Hola a todos c: Bueno, como estoy escribiendo otra historia Yuri quería presentarlo porque realmente si no lo publico no podré dejar tranquila mi mente ¡ah! pero no se preocupen... que no olvido la otra historia.

Espero me brinden el mismo apoyo - esta historia tendrá otra temática. Tengan buen día, disfruten y disculpen si les parece corto.

Episodio N° 01

'' Nos re-encontramos ''

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Hace seis años atrás...

— Fate, se nota que mueres por ella —una voz femenina, un poco más chillona y fuerte que la mía hablaba. Una chica de cabello rubio, ojos rojos, mayor que yo por corto tiempo... mi gemela: Alicia Testarossa.

Estábamos caminando por los pasillos de la escuela.

— Alicia —llamé para luego suspirar y girarme a verla— ella es mujer como yo, ella nunca me va aceptar... —callé unos segundos para continuar con mi pequeña ''explicación'' hacia mi hermana— aparte, recuerda que sale con Scrya y eso da ha entender que no le gustan las mujeres.

Mi hermana al escucharme, lo único que hizo es rodar sus ojos y bufar ante mis palabras.

— La verdad es que ni siquiera la conoces ni trataste. Sólo vas a sus partidos para apoyarla, la miras de lejos en las fiestas, reuniones o pasillos —reclamó para mirar hacia al frente, acto por el cual me dio un codazo nada suave. Me dolió pero miré donde me indicaba.

Cabello cobrizo brilloso, una muchacha un poco más baja que yo, ojos color lavanda azul, piel clara, con un físico espectacular por el deporte y unos labios que cualquiera se percata usa brillo. Takamachi Nanoha, capitana del equipo de Voley; se estaba aproximando a nuestra dirección con sus mejores amigas: Hayate Yagami, Suzuka Tsukimura y Arisa Bunnings.

Me quedé inmóvil viendo su belleza única, con una sonrisa estúpida como de seguro todos los chicos de la escuela y lo que me logró quitar de mis pensamientos fue una bofetada en mi rostro, claro, mi hermana.

Escuché unas risas de ese pequeño grupo, pero juro que Nanoha me miró de reojo y sonriente o quizá es uno de mis grandes deseos.

Suspiré.

— Te perdimos querida Fate —una tercera voz hizo presencia.

— ¡Rein! —exclamé asustándome, ¿desde cuándo ella estaba aquí? Mi hermana se encontraba cruzada de brazos asintiendo con la cabeza— No me molesten las dos —dije en tono molesto para empezar a caminar dirección al salón.

Nanoha y yo teníamos distintas aulas.

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~ Presente ~

Mi dedo índice golpeaba suavemente sobre la mesa de junta. ¿A qué desgracia me tuve que meter para recordar aquello? Bueno —suspiré— no negaré que desde que nos graduamos de la secundaria he pensado seguido en Takamachi.

— ¿Testarossa? —preguntó un hombre algo preocupado.

— Sí, disculpa Zafira... —dejé de golpear la mesa para llevar mi mano a la nuca y sobarla.

— ¿Desea que continuemos o demos un receso de diez minutos?

Mis ojos se abrieron de sorpresa al escuchar esas palabras, luego mi vista pasó hacia los socios que estaban esperando respuesta de mi parte cosa que me acomodé en mi silla negando tal ofrecimiento: ''Continuemos'' fue lo que dije. El asintió y continuó hablando sobre el nuevo producto, sus pro y sus contras, todo lo necesario de saber antes de empezar ha hacer embolso de fabricación.

Después de la reunión habíamos quedado para hablar sobre las publicidades e ir a mandar a hacer los primeros modelos ya que los profesionales en Sistema de Informática, la Diseñadora entre más del equipo necesario para poder sacar un nuevo modelo de teléfono móvil e igual había tomado apuntes de los demás con sus ideas para poder pensar en privado, tomando decisiones pero mientras iba en el pasillo.

— ¡Hola! —exclamó un chico sonriente mientras se acercaba a mi con unas carpetas.

— Chrono... hola —saludé mirando curiosa aquellas carpetas, entrecerré mis ojos observándolo fijamente.

Él sólo rió.

— Sí, al fin podemos exportar nuestras mercancías hacia Latinoamérica; al menos no estamos quedándonos tan atrás en el mercado ¿no crees? —preguntó con suma emoción, a lo que sonreí, eso era una buena noticia. No sólo estaríamos exportando en Asia, sino ahora también Latinoamérica pero nos faltaría Europa y Norteamérica; mi sonrisa se eliminó al pensar en aquello.

— Me alegro, buen trabajo Chrono —lo felicité.

— Je, pero no venía a decir eso —respondió ante mis felicitaciones por lo qué alcé una ceja confundida— es que Precia dijo que quiere ir a cenar con unos compañeros de su antiguo trabajo, nos han invitado para poder pasar una cena en un restaurante por lo que ambas mamás están ansiosas de verte de nuevo.

Me quedé en silencio. Era verdad, no veía a madre desde hace mucho tiempo por estar metida en intentar que la empresa crezca...

— Dile que iré, ¿a qué hora? —pregunté.

— Siete de la noche —dijo como último para con su mano libre darme un suave apretón en el hombro— Todo estará bien, no te estreses ni exageres en el trabajo.

Asentí de agradecimiento y antes de dar un paso, otra voz se hizo presente. Cerré los ojos y suspiré para intentar relajarme.

— ¡FATE! —exclamó sumamente alto, llamando la atención.

Giré a mirar a mi rubia hermana gemela.

— Dime Alicia...

— ¡Quiero estar presente en la otra junta! —reclamó, quizá se siente mal de enterarse de la junta y no haber estado.

— Sabes que hay juntas en la que no debes estar pero en la próxima sí necesito de tu presencia, por favor, haz tu mejor trabajo —dije sonriente. La verdad es que Alicia estaba dando todo de si misma, últimamente es difícil encontrar trabajos como Diseñadores Gráficos, la carrera que mi hermana mayor decidió tomar.

Ella asintió sonriente para seguido saludar a Chrono y retirarse con él. Los vi irse y así me encaminé a mi oficina.

Una vez dentro era puro silencio, tranquilidad, una pequeña ''melodía'' para mis oídos ese silencio. Me senté para mirar mi computador por si algún otro mensaje había ingresado de algún socio o cliente pero evidentemente ya era tarde, a esta hora nada está abierto. Son las cinco y treinta, encogí los hombros para intentar relajarme porque dentro de un rato Chrono y Alicia se irán; ellos normalmente salen a las seis. Yo saldré media hora antes de la reunión para llegar a tiempo a casa de madre.

Bueno, mi madre está casada con la madre de Chrono. Realmente amabas son tal para cual, al inicio fue difícil pero después comprendimos ese amor que ellas tenían y con mucha conversación terminé dando cuenta lo que realmente era: Era igual que mamá después de haber tenido mi primer beso con una niña de mi mismo grado, después de enamorarme por primera vez en primaria de una niña y hasta que llegué a enamorarme de la voleibolista más sensual de la secundaria; lo comprendía después de todo al madurar y comprender muchas cosas.

Recosté mi espalda en el espaldar de mi silla para suspirar pesado. Otra vez pensando en Takamachi.

Hace tres años...

Alicia y yo ingresábamos entre risas a la casa, la sala estaba oscura por lo que pensamos que madre no estaba pero cuando prendimos la luz nos encontramos con una escena que nunca pensamos ver; nuestras bocas se abrieron de demasiada sorpresa, era como un indicador que las moscas ingresaran.

— Fate, Alicia... yo...

Escuchábamos la voz de nuestra madre más no quitábamos la vista de la peliverde agua, ¿será ese su cabello natural? Pft, en qué cosas estaba pensando.

~ Presente ~

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Cerré los ojos fuertemente. Ugh, mi madre en un acto sexual era lo peor que pude ver a mis diecinueve años.

Al final mi madre terminó yendo a España para casarse con mi actual ''madrastra'' Lindy Harlaown, es una mujer fabulosa tanto con mi madre como con su hijo y a nosotras nos apoya como si hubiéramos venido también de su vientre o bueno, como dicen: Los novios de los padres después de una separación o fallecimiento si quieren realizarse deben llevarse bien con los hijos.

Y actualmente me encontraba conduciendo mi vehículo, un Peugeot 208 color negro. Algo pequeño pero moderno, no necesitaba ni más o al menos Alicia no sabe conducir más que bicicleta eléctrica y Chrono maneja una moto deportiva; mi madre comparte con Lindy una camioneta Chevrolet Captiva del último año. Cuando llegué a la casa de mi madre estacioné mi auto fuera, lugar que permitían estacionamiento permitido y había seguridad en la cuadra tanto como policías porque era una zona algo ''adinerada'' aun que no me gusta que nos traten así y hasta algunos juro se burlan por decidir construir una vivienda simple sin lujos en un barrio tal.

Toqué el timbre porque ya era la hora de cual Chrono me había indicado, quien me abrió fue Alicia quien se encontraba con un vestido elegante cosa que me sorprendió. Iba a reír pero me aguanté sino quién se la aguanta, me adentré, ahí estaba Chrono con un traje elegante y aun que no se me hace raro porque al llegar a la empresa también llega de la misma manera, él me saludo sonriente; seguido encontré a mi madre bajando por las escaleras e igual que Alicia, elegante pero ¿dónde estaba Lindy? Alicia y Chrono aún viven con ellas, yo me salí más temprano porque no aguantaba a Alicia todo el tiempo.

— ¿Qué sucede Fate? —preguntó en tono burlón aquella rubia gemela mía, giré a mirarla confundida.

— ¿Qué? —fue lo único que dije.

— ¿No te recuerda a tu amor? —burló, para luego huir dirección a Chrono, cubriendo su cuerpo femenino con aquel masculino y lo único que hice fue mirarla de manera amenazante, entrecerrando los ojos, quería asesinar a mi hermana.

— ¡Hola Fate-chan! Disculpa la demora —ahora era Lindy quien bajaba pero al mismo tiempo se ponía su último arete de diamantes azules. Sonreí.

— Hola Lindy-san —saludé. Ella me miró de pies a cabeza, era cierto, traía un traje de vestir; mi estilo supongo. No podía decir que me veía igual de genial que Chrono pero después de usar uniforme, vestido y todo eso decidí por no volver a usar uno si no es realmente y al extremo necesario.

— Te ves guapa —comentó para guiñarme el ojo, cosa que me hizo tener un leve rubor en las mejillas pero por otro lado escuchaba a mi hermana con sus risillas.

Todos salimos, mi madre llevaría a Lindy con Alicia y Chrono en su camioneta mientras que yo decidí al menos ir en mi auto porque no me gustaría pelear todo el camino con Alicia ya que terminaríamos despeinadas sin fin pero aún nuestras madres no nos comentaron con quién de sus compañeros iríamos a cenar y eso realmente me intrigaba totalmente.

Puse radio mientras iba atrás del vehículo más grande y empezaba recién a sonar S&M de Rihanna, ah, a veces me encantaban esa clase de canciones para bailar. Con mi dedo índice empecé a golpear suave el timón al compás y esa música era muy genial; después de seguir a mi madre vi que estacionara en un restaurante elegante cosa que seguí aquel acto a un lado de ellos. Cuando apagó el vehículo, empezaron a bajar todos y yo, bueno, estacioné el mío para luego bajar y asegurarlo con el pequeño control que traía en llaves.

Me acerqué a Chrono.

— Chrono, necesito que haya un estudio del mercado en Europa; sé que en Norteamérica son un poco más jodidos con el ingreso de mercadería y como todo continente se tiene que pagar un porcentaje para el ingreso de mercadería —comenté mientras caminábamos juntos, él sonrió.

— Mañana haré que vean ese tema —respondió mientras entrábamos— Pero el mercado en Asia está bien, al menos estamos alcanzando de a poco a Xiaom* aquella empresa china. Fate, deja de preocuparte de esos temas ahora que estamos junto a nuestras madres en una cena con sus ex-compañeros de trabajo. No seas agua fiesta. No recuerdo haberte conocido así en la universidad.

— ¡Es verdad! —exclamó en tono no tan exagerado mi hermana mayor, Alicia— Ella cambió desde que se graduó de la secundaria —una mirada pícara se formó en Alicia, yo fruncí el ceño— Mejor me quedo callada porque estamos en un lugar público.

Nuestras madres después de guiarnos a la mesa, una mesa grande con cosas elegantes del restaurante giramos los tres a observar a los compañeros de nuestras madres pero mi sonrisa desapareció ni muy bien encontré a la persona frente a mi. Pasé saliva.

— Fate, Alicia y Chrono; les presentamos a la familia Takamachi. Dueños de la cafetería más importante de la ciudad, Shiro encargado de la cafetería; Momoko que fue nuestra compañera de la empresa donde Lindy y yo trabajábamos y aquí con sus hijos Kyoya que es maestro de deporte en la escuela primaria de varones; Miyuki que es una secretaria para la familia de los Yagami y su hija menor Nanoha, organizadora de eventos elegantes para las mejores empresas de Japón —presentó Precia, nuestra madre a cada uno de esos integrantes. Todos se pusieron de pie sonrientes con sumo respeto, con un apretón de mano nos saludamos pero cuando llegue a Nanoha no pude evitar levemente sonrojarme para corresponder su apretón de manos. Después de eso nos sentamos.

Nanoha al lado de su hermana mayor y de su hermana mayor, el hermano; seguido en una punta los padres de ella mientras que nosotros igual; nuestras madres la otra punta juntas, Alicia a mi lado y Chrono a lado de ella. Nanoha quedó frente a Alicia así que no me hablaría toda la noche, tampoco quería que lo haga ¡hasta es más! Nunca nos hemos hablado.

Chrono empezó a hablar con Miyuki tanto con Kyoya de lo que se encargaba en la empresa, ladeé leve la cabeza cerrando los ojos ¿por qué tenía que ser mi día así? Tantos años evadiendo no encontrar a la cobriza de mi época escolar, hoy, después de seis años me la tengo que encontrar.

— Psh...Psh... —ese fastidioso sonido, abrí mis ojos y miré a Alicia quien me miraba con los ojos entrecerrados.

— ¿Qué quieres? —pregunté en susurro mientras fruncía el ceño.

— Nada, ¿por qué no le hablas? —preguntó en el mismo tono que yo. Abrí mis ojos a la par, sorprendida, ¿qué estaba intentando hacer mi hermana?

Negué con la cabeza pero sentí un fuerte golpe en el pie, ¡Maldita sea Alicia! Me metió el taco en el pie y reía al ver mi sufrimiento silencioso.

— ¿Testarossa? —esa voz. ''Sí'' respondimos las dos. Mierda, las dos llevamos el mismo apellido. Ella se sorprendió y sonrió, al parecer le pareció gracioso— ¿Eres Fate Testarossa, la de la secundaria, no? —preguntó señalando a Alicia cosa que hizo me ponga pálida por la vergüenza, confundirme con mi tonta hermana. Alicia rió para negar con sus manos.

— Te equivocas, el señorito que está a mi lado es Fate Testarossa —dijo señalándome. Pasé saliva— Yo soy Alicia Testarossa, ¿no me ves que soy femenina o te acuerdas que Fate nunca fue? Siempre fue tonta.

Van 10,000 que me las pagarás Alicia, cuando estés en casa.

Ella rió de nuevo.

— Perdón perdón —se disculpó para luego mirarme— Ha pasado mucho tiempo, noto que maduraste —comentó.

¿Era un cumplido? Miré mi copa que ya contenía vino tinto de los mejores elegidos por los Takamachi, ni siquiera me percaté en qué momento el mesero nos sirvió.

— Bueno, ni tanto —Chrono habló, al parecer ya había terminado de conversar con los hermanos mayores de Nanoha— Pero no negaré que es la mejor en su trabajo. Una CEO que se merece ser dueña de Hōkao Corporation.

Cuando él terminó de decir QUIÉN soy, los tres hermanos se sorprendieron.

— ¡Es genial! Últimamente están en la competencia con Xiam* y quizá pueden llegar al nivel de Samsung tanto LG y IPhone —comentó una voz madura, de la punta izquierda hablaba el padre de Nanoha. Una sonrisa se esbozó en mí, orgullosa de nuestro trabajo familiar, del trabajo con todos mis compañeros de empresa.

— Agradezco sus palabras pero aún nos falta mucho, ahora estamos teniendo algunas metas que pronto saldrá a la luz en uno o dos meses más —reí leve— es el único adelanto que puedo brindarles porque la información después de todo es confidencial pero sí, estamos intentando llegar a todo el público en general. Es decir al mundo entero. Mejorar es nuestra meta y también brindar calidad al cliente.

Todos asintieron pero una mirada era la que me hacía sentir algo incómoda. Giré tan sólo un poco y notaba que Nanoha me miraba atenta, cada movimiento, cada palabra mía era como si le hacían sentir orgullosa pero pff es sólo una simple imaginación.

— Hija —habló mi madre, Precia.

— Dime madre.

— ¿Por qué no permites que Nanoha organice el evento apertura de tu nueva ''meta''? Con los socios, así podemos asistir todos. Tanto la familia Takamachi como otras familias, socios que tienes en tu agenda —esa idea madre, era la peor que pudiste hacer.

— Es verdad —habló la madre de Nanoha— Nanoha puede hacer que el evento sea perfecta aun que no lo imagines, ama lo que hace como antes también amaba el voley aun que no lo ha dejado; los fin de semana se reúne con sus amigas y juegan un poco. Asentí leve, realmente era buena con aquellos mates en aquel tiempo ¿seguirá siéndolo? Un pellizco en mi pierna me quitó los pensamientos, Alicia sonreía maliciosa.

Pasé saliva. Parecía estaba con el mismo demonio.

— B...Bueno, tendré que hablarlo con la economista de la empresa mamá... después de todo ella tiene que ocuparse de los gastos como eventos, actividades, paseos —suspiré— tú bien sabes cómo funciona la empresa madre.

Ambas asintieron.

— Es fabuloso ver que vuestra hija es muy recta en los gastos de la empresa, se nota que es organizada. Nunca pensé que nuestras hijas iba a re-encontrarse después de todo —comentó Shiro, el padre de Nanoha. Aquel que me habló de mi empresa y sus victorias— Al menos me hace ver que mi hija sabe elegir amistades con futuro y no cualquier persona.

Miré a Nanoha quien tenía la cabeza gacha dispuesta a sujetar su copa para tomar un trago de vino, sonreí leve e hice lo mismo y así todos empezaron a cambiar de tema quizá porque notaron la pequeña incomodidad de Nanoha.

Después de dos horas de charla y cena todos nos tuvimos que retirar, Alicia le pidió a Nanoha su número y ya sabía para qué era. Nosotros nos despedimos de todos con el mismo apretón del cual llegamos hasta que llegué a la cobriza quien me miró fijamente, nuestras miradas chocaron y pude notar un leve rubor en sus mejillas y quizás ella en los míos también, nos dimos un apretón de mano en lugar de reverencia. Realmente para ver que nuestras madres son muy amigas de ellos es por eso esta forma un tanto descortés de saludar y despedir.

En ese momento me despedí de mi madre, no quería ir a su casa porque sabía qué iba ha pasar con Alicia e igual hablaría con ella mañana sobre lo que hizo y sus maltratos físicos hacia mi pobre persona ¡No le hice nada para merecer esta tortura! ¡Suficiente fue de encontrarme con un viejo amor que por lo visto no puedo olvidar ni por más de seis años que haya estado alejada de su red social!

Alicia y Chrono se fueron con unas sonrisas algo ''traviesas'' que dan miedo, al vivir juntos, dan miedo porque siempre han sido así desde el primer día que se conocieron.

Hace tres años atrás...

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— ¡Woaaa! ¡Vamos a jugar PES! —dijo mi hermana tomando el mando cosa que Chrono no se negó mientras se sentaba a su lado sujetando su otro mando, prendiendo el televisor y aque aparato pequeño. Estábamos en casa Harlaown.

— ¿Quieres jugar luego que Alicia pierda, Fate? —me preguntó.

Negué con la cabeza mientras tenía mi celular en manos jugando Sudoku o a veces Pupiletras.

Chrono encogió sus hombros y empezó el juego con mi hermana mayor, realmente, al ser mi hermana mayor no parece mi hermana mayor pero sonreí al ver a ambos comportarse como unos niños. Quizá a veces deba unirme a ellos aún si no tengo tanta confianza en ese chico, Chrono Harlaown.

~ Presente ~

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Después de cuarenta minutos de viaje llegué a casa, me quité el saco para colocarlo en el perchero y así ir desabotonando mi camisa; caminé hasta la habitación.

Quería olvidar este mal día.

Esperaba sea una simple pesadilla el que haya intercambiado palabras con Takamachi, aun que, se veía preciosa. Aquel vestido azul escotado, con su cabello suelto, sus labios con un toque de labial rosa suave y ese aroma de uno de las mejores fragancias francesas... sin duda alguna perfecta y más con esas curvas que aquel vestido la hacía ver. Porque si pensaron que no la miré al despedirnos, lo hice sin intención a mala alguna.

Era sin duda... un sentimiento eterno lo que estaba sintiendo por esa chica.