Hola queridos lectores! Finalmente me decidí a subir mi primer historia, primero y principal no estoy nada convencia de lo que estoy haciendo. Por ende solo pido paciencia y mente abierta, la idea es bastante clara tenemos a una Hermione cansada de su monótona vida y decidida a cambiar rotundamente. A lo largo de los capítulos podrán observar los aciertos y equivocaciones que van guiándo a nuestra protagonista por el difícil camino del crecimiento. Dos amores completamente opuestos, un objetivo que con el tiempo comienza a volverse imparcial e incompleto, la aparición de un nuevo ser. Sexo, alcohol, amistad, romance, ternura.. todo y más se relaciona en esta historia repleta de emociones.



Prólogo:

Frente al espejo se puede observar el reflejo de la castaña y sus ojos color miel se cierran dejando escapar una lágrima que se desliza hasta su labio superior, recorriendo toda su mejilla. Hermione deja escapar un suspiro y luego de abrir nuevamente sus ojos se enfrenta a la verdad. Su cabello ondulado depositado en sus hombros, sus suaves curvas y sus temblorosas manos la hacen entrar en razón. Estaba decida a recuperar el tiempo perdido, estaba cansada de ser considerada una chica aburrida y sin más aspiraciones en la vida que una carrera asegurada en el Ministerio de la Magia.

Capítulo primero: Iniciando el cambio

'Un peldaño a la vez' Me obligué mientras bajaba las escaleras de la sala común y dejaba atrás el retrato de la dama gorda. Mis pies parecían responder a otro cuerpo, mi mente se hallaba cansada y algo confundida. Divisé a un grupo de estudiantes entre los que se encontraban algunos de mis compañeros de Gryffindor. Antes de recibir algún tipo de invitación para iniciar una conversación, que encontraba completamente sin sentido en estos momentos, apresuré mi paso.

Al llegar al gran salón dirigí la vista hacía mis amigos, allí estaban. Harry y Ron, ambos parecían discutir animadamente sobre algún tema en particular, conociéndolos a ambos puedo afirmar que se trataba de Quidditch. Fijé la vista con mayor atención sobre el pelirrojo, sonreía con esa sonrisa perfecta que me hacía delirar, sus diminutas pero abundantes pecas cubrían su rostro dándole un aspecto infantil pero magnífico.

-Ey! ¿Qué tal?- saludé a mis amigos al mismo tiempo que depositaba mis manos sobre el tablero de ajedrez.

-Herms- Harry pronunció mi nombre a modo de saludo, el era el único que me llamaba de aquella forma, quizás porque Ronald todavía no se atrevía o no lo consideraba pertinente, bufé.

- Iniciábamos una partida de ajedrez Hermione, ¿quieres jugar?- Ahí estaba otra vez, el típico 'Hermione', su tono no denotaba emoción y eso me hizo sentir frustrada, después de todo siempre había sido de aquella forma, era hora de aceptarlo y continuar.

- No- pronuncie intentando sonar despreocupada- tengo que terminar mis deberes, el profesor Snape ha decidido arruinar mis vacacio… - Me detuve en seco, ¿Qué estaba haciendo? Acaso no debía mostrarme interesante, alegre y sexy. Sentí un escalofrío ante aquella palabra, sexy sexy… Por las barbas de Merlín, ¿Cómo iba a mostrarme sexy cuando jamás lo fui?

Era el momento adecuado para dar comienzo a mi plan, la fase uno consistía en la inminente transformación de mi aspecto. Me despedí de mis amigos argumentando que debía ir a biblioteca en busca de información, en parte era cierto, era necesario recurrir a biblioteca en busca de un libro específico recomendado por Ginny, 'Trucos y consejos para una bruja Hermosa'.

Acorté la distancia del gran salón a la biblioteca, cuando llegué la bibliotecaria no se sorprendió ante mi presencia simplemente se limitó a asentir levemente con la cabeza, era una clienta frecuente y eso realmente aumentaba aún más mi pesar.

Dediqué la mayor parte de mi tiempo en aquella sala repleta de libros de todos los aspectos que abordaban miles de temas diferentes. Recordé los días que pasaba entre aquellos pasillos, esto era realmente a menudo, para ampliar mi información, para realizar mis trabajos, para descansar y hasta para alejarme de la gente. Con una taza abundante de café y un centenar de libros a mi derecha comencé a recopilar información anotando lo más importante en mi pergamino. No era para realizar un apunte común, no se trataba de los instrumentos Muggles, ni de las funciones del cuerno de dragón, ni mucho menos. Debía aprender a transformarme en una bruja sensual, en una mujer deseada por los hombres y vaya que era una tarea difícil.

Giré mi muñeca para observar mi diminuto reloj de mano y noté que ya había pasado más de la mitad de la tarde entre las cuatro paredes. Suspiré y comencé a redactar sobre un pergamino en blanco la carta dirigida a una reconocida tienda de ropa femenina, con el catálogo en mano fui seleccionando aquellas prendas que iban a favorecerme y relucir mi cuerpo como nunca antes. Cuando terminé releí la carta y noté que había solicitado la mitad de la tienda que estaba ubicada en Hogsmeade, no había marcha atrás. Usaría mi fondo de ahorro escolar, no era muy abundante pero servía en estos momentos.

Me despedí de la bibliotecaria y me dirigí hacía la pajarera, debía encontrar una lechuza desocupada y dispuesta a enviar una carta a último momento. Tomé la pata del animal con cautela, nunca me habían gustado demasiado estos pajarillos pero consideraba que debía ganarme su respeto, por ende até el pergamino con la mayor suavidad posible. Esperaba la respuesta dentro de dos días, el catálogo afirmaba que el plazo de envío era mínimo.

Mientras caminaba hacía el Gran Salón dispuesta a comer algo, me topé con Fred y George Weasley. Al parecer estaban repartiendo folletos, reí con disimulo. Los hermanos del pelirrojo debían estar promocionando sus artículos de venta, sus nuevos chascos, quien sabe. Fred se fijó en mí y su sonrisa desapareció, no comprendí aquello hasta que puede divisar que estaba escondiendo los folletos detrás de su espalda.

- Ey, no voy a decir nada.- intenté farfullar. Querían ocultármelo, soy un desastre no confiaban en mí por ser quien desmantelaba sus negocios clandestinos, ya lo había hecho en una oportunidad con las orejas extensibles y claro que pensaban que no dudaría en hacerlo nuevamente.

- Hermione créeme no es nada personal, solo que…- George había comprendido la indirecta de su hermano y no sabía como decirme que me largara.

- ¿Qué es?- Pregunté automáticamente- Es decir, puedo guardar su secreto.

-Este…- Ambos hermanos se miraron por un segundo y luego volvieron a fijarse en mí, debí de tener un aspecto realmente desesperado.- De acuerdo Granger pero si dices una sola palabra de todo esto nos encargaremos de que repruebes todos tus exámenes.

Genial pensé para mis adentros, se meten con mis notas, con mis exámenes y con mis EXTASIS creyendo que ese es mi punto débil, tal vez sea así pero ya no más, estaba dispuesta a cambiar, a demostrar que no era el cerebrito de Hogwarts y no veía una alternativa mejor que los negocios de los gemelos Weasley.

- Estoy dispuesta a correr tal riesgo. – dije con aire solemne, esto los convenció por completo y finalmente me entregaron el ansiado folleto.


Un review con críticas, sugerencias, opiniones, cualquier cosa basta para sacarme una sonrisa. Espero que continuen leyendo esta historia, les prometo que las cosas suceden con rapidéz.