Los personajes de esta historia NO me pertenecen a mí. Yo solo juego con ellos porque me encanta. Me encanta Gorillaz. Amo Gorillaz. Gorillaz, Gorillaz, Gorillaz... Ok, creo que me emocioné. Debe ser el café.
Se preguntarán... ¿Por qué "En la Colina Melancolía"? Simplemente, porque amo la canción "On Melancholly Hill" La letra es hermosa, la canción también. Es algo romántica, en fin. La amo. Y se la dedico a esta historia.
Recuerden, es un Univervo Alterno, es todo inventado. Las edades no concuerdan con las reales, Noodle tiene 21, 2D tiene 25, Murdoc 35 y Russell 28.
Capítulo uno
¿Casualidad o destino?
"¡No quiero volver a verte aquí, nunca más!" Charles Black, el dueño de la casa en la que Noodle alquilaba lanzó las maletas de ésta hacia la fría, lluviosa y oscura intemperie.
"¡Un mes más, por favor!" se arrodilló en el pavimento "¡Conseguiré el trabajo y pagaré la renta, lo juro!" rogó entre sollozos.
"Lo mismo dijiste la última vez… ¡Y la anterior! Ya no te creo, vete antes de que llame a la policía" Cerró dando un portazo en la cara de la nipona.
"¡Mierda!" gritó. La lluvia mojaba su rostro junto con las lágrimas, y su ropa comenzaba a empaparse.
Dando un estornudo tomó sus dos grandes maletas y se levantó con dificultad. Su cabeza le dolía, su cuerpo temblaba de frío.
No puede ser peor, NO DEBE…
Pensó esto, dio dos escasos pasos y una camioneta pasó rápidamente a su lado empapándola de agua sucia.
"¡MALDITO HIJO DE…!" Dio un golpe lleno de rabia a una papelera, haciendo que su dedo gordo doliera.
"Rayos" susurró con bronca mientras masajeaba su dedo.
Un techo. Necesito encontrar un maldito techo por lo menos esta noche…
Y así, con su dedo dolorido y cubierta de agua sucia caminó por las calles de la cuidad. No tenía dinero para pagar un motel, así que no le quedaba otra que dormir en un callejón. En un sucio y oscuro callejón.
Fue en medio de estos pensamientos cuando comenzó a sentirse incómoda. Tenía esa extraña sensación que uno siente cuando la están siguiendo de cerca…
Se dio la vuelta rápidamente, pero lo único que logró divisar fueron dos figuras humanas a una cuadra y media. Continuó caminando más rápido.
"Dios, por favor…" murmuró con los ojos cerrados. "Un callejón, lo que sea… por favor"
Así caminó una cuadra, nerviosa, repitiéndose una y otra vez; No mires atrás, no mires atrás…
Hasta que lo hizo. Mala idea.
Ahí estaban… dos tipos se acercaban a ella mirándola fijamente. Noodle volvió a darse la vuelta y caminar más rápidamente.
"¡Hey, tú!" gritó uno de ellos. No los miró, solo se dedicó a seguir caminando.
"¡Eh, te estamos hablando a ti!"
Su corazón no dejaba de golpear fuertemente en su pecho. No necesitaba más desgracias esa noche.
De pronto, alguien la tomó del hombro por la espalda y la giró bruscamente. Noodle gritó, pero rápidamente le taparon la boca.
"No grites, no hagas nada que no te digamos a menos que quieras esto…" le mostró una navaja de plata" en tu estómago, ¿Quedó claro?"
Ella solo se limitó a asentir aterrorizada. Noodle sintió que era el fin, no quería saber nada más de su vida…
Los hombres tomaron las maletas con agilidad. El que tenía la navaja la rozó en su estómago, haciéndola emitir un grito que fue ahogado por la mano que tapaba su boca.
Así, la soltaron bruscamente, tirándola en el duro pavimento y corriendo con velocidad.
Noodle, sin levantarse, tocó su herida e intentó observar en la oscuridad. Sangraba bastante.
"¡HEY, QUE RAYOS ESTÁN…!" Un corpulento hombre de tez oscura se acercaba a zancadas a ella mientras miraba a los tipos que la habían robado. Pero era tarde, ya habían doblado la esquina y desaparecido.
"¡Mierda!" exclamó al ver a Noodle tirada en el suelo, sollozando y sobándose la herida. Se arrodilló ante ella y apartó su mano de la herida "Carajo, esos desgraciados te lastimaron…"
La voz del hombre comenzó a hacerse distante, y cayó en un desmayo instantáneamente…
"¡Mira, Murdoc! ¡Se está desperando!"
"No grites, idiota"
Un dolor agudo de cabeza. Confusión. Visión borrosa.
Noodle abrió lentamente los ojos y enseguida estrechó los ojos al recibir tanta luz.
"¿Dónde…?" comenzó a preguntar con voz ronca. "¿Dónde estoy?"
Un chico alto, de cabello azul y ojos completamente negros se acercó a ella para verla mejor. Noodle emitió un alarido y se alejó completamente asustada al darse cuenta que NO tenía ojos.
"¿¡Quién mierda eres y por qué no tienes ojos!" preguntó aterrorizada.
El rostro del chico se entristeció y se alejó sin emitir palabra.
"¡La vas a asustar, estúpido!" Le gritó otro hombre "Déjalo, luego te explicaremos. Soy Murdoc, mucho gusto…" Le extendió su mano. Noodle la miró seria, pero no la tocó.
"¿Dónde estoy?" preguntó con seriedad. Murdoc, sin moverse, miró hacia la puerta y gritó.
"¡Russel, ven rápido!"
"¿Quién es Russel? ¿Qué es todo esto?"
La herida en su estómago palpitó, haciéndola recordar todo de principio a fin. Instintivamente, llevó su mano hacia ella con una mueca de dolor.
"¡¿Te duele?" preguntó rápidamente el chico de cabello azul y se acercó con velocidad.
"Un poco…" murmuró, observándole un poco asustada por la reacción.
"Oh… Lo siento" se alejó nuevamente. Tenía pinta de no ser muy brillante.
"No la asustes, face-ache"
En ese momento, entró el mismo tipo que la había encontrado luego de que la robaran.
Ella sonrió ante el reconocimiento.
"¿Estás bien?" preguntó.
"Me duele la cabeza. Y mi herida…" hizo una mueca de dolor.
"Toma esto" le acercó una botella de agua y una pastilla para el dolor.
"Gracias. ¿Cómo te llamas?"
"Russell. Él es 2D" señaló al peliazul "Y él Murdoc"
"Si, ya me había dicho" tragó la pastilla con rapidez. "Soy Noodle"
"Mucho gusto" sonrió Russel "Siento mucho lo de anoche, ¿Te robaron algo de mucho valor…?"
Noodle suspiró entristecida "Sí. Me robaron todo lo que tenía, dos maletas"
"Lo siento mucho" susurró.
"¿Dónde vives?" preguntó Murdoc con curiosidad mientras encendía un cigarrillo.
"No tengo casa" miró sus manos con tristeza. "Ayer el dueño de donde alquilaba me echó por no pagar la renta"
"Vaya. Suena a mucha mierda junta" expulsó el aire mirando hacia arriba.
"Lo es…"
"¿Y no tienes a dónde ir…? Ya sabes, lo de algún familiar o algo" preguntó Russell.
"Mi familia vive en Japón"
"Oh."
"Sip. Una historia de mierda, pero ¿Qué le voy a hacer? Así es la vida. ¿Me das un cigarro?" preguntó a Murdoc. Éste le extendió la caja y tomó uno. Mientras lo encendía le echó una mirada al peliazul, que la observaba atentamente con rostro embobado.
¡Vamos Noodle, comienza con tu acto! Necesitas dónde vivir…
Si, así es como conseguía las cosas de vez en cuando, si se encontraba en alguna situación apretada…
Le dio una calada al cigarro y expulsó el humo con rapidez.
"Todo esto es basura" puso su mejor cara de cachorrito mojado "no tengo donde vivir…" dejó escapar un pequeño sollozo de su pecho.
2D enseguida reaccionó extendiendo su mano hacia ella con tristeza pero dejándola caer enseguida, como con miedo de asustarla.
Murdoc la miró incrédulo.
"Bien, bien. Te dejaremos vivir aquí si dejas ese acting tan patético, por amor a Satán" rodó los ojos.
"¡Oh, gracias! ¡Gracias, gracias, gra…!"
"No agradezcas tanto, no tienes ni dónde vivir. Tranquila" sonrió Russell. "Aquí vivimos todos juntos, nunca se incorporó una mujer… pero ésta puede ser la primera vez"
"¿Eso significa que no podré andar en bóxer por la casa? Dah, que vá, lo voy a hacer igual" interrumpió Murdoc.
Todos miraron a 2D en busca de aprobación.
"¿Q-qué…? ¡Ah! S-sí, no hay problema" tartamudeó incómodo.
Noodle sonrió alegre. Luego recordó que no tenía sus pertenencias…
"¡Diablos! Mis malditas cosas…" se golpeó la frente "Ésta es mi única ropa" señaló su vestimenta, entre ella la remera algo manchada con sangre.
"Oh, descuida, te prestaremos algo, déjame ver…" Russell buscó algo en su armario, pero toda la ropa era demasiado grande.
"Yo no presto mis malditas cosas, lo siento princesa" se disculpó alzando las manos, Murdoc. "Vayan a buscar algo al cuarto de 2D"
"Ah, sí" dijo éste, siempre tímido.
Russell salió de la habitación enseguida.
"Así que… Viven todos aquí, y… ¿En qué trabajan, y todo eso?" preguntó la nipona dándole otra calada a su cigarro.
"Música" Murdoc sonrió entre satánica y seductoramente "Tenemos una banda"
"¿Una banda?" preguntó Noodle bastante interesada. Ella tocaba muy bien la guitarra. Hacía un tiempo ella tenía una, pero la había empeñado para pagar la renta.
"Gorillaz. Ya te mostraremos algo"
"¡Genial! Amo la música. Toco la guitarra…"
"¿Me estás jodiendo?" preguntó un impresionado Murdoc "¡Un guitarrista es lo que nos falta!"
"¿Enserio? ¡Vaya casualidad! Pueden probarme, yo estoy dispuesta…"
"Claro que si, princesa. Cuando quieras" hizo una pausa "¿Casualidad? No creo en ellas. Destino" sonrió
"Creo que mi suerte comenzó a cambiar" suspiró Noodle. Y tenía razón, porque esto, era solo el comienzo...
