Lo prometido, lo estoy cumpliendo de a poco, aquí está el primer cap. Editado, corregí algunas faltas y esas cosas.
Los personajes no son míos si no que de la pinshi llama que me mata los personajes bueno eso disfruten y recomienden :*
Capítulo 1: "no quiero besar sapos"
Entado el año 1913, Woodrow Wilson ha sido escogido como el 28° presidente de los estados unidos, en una casa estaban escuchando atentamente, la historia que Carla Jaeger contaba a su pequeño hijo Eren y a la pequeña Petra Ral, mientras terminaba los detalles del nuevo vestido de la ojimiel; Carla era la costurera personal de los Ral, como su esposo trabajaba muy duro todos los días debía llevar a su hijo con ella, confeccionaba todos los vestidos de Petra los cuales la mayoría de las veces la pequeña simplemente obligaba a Eren usarlos, ambos juagaban a las princesas, lo que al castaño no le disgustaba tanto, lo único que le molestaba era el hecho de llevar vestido, ese día como cada Petra pidió a Carla les contara la vieja historia de la princesa y el sapo, tanto Eren como Petra oían encantados, la más emocionada era la chica, pues quería que algún día un príncipe le tomara como esposa, en cambio el castaño, y bueno Eren es Eren, independientes, o eso decía, lo que menos quería era un príncipe que lo defendiera, suficiente tenía con su prima Mikasa.
-y así la princesa beso al sapo y este se convirtió en un apuesto y gallardo príncipe-concluyo Carla.
-qué lindo-suspiro la pequeña Petra- ¿no crees Eren? ¿Eren? -miro a castaño que poseía una expresión de asco.
-sí, pero me da asco la idea de besar un sapo, por más que se convierta en un príncipe-respondió sacando la lengua en señal de desagrado
-que aburrido eres, a mí no me importaría besar todos los sapos del mundo por si alguno resulta ser mi príncipe azul-agrego Petra
Carla miraba fascinada como ambos niños discutían sobre besar sapos, una vez hecha la última puntada con la aguja a mujer de ojos dorados dio termino a su jornada, salió de la mansión Ral, llevo a eren directo a casa, donde esperarían como cada día a Grisha, el padre de Eren, el cual trabajaba como médico cirujano en la milicia y cada día llegaba agotado, a pesar de eso todos los días preparaba para su esposa y su hijo sus especiales roscas azucaradas, el peli castaño desde que tenía memoria soñaba con abrir un restaurante llamado Eren's Place.
Un día la tragedia arruino sus sueños, su padre fue llamado al frente para apoyar a la milicia que peleaba por su país, un día mientras servía en la carpa hospital el ejercito enemigo, llevándose consigo a Grisha y los padres de Mikasa; Desde entonces Carla continuo como costurera para los Ral y así sacar adelante a su hijo y Mikasa, hija de su hermana fallecida junto a su esposo y cuñado.
Con el pasar de los años Eren continuo con su sueño y el de su padre, cumplido los 15 años entro a trabajar de camarero junto a su prima Mikasa, dejando de lado su diversión por cumplir aquel sueño, su salario no alcanzaba para cubrir la primera parte de la escritura del lugar en el cual quería colocar su restaurant.
Bajo el mismo cielo pero en un lugar alejado, existía el reconocido reino de Maldonia, donde vivía un príncipe junto a sus padres, este príncipe era estricto y vicioso, en pocas palabras, le obsesionaba la limpieza, a pesar de su baja estatura, era codiciado por las mujeres del reino y el mundo, su cabello negro hacia juego con ese par de orbes grises faltos de expresividad, su piel eran tan blanca que con solo salir al exterior dejaba ciego a todo el que lo miraba y los aviones lo tomaban como señal de aeropuerto, ok no, pero si, su piel era clara,
-Levi, es hora de que valores todo lo que se te da-dijo la reina, tratando de sonar molesta
-hijo tus excesos son altos, has visto la cantidad de dinero que gastas en tus productos de limpieza, es hora de busques un trabajo-agrego el rey
-tsk, si es eso lo único que tienen que decir me largo-respondió el pelinegro-si es la única opción-
-lo otro es que contraigas matrimonio-repuso la reina
-todo menos eso, debería enseñarle como limpiar mi colección de escobas, ah y ni decir de cómo hacer los que haceres del hogar, mejor me largo-eso pensaba el, pero el destino y yo le tenemos preparada otra cosa-Auruo prepara tus cosas nos vamos esta misma noche a estados unidos-ordeno
-sí, mi señor-respondió el criado
Así el príncipe Levi Ackerman emprendió viaje hasta tierras lejanas y la noticia de su arribo no se hizo esperar, pronto corrió el rumor de su llegada a new Orleans, la chismosa que esparció el rumor no tiene vida, las jóvenes aristócratas estaban encantadas y peleaban entre ellas para ver quien se quedaba con tan apuesto príncipe; pero no solo las jóvenes se encontraban ansiosas por su llegada, malvado cejotas que también era medico brujo, alias Dr. Erwin Smith, estaba interesado en la fortuna de los Ral, tenía planeado algo muy macabro y cruel para Levi, solo esperaba poder convencer al sirviente que se suponía era fiel al príncipe, digo supongamos, porque así fiel, fiel que digamos no era, se le uniera y sabia como persuadirlo muy bien.
Junto con la mañana llego el príncipe al puerto, una gran algarabía se formó frente a él, deslumbro con su talento musical, interpretando una alegre melodía con el violín, su rostro serio y amargado era lo que más atraía a las jóvenes, hasta que esa mirada seria se detuvo frente a la mirada color miel de una joven que ahí se encontraba, cabello castaño claro, la melena le sentaba bien y la piel blanca no parecía haber sido tocada por ningún rayo de sol, pero eso no le importaba, en cuanto le vio bien la reconoció inmediatamente, era nada más ni nada menos que Petra Ral, una joven aristócrata además de bella, multimillonaria, el solo hecho de pensar que es lo que haría, le hizo tragarse su orgullo, ya que no estaba dispuesto a rendirle cuentas a ningún bastardo que quisiese mandarlo y mucho menos prohibirle comprar mr. Musculo, se acercó a la joven la cual quedo anonadada por tal presencia, la reverencio y dijo:
-Buenos días señorita-saludo cortésmente, besando el dorso de la mano de la joven
-bu-buenos días-respondió esta sonrojada, casi inmóvil por lo que el amargado había hecho
-¿me permitiría saber su nombre?-pregunto con la misma expresión seria
-Petra Ral, mucho gusto-respondió algo más calmada
-entonces es un placer Srta. Ral, yo soy Levi Ackerman, príncipe de Maldonia-agrego haciendo una leve reverencia
-oh!, príncipe, es un placer-fingió sorpresa-dado su reciente llegada quisiera invitarle a que valla a nuestra fiesta anual de disfraces, aquí le dejo la invitación-le entrego la invitación.
-con gusto iré, si es para volver a ver su bello rostro-mintió, jamás había dicho algo así y se juró a sí mismo no volver a hacerlo-entonces hasta la noche-se despido con otro delicado beso en la mano de la joven.
En un callejón cercano se encontraba mirando aquella escena, el Dr. Smith sus planes iban más rápido de lo que esperaba, ahora solo le quedaba persuadir, al sirviente, le siguió muy de cerca, hasta que por fin lo atrapo en un callejón sin salida.
-oh! Querido Auruo, por fin logro encontrarte-dijo saliendo de las sombras
-¿qui-quién es usted?-pregunto cobardemente
-no te asustes, yo soy el Dr. Smith, brujo local, machopechopeludoalfaamantedeeren y vengo a proponerte algo que cambiara para siempre tu vida-respondió
-¿sí? Lo escucho-lo miro atentamente
-¿estás cansado del trato, el ser un simple sirviente y seguir a tan arrogante príncipe?-pregunto Smith
-sí, si vamos al punto-respondió Auruo
-te propongo ocupes el lugar del tan amado príncipe Levi y así conquistar a la Srta. Ral, y juntos nos adueñaremos de tan jugosa fortuna-le propuso
-¿y qué debo hacer?
-esto es lo que haremos…..-continuo explicándole
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Por otro lado se encontraban Eren y Petra hablando sobre lo acontecido por la mañana, Petra parecía emocionada, en cambio Eren solo se limitó a asentir, de forma algo desinteresada, pues estaba muy ocupado contando el total de las propinas del día, las cuales no eran muchas y eso le desmotivaba un poco, aún estaba muy lejos de su sueño, pretendía dejar hasta ahí su conversa matutina con Petra, la cual le dio un toque emocionante a su día, o eso quería que su amiga pensara, de pronto la joven Ral se acercó al castaño y susurro algo en su oído, todo bajo la atenta y acosadora mirada de la pelinegra, tan sorprendente era lo que la joven le dijo, que abrazo a Mikasa, cosa que no hacia tan frecuentemente.
-Eren, necesito que prepares las roscas azucaradas que hacía tu padre, a ti se te dan mejor-dijo Petra mirando fijamente a Eren, para que este no le dijera NO mientras o abrazaba fuertemente.
-pero Petra, no puedo mañana tengo doble turno y no puedo dormirme tarde-respondió asustado y preocupado por el bienestar de su amiga, ay que su prima estaba al borde del colapso de ira
-suéltalo-susurraba Mikasa.
-te pagare lo que tú quieras, tú sabes que el dinero no es problema para mí-dijo mirando a su padre- ¿padre puedes darme dinero para pagar a Eren? -
- ¿cómo decirle no a mi preciosa hija? -dijo el Sr. Ral
-ten Eren-le paso mientras este miraba estupefacto
-Khé!?, con esto basta para comprar el edificio en que quiero abrir mi restaurante-se dijo a sí mismo-cuenta conmigo, hare lo que tú me pidas-valla que cometió un error, haría todo lo que ella le pidiera, quiso retractarse, pero ya había dado su palabra y no podía negarlo.
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Auruo llevo al príncipe al lugar donde vivía Smith, el Ackerman algo sospechaba, su instinto limpio le decía que aquel sucio lugar solo le traería problemas, de la nada apareció Erwin, que miraba atentamente al oji gris, lo rodeo con una especia desconocida, comenzó a danzar en círculos alrededor de Levi, una especie de humo negro rodeo al príncipe, lo cual lo molesto, no sabía lo que le hacían, solo sentía que cada vez se hacía más pequeño de lo que era, aquel brujo fabrico una especie e amuleto vudú, la sangre del príncipe se contenía en aquel objeto que parecía a simple vista un collar exótico, el cual fue puesto alrededor del cuello de Auruo, el mismo humo rodeo al sirviente transformándolo de pies a cabeza en el príncipe Levi, el cual aún se encontraba algo aturdido, más fue su sorpresa cuando se dio cuenta de que lo habían transformado en un pegajoso, escurridizo y asqueroso sapo, a él, el gran Levi Ackerman, no solo hirieron su orgullo, también rompieron con su moral higiénica.
-malditos hijos de p*t*-maldijo a los individuos que le miraban encantados-y tu Auruo espera que me recupere, date por muerto-
-pero que ternura, sepa que ya no me da miedo en lo absoluto, después de esta noche seré dueño de la fortuna de los Ral-
-eso no es lo que me importa-esto los sorprendió-pero que mierda tenías en la cabeza al convertirme en un sucio y asqueroso sapo, existiendo otros animales más limpios que este -
-aun estando así sigue siendo un maniático de la limpieza-rio
-Auruo atrápalo y mételo en esta caja-ordeno Smith
-no te atrevas a tocarme un solo centímetro de este asqueroso cuerpo-amenazo
Auruo no hizo caso a la amenaza y ágilmente Levi golpeo tanto a Erwin como a Auruo logrando así una triunfal salida por la ventana, pero como no todo es perfecto su salida triunfal se vio opacada, ya que una de sus largas patas se enredó con el marco de la ventana, pero debía admitir que su nuevo tamaño le daba mayor movilidad, pero aun así era muy asqueroso para él y rompió toda regla higiénica que él podía conocer, huyo lo más lejos que pudo para que ese par no lo encontrara ni lo tirara en un charco sucio, el solo pensarlo le daba pavor.
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Llegada la noche las luces y los disfraces que portaban los invitados llenaban de la alegría la mansión Ral, Eren por la tarde hablo con el propietario de un lugar abandonado, el cual gustoso acepto la oferta del muchacho, lo cual le motivaba más a cocinar lo que su padre le enseño, sus roscas azucaradas causaron furor, entre los invitados, cuando ya vio que se acabaron decidió retirarse, pero accidentalmente uno de los invitador vertió su bebida sobre el pobre de Eren, Petra al verlo le ayudo, algo no le cuadraba y le hizo temer, el + ropa mojada + Petra preocupada = vestido cuando quiso correr se dio cuenta de que Petra hábilmente ya la había puesto un vestido verde agua que combinaba bien con sus ojos verde azulados, sus rasgos finos, casi femeninos, le hacían pasar inadvertido, en el momento en que iba bajando hasta el lugar donde debía encontrarse con Petra oyó hablar al propietario del lugar donde pondría su restaurante, recibiendo gratamente una oferta más grande que la suya, eso le entristeció, tanto que volvió hasta la habitación de Petra, cerró la puerta tras de sí y se dejó caer en ella posando su espalda sobre esta, con el dorso de su mano seco sus ojos llorosos, miro hasta el balcón, con dificultad se paró y se asomó por este la pista de baile, donde se encontraba su amiga bailando con el príncipe, el cual parecía algo torpe pues se mordió varias veces la lengua, luego miro al cielo y vio una estrella fugaz, a la cual pidió una ayudadita con su sueño, cerro sus ojos, no por la magia del momento, sino que la barba del corset le estaba matando y dejando sin aire, un pequeño ruido le hizo salir de su tortura, se asustó mucho, pues pensó que se trataba de algún pervertido que lo confundió con una frágil señorita, otra vez se escuchó ese ruido, pero su duda había sido aclarada no era una persona, era un simple sapito que tenía cara de malhumorado.
- si solo se trata de un sapo-dijo algo más aliviado- ¿Qué haces aquí pequeñín? ¿también te han desilusionado? -
-disculpe señorita, ¿a quién trata de sapo y con esa cara de asco? -preguntó
-pero ¿que…? -casi se desmaya
-sí, si oh un sapo que habla, que gran novedad-se burló-basta de juegos, ¿es usted una princesa? -
-no, yo no soy lo que piensa-respondió aun asombrado
-no tengo tiempo, me presento soy el príncipe Levi Ackerman y requiero de un beso suyo querida princesa, aunque este un poco fea pero igual sirve-dijo de forma rápida
-a quien llama usted fea además yo no….-otra vez no alcanzo a terminar
-vamos señorita, no me va a decir que no ha oído de mí, ese imbécil que esta abajo es mi sirviente, me traiciono el muy bastardo, os ruego me deis un beso para romper el hechizo de ese loco brujo Smith-volvió a decir
-….-no respondió
-o ¿acaso nunca ha oído la historia del príncipe sapo? Créame señorita mi caso es muy parecido-agrego con voz más fría
-ni soy señorita, ni lo beso, el solo hecho de tener que besar un sapo me da asco-respondió algo molesto, si de por si este le trataba como mujer, quería que lo besara, deberás que estaba loco.
-bueno señora, me besa o la beso-dijo ya molesto y con una expresión más seria
-ya le dije que no soy ni señorita, ni señora, y me da asco besar sapos gruñones-respondió el castaño-yo soy hombre ¿que acaso está ciego? Mi amiga me ha prestado su ropa, ya que la mía ha quedado estropeada-
- ¿y por qué los tacones? -pregunto con una ceja azada
-tenía que combinar ¿no?
-en fin, me da lo mismo si es niño, niña, señora o señorita bésame de una buena vez-poco le importo que el joven llevara vestido.
-ya le dije que no-
- ¿qué crees que para mí es agradable ser un sapo, es poco higiénico, además de tener que besar a alguien que no sé si es hombre o no? ¿Dime eres travesti? -pregunto el sapito pelinegro
-no, no, no y no, además el que yo lleve vestido ya se lo he explicado-se negó aún más a la idea de besarlo.
Sin duda el joven resultó ser un dolor de cabeza, pero como dé lugar haría que este le besara.
Continuará….
