Capitulo 1

En el ascensor


Katherine Beckett iba retrasada esa mañana cuando salió de su apartamento. Ella normalmente no era de las que llegaba tarde a clases, todo lo contrario, muy puntual pero la noche anterior se había quedado hasta tarde estudiando un caso que la tenía impresionada, ella aún no era abogada apenas estaba en el 3er año de su carrera, pero era una friki de todo lo que tenía que ver con leyes y cuando tenía tiempo libre estudiaba los casos antiguos que alguna vez mencionaron sus profesores como ejemplo en sus clases y de alguna manera se había olvidado de poner su alarma, se levantó casi a las 9 de la mañana, estaba segura que ya no le daba tiempo de llegar a la conferencia a la que se había apuntado de "criminología y derecho comparado" que dictaban en su universidad.

Corrió por el pasillo haciendo sonar sus botines negros de tacón bajo tratando de alcanzar el ascensor antes de que las puertas se cerraran.

- ¡Sostén la puerta! - Gritó.

Las puertas se abrieron de nuevo dejando ver a su nuevo vecino muy guapo, por cierto, que no hablaba su idioma. Probablemente no entendía mucho de lo que ella le dijera, pero de todas formas le agradeció.

-Gracias – Él asintió sonriendo y volvió a entretenerse con su móvil.

Kate lo observaba por el rabillo del ojo, apenas había tenido interacción con él desde que se mudó a su edificio hace un par de semanas, cuando por error tomó su correo del vestíbulo pensando que era para ella por el número de su apartamento, ella vivía en el 10-A y su nuevo vecino en el mismo pasillo frente a su puerta, el 10-B. Cuando se acercó a llevárselo y disculparse por haberlo tomado, él solo asintió y siguió hablando por teléfono en un idioma que parecía ruso, pero no logró descifrarlo muy bien, él prácticamente le cerró la puerta en la cara. Después de eso había tratado de evitarlo. Sin embargo, lo siguió viendo por su edificio.

Ella había hablado de él con otra vecina una anciana que vivía en la planta baja y la mujer le había dicho que se llamaba Rick Castle y que era un estudiante de intercambio que venía de Croacia o algo así, la anciana no lo podía recordar muy bien, pero lo que si sabía era que no hablaba ni una palabra en su idioma, Kate comprendió que eso explicaba su comportamiento o al menos una parte.

A pesar de su limitada interacción con el chico, no había dejado de notar lo bien que se veía, musculosos brazos, pelo castaño, penetrantes ojos azules y de alguna manera sabía que había un gran cuerpo debajo de esa camisa verde oscuro con cuello V que le quedaba perfectamente al firme pecho que se le podía notar.

Kate alzó la mirada a Castle de nuevo, que todavía estaba absorto en su teléfono, para gran alivio de ella.

En ese momento sintió una sacudida y el ascensor se detuvo. Al principio pensó que habían llegado a su destino, pero cuando las puertas no se abrieron ella comenzó a preocuparse.

- Mierda - masculló una palabrota.

Miro a Rick, pero él ya estaba llamando a alguien en su teléfono. Comenzó a hablar en ruso o croata o lo que fuera que habló, Kate no podía decirlo bien. Suspiró. Él iba a ser ninguna ayuda. Trató de presionar el botón de emergencia, pero no pasó nada.

Decidió seguir el ejemplo de él y tomó su teléfono. Marcó a Lanie, ya que había quedado con su amiga, una aspirante a médico forense para asistir a la conferencia, y no sabía cuánto tiempo estaría atrapada en el ascensor.

- Lanie, malas noticias - Dijo cuando su amiga respondió. - Estoy encerrada en un ascensor. Probablemente hasta que alguien se dé cuenta que no funciona. -

- ¿Qué? ¿Cómo sucedió eso? - Lanie preguntó, su voz débil.

-Falta de mantenimiento, no lo sé- habló Kate entre dientes. - Espera, que es muy difícil de escuchar, te voy a poner en el altavoz. -

- Bueno, mira el lado bueno – dijo Lanie, su voz llenando todo el ascensor. - Ahora no tendrás que ver al idiota de Robert – su ex que ahora le paseaba por la cara a Clara, su nueva novia.

- Eso es cierto – Kate sonrió - Además, estoy atrapada en el ascensor con mi nuevo vecino que está muy bueno -

- ¿Kate, te está escuchando? – Lanie gritó.

- Relax, que no sabe hablar nuestro idioma. No entiende lo que estoy diciendo. - Kate lo miró de nuevo. Ya no estaba hablando por teléfono, pero parecía que estaba enviando mensajes de texto a alguien interesante porque pudo verlo sonriendo para sí mismo.

-Oh, tu vecino – Lanie recordó. -Me hablaste de él. -

- Sí. Dios, es tan caliente - le dijo a su amiga. -Debería ser ilegal ser tan atractivo. - Se mordió el labio.

- Por lo que me has dicho. Realmente necesito ver a este tipo – respondió Lanie

- ¿Cómo crees que reaccionaría si sólo lo agarro y le doy un beso en este momento? - preguntó Kate.

- Probablemente se sorprendería, teniendo en cuenta que nunca te ha hablado – re rió su amiga.

- Sexo en el ascensor sería muy excitante, ¿no crees? – Continuo Kate, apenas escuchando a su amiga.

-No sé, nunca lo he hecho - respondió Lanie divirtiéndose con la dirección que tomaba la conversación.

- Eh. Bueno, podría hacerlo ahora mismo. Solo estamos nosotros dos en el ascensor quien sabe hasta qué hora. Las cámaras de seguridad probablemente no funcionan – dijo mirando hacia arriba dándole un vistazo a las cámaras - Podría chupar su polla en este ascensor y nadie lo sabría nunca. - Ella hablaba en broma o bueno, probablemente la mitad lo era. La otra mitad de ella (seguramente la mitad de cintura para abajo) desesperadamente quería tomarlo en ese ascensor. Apretó las piernas juntas con fuerza, tratando de ignorar la excitación que estaba sintiendo sólo de pensar en ello.

- ¡Kate Beckett, estás loca! - se rió Lanie. - ¿Vas a preguntarle? ¿O simplemente ponerte de rodillas y agarrar su entrepierna? -

- Apuesto a que es muy grande – Siguió Kate ignorado Lanie

- ¿Qué es grande?- preguntó su amiga

- Su pene, duh - respondió ella.

- Oh, Dios mío – dijo Lanie entre risas

- ¿Qué? Nosotras siempre hablamos de estas cosas - dijo Kate. Era cierto que ella y Lanie compartían sus experiencias sexuales, por lo general hasta el punto de demasiada información, y Kate no sabía por qué Lanie estaba siendo tan mojigata.

- Sí, pero él está de pie junto a ti - Lanie le dijo.

- Ya te lo dije, ¡él no habla nuestro idioma! – Kate respondió con exasperación.

- Está bien, adelante - suspiró Lanie. – Dime todo acerca de cómo desea vivir sus fantasías masturbadoras con tu vecino caliente -

- Suena ordinario y cliché cuando lo pones de esa manera - Kate arrugó la nariz.

- Tú eres la que dijo que quería que te hablara francés entre las piernas - Le recordó la última conversación que había tenido con ella sobre su vecino. Estaba segura de que había dicho cosas incluso más explícitas que esas.

- Ja. Yo ni siquiera sé si él habla francés- respondió Kate

- Acéptalo, no importa qué idioma hable, siempre y cuando él sepa cómo usar su lengua, mientras que está ahí abajo - se rió Lanie.

- O sus manos – Dijo Kate mordiéndose el labio. - Tiene muuuy buenas manos. - Miró a Rick de nuevo, pero él estaba mirando a otro lado. - Es una pena que nunca va a suceder. Incluso si me entendiera, no me atrevería a decirle cómo me pone que lleve esas camisas de cuello V. - suspiró.

- Vaya, chica - dijo Lanie. - Me gustaría poder ayudarte, pero me tengo que ir. Buena suerte. Llámame cuando salgas y nos encontraremos. - terminó la llamada. Kate guardó su teléfono en el bolso y miro hacia arriba para ver Rick sonriéndole. ¿Por qué estaba haciendo eso? ¿Tenía algo en la cara?

- Para que lo sepas - dijo, obviamente disfrutando de la mirada de asombro que apareció en la cara de ella. - Puedo hablar francés. Hablo cuatro idiomas. -

Kate sintió que su cara se calentaba y sabía que era del color rojo más brillante que existía cuando cayó en cuenta de que había entendido todo lo que dijo en la conversación con su amiga.

- Oh por Dios - tartamudeó ella, completamente petrificada. No podía recordar haber estado más avergonzado en su vida, y ahora tenía que pasar quien sabe cuánto tiempo más en el ascensor con él. Y no había ninguna manera de salir de ella, lo sabía. Había oído toda la conversación. Ella no podía decir; "es broma" o "estábamos hablando de otra persona".

- Lo siento - dijo ella en su lugar, porque no podía pensar en otra cosa. – Umm. La Sra. Rubio dijo que no podías entender este idioma. -

- No es necesario disculparse. Fue muy entretenido. - Rick sonrió. ¿Entretenido? Kate estaba ahora casi enojada con el tono de él. Allí estaba ella, totalmente humillada después de básicamente, contar sus fantasías sexuales en frente del objeto de sus fantasías sexuales, ¿y él se reía de ella? Cualquier persona decente se habría avergonzado o enojado, pero no, este tipo era divertido.

- Bueno, no hay necesidad de ser tan grosero – Kate le desafió, olvidando su vergüenza por un segundo.

- No creo que yo sea el grosero - replicó Rick, aún sonriendo. - Por cierto, creo que es lindo saber que te pone que lleve estas camisas - se rió. La cara de Kate probablemente se volvió más roja de lo que ya era y deseaba poder fundirse contra la pared que estaba a su lado.

- Oh, Dios mío- dijo cerrando lentamente los ojos y apretando los puños - Vamos a dejar de hablar. -

- Buena idea – siguió él sonriendo.

En ese momento el ascensor comenzó a moverse de nuevo, gracias a Dios y llegaron al vestíbulo, apenas se abrieron las puertas Kate salió a toda velocidad, pero los vecinos que habían llamado a mantenimiento cuando se dieron cuenta que no estaba funcionando el ascensor la detuvieron y ambos tuvieron que explicar, Kate más incomoda que él como se habían quedado atrapados durante media hora más o menos.

Cuando por fin salieron a la calle ella alcanzó a tomar un taxi pero antes de poder subirse él la tomó por el brazo y le abrió la puerta del coche.

- Nos vemos pronto, Kate Beckett.- Le guiñó el ojo y con eso, tras ella subirse cerró la puerta y se echó a caminar por la acera en dirección contraria.


¿Qué harían si les pasara algo así?

Disculpen, había eliminado la historia y la he tenido que subir de nuevo.

Gracias por las reviews a los que comentaron y pidieron más, planeo ir publicando durante la semana.