Prólogo:

Chrysalis se hallaba sentada en su trono, meditando sobre las decisiones que pudieran ayudar a salvar a sus súbditos. Era lo único que hacía, tras aquel fatídico día en Canterlot. Uno de sus guardias entro por la puerta, con una cara inexpresiva. Chrysalis se levanto molesta, cargando un rayo de energía en su cuerno.

-¡Tú! Os tengo dicho que no me molestéis menos que sea algo urgente. ¡Largo!

El rayo golpeo el suelo frente a él, esperando que se asustara y se marchara. Pero no reacciono. Simplemente se quedo mirando al vacío.

-¿Qué te ocurre?-pregunto ella acercándose, más curiosa que preocupada.-Respondeme o...

Chrysalis se quedo muda, al ver como de la garganta de su soldado salía una sangre verde, para que luego su cabeza acabara decapitada en el suelo.

-¡Guardias!-grito ella, pero nadie respondió.-¡Guardias!

Molesta, decidió salir al pasillo. Lo que vio solo podía ser descrito como un puñado de moscas después de ser aplastadas. Sus bien entrenados soldados yacían desmembrados, y los pocos que seguían con vida, le suplicaban que acabara con su sufrimiento. Ella no pudo evitar vomitar ante esta atroz escena, digna de Charles Ponyson.

-¿Q-Qué ha sido capaz de hacer esto?-dijo ella reincorporándose.

-Que no, quien.

Chrysalis se giro, para ver a uno de sus súbditos arrastrándose malherido hacia ella. Antes de que Chrysalis pudiese acercarse, una katan se clavo en el centro de su cráneo. Cuando la katana fue retirada, Chrysalis pudo contemplar la figura. Era una pony terrestre. Vestía un extraño traje rojo y negro, con dos fundas con dos katanas en su lomo. Su pelo era una crin rosa oscura, y lacia.

-¿Quién eres? ¿Te envía Celestia?-dijo Crhysalis poniéndose en guardia.

-Oh, Chrysi. Se que no tuvimos mucho tiempo para conocernos, ¿pero como es posible que te hayas olvidado de mí?-dijo la figura, sonriendo tras su máscara.

-Esa voz, la he oído antes. Tú eres una de esas amigas de Twilight Sparkle. Te nombre dama de honor. Eres Pin.. Pin..

-Pinkamena Diane Pie, pero puedes llamarme Pinkie, como hacen todos.

-¿Tú has provocado esto? ¿Tú has matado a mis súbditos?-dijo Chrysalis cargando energía en su cuerno.

-Sí, y a todos alrededor del poblado. Incluso a los niños. Pero créeme, si tu supieras lo que yo se, harías lo mismo.-dijo con un tono de tristeza.

-¡Basta!

Chrysalis lanzó un rayo, dejando un humeante cráter donde estaba Pinkie antes. Ella simplemente se acerco, miro el hueco en el suelo con odio, y se dio la vuelta.

-Eso na ha sido muy amable, Chrysi. Creía que eramos amigas.

Chrysalis se giro, para ver a Pinkie en el otro lado del pasillo.

-¿Cómo has llegado tan deprisa a ahí?-pregunto Chrysalis sorprendida.

-Lo siento, pero le prometí a mi nuevo amigo que no te lo diría. Y una promesa Pinkie...

-¡Cállate!-Chrysalis lanzó otro rayo, pero Pinkie lo esquivo gracias a su Pinkie sentido.

La pelea duro así durante tres horas, hasta que Chrysalis lanzó un último rayo, y cayo completamente exhausta.

-¿Qué me ocurre? ¿Porque estoy tan..?

-¿Cansada? Verás, Chrysi. Llevas mucho tiempo sin comer, y has gastado toda la energía que te quedaba atacándome.

Pinkie saco una de las katanas de su lomo, sujetándola con su pezuña derecha.

-No por favor, clemencia.-dijo Chrysalis arrastrándose lejos de ella temblando de terror.

-Chrysi, créeme. Si ahora te dejara vivir, dentro de poco suplicarías que te hubiera matado.-dijo Pinkie levantando su katana por encima de su cabeza.


-¡Aaaah!

Spike se cayo de su cama debido al grito. Era la voz de Twilight, y provenía de la entrada. No dudo en empezar a correr hacía allí.

-¡Twilight! , ¿estás bien?

Spike la halló temblando, mirando a la puerta abierta.

-¿Twilight?

Spike se acerco a ella, y miro a la puerta abierta. Lo que vio le dejo en shock. Colgando de una rama del árbol, se hallaba el cuerpo de Chysalis, completamente desangrado, con toda ella formando un charco en el suelo bajo ella.


Pinkie se hallaba en una cueva, recordando lo que su amigo le había dicho.

"Tienes que hacerlo. Créeme, mi mundo también era muy parecido a este. Pero entonces para mantener su atención más tiempo, os harán sufrir de formas inimaginables. Debes hacerlo, y ahorrarle a todos los que quieres todo el sufrimiento que les espera.*

Pinkie dejo sus pensamientos, y se preparó afilando sus katanas.