuándo terminaras de acostumbrarte a dormir correctamente Hinagueshi, tenemos años practicado esto, dime¿hasta cuando?
- Lo siento señora kaede – dijo arrodillada sobre el futon..
- Un lo siento no lo repara, anda rápido, aun falta mucho por hacer este día, tenemos una recepción esta noche con la familia Yiney así que debemos darnos prisa, vamos aun debes ir a clases, vamos vamos.
- Si señora.
La señora mayor abandono la habitación después de recorrer con violencia la puerta de madera.
Hinagueshi se levanto y empezó a juntar su futon, eran solo las 7 de la mañana y la noche anterior la había tenido toda la noche de pie en la recepción de los Takeda, las noches de Hinagueshi se habían consumido solo a dos o tres horas desde que había llegado a ese lugar hacia 5 años.
Después de recoger el futon se vistió con un sencillo kimono de algodón perfecto para ir a la escuela, que era hoy, si la profesora había dicho que hoy practicarían el shimasen, no entendía por que, tocar el shimasen era instinto, era crear melodías solo por la caricia de las cuerdas y dejarlas vibrar a su antojo, bueno que mas daba, al menos no estaría en casa escuchando los constares reclamos de la señora Kaede que quería cobrarle hasta el aire que respiraba.
El aire de la mañana era fabuloso, después de una noche tan larga era simplemente perfecto salir y respirar un aire que no oliera excesivamente a arroz.
- Hinagueshi bien día. – una chica con una bolsa de tela roja parecida a la suya llego corriendo a su lado.
- Buen día Sango, como estas.
- Vas a clase ya tan temprano.
- La señora Kaede me ha despertado ya.
- Oh a mi igual la señora Kagura, es imposible después de tenernos toda la noche despiertas y mira ahora debemos volver a las labores.
- Bueno, nada es suficiente para poder convertirnos en lo que ellas desean Sango chan
- Claro Hinagueshi chan, las mejores geishas de la región.
Lo decían en medio de risas pero esa era una triste realidad, las mujeres geishas de la región de Musashi, todo el glamour y la fama que pudieran tener dos mujeres como ellas en medio de los mejores círculos de la sociedad de la región no evitaban lo que eran en realidad, solo dos muñecas de porcelana debajo de capas de polvo de arroz, que quizás nunca conocerían el amor de verdad.
No esa no era la vida que Hinagueshi quería…
Era curioso decirlo de esa manera, la vida de Hinagueshi, la vida que ella misma se había construido… si solo supiera quien era ella en realidad. Se llevo una mano al pecho y toco el objeto que había en él, un guardapelo con un mechón de una anciana y un nombre grabado… Kagome… quizás Kagome había sido su madre, o su abuela, el mechón de cabello blanco y áspero guardado dentro de él, quien si o una anciana tendría en cabello tan blanco.
- vamos Hinagueshi, llegaremos tarde – dijo Sango jalándola de una de las puntas del kimono de algodón.
- Si, si vamos.
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
Desde la ventana se podían ver los mástiles de los barcos de vela del puerto desde aquella casa, siempre era bueno llegar a un lugar nuevo, era como volver a empezar una vida y dejar otra atrás, y en ese momento, eso era cosa buena, él realmente deseba dejar su pasado atrás.
Hubiese una pintura interesante aquella, un hombre joven vestido en un elegante kimono rojo mirando el sol del medio día, brillante y el aire del verano sobre si mismo, meciendo suavemente sus cabellos plateados y posándose sobre sus ojos ámbares, mirando afuera como si no mirara en realidad nada. Miraba afuera, un imponente árbol se presentaba a la mitad del patio principal, un árbol frondoso y grueso, busco en su tronco y deseo hallar una marca roja allí, un recuerdo añorado le llego de golpe a la mente.
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
La chiquilla estaba allí parado cuando llego, sostuvo su paso mas tranquilo al verla de espaldas su cabello tirado en su espalda suave y brillante como alisado con aceite de almendras y su kimono ligeramente levantado en sus piernas dejando ver una mínima parte de ella, poniendo una mano en el árbol, justo encima de donde debería estar aquella marca roja que los dos habían construido.
- Kagome…
La chica dejo caer las puntas de su kimono y volteo bajando la mirada, subió recorriéndolo de abajo a arriba con suavidad, ansiaba que lo terminara de hacer, ver sus ojos color caoba fundidos con su ámbares.
- Inuyasha… - dijo la chica con una sonrisa completa y enamorada.
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
- Inuyasha sama…
El volteo al escuchar la voz de la mujer a su espalda, allí haciendo una reverencia en el piso había una joven mujer en un kimono grande y lleno de flores de largo y negro cabello levanto sus rostro para revelar unos rasgos delicados y hermosos, sus ojos marrones oscuros casi negros, acompañada por dos pequeñas doncellas que hicieron una profunda reverencia también , él le sonrió calmadamente a su prometida.
- Kikyou sama.
- He llegado ya mi señor, espero y no le incomode mi presencia tan pronto aquí.
- No se preocupe Kikyou sama, al contrario me alegra que ya este aquí, como ha sido su viaje.
- Muy tranquilo señor, gracias.
- Quieres ir a tus habitaciones a descansar.
- Si señor.
- Ven - Inuyasha la levanto del piso ofreciéndole la mano y la miro con dulzura, la joven mujer se sonrojo – yo mismo te llevare.
- Gracias mi señor
Le gustaba mucho Kikyou en esos momentos, cuando salía de su papel de perfecta señora y volvía a ser solo una niña, una niña de cabello negro y ojos color tierra tan parecida a Kagome.
Caminaron hasta las habitaciones a descansar.
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
Ella mantenía los ojos cerrados mientras acariciaba las cuerdas del sencillo shimasen en sus manos, las notas salían calidas y dulces de las cuerdas y la cuña mientras las rozaba, sus pensamientos se perdían en la nada.
"Kagome…" el hombre de mis sueños me llama Kagome a mi¿será ese mi nombre¿será así como yo me llamo?
Era todo tan confuso, tenía tan pocos recuerdos antes de llegar a ese lugar.
Cuando tenia alrededor de 16 años o al menos eso podía recordar ella había llegado a esa aldea, había tenido mucha suerte ningún bandido ni nada por el estilo había tenido curiosidad por mirar a esa niña desarrapada y desgarbada vestida con un kimono sucio y con el cabello alborotado y sucia del cuerpo. En su camino había hallado a un par de ancianos, no la conocían, no los conocía y al preguntarle su nombre… ella misma no sabia cual era, no tenia ni idea de cual era su nombre. Los ancianos sin saber que hacer y viéndola tan joven la había llevado a casa de la señora Kaede, y la había dejado allí por algunas monedas de oro, al llegar allí le había dicho la señora Kaede, una mujer anciana con un parche de madera en un ojo con el cuerpo entero caído que ahora viviría con ella y que tendría que pasar por todo lo que recibiera, desde alimento, techo, ropa y educación, así que tendría que trabajar muy duro.
- Hinagueshi san.
La chica volvió a saltar en medio de sus recuerdos arrastrando la cuña por el instrumento y rompiendo una de las cuerdas.
- Hinagueshi san lo hace usted muy bien pero no es correcto que se distraiga tanto en medio de la melodía, debe prestar atención a todo lo que haya a su alrededor como señal de respeto mirar adelante y concentrarse, no debe perderse en sus pensamientos.
- Si sensei.
- Continuemos.
Hinagueshi sacudió un poco su cabeza y volteo a ver a Sango que le sonreía cordial, recorrió la cuerda del instrumento y continúo tocando con la vista clavada al frente. Era extraño, ella tenia esa habilidad que todas las demás chicas en la escuela le envidiaban, una vez listo el instrumento inicio a tocar de nuevo y las notas resbalaban con avidez de sus manos, como no lo lograba ninguna de ella, ella parecía tener ese don natural, en la música y en la mayoría de las artes, no sabia por que solo lo tenia.
Fuera quien fuera antes de ese momento algo le decía que era mejor olvidarlo, no sabía por que, fuera de cualquier pronóstico, de una persona que perdiera la memoria no quería averiguar con tanto ahínco quien era ella, quizás lo mejor era dejarlo en el pasado…un sentimiento de pesar y razon se adentro en ella misma mientras las notas del shimasen se hacían mas graves, una parte de elal tenia pesar de olvidar a ese hombre tan hermoso de intensos y brillantes ojos dorados pero la razón le decía que ser lo mejor.
Fin prologo.
14 de agosto de 2006 8:15 p.m.
Nota de autora:
Hola como he venido mencionando desde hace tiempo aquí esta mi nuevo proyecto, estoy contenta con la lata que me ha dado pues es prospero a volverse uno de mis proyectos mas difíciles y por ello mas provechosos, no esperen ver a una geisha tan elaborada como Sayuri de "Memorias de una geisha" pues lo que menos quiero es parecer que estoy copiando la obra aunque debo reconocer que es una gran columna de sostén pero hace lo mejor posible, espero y les guste mi historia.
me despido por ahora, espero que reciban bien mi historia despues de este largo periodo de quietud, que les gute.
por favor dejenme un review nada me daria mas alegria que verlos en mi historia.
Shian shen
Mimi chan
