Hola! Me presentó. Esta es mi primera historia de las TMNT. Vi el nuevo show y de inmediato se me prendió el foco con esta idea. :3
Rafa: Ey. ¿Qué haces aquí? No se supone que tu escribes para esas caricaturas chinas.
Si, y no son caricaturas chinas, se llama ANIME. OwÓ Pero cuando me enteré de ustedes. (De nuevo XD) me entró la inspiración así que aquí me tendrás un buen rato más.
Rafa. ¬¬*
Bueno, espero que esta historia les guste. La verdad me agrado el resultado;D espero que a ustedes igual.
Ahora me voy a buscar a mi tortuga preferida cof*Donnie*Cof
Leo: Donatello, será mejor que te escondas. n.n'
Donnie: Huye. O_OU
Oww, Leo ;_; Bueno sin mas el fic :3 *Corre tras Donnie*
Disclaimer:
Las TMNT, aka Tortugas Ninja, no me pertenecen. Yo que más quisiera tenerlas para tener con migo y hacer lo que se me plazca a Donatello Hamato. Si amo a Donnie, y siempre lo haré. El fic es solo para su entretenimiento. No consigo ningún trato monetario con esto, solo sus reviews.
…
Bandana
Todos. Todos tenían sus bandanas que demostraban que eran ninjas de un nivel superior. Todos. Todos con sus bandanas más largas que la mía. Todos: Leonardo, Rafael y Donatello; los tres con su bandana que les identificaba que pertenecían a un grado kyu* más superior. Y yo, Miguel Ángel, con una bandana pequeña, la misma de cuando era niño, la misma con la que comencé mi entrenamiento ninja.
¿Por qué no puedo tener la misma bandana que mis hermanos? La misma, igual de larga.
Tal vez ellos sean mejores que yo en cuanto a combate, pero eso no significa que yo deba de tener la misma tonta bandana.
Si lo admito, todos comenzamos con la misma bandana, igual de pequeña, pues al ser principiantes en el arte del ninjutsu, nuestro grado kyu era inferior. Pero conforme íbamos progresando nuestros niveles ninja, tanto de percepción y pelea, iban aumentando. Aunque, yo siempre sentí, (y sabía) que mis técnicas de pelea eran inferiores a las de mis tres hermanos mayores.
Rafael es el que mejor pelea. Siempre ha sido así, desde que éramos niños ha demostrado ser el mejor en combate.
Leonardo es el mejor en cuanto a sigilo. Siempre tuvo esa extraña quietud que ninguno de nosotros logró tener. Siempre estaba quieto entre las sombras, esperando a que alguno de nosotros estuviera distraído para atacar por sorpresa.
En cambio, Donatello ha sido el mejor en percepción y análisis. Él siempre supo en que momento el enemigo iba a atacar, y en qué momento el enemigo iba a sorprenderlo.
Los tres siempre tuvieron una técnica más desarrollada que él otro, y eso les permitió poder obtener la bandana que ahora poseen. En cambio yo, ni técnica especial ni bandana he podido conseguir.
-Mikey.
-¿Mmm? - Donnie me llamaba.
-La cena esta lista.
-Voy.
Si, así ha sido por los últimos 8 meses.
A paso lento me dirigí a la cocina, donde ya estaban todos sentados en sus respectivos lugares esperando a que yo llegara.
-Mikey, si vuelves a hacerme esperar de nuevo, te juro que te arrancaré la bandana de un jalón. – Rafael me amenazó. La verdad no estaba de humor como para oír sus quejas.
-Lo siento Rafa. – Suspiré. Y por la cara de confusión, supo que no estaba de humor, lo cual es muy raro en mí, ya que siempre que Rafael me regañaba o me gritaba yo le respondía solo para enfurecerlo más.
-¿Estás bien, mi pequeño hijo? – Sensei… Siempre tan perceptible, a él nada se le escapa.
-Sí, sensei, estoy bien. Qué tal si proseguimos con la cena.
Los demás se me quedaron mirando no tan convencidos. Y no los culpó, nunca he sido bueno para disimular mi estado de ánimo.
Una vez terminada la cena me retiré lo más pronto posible a mi habitación para realizar la misma rituna que llevó practicando los últimos 8 meses. ¿Y por qué hago algo así?
Bueno, desde que no conseguí mi bandana no he dejado de entrenar en secreto.
Si, como dije. Hace 8 meses fue mi turno de poder subir de nivel, pero no lo logré. ¿Por qué? Por la simple razón de que yo no tengo una técnica especial al igual que mis hermanos.
Leonardo fue el primero de los tres en obtenerla. Gracias a que pudo esperar pacientemente.
Después fue Donatello. Sí, yo también pensé que sería Rafael, pero no fue así. Y gracias a la percepción del entorno que Donnie tiene, él pudo ser más listo para obtenerla.
Rafael fue el tercero, y claro, lo que le ayudo fue la fuerza bruta que solo él puede poseer.
Y yo, nunca he logrado desarrollar algo así, lo cual no me benefició a la hora de llevar acabo el examen.
Si un examen. No de esos donde tienes que escribir, sino uno donde demuestras tus técnicas.
A cada uno de nosotros, Splinter nos ha aplicado un examen para poder aumentar de nivel en ninjutsu. Este examen consiste en realizar una serie de katas y movimientos de combate como primer punto. El segundo punto consiste en la espera y evasión, es decir, esperar el momento oportuno para atacar y evadir distintos golpes y armas. El tercer y último punto, es el combate real, donde tenemos que enfrentar a cada uno de nuestros hermanos para finalizar con un enfrentamiento con Splinter.
Tal vez se escuche muy sencillo de realizar, pero no es así.
Todos tuvimos que entrenar el doble de lo usual para poder obtener esa bandana, ya que al primer intento nadie lo logró. Ni Leo fue capaz de lograrlo a la primera.
Por eso me he estado preparando para poder obtener la cinta. Sensei nos dijo que nosotros podíamos solicitar el examen cuando nos sintiéramos preparados, o bien, él podía avisarnos cuando sería el momento de este, siempre y cuando el viera que ya estuviéramos preparados.
Y aquella vez en la que yo me sentí preparado recuerdo que todos me observaron con cara de incrédulos. Y como no si el más pequeño de la familia era demasiado… pequeño, para poder realizar semejante prueba.
A decir verdad, mi examen comenzó bien, realicé las katas tal y como se debía, esquivé y sorprendí en el momento. Mi error fue en mi combate con sensei, me confié demasiado y eso costo mi bandana.
Desde ese momento, me la he pasado entrenando más de lo normas, incluso más de lo que mi cuerpo podría soportar. Me he pasado noches enteras entrenando y de ahí a 8 meses, mi actitud también ha cambiado.
Y volveré a ser el mismo cuando obtenga mi bandana.
Al día siguiente desperté tirado en el piso. Por estar entrenando no me di cuenta cuando me quedé dormido. Todo mi cuerpo dolía, incluso dolía mi caparazón, si es que podía doler.
Salí exhausto de mi habitación, dirigiéndome directamente al dojo para poder practicar un poco más antes del entrenamiento. Comencé realizando unas katas que vi en internet. Katas que los verdaderos ninjas de niveles increíblemente altos realizaban.
Pasaron alrededor de 15 minutos hasta que sensei salió de su habitación y mis hermanos llegaron al dojo. Estaba tan concentrado en las katas que no me percaté de su presencia hasta sensei me habló.
-Hijo, ¿quién te ha enseñado semejantes movimientos? – Splinter lo dijo con un tono de sopresa.
-Nadie.
-P-pero Mikey. Esa kata que estabas practicando era la que el legendario Maestro Yoshi realizaba. – Leonardo respondió también con un aire no podérselo creer. Y cómo no, si el pequeño Miguel Ángel siempre ha sido el más torpe en los entrenamientos.
-¿A sí? No lo sabía. – Dije como si fuera lo más insignificante del mundo. Odio que sean así con migo, como si fuera un ninja de nivel inferior kyu.
-Hijo mío. Dime, ¿quién te lo ha enseñado?
-Nadie sensei, simplemente lo vi en línea y decidí intentarlo. ¿Por qué el bombardeo de preguntas? ¿Acaso lo hago tan mal? – Pregunté un tanto irritado.
-No, de hecho lo haces excelente. – Eso me tomó por sorpresa. Nunca me imaginé que sensei me dijera que haría algo "excelente". Espero que con esto se dé cuenta que ya soy capaz de realizar ese bendito examen.
-Sí, sorprendente. Ya comencemos con el entrenamiento. – Rafael me habló con ese deje de enojo. Más bien, lo que se podía notar en su voz eran celos ya que siempre ha sido así cuando alguno de nosotros sensei lo elogia por algo que no puede hacer bien.
Comenzamos con el entrenamiento. Esta vez sensei nos indicó que pelearíamos en parejas: Donatello contra Leonardo, y Rafael contra mí. A decir verdad, me asustaba un poco luchar contra Rafael, pero como he estado entrenando creo que podré tener una oportunidad contra él, ya que casi nunca ha podido ganarle, excepto Leo.
La pelea entre Don y Leo, comenzó y así de rápido terminó con Leo como ganador.
Después comenzó mi pelea con Rafa.
-Te haré trizas bobo.
-Ya veremos. – Le dije de la forma más amenazante que pude, no podía dejar que me intimidará más de lo que ya estaba.
Esta vez venceré a Rafael y le demostraré al Maestro Splinter que soy capaz de obtener esa bandana.
Rafa comenzó el ataque con un puño, el cual pude esquivar más rápido de lo que Leo es capaz. Lo tomé por la muñeca y en un abrir y cerrar de ojos lo lancé contra la pared más cercana que tuve.
Así, mi pelea dio fin. Creo que no duró más de 30 segundos. Todo lo hice tan rápido que me sorprendí yo mismo de la velocidad que he desarrollado. Tal vez esa sea mi técnica especial.
Nadie sabía que decir, tanto Leonardo y Donatello estaban con los ojos bien abiertos de la impresión, y sensei solo tenía cara de estupefacto.
De pronto, Rafael se puso de pie y comenzó a acercase hacia donde yo me encontraba, mientras se tronaba los nudillos.
-¿Crees que ya terminamos enano? ¡Ven acá! No sé cómo hiciste eso, pero no he terminado con tigo.
Rafa se acercó a mí con el plan de hacerme pedazos. Igual yo me puse en posición de combate para enfrentarlo de nuevo.
-¡Ayime! (*) – Splinter dio por terminada la pelea. – Miguel Ángel, ¿dónde aprendiste esos movimientos? Nunca antes te habíamos visto pelear así hijo.
Ah, ahora resulta que soy demasiado para todos.
-¿Sensei cree que esté listo para el examen? – Desvíe su pregunta con otra más.
El Maestro Splinter pareció meditarlo un poco, y después me miró.
-No, hijo.
-P-pero, ¿por qué? Usted vio las katas que estaba realizando, hasta pude vencer a Rafa por primera vez en un tiempo extremadamente corto. ¿No cree que esté listo? – Inquirí indignado. Sensei ya se dio cuenta de lo que puedo ser capaz y ahora me sale con esto. NO.
-Hijo, tal vez estés listo físicamente, pero durante tus movimientos pude observar cierta fuerza y mal en ti que no va contigo.
-Sensei, por fin pude desarrollar una técnica especial como las de mis hermanos. Eso es todo lo que necesito para demostrarles que no soy un niño débil, que soy tan bueno como ellos.
-Hijo, no me comprendes. No solo es el físico lo que importa en la prueba, sino también el espíritu y determinación que le pongas al momento de hacerlo. Y veo que tu determinación ha sido reemplaza por una determinación que va más allá de solo conseguir tu bandana.
-Pero, sensei…
-Lo siento Miguel Ángel, pero no puedes presentar el examen hasta que sepas controlar esa determinación mala.
Bajé la mirada. No lo podía creer, todos estos meses que llevaba entrenando y cuando por fin podía hacer el tonto examen, sensei me sale con esto. Me tensé.
-Mikey… Tranquilo sé que lo lograrás a la próxima. Solo necesi-…
-No Leo. – Lo interrumpí a media frase.
-Mikey, entiende que nosotros no quisimos que te sintier-
-¿Qué me sintiera que Donatello? ¿Que no me sintiera menos que ustedes, porque son mejores que yo? No Donnie, ustedes hacen que me sienta así.
-Miguel Ángel, cállate. NO seas pesado.
-Ajá Rafa, debería callarme y dejar de decir babosadas, ¿verdad? Porque siempre he sido así, el que se queda callado, el que es menos importante que los demás.
-Miguel Ángel…
Y entonces me fui. Corrí fuera de la guarida, y me adentré en las alcantarillas. No sé a dónde iba, solo me quería ir de ahí. Estar solo. Necesitaba pensar… y desahogarme. Por qué y conseguiría esa bandana. Yo podía ser igual que mis hermanos. Igual de importante.
No supe como llegué a una saliente donde terminaba con un pequeño arroyo. Me senté a la orilla de este y comencé a llorar. A llorar en la soledad.
Nunca me había sentido tan mal. Tan inútil. Todo esto necesitaba salir desde hace 8 meses, porque esto lo llevaba cargando y reteniendo dentro de mí. Necesitaba pensar bien.
Y si es como lo dice sensei. Desde que fallé no he sido el mismo, cambie drásticamente. Yo dejé de jugar videojuegos, dejé de ser el payasito de la familia. Y la verdad es que extrañaba ser todo eso. Ser el bobo al que Rafael golpeaba cada vez que lo hacía enojar. Ser el tonto que le preguntaba cada cosa que se me ocurría a Donatello. Ser el insoportable que colmaba la paciencia de Leonardo. Ser el pequeño y amado hijo indefenso de sensei.
Lo extrañaba.
Eso y mucho más.
Todo lo extrañaba.
Me enfrasqué tanto en mi entrenamiento secreto y en mi determinación mala por conseguir esa bandana y demostrar que puedo ser tan bueno como mis hermanos, que no me di cuenta que dejé de ser todo eso; y que comencé a ser el Mikey aburrido.
Ese no soy yo.
No soy yo.
Después de darme cuenta de mi gran error, me sentí la peor tortuga que pudo haber pisado el planeta. A todo mi familia, a toda yo… La decepcioné.
Me dejé llevar tanto por el deseo de querer ser tan bueno como mis hermanos que no me di cuenta de todo el mal que les hice.
Me sentía culpable.
Culpable por todo lo malo que hice durante estos meses.
Culpable por dejar de ser yo mismo.
Culpable… por traicionarme.
Tenía que regresar y pedir disculpas. A todos, porque tal vez no sea el mejor en ninjutsu, pero si soy el mejor en ser yo.
Me puse de pie y trate de secarme las lágrimas que aún seguían brotando de mí. Y emprendí mi camino de regreso a mi hogar con una determinación nueva.
De regreso lo primero con lo que me encontré fue con la escena mas especial que pude haber visto.
Leo, Rafa y Donnie se encontraban sentados en el sillón con la cabeza cabizbaja, y al parecer Leo y Donnie estuvieron llorando por los ojos rojos que se les notaba.
Cuando los tres se dieron cuenta de mi presencia lo único que se me ocurrió fue ir hacia ellos y abrazarlos.
Me les abalancé hasta que los cuatro caímos al piso.
-Chicos, perd-dóneme. Y-yo, no quise, yo, yo… -Dije entre sollozos, pues la verdad las lágrimas no habían dejado de brotar.
-Mikey…
-Perdónenme por dejar de ser el dulce Mikey que conocen. Yo no quise hacerlos sentir mal. Perdónenme por ser un tonto y actuar como un cretino todos estos meses. ¡GOMENASAI! (*)– Y ya no pude. Rompí en llanto en los brazos de mis tres hermanos.
Ellos no dijeron nada, solo se limitaron a acariciar mi cabeza y mi caparazón.
-Mikey.
Levanté la mirada y me di cuenta que ellos pasaban por lo mismo.
-No, yo lo siento tanto.
Volteé a ver a Leo.
-Leonardo siento tanto haberte dejado de hablar, siento tanto dejar que me protegieras, siento tanto dejar de ser tu hermanito pequeño. Siento tanto este tiempo en el que no estuve contigo.
Ahora me enfoqué en Rafa.
-Rafita, hermano. Perdóname. Perdona haber dejado de jugarte mis bromas, por haberte dejado de hablar y dejar de haber sido el hermano pequeño tonto al que siempre molestas.
Por último, miré a Donnie.
-Donatello. Genio hermano mío, siento tanto no haberte escuchado. Siento no haber estado contigo en los momentos que más necesitaste la compañía de alguien.
Los miré a los tres.
-Siento tanto haber dejado de ser su pequeño hermanito para volverme su enemigo. ¡Gomene!(*)
Y seguí llorando. Bajé la mirada. Hasta que sentí como una mano me hacía subir la cabeza y me topé con las sonrisas que me pudieron haber dado.
-Mikey, nosotros lo sentimos. Perdónanos hermanito, por haberte hecho sentir de esa manera.
-No nos dimos cuenta de cómo te sentías.
-Y al tratar de pulir nuestras actitudes y técnicas, no nos dimos cuenta que también estábamos puliendo ese sentimiento en ti.
-Perdónanos, ototo(*).
-Chicos… - Y los abracé. – Gracias.
Todos nos pusimos de pie.
-Enserio Mikey. Si hubiéramos sabido cómo te sentías pudimos haber cambiado. Perdónanos por haberte fallado como hermanos.
-Claro.
Les ofrecí una sonrisa sincera.
-¿Y… sensei?
Me encaminé al dojo y de ahí a la habitación de sensei. Entré sin tocar. Al verme parado ahí Splinter se puso de pie y se acercó a mí. Yo no pude mirarlo a la cara después de lo que hice.
-Hijo. Mi pequeño.
Sensei me abrazó en un acto que no vi venir, así que solo le respondí el gesto.
-Papá. – Lo mire. – Siento tanto haberte fallado, tanto como hijo como tu estudiante. Jamás quise fallarte, yo me sentí muy mal cuando le dabas más importancia a mis hermanos que a mí y eso hizo que la ira me cegara. Lo siento tanto. Gomenasai, otosan.(*) Gomene. – Y lloré de nuevo en los brazos protectores de mi padre y maestro.
-Musuko wa daijōbu. Anata ga son'nafūni kanji saseru tame no watashi o yurushitekudasai. [Está bien hijo. Perdóname a mí por haberte hecho sentir así.]
-Gomene. Gomene.
En eso entraron Donnie, Leo y Rafa. Me separé del abrazo de Splinter y me coloqué frente a ellos.
-Familia. Prometo que seguiré siendo el mismo hijo y hermano de antes. Nunca jamás dejaré que algo como esto pase. Y sé que si quiero ser como mis hermanos mayores tengo que seguir su ejemplo, y esforzarme por mi misma tanto física, - mire a los chicos. – como espiritualmente. –Mire a sensei.
-Les prometo que no me rendiré y jamás me daré por vencido.
Los cuatro me miraron con determinación. Yo bajé la mirada.
-Les prometo seguir adelante siempre, aprendiendo de mis errores. Que si llegó a fallar lo volveré a intentar. Prometo que entrenaré duro y daré lo mejor de mí.
Dirigí mi vista determinada y llena de seguridad.
-Les prometo que conseguiré mi bandana.
…
UPDATE: [7/02/13]
Creo que olvidé colocar el significado de las palabras con el (*) xD Perdon por eso u.u, aqui les va :3
• Kyu:Se refiere al nivel de ninjustu. Así es como se les conoce a esos niveles.
• Gomenasai:En japónes, Lo siento mucho
• Gomene:En Japónes, Lo siento. Es, por así decirlo, el diminutivo de Gomenasai.
• Ototo:En japónes, Hermano menor.
• Otosan:En japónes, Padre.
• Ayime:Es la palabra con la que el Maestro Splinter termina los entrenamientos o combates de las tortugas.
...
¿Y bien? :D les gusto, yo lo sé.
Espero que así haya sido, y espero no haber cambiado un poco la actitud de Mikey. Pero tenía que ponerlo asi para que el fic tuviera sentido. Jeje n.n
La verdad nose si haya ya algún argumento del porque Michelangelo tiene la bandana mas corta que sus hermanos, pero si no la hay, aquí tienen mi opinión XD
Bueno, también díganme. QUIEREN CONTINUACION DE ESTO?! :DDD
La verdad pensaba hacer esta historia un two-shot donde Mikey consigue su bandana, pero no se si continuarla a menos que la historia agrade. Asi que, ¿Qué dicen? La continuo? :DDDD
Me retiro chicos, tengo que ir a buscar a Donnie ;_; COMO AMO A ESA TORTUGA *O*
Donnie: Miedo._.
n.n
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