Miró con cierto temor hacia aquella casa tan grande que tenía delante. Tragó saliva y notó como le apretaban la mano con un poco más de fuerza, sonrió como pudo a la persona que tenía a su lado y empezaron a caminar hacia la puerta. Entró algo cohibida y se encontró mirando alrededor mientras jugueteaba con el asa de su bolso entre las manos. Le había dicho que no tenía porque sentirse nerviosa pero aun así estaba barajando seriamente la posibilidad de salir corriendo de allí. Llegaron a la cocina, donde una mujer se giró mientras se secaba las manos en el delantal y le dedicaba una cálida sonrisa que se ensanchó al ver su torpe reverencia de cortesía.

- Mama, te presento a mi novia.- Dijo la persona a su lado, con voz solemne.

- Encantada, señora Harlaown.- Repitió la reverencia y sonrió con algo de nerviosismo.

- Por favor, llámame Lindy.- Las dos mujeres se sonrieron de nuevo y al fin sintió como se le pasaba un poco el nerviosismo.- Tenía muchas ganas de conocerte.

- Igualmente, yo...

- Estoy en casa.- La voz que se escuchó a sus espaldas les hizo voltear a ver a quien acababa de llegar y sonrieron al ver la cantidad de bolsas que llevaba encima y que prácticamente ocultaban por completo su rostro. Todos se adelantaron rápidamente para ayudar.- Gracias... Oh.- Se sorprendió al ver a aquella desconocida.- Tú debes de ser...

- Soy Nanoha Takamachi.- Una nueva reverencia.- Puedes llamarme Nanoha. Y tú...

- Es mi hermana.- Explicó el hombre que tenía al lado y que le pasó un brazo por los hombros.- Fate, te presento a mi novia, llevaos bien.


Sister-in-law

-I-



Frunció el ceño ligeramente mientras abría los ojos con lentitud, alguien estaba jugueteando con su cabello y le había arrastrado del mundo de los sueños. Volvió a cerrar los ojos, no hacía falta que mirase para saber quien había a su lado, sólo había una persona en aquel lugar a quien le gustase juguetear con su pelo así. Y al fin y al cabo a ella le encantaba que lo hiciera.

- No deberías quedarte dormida aquí.- Dijo una voz suave.- Pillarás frío.

Alzó la cabeza y miró a la rubia que estaba a su lado. Se frotó un ojo y se estiró perezosamente bajo la atenta mirada de la chica, quien sonrió mientras negaba con la cabeza. Nanoha miró el reloj, era bastante tarde, al parecer había estado echándose una buena siesta.

- No sé que le pasa a este pupitre.- Comentó.- Pero cada vez que me siento me entra sueño.

- Será eso, y no que te aburren las clases.

Ambas rieron y Nanoha se puso de pie para empezar a recoger las cosas, lo metió todo dentro de la cartera y esperó a que su compañera se levantara. No quedaba nadie en clase y de hecho deberían de quedar pocas personas en el instituto a aquella hora, sólo los que pertenecían a algún club de deportes, como Fate, y los que esperaban a alguien de aquellos clubs, como Nanoha.

Salieron del instituto y empezaron a charlar distraídamente. Había sido una sorpresa para Nanoha el ver como la hermana de su novio acababa en su misma clase al empezar un nuevo curso, pero gracias a eso se habían hecho amigas y ahora se llevaban muy bien, hasta el punto de volverse inseparables.

- ¿Quieres que te lleve la cartera? –Preguntó la castaña mientras la veía hacer malabarismos con la mochila y la bolsa de deporte que cargaba.- Irás más cómoda.

- No hace... –Antes de que pudiera acabar la frase, Nanoha le había quitado la cartera.- Gracias.- Se reacomodó la bolsa sobre el hombro y soltó un suspiro.- El entrenamiento ha sido bastante duro, no me hace ninguna gracia tener que hacer ahora el trabajo de Historia, me tiraría en el sofá a jugar al Soul Calibur...

Suspiró teatralmente y Nanoha soltó una pequeña carcajada. Fate era una de las mejores corredoras del club de atletismo y, por algún motivo, había provocado que la presidenta del club se fijara en ella y se centrara en hacerla superar su record personal día sí, día también.

- Bueno, pero primero está el trabajo de Historia...

-.-.-.-.-

Cuando Chrono entró por la puerta soltó un suspiro resignado al no recibir respuesta, más aun cuando en lugar del 'bienvenido' que esperaba escuchó un montón de gritos procedentes del salón. No se sorprendió de ver la sala invadida, con la mesa llena de apuntes y libros que habían quedado abandonados pues las propietarias estaban frente al televisión, sentadas en el suelo entre un montón de cojines y peleando ferozmente contra el mando de la consola. El chico dio un respingo cuando ambas soltaron un grito y Fate se puso bruscamente de pie, dando saltos de alegría mientras Nanoha arrojaba el mando contra un cojín.

- ¡Toma! Si es que Hilde es la mejor.- Exclamó orgullosa y alzó el puño al aire.- ¡La justicia siempre gana!

- ¡Oye! –Protestó Nanoha.- Sophitia sólo quiere proteger a su hija, mou.

- Es igual, el caso es que te he ganado de nuevo.

Chrono alzó una ceja mientras se apoyaba en el marco de la puerta con una sonrisa, contemplando el espectáculo que estaba dando su hermana en lo que parecía su propia versión de la danza de la victoria. Nanoha por su parte la miraba desde el suelo con los mofletes ligeramente inflados en señal de enfado, estaba a punto de ir a consolarla cuando la castaña se incorporó y se abalanzó contra Fate, tirándola contra el sofá de un placaje que incluso provocó que el chico hiciera una mueca de daño.

Las dos empezaron a reír a carcajada limpia mientras Chrono se llevaba la mano a la cara y negaba con exasperación, ¿cómo había pensado por un momento que Nanoha necesitaba ayuda? Poco a poco las risas se fueron apagando mientras la pantalla de la televisión seguía con el "YOU WIN" de fondo, él se acercó por detrás del sofá y asomó por encima del respaldo, alzando una ceja al verlas.

Con aquel placaje Nanoha había acabado encima de Fate y ahora tenía la cabeza apoyada en el pecho de su hermana mientras ésta le acariciaba el pelo, jugueteando con él entre sus dedos. Por un momento Chrono se sintió fuera de lugar al verlas, con los ojos cerrados y una sonrisa calmada. ¿Desde cuando se habían empezado a llevar tan bien?

- ¿Con que haciendo deberes, eh? –Bromeó.

Las dos chicas dieron un respingo al escucharle y Nanoha se levantó de golpe, miró a Fate de reojo y dio un paso hacia atrás, resbalando con un cojín. Por suerte el chico pudo alcanzarla alargando el brazo por encima del sofá y tiró de ella hasta que acabó apoyada en el respaldo.

- Por poco...- Murmuró con alivio.

Fate se puso de pie justo antes de que Chrono se acercara a los labios de su novia para saludarla. Se agachó frente el televisor para quitar el juego y recogió los mandos mientras escuchaba a la pareja cuchichear a sus espaldas, entre risitas.

A veces la chica sabía que sobraba y simplemente se hacia a un lado. Desde que Nanoha empezó a salir con su hermano le había caído bien, era una chica amable y simpática y enseguida se llevaron genial y se convirtieron en las buenas amigas que eran ahora. Sin embargo eso no quitaba que fuera la novia de Chrono. Se levantó y por poco soltó una arcada al verlos tan pegaditos, normalmente no era así pero había ocasiones en las que la rubia tenía que aguantarse las ganas de salir corriendo al baño.

- Nanoha... –Murmuró, con su voz suave.

- Sí.- La castaña se separó y siguió a la chica a la mesa.- Hemos de acabar el trabajo, Chrono-kun, ¿te importa esperar?

- Por eso estabais jugando al Soul Calibur, ¿no?

Ambas chicas se miraron y soltaron una risilla a la vez que sacaban la lengua. Les había pillado. Cuando Nanoha provocó a Fate diciéndole que después de acabar con los deberes la apalizaría al juego, sin saber como, habían acabado encendiendo la consola.

- Una pausa siempre viene bien.- Comentó Fate mientras cogía los libros.

- Claro...- Se burló el chico.- Es igual, sólo venía a cambiarme, he quedado con Yuuno así que volveré más tarde.

Se despidió de ellas y las dejó solas. Durante un momento se quedaron sin hacer nada, mirándose en silencio hasta que Fate volvió su atención al libro de historia. Nanoha hizo lo mismo y cogió su libro aunque por alguna razón no podía centrarse en lo que leía, y de hecho Fate tampoco prestaba nada de atención a su lectura. Ambas sabían que había ocurrido algo extraño cuando Chrono entró en la habitación. Nanoha se preguntaba por qué se había levantado de golpe y de ese modo, como si le quemase el contacto con su mejor amiga, y Fate por su parte se preguntaba por qué había sentido tanta vergüenza cuando su hermano las pilló en el sofá.

Las dos llegaron a la misma conclusión: Porque les había encontrado saltándose sus deberes.

-.-.-.-.-

- No tardará en bajar, deberías saber que es algo lento.

Nanoha rió ante el comentario. Se encontraba parada frente la puerta de la casa de los Harlaown y quien había abierto había sido la menor de la familia, que apoyó la espalda en la pared al lado de la puerta, mirándola con su expresión serena.

- Lo que ocurres es que tú eres muy rápida, Fate-chan.- Contradijo Nanoha.

- Y él muy lento.- Insistió.- ¿Dónde vais a ir?

- Eso no es de tu incumbencia, hermanita.- Chrono apareció por la puerta mientras se ponía la chaqueta.- Perdona, Nanoha.

Ella negó con la cabeza, no lo había esperado demasiado rato y además así había podido hablar con su amiga. Fate se incorporó y pasó por al lado de su hermano alzando la mano para que el chocara los cinco.

- Te la cedo, trátamela bien.

- Oh, que honor.- Se burlo él mientras la rubia entraba en la casa.- ¿Vamos?

Nanoha asintió con la cabeza y lo siguió, mirando de reojo hacía la puerta que se acababa de cerrar detrás suyo.

Fate se quedó un rato apoyada en la madera. Al cabo de unos minutos salió de su ensimismamiento y se dispuso a ir a su cuarto justo cuando el timbre sonó a sus espaldas. Se giró y abrió la puerta.

- Ah, eres tú, Hayate.

- ¿Cómo que 'ah'? –Protestó la chica.

- Perdona, pensaba que eras mi hermano, se acaba de ir.

Entraron en el salón y Fate fue directa a encender la consola, no había otro motivo por el cual Hayate se presentaría en su casa un día de fiesta. La chica se sentó encima de un cojín como si estuviera en su casa y la rubia suspiró mientras le pasaba un mando.

- ¿No está Nanoha, entonces? –Fate Negó con la cabeza y se sentó a su lado.- Lástima quería hacer un torneo.

- Pues deberás pedir hora a Chrono, últimamente la monopoliza.

Hayate no dijo nada y Fate al ver que no elegía personaje volvió su atención a ella y se la encontró mirándola fijamente. La chica se apartó un mechón de su pelo castaño que llevaba hasta los hombros, pero no dejó de mirar a Fate, quien se estaba empezando a poner nerviosa.

- ¿Qué? –Preguntó al fin, hastiada de que la mirase así.

- Acabas de sonar como una novia celosa.- La famosa sonrisa felina de Yagami Hayate que tanto miedo daba a la rubia, apareció en su cara.- Me preguntaba si tienes complejo de hermana menor o...

El ruido del televisor hizo que Fate volviera la cabeza a la pantalla para comprobar, con cierto horror, como Amy había empezado a luchar contra Hilde aprovechando la distracción de la rubia.

- ¡Tramposa!

Se pasaron prácticamente el día jugando después de que Fate perdiera la primera ronda y clamara venganza. No supo cuando fue, pero en algún momento se quedó dormida y cuando despertó estaba empezando a atardecer. Se levantó y su espalda crujió por haberse quedado dormida en el suelo.

- ¿Hayate?

Caminó por la sala buscando a su amiga hasta advertir una nota encima de la mesa. La cogió y agarró de paso una de las galletas que había por ahí, empezando a mordisquearla mientras leía la nota sin demasiado interés.

"Buenos días Fate-chan!

Estabas tan mona durmiendo que no he querido despertarte, pero me tengo que ir, me toca hacer la cena y si no la preparo pronto Vita-chan empezará a quejarse. Te he dejado los libros que me pediste en la bolsa que traía conmigo, está al lado del sofá.

Hayate.

PD.- Por cierto, al final me has ganado al Soul calibur, pero ya me he cobrado mi venganza."

La rubia se rascó la cabeza mientras se preguntaba a que se refería aquella post data, pero viniendo de esa chica no le gustaba nada como sonaba. Caminó hasta el sofá y comprobó que la bolsa estuviera ahí, estaba mirando el contenido cuando la puerta de la entrada se abrió.

- Estamos en casa.- Anunció la voz grave de Chrono.

Entró en la sala con un par de bolsas en las manos y en seguida salió de nuevo mientras se aguantaba las ganas de reír. Nanoha apareció también por la puerta con algunas bolsas y miraba a su novio con curiosidad.

- Traemos la cena.- Dijo mientras se giraba a ver a la rubia y entonces ella también empezó a reír.- ¿Qué te has hecho en la cara, Fate-chan?

- ¿Eh?

- Tu cara... - Dijo entre risas Chrono.

La chica tardó unos segundos en comprender la situación y en seguida se giró para mirarse en el reflejo de la ventana. Su cara estaba marcada con rotulador negro, tenía algo escrito en la frente, una cicatriz en la barbilla, espirales en las mejillas y el contorno de los ojos pintado como un mapache.

- ¡¡HAYATE!!

-.-.-.-.-.-

Chrono apiló los envases vacíos de la comida china que habían traído y al ver a Fate delante suyo tuvo que hacer verdaderos esfuerzos por no soltar otra carcajada. Nanoha a su lado le dio un codazo pero ella tampoco podía disimular del todo su risa. La rubia suspiró y se llevó el último rollito de primavera a la boca, mordiéndolo sin demasiada ceremonia. Había intentado borrarse el dibujo de la cara pero sólo consiguió emborronarlo todo y ahora parecía que se había metido en la mina de los siete enanitos a trabajar.

- Vale ya, ¿no? –Protestó, cuando el chico no pudo aguantarlo más y finalmente acabó riéndose.- No es para tanto.

- ¡Pareces un mapache! –Gritó Chrono entre risas, provocando que Nanoha se atragantara con su comida.

Un vaso de agua y varios golpecitos en la espalda después, la castaña dejó de ahogarse para mirar a Fate con una sonrisa.

- Vamos, ¿nos bañamos juntas e intento borrártelo?

La rubia asintió y se fue a preparar el baño mientras los demás recogían la mesa. Nanoha apareció detrás suyo al cabo de un rato, cuando la bañera estaba prácticamente llena, se pegó a su espalda y pasó los brazos por sus hombros hasta abrazarla. Fate soltó una risilla mientras notaba las manos de Nanoha desabrochándole poco a poco la camisa.

- Puedo desvestirme sola, ¿sabes? –Dijo con una risilla, apartándole las manos.- Voy a preparar las toallas, ves empezando.

Salió del baño y Nanoha soltó un suspiro cansado antes de empezar a desvestirse, dejando la ropa cuidadosamente doblada en la cesta. Llenó una palangana con agua caliente y se la tiró por encima para empezar a lavarse el cuerpo con cuidado de no olvidarse ninguna zona. Fate volvió al cabo de unos segundos, con una toalla tapando su cuerpo desnudo y un sonrojo cubriendo sus mejillas debajo del rotulador, cosa que provocó que la castaña sonriera. A veces su amiga era tan tímida...

- Ven, te ayudaré con el pelo.

La rubia asintió y se colocó en el pequeño taburete que Nanoha había colocado delante suyo. Empezó a lavarse el cuerpo y pronto notó las manos de la chica lavándole el pelo con suavidad, cubriéndolo todo de jabón y haciendo una ligera fricción entre los mechones, con cuidado de lavarlo bien pero no enredarlo demasiado en el proceso.

- Espero que se vayan las marcas... –Rogó Fate.- Juro que voy a matar a Hayate.

Nanoha soltó una risilla mientras cogía la ducha para aclarar el jabón, una vez limpia Fate se dio la vuelta e instó a la castaña a hacer lo mismo para que le diera la espalda y así pudiera lavarle el pelo a ella también. Cerró los ojos cuando sintió las manos de Fate haciéndole un pequeño majase en la cabeza y casi ronroneó de gusto mientras la rubia tarareaba una cancioncilla. Se inclinó hacia atrás y apoyó su espalda en el pecho de la rubia, quien se sonrojó aun más.

- Listo.- Sentenció la rubia. ¿Me limpias?

A regañadientes se separó de ella y se puso de pie para aclararse y meterse en la bañera, Fate la siguió y le pasó una pequeña toalla para intentar borrar la obra de arte que Hayate había hecho en su rostro. Se pasó un buen rato frotando sin demasiada fuerza para no hacerle daño, pero a pesar de eso la cara de Fate estaba bastante rojiza para cuando las marcas casi se habían ido.

- Parece que no se van a borrar más.- Murmuró Nanoha, cogiéndole de la barbilla para verla mejor.- Pero casi no se nota ya.

Fate asintió sonrojándose ligeramente cuando ella le pasó una mano por la mejilla, acariciándola con suavidad. Nanoha se encontró mirando fijamente los ojos de la rubia, la primera vez que la vio ya se había fijado en que tenían un peculiar tono rojizo, pero ahora que los miraba con detenimiento se encontró intentando averiguar de qué matiz exacto eran.

- Hey.- La voz de Chrono al otro lado de la puerta les hizo dar un respingo y Nanoha apartó bruscamente la mano de la mejilla de su amiga.- ¿Pensáis tardar mucho más? Quiero ver la película.

- ¡Vaaa! –contestaron las dos al unísono.

- Saldré primera.- Dijo Fate cubriéndose con la toalla para ponerse de pie.- Quiero llamar a Hayate y darle las gracias por su arte.

Nanoha sonrió mientras la veía salir del baño, no quería estar en el lugar de Hayate cuando se volvieran a ver. Cerró los ojos y se acomodó en la bañera hasta que el agua cubrió su rostro.

-.-.-.-.-

La película era un verdadero coñazo. O eso era lo que pensaba Nanoha mientras veía como un empleado del zoo se metía en la zona de los leones y los provocaba hasta que le mordían. Chrono a su lado se rió de lo lindo mientras comentaba que parecía que le hubieran borrado el brazo con Photoshop. Bostezó y miró a la persona que se había dormido utilizando su regazo como almohada, Fate había sido la primera en decir que la película era un aburrimiento y también la primera en caer dormida. Y Nanoha creía que no aguantaría mucho más ahí, acurrucada contra el hombro de su novio y con el calor que la rubia le proporcionaba en las piernas, por eso se sorprendió cuando aparecieron los créditos del final.

Chrono se levantó a quitar la película y Nanoha se inclinó hacia delante para despertar a la chica que dormía placidamente en sus rodillas. Sonrió al ver su expresión tranquila al dormir, respirando calmadamente y con el pelo desparramado por sus piernas. Se encontró acariciándole la mejilla con una sonrisa antes de zarandearla con suavidad.

- Fate-chan...- Susurró.- Fate-chan, despierta.

La rubia abrió los ojos con pesadez y sonrió medio dormida al ver a Nanoha, ni siquiera se sorprendió de tener su cara tan cerca suyo que casi podía verse a ella misma en el reflejo de sus ojos, simplemente estaba demasiado a gusto. Volvió a cerrar los ojos y se giró acurrucándose más contra el cuerpo de la chica.

- Un poquito más... –Murmuró, y Nanoha soltó una risilla al sentir su respiración en el vientre.

- Parece que me tiene atrapada.- Rió la castaña.

Fate sonrió y cerró sus brazos alrededor de la cintura de su amiga. Pensando que podría dormirse ahí de nuevo durante horas, sintiendo aquel agradable calor que desprendía el cuerpo de la chica.

- Pues que te suelte.- Protestó Chrono a sus espaldas.- Esta noche te quiero para mí...

La sonrisa de Fate se esfumó al instante. Nanoha no contestó pero en cambió acarició el pelo rubio en silencio, ella finalmente se incorporó y se dirigió a la cocina sin decir palabra. Aquel comentario de su hermano le había recordado que el tiempo con su amiga se acababa ahí. Y lo entendía, al fin y al cabo no era su novia.

Se le resbaló el cartón de leche de las manos y soltó una maldición mientras lo agarraba con rapidez y cogía un trapo para secar el estropicio.

- Buenas noches, Fate.- Dijo Chrono, apagando las luces del salón.

Ella alzó la vista para despedirse pero se calló al ver a Nanoha parada en medio del salón, con las luces apagadas y mirando fijamente hacia ella, con seriedad y tal intensidad que hizo que Fate tragara saliva.

La voz del chico se escuchó en el piso de arriba, llamando a su novia, quien se giró sin dejar de mirar a la rubia y susurró un buenas noches antes de irse.

- Buenas noches... – Contestó, pero Nanoha ya se había ido.

Suspiró algo confundida y acabó de prepararse el vaso de leche antes de apagar la luz de la cocina y subir a su habitación. Cerró la puerta y se puso el pijama antes de meterse en la cama y colocar la almohada de modo que pudiera estar medio sentada. Encendió la luz de su mesita y cogió el libro que se estaba leyendo en ese momento, dispuesta a leer hasta que le venciera el sueño de nuevo, cosa que parecía difícil teniendo en cuenta la siesta que acababa de darse.

Se bebió la leche mientras pasaba páginas y leía distraídamente. El libro no estaba mal pero de momento no le interesaba demasiado, en realidad estaba leyendo por hacer algo.

Fue entonces cuando lo escuchó.

Su cuerpo se tensó completamente mientras escuchaba aquellos sonidos provenientes de la habitación de al lado. Aquellos ruidos inconfundibles que provocaron que se quedase pálida y luego se sonrojara con violencia. Gemidos. Bufó molesta mientras volvía a centrarse en el libro. Sabía que Chrono tenía que aprovechar que su madre no estaba en casa, pero al menos podría ser un poco considerado con ella, a fin de cuentas su cama quedaba justo al lado de la pared que daba con la habitación de su hermano, podrían ser más silenciosos.

- ¡Chrono-kun!

Abrió sus ojos enormemente al escuchar la voz de Nanoha gritando de aquel modo. Su libro se deslizó de entre sus manos mientras sin poder evitarlo se encontraba escuchando los jadeos de la chica. Tragó saliva. La voz de Nanoha sonaba entrecortada y sus gemidos le llegaban claramente, provocando que su sonrojo aumentara considerablemente. Al igual que su calor.

Se encontró destapándose debido al repentino calor que sentía. Casi podía imaginarse a Nanoha jadeando, respirando entrecortadamente, desnuda y sudorosa... Cerró los ojos mientras su imaginación volaba por unos instantes y de repente volvió a abrirlos de golpe, completamente sorprendida.

Bajó la vista. En algún momento su mano se había deslizado bajo la tela de sus pantalones y se encontró mirando con horror lo que había estado a punto de hacer.

Saltó de la cama y dio un par de vueltas por la habitación, completamente nerviosa. No podía ser, ¿cómo podía excitarse por escuchar a su hermano teniendo sexo? No... La pregunta no era esa. Se sentó en la silla de su escritorio y abrió el cajón para sacar su mp3, se puso los cascos y subió el volumen al máximo mientras cogía el libro de química y lo abría por cualquier página. La pregunta seguía dándole vueltas en la cabeza cuando la música empezó a sonar de manera estridente en sus oídos.

¿Cómo podía excitarse por imaginarse a la novia de su hermano teniendo sexo?

To be continued...


Notitas varias:

Er... Sé que me queréis matar, o por lo menos yo querría XD Realmente no sé porqué se me ocurrió esta idea pero de repente me puse a escribirla y hoy por fin la he podido pasar toda a pc (RENFE va bien para escribir, pero sin portátil es poco útil xD) el titulo... es una mierda, lo sé, pero realmente soy patética para eso xD así que ahí se queda 'cuñada' que por algo será... ¿Se nota en qué dirección va el fic este? Bien, me alegro... Y sino ya lo veréis. En todo caso no creo que sea muy largo, 2 o 3 caps, 4 como mucho si me alargo y no lo creo. Tengo más o menos pensado qué pasará y algunas escenas medio escritas, pero a partir del lunes empezaran mis días de angustia pre-examenes así que... teniendo eso y 2 (5 de hecho) fics más a medias, perdón de antemano si tardo en actualizar. Intentaré que no, me divierte este fic aunque la idea sea absurda XD

Pero como siempre, ¿opiniones? ¿Impresiones? Esta vez también acepto sugerencias porque realmente no sé muy bien como va a acabar esto, así que si tenéis ideas bienvenidas son :D