Disclaimer: La historia original no me pertenece, los personajes no son míos, en resumen, todo lo que puedan identificar es de sus respectivos creadores, yo solo hago mi propia historia.


Dualidad = Separación

1. Avada Kedavra

El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca

Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes…

Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual,

pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce…

Y uno de los dos deberá morir a manos del otro,

pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida…

-¡CRUCIO!

Estúpida profecía, estúpidos magos de la luz y estúpido él. Si tan solo hace dieciséis años le hubieran dicho que se convertiría en un juguete más del anciano director hubiera dejado que el "gran y misericordioso" Lord Cara de Serpiente lo matara con esa luz verde, pero no, tenía que hacer caso de sus instintos.

-¡PROTEGO! ¡BOMBARDA!

Pero ya no era momento de quejarse, no si quería decirle algunas cosas al causante de esta situación. Unas maldiciones bien puestas por aquí y allá y los seguidores de la oscuridad retrocedieron. Ya no le extrañaba.

-¡Harry!

Escucho gritos detrás de él, pero no quiso voltear, su mirada estaba perdida en el amanecer, su cuerpo cansado sabía que pronto dejaría de estar despierto, pero quería ver el sol una vez más antes de dormir por tiempo indefinido.

Oscuridad.

Gritos.

Nada.

Dieciséis años habían pasado desde ese 31 de octubre, fecha en la que la sombra de la traición llegó a su casa, hirió a sus padres y casi lo mata.

16 años antes

Era Halloween, James y Lili Potter sonreían a su hijo de solo un año que miraba asombrado a las arañas de juguete que colgaban del techo, Sirius y Remus estaban afuera acomodando calabazas y murciélagos encantados, mientras Peter leía un cuento y era ignorado por el infante.

Nadie sospechaba que había un traidor entre ellos.

El sol estaba a punto de ocultarse, Peter se disculpó, tenía que ir con su madre enferma. Los merodeadores lo miraron condescendientes y Lili le dio una bolsa de galletas, la rata no volteó atrás al salir de la casa.

Solo unas horas más y se enterarían. Una lástima, le gustaban esas galletas.

Aquella noche la casa Potter estaba de fiesta, a pesar de estar ocultos no podían dejar de festejar halloween con el pequeño Harry, Sirius había salido de la casa para conseguir más dulces para su ahijado con Remus detrás para convencerlo de que no era una gran idea.

Lili miraba entretenida a su esposo e hijo jugar, estaba feliz de haber formado una familia con ese hombre, tal vez aún era algo inmaduro, sobretodo cuando estaba con sus amigos, pero no tenía duda de que los amaba más que a cualquier cosa, Merlín, la idea de perderlo era terrible, sabía que estaban en medio de una guerra, que su hijo estaba señalado como la persona que podría derrotar a Voldemort y que ser una hija de muggles solo empeoraba la situación, pero si tuviera que dar su vida por la de ellos lo haría sin dudarlo.

Pensamientos similares rondaban la cabeza de James mientras fingía no ver la mirada preocupada de su esposa, pero él también haría todo para que sus amores vivieran tranquilos.

Todo lo que se sintió fue una leve vibración en las protecciones. No eran sus amigos, tampoco el idiota grasiento o Dumbledore.

-Lili, llévate al niño. - Dijo James conservando la calma -Nos encontró.

Los segundos consecuentes fueron caóticos, Lili tomó a su hijo entre sus brazos y subió las escaleras hacia el cuarto del niño, ahí lo dejó en su cuna mientras buscaba el traslator de emergencia que tenía guardado.

Un segundo. La puerta se abrió violentamente.

Cinco segundos. Maldiciones de James.

Diez segundos.

¡BOMBARDA!

Los nervios amenazaban con acabar con ella, sus manos temblaban, los latidos de su corazón se aceleraron al pensar en el amor de su vida en riesgo, pero ella sabía… los dos sabían que la prioridad era mantener a Harry con vida. Su hijo.

¡AVADA KEDAVRA!

Silencio.

Gruesas lágrimas escaparon de sus ojos al escuchar las palabras malditas, no podía continuar pero debía hacerlo, por el bien de su hijo.

Demasiado tarde.

La puerta del cuarto se abrió lentamente dejando a la vista a un hombre vestido de negro. La adrenalina se apoderó de su cuerpo, intentó luchar con sus manos olvidando que era una bruja.

¡CRUCIO!

El dolor solo le indicaba que todo era real, tenía que hacer algo, debía salvar a su hijo. Él intentó que se hiciera a un lado, que dejara que su pequeño muriera antes que ella, pero no lo consiguió. Iracundo lanzó la maldición verde al pecho de la mujer y se deleitó al ver cómo la vida se desprendía de sus ojos.

Mami.

Una voz infantil llamó la atención del ser oscuro, en la cuna estaba el crío que estaba destinado a matarlo. Un mestizo, no un sangre pura como el niño Longbottom, un niño que puede ser señalado como su igual. Hizo a un lado el cuerpo de su valiente madre, una lástima, no era necesario que muriera, se acercó al elegido y lo analizó.

Ojos verdes, cabello negro, un núcleo mágico fuerte.

El niño era una amenaza.

-Serías un buen sirviente en el futuro, pero tu existencia es un peligro para mi. - dijo mientras hacía girar su varita - AVADA KEDAVRA.

La maldición se tomó su tiempo para llegar al cuerpo del pequeño, un rayo verde que asustó a su víctima que levantó su manita para taparse la cara.

Silencio.

El dulce sabor de la victoria. Voldemort sabía que había matado al mocoso, espero un poco y levitó el cuerpo sin vida del que sería su mayor enemigo, cuando lo tuvo frente a él soltó una carcajada fría. Sin embargo poco le duró el gusto.

Unos ojos verdes lo miraban, no era cualquier verde, era el color de la maldición asesina. De alguna manera el niño seguía vivo.

¡SECTU…!

No terminó de pronunciar la maldición cortante pues sintió como su cuerpo comenzaba a evaporarse ante la intensa mirada del bebé. Eso no debía pasar. Como último recurso reunió toda su magia y creó una explosión, con un poco de suerte acabaría con su pequeño enemigo y le dejaría el paso libre a sus planes.

Cuando Sirius y Remus regresaron fueron testigos de la destrucción de la casa de Valle de Godric, temiendo lo peor buscaron entre los escombros a sus amigos y ahijado.

Primero fue el cuerpo de James, luego encontraron a la pelirroja y al final al pequeño Harry.

El lobo intentaba contener a su amigo que había perdido la cabeza a causa del dolor, no podía creer lo que sus ojos veían, en sus pensamientos secundaba los gritos del grim, juró venganza por sus amigos, lunático deseaba la sangre de la rata.

Ninguno de los dos vio como Harry abría los ojos y los mantenía fijos en el cielo oscuro, un breve destello verde fue lo único llamó la atención de los adultos que voltearon alarmados y casi mueren al ver a sus amigos sentados abrazados con el niño entre ellos.

Estaban vivos.

Aquella noche todo mago y bruja celebró la victoria del Niño-Que-Vivió sobre el-que-no-debe-ser-nombrado, nadie se percató del otro niño que quedó enterrado en medio de las ruinas de la casa hasta que una sombra se acercó lo suficiente al ser atraído por el olor de la noche en un humano.

Él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce…


¡Hola a todos! ¿Qué les pareció?

Esta historia apenas inicia, muchas cosas les espera a la familia Potter. ¿Quién es el niño que se quedó en la casa? ¿Quién será la sombra?

Estén atentos al siguiente capítulo: Espejo

Leia Elric