Ni Once Upon A Time, ni sus personajes me pertenecen. Esta historia ha sido escrita con el único fin de entretener a sus fieles lectores, así como para el propio disfrute de su escritora.

EL DIARIO DE LA REINA

Capítulo 1.

Y aquí me encuentro, una vez más despojada de todo aquello que amo, con el corazón hecho pedazos y sola para variar, en medio de este bosque que aunque debería ser mi hogar, ahora mismo se ha convertido en mi prisión. La verdad dudo que escribir todo esto sirva de algo, sin embargo es la única manera que encuentro para desahogar todo este dolor q me consume desde adentro, no quiero hablar con nadie, no quiero estar cerca de nadie, solo anhelo con cada resquicio de mi alma volverlo a ver, volver a abrazar a mi amado príncipe... Pero se bien q eso jamás sucederá, una vez más solo resuenan en mi mente las últimas palabras de Gold, palabras con las que ahora mismo me siento completamente identificada, "Los villanos no tienen finales felices"...

Absorta en sus recuerdos se encontraba una melancólica Regina, con sus ojos enrojecidos e hinchados, con sus mejillas bañadas en lágrimas, plasmando su profundo dolor por medio de una pluma en un elegante diario. Por su mente iban y venían memorias de días felices, de dulces sonrisas, de abrazos y desayunos, de juegos, de historias, de noches en vela con su pequeño enfermo, de besos capaces de curar los raspones de rodillas, de regaños y reprensiones que le habían dolido más a ella que a su niño adorado... Una década de recuerdos pasaron por su mente en cuestión de tan solo segundos, y volvían en oleadas una y otra vez, haciendo que su llanto se acentuara y que su pluma volviera a aquel diario que sostenía firmemente entre sus manos...

Desde el mismo día en que lo tome en brazos todo cambio, el vacío que había sentido por casi 20 años simplemente desapareció, a pesar de su llanto incesante, me hacía feliz tener a ese dulce ángel que llego a poner luz donde antes solo habitaba la oscuridad... Poco a poco fui aprendiendo a ser una madre, a conocerlo, a educarlo y con cada segundo que pasaba solo lo amaba mucho más... Y así fueron pasando los meses y con ellos los años, mi bebe hermoso crecía y se convertía en un valiente caballerito, el más dulce e inteligente de todos y con un sentido de la intuición que no dejaba de sorprenderme... Su pequeña cabecita empezaba a llenarse de ideas, el comenzaba a notar las diferencias, las anomalías del mundo que yo había creado con mis objetivos de venganza, y aunque trate por todos los medios de sacar esos pensamientos de su mente, jamás pude conseguirlo... Y bueno, era de esperarse, tal vez el no había salido de mi vientre, pero si algo había heredado de mi era esa terquedad que no le permitía simplemente dejarlo pasar...

Una sonrisa tomo por sorpresa sus labios mientras escribía ese último pensamiento, suspiro profundamente y continúo con su relato.

Las cosas empezaron a ponerse algo difíciles con mi hombrecito, se volvía distante, y con frecuencia se revelaba, yo no comprendía lo que estaba sucediendo, pensé que eran cosas de la edad, una etapa tal vez, busque ayuda, una terapia, pero nada parecía tranquilizar sus ánimos, equivocadamente solo lo deje estar, hasta aquel día en que sentí que mi alma me había sido arrancada del cuerpo... Mi adorado principito había desaparecido...

Regina cerro sus ojos por un momento y sintió un escalofrió recorrerla al recordar la preocupación casi insoportable que había sentido el día que Henry escapó de Storybrooke para buscar a su madre biológica. Abrió sus ojos, sacudió un poco su cabeza y continúo...

Entonces todo cambio, la noche llego y trajo con ella a mi pequeño de vuelta... Mi alma volvía a incorporarse con mi cuerpo, y envuelta en una nube de alivio al verlo, corrí a abrazarlo, tan solo para recibir un fuerte golpe cuando su rechazo fue evidente y unas pocas palabras bastaron para desarmarme, "He encontrado a mi verdadera madre" me dijo... Y ahí estaba ella, parada frente a mí. Sé que tan solo fueron segundos, pero yo los sentí como horas, solo pude contemplarla en completo estado de shock... Alta, rubia, ojos verde esmeralda, con su ropa totalmente informal y una expresión amable pero claramente confusa en su rostro, supe enseguida que sería un dolor de cabeza, un enorme y terriblemente atractivo dolor de cabeza...

Una inexplicable sonrisa se posaba en el rostro de la reina, hasta el momento en que tomo conciencia de lo que había escrito. En ese momento se sintió completamente desorientada. -¿Por qué demonios he escrito eso? Se preguntó. ¡Oh por Dios!, ¿Realmente pensé algo así?- Su mirada se perdió unos momentos en el horizonte, claramente confundida por aquel pensamiento que sin querer se había colado en su cabeza. Cerrando el diario volvía de golpe a la realidad. -Creo que ya ha sido suficiente por hoy- se dijo a si misma mientras guardaba la pluma en un extremo del adornado diario, a acto seguido movió sus manos haciendo que el objeto se esfumara. Se puso de pie sintiéndose algo mejor, pero aun con un nombre dando vueltas por su mente... Emma Swan...[1]

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