Disclaimer: los personajes de Miraculous Ladybug pertenecen a Thomas Astruc y asociados.
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No de esta manera
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— Pero quieres besar a Adrien, ¿no? — preguntó Alya, emocionada por que su amiga diera al fin un paso hacia delante. Imaginando que después de ese gesto, todo fuera mucho más fácil.
— Sí, pero no de esta manera. — contestó Marinette, desilusionada con que su primer beso fuera actuado.
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Claro que no quería que su primer beso con el que había sido su amor platónico fuera de ese modo.
Marinette se imaginaba algo mucho más romántico, no por nada estaban en la "ciudad del amor". Si en ese momento le hubieran dicho que describiera su primer beso con él, las palabras que usaría serían dulce, torpe, mágico. Y estaba segura de que cerraría los ojos y que sus mejillas se sonrojarían furiosamente. También sabía que tras separarse, no abriría los ojos, por no despertar de su ensoñación. Porque eso era: un sueño.
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Chat Noir corría tras Ladybug tras haber liberado el último akuma. Tanto el anillo de él como los pendientes de ella estaban en su último término para deshacer la transformación.
— ¡Vamos minou! — animó ella, antes de aterrizar en un callejón apartado de miradas curiosas.
— ¡No creas que te escaparás tan fácilmente de mí, bugaboo! — le siguió el paso, aterrizando a su lado, justo a tiempo para que ambas transformaciones se deshicieran.
Lo que más le gustaba de haber descubierto que Adrien era el que estaba detrás de la máscara de Chat Noir, era que no había perdido esa personalidad tan especial que caracterizaba al héroe de París. Porque sí, le encantaba verlo tan desenvuelto y bien consigo mismo, sin la presión de ser el hijo del afamado Gabriel Agreste. Le encantaba que fuera así con ella.
— ¿Dónde nos quedamos princesse? — Adrien se acercó peligrosamente a ella.
— No lo sé — rió nerviosa.
Lo que más le gustaba de haber descubierto a Marinette detrás de la máscara de Ladybug aquel día, era que por mucho que se pareciera a Ladybug en carácter, siempre había algún momento en el que salía a relucir la chica que tartamudeaba y se sonrojaba al verlo. Esa chica risueña y preocupada genuinamente por los demás, pero que al mismo tiempo era sarcástica y atrevida.
— ¿Segura? — avanzó hacia ella, quedando cerca de su rostro.
— Dímelo tú, chaton — Marinette se mordió el labio y quedó perdida en sus ojos verdes.
Adrien la tomó por la cintura con ambas manos acercándola hacia sí. Marinette cerró los ojos y puso ambas manos en los hombros de él, sujetándose y llegando a su altura.
No era su primer beso. Tampoco sería el último.
Si el primero había sido torpe, con el tiempo habían aprendido a amoldarse el uno al otro. Cada vez más lentos, disfrutando el momento.
— ¿Ahora lo recuerdas my lady? — preguntó Adrien al separarse de ella, juntando sus frentes.
— Puedes apostar a que sí.
El rubio depositó un beso en la frente de la pelinegra y sonrió.
— Vamos, te acompaño a casa.
Marinette nunca imaginó que las cosas entre ellos acabarían de esa manera, pero le encantaba que así fuera.
Tomados de las manos salieron del callejón con cautela y emprendieron camino a la casa de la chica, ajenos de las miradas discretas de los viandantes.
Este es el primer shot que publico en este fandom y espero que no sea el último. Llevo bastante tiempo queriendo subir algo aquí, pero por cuestiones de timidez no lo hacía. Siento si está OOC, todavía tengo problemas con ello.
Espero que les haya gustado.
HeiMao3
