Hola! Aqui os traigo una historia nueva, los personajes de Naruto no me pertenecen pero la historia si asi que espero que os guste. Marcy

Capítulo 1: La llegada

Verano de 2014. Ya no se podía hacer nada. La Mansión Hyuga estaba repleta de gente que andaba de un punto a otro. Entre todo ese desorden, un hombre de pelo largo y serios ojos blancos andaba con tranquilidad, aunque su interior no estaba en tanta calma como aparentaba.

Flash-back:

-Señor, los ancianos están aquí-aviso Ko al ver al Hyuga pasar. El asintió y entró en la casa. Andaba lento, y es que en verdad, no tenía prisa por llegar. Finalmente abrió la puerta y entró en la sala de reuniones. Unos ancianos lo esperaban ya allí.

El poseedor de los ojos tan extraños se quedó callado, mientras uno de los ancianos empezaba a hablar.

-Hiashi, el consejo ha tomado ya una decisión.-dijo- pronto cumplira los 18 años.-silencio- No puede seguir allí, la situación no puede seguir así.-el anciano al ver que el hombre no contestaba suspiro y volvió a abrir la boca-tiene que aprender.

-Esta estudiando en la mejor institución-habló por primera vez desde que entró en aquella sala Hiashi.

-No dudamos de aquello, pero tiene que aprender aquí, ahora y contigo.

Fin flash-back

La gente llevaba rápidamente los muebles a una habitación bastante grande, pero completamente vacía. Hiashi abrió la puerta de la terraza y salió al jardín delantero.

Aeropuerto de Tokyo:

-El vuelo Tokio-Italia partirá pronto en la puerta 3, repito el vuelo Tokyo-Italia partirá pronto a la puerta 3-la voz de una mujer resonó por todos los altavoces del aeropuerto.- la voz de una mujer resonó por todos los altavoces del aeropuerto.

Una chica, de todas las que había, se intentaba meter en el papel de ''una más'' pero aquello era difícil, no lograba ni siquiera abrirse paso entre la multitud. La empujaban y le habían tirado las maletas mas de una vez. Llevaba esperando más de 2 horas, y había decidido salir sola al darse cuenta que nadie vendría a por ella.

Miraba confundida de un sitio a otro, buscando una salida entre tanta gente, que sus ojos al encontrarse con los ojos del que había dejado de buscar, no pudo más que pararse, haciendo que alguien la empujara. El responsable iba en sentido contrario, y parecía muy apresurado. La morena al ser empujada tropezó con la maleta de alguien, haciéndola caer, llevándose consigo la maleta causante. Tenía la cabeza bajada pero sentía las miradas en ó un poco la cabeza al sentir que tiraban de algo debajo de ella. Un chico rubio de pelo largo le ofrecía la mano, mientras que otro chico a su lado tiraba de la maleta con la que había tropezado. Ella miró la mano extendida. Llevaba un tatuaje de una boca en la palma. Algo extrañada la cogió con temor, por lo real que parecía.

Escucho un bufido, y vio al moreno que ya había levantado la maleta, alejarse, seguido por el rubio después de sonreírle por última vez a la morena. Ella ya levantada y algo confundida, miró a su alrededor y pudo ver que ya no había tanta gente. Volvió a buscar con la mirada lo que antes provocó todo aquello, aunque claro, ella no lo culpaba a él, ni siquiera culpaba al moreno que la había tirado y se había ido molesto y sin decir nada. Entonces lo volvió a encontrar. Llevaba el pelo largo y castaño y una expresión seria con unos ojos blancos muy parecidos a los de ella. Cuando el la vio sonrió, y aquello fue suficiente para que la chica sonrió y se acercara a él.

-Hinata-sama-dijo el mientras la abrazaba-me alegra volver a verla, esperaste mucho?

-Yo igual me alegro de volver a verlo, Neji-san-dijo ella tímidamente mientras correspondía al abrazo. En los últimos años, se sentía por fin querida.

Hiashi Hyuga observaba desde el jardín como el coche rojo de su sobrino aparcaba delante de la mansión. Lo vio bajarse y apresurarse a abrir la puerta delantera del copiloto. Había hecho lo posible para que Neji estuviera ocupado, pero para su sorpresa, el chico había acabado todo el trabajo mucho más rápido que de costumbre. Nada más abrir la puerta, pudo observar a una chica de un metro 68 aproximadamente, con el pelo largo de un color negro-azulado.

Lo llevaba recogido en una coleta alta dejando suelto un largo mechón por cada lado, y su característico flequillo recto que le tapaba la frente. Su cara no había cambiado mucho, de hecho, ahora, después de tanto tiempo el golpe parecía más fuerte, y las imágenes del pasado lo atormentaban. Miro por última vez a Hinata Hyuga, su hija mayor, y luego se adentró en la casa, mientras intentaba eliminar una triste sonrisa.

Arriba, una chica adolescente de pelo castaño, observaba por la ventana como una peliazul se adentraba en la casa. Tenía un leve recuerdo de ella, y un sentimiento extraño se apoderó de ella. Eran ganas de salir y abrazar a aquella chica, pero rápidamente escondió el sentimiento en aquel rincón de su alma que no dejaba fuera y se alejó de la ventana para seguir con el trabajo que su padre le había mandado, esta vez mucho más que de costumbre. No quiso seguir pensando en aquello, al fin y al cabo era una Hyuga, Hanabi Hyuga.

OTRO LUGAR:

-Fuiste muy borde-dijo el rubio

-venga ya Deidara, no empieces

-Y sigues siendo borde.-siguió el hablando mientras ignoraba al moreno sentado a su lado.

-Por su culpa perdimos el avión, mejor dicho por vuestra culpa.

-Pero pudimos coger otro.-argumento el rubio. Sasuke suspiro, claro había conseguido otro vuelo, pero no gracias al rubio, no fue él quien tuvo que coquetear con la casera. Y aun así llegaron tarde.

-Recuerdame una vez mas que hago viajando contigo?-pregunto el chico mirando al rubio mientras apretaba la mandíbula.

-Te recuerdo que tenemos que firmar ese acuerdo.

-Y recuerdame por que me siento contigo?-siguió el preguntando mientras intentaba controlar las ganas de pegar a su ''socio amigo''

El rubio no paraba de hablar sobre la chica torpe de antes. Llegaban tarde por culpa del rubio, por lo que Sasuke se dio prisa, choco contra alguien, pero siguió su camino seguido por Deidara que llevaba una maleta. La chica,poseedora de un ''gran'' equilibrio, cayó al tropezar con la maleta de su amigo. Este se paro y la ayudó mientras el se dio la vuelta y cogió la maleta. La observo un poco, era bastante distinta de las chicas que había visto, y no sólo por sus ojos, para él esos ojos ya no le parecían extraños. Bufo y siguió andando, seguido por su amigo. Y allí estaban de camino a Italia mientras su compañero, o socio, llamarlo como querais, no paraba de hablar sobre aquello. Suspiro y disimuladamente se puso los auriculares y se dispuso a mirar por la ventana del avión mientras apoyaba su mejilla en su mano.

Este es un capitulo corto ya que es como lo dice el titulo, la llegada. Mi pronto el proximo capitulo, besos Marcy