DISCLAIMER: Los personajes utilizados a continuación no me pertenecen, estos son propiedad de Masami Kurumada y Toei Animation.
PROLOGO:
Milo es un chico de diecisiete años, pertenece a la orden de caballeros dorados de la diosa Atenea, tiene la responsabilidad de cuidar y entrenar a Lourdes, su alumna de doce años, hermana menor de Aioria de Leo y Aioros de Sagitario.
Milo y Shina son novios. Él vio cuando ella lo engañaba con otro caballero, a lo que decide hacer ojos ciegos y seguir con ella, porque la verdad es que él la amaba aunque con él tiempo su corazón se fue haciendo de piedra respecto a ella. Luego de meses no le daba mucha importancia a su "noviazgo" y siempre la engañaba con algunas chicas que conocía en Rodorio. Pero todo su mundo dará un giro de 360° cuando conozca a Emily, la madre de su hijo.
CHAPTER 1: "noche de parranda"
Es un viernes en la noche en el santuario de la diosa Atena, la noche estaba fresca y esporádicamente sobrevolaba una leve brisa de aire caliente sobre el suelo Griego, casi todos los caballeros ya se encontraban cansados y durmiendo, (ya que los sábados no eran una excepción para los entrenamientos) pero para otros tres caballeros la noche recién comenzaba y al contrario, en vez de estar durmiendo se preparaban para salir de parranda, otra vez.
Casa de escorpio 23:47 pm
-desgraciado Shura - dijo Milo observándose de cuerpo entero frente a él gran espejo de su habitación - como nos desilusiono la última vez que lo llevamos a "Boulevard Queen" - refiriéndose a un conocido boliche de la zona.
-¡Y que lo digas compadre! -respondió Aioria desde el otro lado de la puerta del baño mientras se arreglaba el cabello con gel - Las "bellezas" que tenía para presentarnos parecían las hijas de la niña del exorcista - dijo con indignación pura - recuérdame jamás volver a llevar con nosotros a ese idiota.
-¡tienes toda la razón gato! Jajaja – Comentó - oye aioria...
-¿qué?-pregunto al otro lado de la puerta.
-hablando de idiotas - dijo probándose nuevamente una camisa - ¿no sabes si Afro ya está listo?, porque se nos hará llegar tarde y tengo que volver temprano, a decir verdad no me gusta mucho la idea de dejar sola a Lourdes.
-¡¿Qué?¡ - gritó desde el otro lado - ¡pues te aseguro que Afrodita todavía se está maquillando!, se paciente porque seguro nos hará esperar mucho –replico - y respecto a mi hermana, creo que ya queda bastante claro que se puede defender sola -saliendo del baño - así que no tienes de que preocuparte.
-si tienes razón, mi alumna es muy fuerte - dijo hinchándose de orgullo.
-querrás decir MI hermana, ¿no?
-sé, será tu hermana pero yo la entrene durante tantos años para que sea la más fuerte.
-Claro ¬¬ ¡Como digas! –"¡patrañas! si hubiera sido asignada como mi alumna seguro sería mucho más fuerte"- pensó el león - ¡pero yo no tengo la culpa de que allá nacido en noviembre! - con frustración -si tan solo hubiese nacido en julio, o en su defecto en agosto, ¡Qué sé yo!
-Ya, ya – dijo este - mejor terminemos rápido para irnos a conocer a las amigas de Afrodita, ¿Te parece?
-Oh sí, pero primero mírame, ¿cómo luzco?- preguntó Aioria, el otro lo observó durante unos segundos con el dedo índice en su barbilla, mientras lo escaneaba de arriba abajo con la mirada. Aioria vestía una camisa negra manga corta y cuello en 'v' que combinaba perfectamente con unos jeans blancos bien al cuerpo.
El de leo comenzaba a impacientarse a la respuesta de su amigo que lo miraba muy seriamente. (Cabe destacar que le era muy extraño que ese chico se encuentre serio más de diez segundos), pero todas sus dudas fueron disipadas cuando Milo por fin dejo de mirarlo seriamente, y cambio su expresión seria y levanto su dedo pulgar como aprobación.
-¡Por dios! casi me matas del susto – Dijo en tono exagerado mientras reía - ya vamos ¿si compadre?
-¡espera, espera!
-¿y ahora qué? - ¿y yo?, ¿cómo luzco? -pregunto el de escorpio. También llevaba unos Jeans bien al cuerpo color gris oscuro, combinados con una camisa negra de mangas cortas. Su amigo lo observó apenas dos segundos – sí, si te ves espectacular pero ya vamos. En definitiva le dio la misma importancia que uno le pone a una mosca en la pared - mejor ya vayamos a buscar al Afro, porque se nos hará tarde y quiero ver a mis amiguitas de Boulevard.
-tienes razón ya son... - miro el reloj de su muñeca - ¡LAS DOCE Y CUARTO! -abriendo sus ojos como plato.
-¡por eso te digo que ya nos vayamos idiota! - le respondió como si eso fuera lo más obvio del mundo.
Así salieron rumbo a la casa de piscis usando sus poderes de caballeros dorados llegando a la velocidad de la luz en...un segundo.
-2-
Casa de piscis 00:16
Afrodita se encontraba en su habitación probándose montones de ropa que se encontraba sobre la cama. Solo tenía una toalla alrededor de su cintura y se encontraba frente al espejo maquillándose un poco con melodía desencadenada de fondo para deprimir a cualquiera.
-¡OHHHH MY LOVE! cantaba despreocupadamente mientras se probaba su ropa carísima, cuando en una de esas - ¡MY DARLING! – Con su cepillo de pelo como micrófono -¡AHHHH! - grito aterrorizado al notar a ciertos intrusos detrás de él mirándolo con cara de guácala – Oh son ustedes, ¡¿SE PUEDE SABER QUE DEMONIOS HACEN AQUÍ INÚTILES?!
-¡Yo sabía que aún no estabas vestido! - le grito el leoncito aparentemente muy molesto - ¿tienes idea de que hora es? – Algo enojado.
-¡Ya cálmate Aioria! – Expresó Milo - no nos vamos a pelear por esto, ¿no?
-¿pelear? ¡No qué va! – Dijo en tono de broma - ¡Yo lo mato!
-no es para tanto felino - planteó el alacrán.
-¿de qué hablas bicho? – Cuestionó - yo quiero mi noche de farra y descontrol a como dé lugar.
-ya se pero...
-pero nada compadre – dijo – EL GRAN AIORIA DE LEO NO ESPERA A NA…
-¡OIGAN! - grito el dueño de casa – primero, ¿quién diablos les dio permiso de entrar a mi habitación? - decía con autoridad – segundo, ¿son idiotas o ciegos? ¿Acaso no me ven que estoy prácticamente desnudo? ¿Cómo diablos quieren que salga? - decía muy molesto - y tercero, si tienen tanta prisa como parece, váyanse – dijo con su más falsa sonrisa.
-tienes MUCHA razón – exclamó Aioria - ¿por qué rayos tenemos que esperarte si podemos irnos solos?
-a, ¿sí? -pregunto incrédulo cruzado de brazos y con una ceja alzada - ¡pues suerte con eso!
Milo que se encontraba allí no entendía nada, lo único que entendía era que si el torpe de Aioria seguía hablando, ésa noche no pisaría Boulevard Queen.
-¡vámonos Milo! - le dijo aioria tomándolo del brazo, pero cuando alzo la vista pudo ver que el susodicho lo miraba muy severamente, soltándose bruscamente de su agarre.
-Aioria... - el otro lo miro atentamente - ¡CIERRA TU MALDITA E INPERTINENTE BOCA GRANDÍSIMO TONTO, QUE NO VEZ QUE SI AFRODITA NO NOS ACOMPAÑA NO PODREMOS ENTRAR AL BAILE MALDITO TORPE! - le grito con una venita palpitante en su frente.
-qué bueno que lo tengan presente - dijo afrodita en tono triunfante.
-¿qué? – preguntó confundido.
-lo que oíste tarado - respondió Milo.
-¿y eso por qué? - preguntó aún sin entender rascándose la cabeza. Los otros dos presentes se dieron una sonora palmada en la frente en señal de notoria frustración.
-haber Aioria, ¿cómo pretendes que los dos entremos a un antro si somos menores de edad? – Explico - necesitamos entrar con un mayor de dieciocho años en este caso nuestro brother Afrodita, ¿ahora entiendes cabeza de nada?
-Diablos - él también se dio una palmada en la frente al comprender su situación - lo olvide completamente, ¿y ahora que hacemos? – preguntó en tono casi lastimero temiendo perder su noche de diversión.
-pues si son tan amables y me esperan dos minutitos caballeros, nos espera una gran noche - les dijo con una enorme sonrisa de satisfacción.
-Ya que – dijo Milo resignado – no hay de otra, anda vístete, te esperamos.
-okey pónganse cómodos en la sala – "bien comidos porque no saben cuánto tendrán que esperar" - y tomen lo que gusten, ¡ya salgo! - dijo con algo de malicia.
-3-
01:07 sala de la casa de piscis
Aioria y Milo esperaban tirados en unos sillones aburridos como ostras ya que habían pasado más de cuarenta minutos desde que afrodita se encerró en su habitación.
-oye – musitó Aioria.
-¿Qué te pica? – Respondió Milo.
-¿qué hora es? - pregunto casi dormido restregándose los ojos.
-Ya te digo – observó su muñeca y abrió desmesuradamente los ojos al ver la hora que marcaba exaltándose - Afrodita hijo de la gran..
-¡Ves que te lo dije! - dijo señalándolo triunfante - ¡te dije que ese tonto nos haría esperar una eternidad!
-¡Puedo oírte idiota! - aparecía Afrodita a la sala.
-¡¿Y TU TIENES IDEA DE QUE HORA ES MAXIMILIAM?¡ - Milo levantándose del cómodo sillón.
-¡Uy que temor me causa que me llames por mi nombre! - Le dijo afrodita con sarcasmo - mejor díganme como me veo - podría decirse que era el que lucía mejor de los tres, llevaba un pantalón blanco al cuerpo con una camisa color verde agua combinada delicadamente con un pañuelo color lila en su cuello.
-¿no crees que es mucho? - le dijo milo al oído de Aioria cual juez de The x factor.
-Yo opino que está bien, demasiado para mi gusto – Pensó – ¡nos va a opacar! – le respondió. Ambos levantaron el dedo pulgar como aprobación para ahorrarse palabras.
-okey entiendo que los deje sin palabras – dijo vanidoso -de acuerdo ya vámonos porque mis amigas me llamaron diciendo que ya llegaron.
-Si claro - Dijo Milo - pero antes tenemos que hacer una parada por la casa de Escorpio - los otros solo asintieron.
-4-
La casa de Escorpio tenía las luces apagadas, claro era algo muy común ya que a la 1:10 am ningún caballero estaba despierto o vagabundeando por ahí, ya que se encontraban muy cansados por el duro entrenamiento de toda la semana. Salvo cierta niña, que no era nada más que Lourdes, la alumna de Milo.
Lourdes tiene un carácter muy fuerte [N/A: Se escribe y se pronuncia Lourdes, tal como suena. Lurdes no, Lourdes] es muy bonita, aunque no se parece en nada a sus dos hermanos, ya que su cabello es negro a diferencia de Aioros y Aioria ya que los dos son rubios. Su piel tan blanca y pálida como la misma nieve, sus ojos la hacían la chica más extraña del santuario, ya que sus ojos son marrón claro casi llegando a miel muy diferente en apariencia a sus hermanos. Pero tan orgullosa y fuerte como el mismo Aioria, tal vez nadie creería que son hermanos, pero al ver como miran, como hablan y como se expresan, podrían darse cuenta de su parentesco. Ambos altaneros y orgullosos.
A esta niña que nombramos anteriormente le dio un "poquito" de hambre a esa hora, decidió levantarse de la cama para comer alguna botana, un sándwich o cualquier cosa que se le apareciera enfrente.
-tengo hambre - Dijo la niña quitándose las sabanas de encima con una mano y con la otra refregándose los ojos - mejor me levanto a comer algo - Se paró de su cama estirándose perezosamente, se puso sus pantuflas con forma de escorpión. Encendió la luz de la habitación y se dirigió hacia la cocina atravesando antes la sala de estar, prendiendo todas las luces a su paso hasta dejar la casa completamente iluminada hasta llegar por fin a su ansiado destino: La heladera.
-mmm ¡pero que rico! - mientras se frotaba las manos y se saboreaba – A ver que hay por aquí -hurgando en la heladera - ¿qué puedo comer? – Pensó - ¡tal vez un super-sandwich! - rápidamente abrió una de las puertas de los tantos placares que había en la alacena hasta encontrar una baguette de un metro, lo miro unos momentos y sonrió ampliamente. Lo puso sobre la gran mesada de mármol y nuevamente se dirigió hasta la heladera donde saco mucho jamón y mucho queso, también mayonesa y algo que les fascinaba a los escorpianos de la casa era el infaltable kétchup que siempre estaba presente en todas las comidas, colocó los frascos de mayonesa y kétchup junto a la baguette en la mesada, llevo el plato con el jamón y el queso junto con las otras cosas y se dispuso a la preparación del gran sándwich.
-¡ups! - Dijo mientras ponía su mano en la frente dramáticamente - ¡me olvide el tomate! - nuevamente se dirigió a la heladera metiendo la mitad de su cuerpo dentro de la misma para alcanzar su objetivo - ¿dónde rayos puso los tomates mi maestro? – se dijo cuándo un poco más a lo lejos pudo divisar esas esferas rojas - ahí están, ¡ash! no las alcanzo - mientras estiraba su brazo entre la comida - ya casi llego un poco más...-hasta que finalmente alcanzo la bolsa con los tomates.-¡qué bueno alcance los tomates! ahora ya puedo terminar mi súper sándwich - los puso junto al resto de los ingredientes, y comenzó la preparación.
5 minutos después...
-ya está - dijo colocando la otra mitad del pan sobre el jamón y los condimentos, terminando así un súper sándwich - ahora sí, lo llevare hasta la sala y mirare un rato la tele, pero me falta algo - mientras buscaba en su cabeza - ¡ya se! - Chitando sus dedos - me faltan las papitas! - se dirigió hacia la puerta de uno de los placares que se encontraba lleno de paquetes de LAYS, tomo uno y se lo llevo consigo.
Así se dirigió hacia la sala de estar donde había tres sillones muy grandes y cómodos color azul Francia y en medio de estos una delicada mesa de vidrio donde dejo el sándwich, las papas y la lata de Pepsi, se acomodó en uno de los sillones y prendió la tele dispuesta a acabar con ese enorme sándwich de un metro. Puso el plato con la comida sobre sus piernas, se relamió los labios golosamente y le dio un enorme mordisco al sándwich embarrándose la cara con kétchup. Mordió dos o tres veces más el sándwich cuando se alertó de pronto al sentir tres poderosos cosmos acercándose, cuando de repente…
-¿estas comiendo? - pregunto Milo algo confundido al llegar de un momento a otro a la sala de estar donde sintió el cosmo activo de su alumna.
-¿eh? - respondió esta con la boca llena de comida y la cara con kétchup, causando la sonora risa de los caballeros presentes.
-tenías hambre, ¿verdad hermanita? – preguntó Aioria acariciándole la cabeza, al tener la boca completamente llena la niña solo asintió varias veces.
-dime preciosa, ¿te despertaste por el escándalo que hicimos mientras nos estábamos preparando para salir con Aioria verdad? - le pregunto su maestro.
-no maestro, me desperté porque tenía un poquito de hambre - tragando la comida de su boca, señalando el enorme sándwich que tenía sobre sus piernas - no me despertaste con el ruido.
-solo un ¿"poquito"? - pregunto Afrodita al observar ese sándwich que serviría para alimentar el hambre de cincuenta mineros.
-Mi hermanita siempre ha tenido un buen apetito - dijo El león - por eso es la más fuerte, porque se alimenta bien -con orgullo.
-claro que es la más fuerte - dijo Afrodita - yo te vi pelear una vez y casi matas a tu oponente.
-¡Sí! - dijo parándose y adoptando una pose erguida y sacando pecho - ¡eso es porque la gran Lourdes es la mujer más fuerte de todo el santuario! - los otros tres solo la observaban atentos lo que decía la niña - ¡no hay nadie capaz de derrotarme! - poniendo sus puños a la altura de su rostro cual un boxeador - ¡soy la mejor peleadora y guerrera no solo del santuario - ahora usando su dedo índice para explicar mejor - ¡sino de todo el mundo!
(Aplausos, silbidos y palabras de aliento de los tres caballeros presentes).
-y...-se quedaron todos callados y la miraron.-el secreto de eso...-la miraron más de cerca.-..es porque puedo dominar mi cosmo!
-¡¿QUEEE?! - gritaron Aioria y Afrodita con los ojos abiertos desmesuradamente. La niña ante este horripilante grito de un salto fue a parar a los brazos de su maestro.
-No, no eso no puede ser posible, ¿quién rayos te dijo eso? - le pregunto Afrodita.
-me lo dijo el Patriarca.
-eso es imposible - dijo Aioria.
-tiene que haberlo dicho en chiste, eso es, un chiste.
-es seguro.-respondió el león.
-se equivocan - soltó Milo como si nada. Los otros lo miraron - ella puede dominar su cosmo - aun con ella en brazos.
-¿eh? - dijeron ambos al unísono.
-¡por Atena! - dijo poniendo su dedo índice en su cabeza - ¿por qué diablos creen que es tan fuerte? - pregunto como si eso fuera lo más fácil de adivinar.
-pe, pero eso solo lo podemos hacer los caballeros dorados - dijo afrodita con un tic nervioso en el ojo.
-se ve que no - respondió Milo con una enorme sonrisa.
-¿por qué no me lo dijeron antes? – Preguntó un ofendido Aioria - soy su hermano tengo todo el derecho a saber.
-no chilles, ya te lo íbamos a decir - respondió.
-es cierto hermanito! - dijo la niña - te lo pensaba contar para tu cumpleaños - dijo recordando - pero se me escapó.
-esa noticia me hace inmensamente feliz chiquita - dijo ahora cargándola el en sus brazos.
-aioria ¿te puedo preguntar algo? - le pregunto la niña muy esperanzada.
-dime hermanita - le respondió Aioria con ternura.
-¿tú crees que mi hermanito Aioros desde el cielo está feliz al saber que soy la más fuerte? - le pregunto inocentemente. Aioria quiso que no pero sí. Ver a su hermana menor preguntar por su hermano mayor lo entristecía, porqué aunque hayan pasado muchos años de su muerte, aun le dolía el recuerdo de su fallecido Aioros.
-si Lourdes - acariciándole la cabeza nuevamente - él ESTÁ muy feliz porque sabe que eres la más fuerte.
La dejo nuevamente en el sillón porque no quería que lo viera a la cara, tenía miedo de llorar y peor frente a su hermana y a sus amigos. Milo y Afrodita se dieron cuenta de que el león se había llenado de nostalgia y hasta un poco de dolor al recordar a su hermano. No sabían que hacer, así de simple.
N/A: solo quiero decirles que de a poco la historia será más interesante, ¡Sobre todo cuando los caballeros tengan que lidiar con su amigo que dentro de poco será un padre casi adolescente! ¡Gracias por leer y espero sus reviews!
