Disclaimer: Naruto, su mundo y personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Advertencias: Au, Ooc, Gaara's POV.

Agradezco: De antemano sus R&R


La chica yacía inconsciente sobre la cama, atada de manos y pies, amordazada y con los ojos vendados, entraría en pánico tan pronto despertara y se enterara de su actual situación… lo volvía a pensar, ¿Por qué demonios había hecho esto?

El tendía a resolver sus asuntos con intimidación o dinero, nunca tomaba rehenes, al menos no seres vivos, ni mucho menos secuestraba chicas porque si… aunque claro, tampoco tenía problemas con la familia de ella… maldición, esto no tenía sentido en lo mas mínimo… y obviamente no la estaba tratando como a una invitada, bueno ¿Quién rayos tomaría como una invitación el ser tomado durante su sueño, ser sedado durante un viaje de tres días, ni más ni menos, y despertar tras todo esto en un lugar completamente extraño atado, amordazado y vendado de los ojos?

Definitivamente me estaba volviendo loco, y el caminar de lado a lado por mi propia habitación no ayudaba… no planeaba tratarla mal, aunque no creía que ella se tomara a bien su situación, ¿Qué demonios me había llevado a retenerla en ese estado?... aparentemente el miedo que me causaba que escapara, que gritara, que me viera con odio… ni siquiera entendía mis propios sentimientos hacia ella… solo la había visto una vez en una reunión con la compañía de su padre…

Demonios, debía hacer algo, tomar una decisión y pronto.

Ella comenzó a removerse, los efectos del sedante estaban pasando… seguramente tendría una resaca endemoniada… la oí quejarse contra la mordaza, ya reaccionaba y tan pronto se noto prisionera comenzó a intentar zafarse de las ataduras y gritar con todas sus fuerzas… maldición, entre en pánico al verla así… ¿Cómo debía tratarla, que debía hacer?

-¡Silencio!- casi grite – No me dejas pensar…-

¿Por qué rayos le había hablado en ese tono? ¿Qué demonios estaba haciendo? ¡Comenzaba a actuar como un secuestrador!...

Sus gritos se detuvieron, dieron paso a un lloriqueo casi incesante y al sonido forzado de su respiración, el pánico la llenaba... me retire, decidí salir de esa habitación, fui por comida, después de todo ella no había probado bocado en tres días, y la verdad no deseaba que ella se debilitara aun mas…

Regrese luego de cuarenta minutos, ella parecía más calmada, sus gemidos se habían detenido, aunque estaba alerta y daba respingos a cada sonido que no proviniese de ella.

-No has comido en tres días, voy a preguntarte esto una sola vez – le hable con voz firme y un tanto dura, vi la tensión en las pocas facciones visibles de su rostro - ¿deseas comer algo? - asintió lentamente.

Me acerque a ella y le advertí en un tono amenazador.

- No tolerare tonterías, compórtate bien y no tendremos problemas, no hay nadie cerca que te oiga así que no grites, me molesta; no intentes morderme o no correrás con suerte; no tolero el desperdicio de comida así que tragaras; y si no tragas te forzare, ¿entendido? – Comenzaba a temblar, su miedo no la dejaría hacer mucho; asintió una vez más.

- Bien, retirare la mordaza, así que compórtate –

Me acerque, rodeando su cuello con mis brazos para desatar el nudo detrás de su cabeza, podía oler sus lagrimas saladas y su miedo… que deprimente era tenerla así… me volví a preguntar por qué no había recurrido a alguna otra artimaña para convencerla de que huyera conmigo o algo… maldición… odiaba ese punto sádico de mi personalidad, debía admitir que se veía irresistible allí en mi cama atada y vulnerable… casi sonreí… necesitaba que alguien me golpeara con fuerza.

Sentí como tomaba aire por la boca al liberarse del trozo de tela, temblaba hasta al respirar.

-Mi padre no entregara dinero por mi… por favor déjeme ir-

-Shh… silencio-

La mande a callar y acerque la cuchara llena de sopa de fideos a sus labios.

-Vamos, abre la boca, esta bueno-

Accedió a mi petición, aunque su respiración seguía temblorosa, repetimos el proceso un par de veces antes de que ella interrumpiera de nuevo:

-¿Hi-hice alguna cosa para enojarle?... ¿p-por que me ha secuestrado?... señor… mi padre no pagara ni un centavo, por favor, déjeme ir-

Su suplica me partía el corazón, pero no la podía dejar ir… no ahora que la tenia…

-Shh… no busco el dinero de tu padre, haz silencio y come, no me hagas perder la paciencia-

Aun sonaba flexible, aunque inaccesible, accedió y se mantuvo en silencio… aparentemente la había roto…

Tan hermosa y tan triste, mi linda muñeca quebrada…

-Bien, descansa, es bastante tarde ya-

En silencio se recostó de nuevo sobre el colchón en una posición bastante incómoda, como me dolía verla así, tendida de medio lado, con las piernas juntas, los brazos atados a su espalda, ciega al mundo por la venda y su rostro casi enterrado en una almohada… me dolía ser sadista y no darle más comodidad… aunque el suave sabor que dejaba el poder en mi boca era placentero…

Aparte el cabello de su mejilla y la deje descansar por esa noche.


A.W.