No tengo derechos sobre ningún personaje de juego de tronos y sus respectivas sagas, series.
Sera una mezcla tanto de la serie como de los libros, tomando lo importante de ambas partes.
Advertencia: Este fic contiene escenas de violencia, contenido explicito, etc. Muertes de Personajes principales.
*Puntos a tener en cuenta. Esto es un universo alterno pueden haber ciertos cambios.
Summary: Estaban ocultos esperando el momento adecuado, ahora que la guerra ha comenzado, los Dragones han regresado. Ellos toman lo que deseen, aman con pasión y un fuego que destruye todo a su paso. Jon esta dividido entre ser un Targaryen o un Stark, Aegon teme cometer los errores de su abuelo y Rhaenys solo desea la paz. El problema es que el poder corrompe hasta el mas justo de los hombres y el deseo puede ser confundido con amor.
Y no hay que olvidar que los Targaryen siempre obtienen lo que quieren.
Aviso: Si quieren disfrutar esta historia olviden el excesivo Honor de Jon Snow. Sigue teniendo fuertes principios pero no al extremo de Ned Stark.
Les recomiendo leer las notas finales.
I
Su padre parecía la persona menos entusiasta con el torneo que se celebraba en su nombre, para la pequeña Arya era difícil de pensar por que le desagradaba tanto a su padre. Aunque estaba emocionada pero no al nivel de su hermana Sansa con respecto a los caballeros y su gran prepotencia como lo llamaría Arya a ese intento banal de caballerosidad de su parte.
Arya estaba era fascinada por las justas, ver a los escuderos batirse en duelos de espadas detrás de las tiendas era mas emocionante que ver a ese tal Loras Tyrell pavoneando por todos lados con su armadura. Una fina armadura y brillante, la pequeña niña estaba segura que el joven muchacho estaría entre los primeros en caer.
Pero su sorpresa fue cuando vio que el crio como lo había llamado en sus pensamientos realmente era excelente en derribar a otros competidores de su caballo.
Hacia ya varios meses que habían partido de Invernalia hacia Desembarco del Rey con el objetivo de que su padre pudiera cumplir sus oficios como mano del Rey. Luego de la muerte del anterior, un gran hombre según su padre cada vez que hacía referencia a Jon Arryn.
Desembarco del Rey era todo lo que no esperaba, la ciudad apestaba a mierda y las personas eran tan desagradables que no podía entender por qué Sansa se sentía tan a gusto en ese ambiente. La mitad de las calles están descubiertas, la tierra y el lodo se mezclaban con la mierda de los caballos o de algo peor en su opinión.
Nunca antes le había gustado que su padre le dijera que no podía ir alguna parte, pero con respeto a salir de la Fortaleza roja era algo que aceptaba. La Fortaleza tenia varios secretos que le gustaba realmente descubrir como las catatumbas subterráneas donde estaban los cráneos de los Dragones.
Soñaba con montar algún día a un dragón como Rhaenys o su hermana Visenya las autenticas reinas guerreras Targaryen. Soñaba con ir más allá de los mares conocidos y explorar un mundo inimaginable.
Podría ir a Invernalia cuando deseara poder ver a sus hermanos que habían quedado atrás a Robb, Bran y su pequeño Rickon. Tal vez incluso con un Dragon podría ir a Essos, conocer las ciudades Libres para poder buscar a su hermano Jon.
Jon había sido su hermano favorito, pero no lo había visto desde hace tres años cuando abandono su hogar para ir a buscar fortuna en el oriente.
Lo extrañaba fuertemente, su único recuerdo de él era "Aguja" la pequeña espada que le había obsequiado la noche que decidió escapar. Si, Jon había ido en busca de fortuna, pero había huido de su hogar y hasta ahora Arya no lo había podido perdonar – Pero lo haría, si el regresara – porque desde el momento de su partida se había sentido totalmente abandonada por la única persona que siempre pensó que la entendería.
Su hermana Sansa la había despertado esa mañana realmente temprano, era el momento de ir rápidamente hacia los campamentos y ver el torneo en su recta final. Los momentos para que los verdaderos caballeros o aspirantes de los siete reinos compitieran.
Arya no entendía por que era aquello emocionante, tal vez los combates lo eran, pero cuando Sansa comenzaba hablar sobre como esperaba ser coronada como Reina del Amor y la Belleza. En verdad no entendía que emoción podría tener aquello, en especial teniendo en cuenta que los sueños de Sansa incluían que fuera Joffrey quien la coronara.
Pero el no estaba participando, tampoco el Rey. Era algo desilusionante se decía que el Rey Robert había sido un gran guerrero, pero ahora, solo era un viejo gordo que apenas podía caber en su silla.
Entonces esa mañana había salido de sus habitaciones acompañadas de sus dos Lobos Huargo, Nymeria y Dama. Una petición de su padre para que no se separaran de ellos y Arya le encantaba esa idea, especialmente porque Joffrey parecía temerles, también la reina quería sus compañeros lo mas lejos posibles de ella y Arya no le agradaba la reina y menos su hijo.
No le había agradado cuando salieron de Invernalia y menos cuando había propuesto que Arya debería estar buscando pronto un prometido, realmente odiaba a la mujer.
Solo podía dar un breve suspiro pensando en las palabas de su padre sobre que eso era asunto totalmente suyo y Arya agradeció por ello.
Una pequeña sonrisa apareció en su rostro cuando sintió sobre sus hombros la mano de su padre quien acaba de llegar para sentarse a su lado y de Sansa haciendo que la Septa tuviera que tomar una de las sillas mas ocultas para darle espacio a su señor.
"¿Estas bien?"
Ella asintió, ahora estaba bien. Sus preocupaciones por la reina habían quedado a un lado cuando sintió a su padre, además de ello Nymeria parecía emocionada bajo las gradas.
"¡Van a comenzar!"
El grito de jubilo de su hermana hizo que la atención regresara a los eventos recientes. Las Justas iban a comenzar en esos momentos, Gregor Clegane se iba a enfrentar a Ser Hugh del valle, su padre parecía estar totalmente incomodo por esto.
El enfrentamiento comenzó, ambos caballeros azotaron sus caballos y estos cabalgaron al galope rápidamente ocasionando un fuerte choque entre ambos.
La lanza de Gregor llego directamente al rostro de Hugh ocasionando que fuera enviado contra el suelo. Un parte de la lanza parecía haberse roto y quedado atrapada en la garganta del joven caballero, se escucho un fuerte gemido y un breve grito por parte de su hermana Sansa.
Pero Arya estaba emocionada de cierta manera, miro con asombro como algunos campesinos tenían la decencia de tomar el cuerpo y arrastrarlo fuera de la arena mientras Ser Gregor se movía de un lado al otro en su caballo declarándose campeón.
Así que ese era aquel hombre a quien llamaban la montaña pensó con interés Arya.
Ni se molestaron en limpiar la sangre en la arena, la gente prontamente se entusiasmó para el siguiente encuentro. Un caballero misterioso pensó muchos pues este no había sido anunciado, su padre miro con poco entusiasmo, tenía un árbol sonriendo en su escudo y todas las personas parecían haber puesto incomodas incluso el mismo Rey.
Pero la leyenda decía que el caballero tenia pertrechos de varias armaduras y este extraño caballero tenia una armadura que Arya podría fácilmente confundir con la que usaría un caballero del norte. Tal vez de la casa Manderly, era mas cuero que armadura salvo por su yelmo y sus hombreras.
"¡Que imprudencia!"
Su padre parecía totalmente molesto, mientras miraba al contrincante de caballero misterioso. Era Jory Cassel, el comandante de la guardia de su padre, claramente Arya iba apoyar a uno de los suyos.
"Ya vieron el cabello de su escudero, es increíble"
Arya se levanto de su asiento para verlo, su hermana Sansa tenía razón era increíble era totalmente azul, nunca pensó que existiera esa tonalidad de cabello en alguna persona.
"¡Extranjeros en busca de gloria!"
La mirada de su padre fue de desagrado hacia el caballero, algo en este ocasionaba molestia en Ned Stark, pero Arya no lo entendía, tal vez por que en el Torneo de Harrenhal hubo un caballero misterioso que también había usado un árbol sonriente en su escudo – El mismo torneo donde mi Tía Lyanna había sido avergonzada ante todos los reinos – Arya tenia claro que este caballero no iba hacer de su agrado.
La Justa continuo y para la sorpresa de muchos incluyendo a su padre. Este caballero había desmontado fácilmente a Jory con una sola lanza, luego de ello prosiguieron los combates siendo Loras Tyrell el predilecto por los espectadores, Gregor La Montaña era claramente el competidor mas peligroso, Jaime Lannister tenía poco interés en el torneo, pero su maestría había sido suficiente para llevarlo a las siguientes rondas.
Mientras que el caballero Misterioso a quien ahora la gente gritaba con ánimos acaba de derribar aun miembro de la guardia real. El Rey parecía realmente furioso con esa figura, todos comenzaban a susurrar que podría significar que un nuevo evento de gran importancia como en Harrenhal iba a comenzar.
Su padre quien hacía unos días tenía poco o ningún interés sobre el torneo había estado con ellas todo el transcurso de la mañana y medio día. Mas de una docena de concursantes había transcurrido en ese momento, solo quedaban unos cuantos y pues claro todos querían saber quien iba a ser coronada como la Reina de Amor y la Belleza.
Para Arya no había pasado desapercibido las miradas entre el Caballero del Árbol sonriente y su escudero, parecía ser que se comunicaban por medio de estas. Ese escudero que tenia un rostro amable y hasta algo delicado en su opinión cambiaba a uno salvaje cuando veía a La Montaña cerca.
Los combates prosiguieron. Ser Gregor acaba de ser derrumbado por Loras Tyrell en un acto realmente sorprendente, Arya no podía creerlo, la montaña había caído pero lo siguiente fue más inesperado, este había asesinado a su Corcel y había caminado encolerizado contra el chico Loras.
Sansa grito y le dijo a su padre que hiciera algo, pero este estaba realmente anonado sin poder decir algo, de seguro no esperaba que le obedecieran o tenía una opinión mala entre ambos. Fue el grito del rey y la intervención rápida del hermano de la Montaña, Sandor Clegane quienes tuvieron un breve pero intenso combate.
Arya intento ver las reacciones de todos que no dudo en levantarse de su asiento, pero su padre rápidamente la había vuelto a sentar. Algo no estaba bien, su padre había llamado a su guardia, parecía tener su mirada fija en Jaime Lannister que iba a combatir contra el caballero misterioso.
El Rey parecía estar en euforia pidiendo mas combates, la Reina para su sorpresa había regresado de su ausencia auto impuesta por los actos deshonrosos de su esposo. Vio con felicidad a su hermano, si Arya también viera competir a uno de sus hermanos no dudaría en estar realmente alegre y apoyarlo con fuerza.
Jaime conocido como el Matarreyes parecía poco entusiasmado, pero su sonrisa permaneció en todo momento e incluso pudo jurar que cuando se puso su yelmo esta permanecía. Ambos caballeros cabalgaron uno contra el otro, con sus lanzas alzadas en su pecho y un fuerte choque provino entre ambos.
Las lanzas fueron rotas pero ninguno de los dos parecía haberse visto afectado, era la primera vez en todo el torneo que alguien conseguía llevarlos a una segunda lanza. Arya se emocionó, también su hermana Sansa, pero la mirada todavía de su padre entre cerrada hacia ambos hombres le daba una mala sensación.
Fue solo en la cuarta lanza que el Caballero Sonriente apunto directamente al rostro de Jaime este por esquivar la estocada termino en el suelo. La reina dio un fuerte grito que fue opacado por la risa y la gritería de su marido.
Sansa se había levantado e incluso llevado sus manos a la boca. Todos miraban al hijo predilecto de Tywin en el suelo, solo fue unos breves segundos después que Jaime se había levantado y quitado su yelmo.
Su sonrisa ya no estaba y claramente estaba molesto. No dudo en lanzar el yelmo contra el suelo y soltar varias correas de su armadura mientras se retiraba realmente molesto.
Un fuerte grito se escuchó, la gente estaba emocionada – Sansa había hablado sobre los actos deshonrosos del caballero misterioso – Pero Arya pensó que el favorito de Sansa, Loras Tyrell había usado una yegua en celo para hacer caer a la Montaña de su Corcel.
El Rey rugió exigiendo que se diera el encuentro final. Arya mostro poco interés en esos momentos, menos cuando Loras había prometido a su hermana nombrarla cuando según sus palabras le recordara al extraño cuál era su lugar.
El inicio no había sido tan emocionante según su padre ambos caballeros se habían estado probando. El encuentro continuo, pero fue entonces que ambos caballeros habían conseguido chocar sus lanzas, estas se rompieron. El mismo acto prosiguió dos veces más y la gente parecía emocionada todos menos los guardias, los cuales habían comenzado aumentar.
Algo estaba pasando, no se sentía realmente cómoda con la mirada de su padre y como todos estaban listos para saltar sobre la arena – Los caballeros misteriosos no son bien recibidos en los torneos – eso era algo que cualquier persona podría entender.
Estaba tan enfocada en sus pensamientos que no sintió el grito de los espectadores y la sorpresa de muchos en especial de Renly Baratheon cuando Loras Tyrell había caído al suelo.
Se escucho un fuerte grito por parte del Rey quien parecía estar realmente ebrio y miraba al caballero como si se tratara de una presa de Caza. Su padre le toco el hombro le había susurrado algo a su hermana.
"¡Deben marcharse!"
Había susurrado, pero no había quedado tiempo alguno de responder, vio como el caballero se acercaba donde estaban con su lanza sosteniendo la corona de flores – De seguro iba a coronar a Sansa – Pensó Arya pero su sorpresa y la del público se hizo visible.
El Caballero puso una corona en su cabeza y la proclamo con fuerza como la Reina del Amor y la Belleza – Entonces todas las sonrisas murieron en esos momentos – Muchos no dudaron en mirar al rey como si un fuerte recuerdo lo estuviera golpeando en esos momentos.
Sansa estaba realmente sorprendida y la septa había decidido aparecer en esos momentos para tomar a la niña. Su padre se había levantado violentamente a punto de gritar con fuerza de una manera que nunca antes había imaginado.
Pero Arya no pensaba en esos eventos, esa voz – Es imposible – La voz de ese caballero mientras la coronaba era demasiado familiar.
Varios soldados caminaron hacia el caballero y este parecía estar tranquilo, se quito el yelmo y este cayó al suelo haciendo que el sonido metálico de este fuera lo único que resonara.
Una sonrisa demasiado familiar, una mirada penetrante sobre ella. Pero Arya conocía esos risos, esa nariz y esos ojos morados oscuros que todos confundían con el gris.
"¡Jon!"
Susurro con alegría mientras sostenía con fuerza la corona sobre su cabeza.
"Hola hermanita"
El ambiente pareció entonces tranquilizarse, Arya no parecía creerlo y grito con mas fuerza el nombre de su hermano y e intento abalanzarse sobre el pero su padre la detuvo o hubiera caído sobre la arena por la distancia entre el caballo y su hermano. Este se rio con fuerza y ambos parecían realmente felices.
El rey pareció realmente aburrido en esos momentos, diciendo algo sobre que le explicaran quien era el muchacho.
Rápidamente su padre había explicado a los interesados que era su hijo, su bastardo había dicho con voz apagada y poco entusiasta. Sansa claramente parecía poco cómoda en la repentina presencia de su medio hermano.
Y la mirada de su padre, era como si estuviera viendo un fantasma. Uno que nunca pensó que volvería a ver y de seguro no deseaba.
Las personas fueron perdiendo el interés en el evento, no era una canción que se cantaría en futuras generaciones o iba a ocurrir una batalla entre el misterioso caballero y algunos guardias. Solo era otro hermano nombrando a su hermana.
II
Ned había tenido problemas para conseguir que su hija menor abandonara la habitación, estaba tan emocionada de volver a ver a su hermano y tenia aun la corona de flores que ocasionaba que cada vez que la viera una gran incomodidad se generara en él.
Arya quería saber dónde había estado, que le contara sus historias y aventuras para que le perdonara por haberse ido y no vuelto a escribir. Jon parecía reírse levemente ante el ataque de preguntas de Arya y no parecía incomodo ante la mirada de indiferencia que Sansa le estaba dando como cuando eran niños.
El señor de Invernalia y mano del Rey había tenido problemas, pero había conseguido que su hija pudiera abandonar la habitación y dejarlo a solas con Jon.
Como hablar con el niño, la ultima vez que lo había visto era solo un chico verde de tan solo catorce años. Ahora era tan alto como él, tenía una pequeña barba opacando partes de su rostro, pero aun así lo reconociera fácilmente, Arya lo había hecho.
"No pensé que te volvería a ver"
Su voz tenia dolor al reconocer que siempre había sido un temor oculto de su padre, miro la reacción de Jon, pero este había desviado la mirada – Al igual que su Madre – Lo cual no hacia las cosas más fáciles.
"Lamento la forma como me fui, solo pensé que era lo correcto y aun lo creo, quería encontrar mi propio camino"
Ned gruño por lo bajo sabiendo que era un muchacho demasiado terco para su propio bien, quería preguntarle y a la vez reclamarle tantas cosas.
"¿Dónde aprendiste a cabalgar así?"
Donde aprendiste a luchar de esa forma, como es que eres tan bueno en las justas y si se atrevía a responder que era algo de familia de seguro golpearía su cabeza con algo.
"En la compañía Dorada"
Jon había dicho sin darle mucha importancia y Ned se sintió un poco incomodo ante la mención del mejor ejercito mercenario de todo Essos, famoso por luchar por dragones negros, aunque Jon no era exactamente uno.
"¿Mercenario? ¿Ese es el camino que querías encontrar cuando te fuiste?"
Se sintió cansado en esos momentos, busco donde sentarse y cuando encontró dejo caer todo su peso mientras miraba al niño que tenía enfrente.
"Fue lo mejor que encontré en esos momentos, fui realmente bueno, luego abandone la compañía Dorada cuando termino mi contrato de un año con ellos, me uní a la Compañía de la Rosa"
La compañía de la Rosa era el grupo mas famoso entre los norteños. Creada con el único fin de recibir a todos los hijos de norte que habían perdido su camino, también famosos por ser fundada por un bastardo Stark y su gran odio hacia los Targaryen y Ned no se sintió cómodo ante ello.
"No tenias motivos para irte, hubieras sido feliz en Invernalia Jon"
Jon puso con fuerza su puño sobre la mesa e intento no mirar directamente al hombre que más había respetado en toda su vida.
"Para vivir una mentira, para que las miradas de Lady Catelyn me persiguieran y luego cuando no estuvieras, yo fuera enviado a ese Muro de Hielo a pudrirme"
Ned se levanto apresuradamente, le dolía que Jon tuviera esos pensamientos por más sinceros que el muchacho los sintiera.
"Hubieras tenido honor en la guardia de la Noche, no ser un mercenario común y corriente"
"Soy el comandante de la compañía Lord Stark, no un vulgar mercenario, tal vez si fuera realmente vuestro hijo el honor tuviera una gran importancia para mi"
La mirada de Ned lo hizo retroceder un poco, recordando esos días de su infancia cuando era atrapado en alguna travesura con Robb o con Arya, la mirada penetrante de su padre juzgándolo.
"Ya veo, vaya parece ser que has olvidado todo lo que te enseñe"
Ned cerro los ojos derrotado, mientras caminaba hacia su escritorio y sacaba varios documentos, tenia mucho trabajo que organizar, muchos deberes que cumplir.
Jon permaneció en un silencio incomodo mientras esperaba que su padre adoptivo terminara de organizar sus documentos.
"Quiero que me regreses lo que tomaste la noche que te fuiste, todo lo que sacaste de la tumba de Lyanna"
Jon se mostro desafiante como la noche cuando fue a preguntarle sobre su madre y había sido tan estúpido como para decirle la verdad. Recordó el sonido en los establos, la alertad de los guardias y de como lo primero que había hecho en esos momentos había sido correr hacia la tumba de su hermana para encontrarla abierta y sin ninguna de sus pertenencias en ella.
"¡No!"
Ned esperaba esa negativa, pero nunca el tono con el que había venido.
"Es lo único que me queda de ella"
Y su mirada había cambiado a la de un chico abatido, en esos momentos sus ojos le recordaron a los de Lyanna mientras le suplicaba a su padre que no la casara con Robert.
Ned no quiso hablar mas sobre ello. Ni de la espada, los Huevos, el arpa y los documentos que había ocultado en la tumba de Lyanna. Tenia miedo del motivo de su regreso, después de todo como había desaparecido ahora había regresado, sin decir ni una palabra, ni cuales eran sus intenciones, pero seguía siendo su sobrio, seguía siendo lo único que quedaba de su hermana.
"Siempre serás mi hijo Jon, lamento los errores que pude haber cometido contigo, solo te pido que te detengas a pensar en tus actos, la gente hará preguntas por la forma como ingresaste al torneo y muchos pudieron haber visto algo de ese hombre que te engendro cuando coronaste a Arya"
El chico solo le sonrió mientras tomaba la bolsa de cuero con su premio, mirándole fijamente.
"Nunca pondría a Arya en peligro jamás a ella"
El muchacho abrió la puerta y comenzó a caminar hacia la salida, no sin antes voltear su mirada al hombre que lo había criado como suyo.
"Tengo que regresar a Essos pronto, mi compañía espera un importante contracto y yo debo estar presente"
Ambos hombres se vieron por una ultima vez en esos momentos.
"Siempre te veré como mi padre"
Susurro lentamente Jon arrepentido por su anterior ataque de palabras que había dicho, solo camino hacia la salida de la habitación donde en la sala Arya se abalanzó sobre este, compartió los últimos momentos con ella. Y esos momentos se convirtieron en horas hasta que le dijo que tenia que irse, Arya protesto y juro que iría con él.
"Nos veremos pronto hermanita, tengo que resolver asuntos importantes en la ciudad, mañana será la competencia de combate, mi escudero luchara en ellas, por que nos vas y consigues que Sansa vaya"
A pesar de la petición, Arya asintió emocionada. Aun tenia su corona de flores y Jon le sonrió por ultima vez, mientras se despedía de ella.
III
Camino por las frías calles hasta que llego a una posada donde toco dos veces y el sonido del otro lado fue una respuesta con varios toques, solo cuando susurro en el lenguaje de la vieja Valyria la puerta se había abierto.
"Tardaste demasiado"
Jon intento no molestarse por las palabras de Jon Connington, mientras ingresaba a la taberna y observaba a los presentes. Miro a quien supuestamente era su escudero quien estaba cantando animadamente y se detuvo solo para verle.
"Ven, ven hermano, canta conmigo nuestras voces juntas animaran hasta el frió corazón de nuestro amado Ser Connington"
Jon solo soltó un suspiro de frustración.
"Baja de la mesa Aegon, este plan, todo esto es una locura, no debí haberte apoyado"
Su hermano se rió con fuerza mientras soltaba la jarra de cerveza.
"Dicen que la locura esta en nuestra familia hermano, solo piensa cuando los Ciervos y los Leones vean como nos robamos a su prometida Lobo en sus propias narices"
Jon miro con temor a la idea de su hermano mayor, Aegon el legitimo heredero de los siete reinos estaba celebrando un robo que aún no habían cometido. La única razón por la cual había accedido a esto era para poner a salvo a su hermana Arya, cuando llegue el momento los dragones surcaran los cielos y las llamas incendiaran a los siete reinos.
Aquellos que no se arrodillen ante los Targaryen sufrirán, eso incluyendo a su propia sangre y tenía miedo, temor ante ello. Tres dragones habían puesto a los siete reinos de rodillas, no quería pensar en lo que cinco de ellos podrían hacer.
Tomo con fuerza la cerveza que su hermano le había ofrecido. Cuando tenia catorce, cuando huyo a Essos en busca de sus tíos, los pajaritos de Varys lo contactaron, por que el pequeño lobo huye de su manada le había dicho el eunuco cuando se encontró con ellos.
Me ofrecieron Invernalia cuando pensaron que era el bastardo de Eddard Stark, cuando vieron quien era realmente las cosas cambiaron. No fue difícil para ellos darse cuenta, tenia dos huevos de dragón en mi saco después de todo.
Me llevaron con mis hermanos, si ellos estaban vivos. Aegon y Rhaenys, los niños asesinados por los Lannister habían sido señuelos, en realidad sus hermanos habían sido sacados de la capital días antes, lamentablemente Elia no, ella había sido el señuelo definitivo.
Viserys y Daenerys deben estar marchando hacia Astapor para contratar a los Inmaculados. Había sido difícil teniendo en cuenta lo mucho que Daenerys detestaba a los esclavistas, algo entendible teniendo en cuenta que la querían casar con un salvaje Dothraki a cambio de un ejército.
Al menos el matrimonio no se efectuó, pero no se sentía cómodo sabiendo que su Tía estaba mas de acuerdo con casarse con su hermano, no es que no le agradara su tío Viserys, pero el hombre estaba muy obsesionado con las tradiciones Targaryen.
"¿Qué piensas hermano?"
Jon volteo a mirar la sonrisa de Aegon y este solo negó con el rostro, no tenía importancia pronto recuperaría el trono de su familia.
"¡No lastimes a Sansa!"
Aegon lo miro seriamente en esos momentos.
"Jamás lastimaría a tu familia hermano, somos mejores que nuestro abuelo"
Jon asintió levemente mientras caminaba con su hermano quien parecía realmente feliz en esos momentos, debe ser algo bueno que no se sienta tan cohibido como lo hace siempre en Essos debido a las constantes ordenes de Ser Connington.
"Este plan es una locura, si tuvieran algo de cerebro los dos, tomaríamos un barco rápidamente antes de que…"
La puerta resonó con fuerza en esos momentos, Aegon puso la cerveza aun lado, mientras Jon tomaba una espada en su estuche y se la pasaba a su hermano. Jon podría ser el mejor espadachín de ambos hermanos, pero Aegon era alguien de cuidado.
Jon connington los miro ambos culpándoles en esos momentos, pregunto detrás de la puerta de quien se trataba y solo escucho unas palabras en valyrio. Ambos hermanos se miraron por sorpresa en esos momentos, hasta que la puerta se hubiera abierto.
El hombre que ingresaba era la persona que menos esperaba, esa mirada penetrante sobre ambos. Jon Connington no decía absolutamente nada en esos momentos, estaba como disfrutando la situación.
Delante de ellos con ropa de humilde se encontraba Ser Barristan Selmy, el anciano los miro a ambos con interés en esos momentos hasta que maldijo por debajo algo que sorprendió al protector de ambos príncipes Targaryen.
"Que pensaron que algo de cabello azul iba a confundirme cuando tiene la misma apariencia de su padre, y tú eres igual a tu madre nunca pensando con determinación las cosas"
Ser Barristan no podía creerlo en verdad, había encontrado a los hijos de Rhaegar con vida, había sospechado que algo andaba mal cuando apareció un caballero misterioso, el era uno de los pocos junto con ser Arthur que sabían realmente la identidad del Caballero del árbol sonriente.
Aegon sonrió con entusiasmo al ver al hombre enfrente de ellos, parecía ser que el mejor caballero de los siete reinos había venido a unírseles. Pero para Jon era algo malo, tal vez habían sido mas imprudentes de lo que había pensado.
Si el nos reconoció, estoy seguro que otros lo harán, deben abandonar la ciudad prontamente. Debe escribirle pronto a Rhaenys que estaba oculta en los desiertos de Dorne con sus dragones.
Aun no era tiempo de comenzar su guerra pensó Jon, no mientras mi tío y mis primas puedan ser usadas como rehenes.
Notas del autor.
Bueno un capitulo que llevo organizando hace tiempo, en especial tenia dudas sobre la parte del torneo pero creo que me quedo al menos como esperaba.
Pronto explicare como terminaron Jon y Aegon en Desembarco del Rey para el torneo, digamos que un hermano persiguió al otro para que no hiciera una estupidez. También explicare en breves momentos como fueron esos tres años de Jon en Essos.
Tal vez esta es mi primera historia donde tengo las parejas totalmente definidas. Quienes me han leído con anterioridad saben que me gusta a veces poner parejas poco conocidas. Es un inicio algo sencillo pero pronto verán algo de acción.
Mis otras historias están proceso de actualización esperen pronto leer nuevos capítulos.
