Estaba completamente desorientado, me dolía la cabeza y mirara a donde mirara solo veía oscuridad, frente a mí se extendía una larga plataforma blanca que conducía hacia una puerta de color azul oscuro, sin muchas opciones me acerque a la puerta, era un camino bastante largo, no parecía realmente que me acercara hacia la puerta, me pregunté bastante si estaba soñando, todo se sentía bastante real para ser un sueño.
Después de unos minutos finalmente estaba en frente de la puerta la abrí y entré, estaba ahora en un lugar bastante bien decorado, una habitación cubierta por un hermoso terciopelo azul, podía ver a un hombre bastante alto vistiendo un abrigo largo, llevaba un gorro que cubría parte de su largo cabello lacio, llevaba unas gafas negras se veía como un artista callejero, a un lado de el se encontraba sentado en un sillón un hombre de aspecto anciano, con una larga nariz y de ojos saltones, estaba sentado al filo del sillón juntando los dedos de sus manos frente a su cara, tenía una gran sonrisa la cual llegaba a ser un poco tétrica de momento.
-Bienvenido al cuarto del terciopelo.- Habló el anciano con una voz relajada.- Este lugar existe entre los sueños y la realidad, la mente y la materia, por favor toma asiento y presentate.- estiró la mano invitándome a sentarme
-Mi nombre es Arin Asano.- Dije mientras me sentaba
-Un gusto conocerlo señor Asano, mi nombre es Igor, junto a mi se encuentra uno de mis sirvientes que nos estará acompañando durante sus visitas, por favor preséntate.- dijo Igor refiriéndose al pintor
-No tengo un nombre, sin embargo todos me conocen como el artista demoníaco, será un placer trabajar con usted y sus futuros compañeros.- dijo el hombre
Después de presentarse el artista sacó un lienzo y unos pinceles, yo todavía me preguntaba si todo era un sueño.
-Por ahora solo seremos nosotros dos acompañándolo, pero con el tiempo mas de mis sirvientes vendrán a asistirlo en su aventura, seguro tiene muchas preguntas pero de momento me temo que no puedo responderlas todas, sin embargo le respondere una y para que no la malgaste le digo desde ya, que esto no es un sueño, ha sido elegido por mi maestro y yo lo traje a este lugar, solo de manera subconsciente, físicamente usted aún está durmiendo en su casa.- dicho eso Igor hizo silencio esperando mi pregunta.
Había muchas, ¿Quién era su maestro? ¿Por qué me eligió?¿Qué era esta aventura que menciono? Sin embargo pensé que esta última era más importante de momento, las demás podrían ser resueltas con el tiempo, así que sin pensarlo mucho más le pregunté por esa aventura, Igor volvió a mostrar su tétrica sonrisa como si hubiera estado ansioso de que preguntara eso y hablo.
-Bien, verá Sr. Asano, por muchos años ha habido una amenaza en su mundo, una que solo muy pocas personas están al tanto de ella, conoce el concepto que dice "Si algo existe, tendrá su opuesto, todo existe por un balance..."
-Si estoy al tanto mi ciudad está bastante influenciada por esa creencia.- Comente
-Perfecto.- Volvió a sonreír.- Hay un balance el cual es pocas veces mencionado, Personas y Sombras, cuando los humanos fueron creados se les entregó un don muy especial, un potencial oculto que solo unos pocos son capaces de despertar por su cuenta, los Personas.- Igor hizo una pausa antes de seguir
-Los Personas son entidades nacidas del interior de uno, es una manifestación sacada de la personalidad de los humanos, podría tomarme mi tiempo y explicar en detalle qué es un Persona y que es una Sombra, pero no fue su pregunta, y realmente creo que lo mejor será que lo experimente, es hora de que nuestro invitado despierte su potencial.- comentó mientras miraba al artista
El artista preparó su equipo y empezó a pintar mientras lo hacía de tanto en tanto me miraba fijamente
-Usted es un invitado muy interesante, su alma refleja muchas cosas, veo liderazgo y autodeterminación, confías en tus instintos, tienen la cualidad de poder evolucionar y autosostenerte por tus propios medios, sin embargo veo algo de falta de confianza y un conflicto interno, miedo a perder el control de tu vida, odias que las cosas escapen a tu control y te culpas si fallas por eso mismo, tú alma está guiada por…
El artista terminó su pintura mostrando lo que había pintado su lienzo, un hombre que parecía tener gran poder sentado en un trono a los lados de este había una espada y un escudo, Igor chasqueo los dedos y el lienzo empezó a brillar y se fue convirtiendo en una carta, que fue descendiendo hasta quedar en una de mis manos, ahora estaba enmarcada por unos bordes dorados y se podía apreciar los símbolos IV.
-El Emperador, hacía tiempo que no teníamos un invitado con ese arcano, tenga esa carta siempre cerca de usted, y cuando llegue el momento su Persona despertará, hasta entonces esperare con ansias nuestro próximo encuentro.
Dichas esas palabras el cuarto empezó a desaparecer y poco a poco todo se oscureció, y cuando menos me di cuenta estaba en mi casa, aún algo aturdido y medio dormido decidí bajar hasta el comedor, ahí me recibió mi abuelo.
-No puedo creerlo, has madrugado, mañana seguro estalla una tormenta.- comentó riendo mientras tomaba una taza de té
-Siempre hay una primera vez para todo.- le conteste mientras me dirigía a la cocina y empezaba a prepararme un café
-¿Por qué la cara de muerto?- me pregunto una vez me senté junto a el
-Yo puedo preguntarte lo mismo.- me reí
-Muy gracioso, mirando el lado bueno se que no es problema de mujeres porque te conozco, pero ya en serio, hoy te veo un poco más cansado de lo usual para estar recién despierto
-Estoy bien, tuve un sueño raro nada mas, dame unos minutos a que el café haga efecto y estaré con todas las energías.
Seguimos hablando por unos minutos, mi abuelo siempre ha sido una persona muy tradicional, como casi todas las personas que viven en Kanzaku respeta mucho las tradiciones y creencias, a veces es un poco pesado y más cuando se trata de algún objeto que traen a la tienda de antigüedades, y siempre soy el objetivo de sus quejas aún cuando es culpa de otro empleado, pero en el fondo se que me quiere y me respeta y se que cuando necesite algo puedo confiar en él, es muy sabio cuando se lo propone.
-En fin, me alegra que te despertaras temprano, así podemos hablar un poco más tranquilos sobre el trabajo.- Comentó mientras seguía con su taza de té
-No hay mucho que comentar realmente, han venido pocos vendedores así que es más fácil llevar un inventario y...- Mi abuelo me interrumpió
-No, no es sobre eso, bueno, en parte.- le dio un sorbo más a su té.- Verás, hace unos pocos minutos llegó una carta de un viejo amigo que ha estado buscando un objeto muy raro y antiguo para mi.- El abuelo entregó la carta y empecé a leerla.
"Estimado Sr Asano, se que ha pasado mucho tiempo desde mi última carta y aún mucho más desde la última vez que nos vimos, pero ha sido un largo viaje siguiendo pistas y rumores, llegó un punto en que pensé que esto no existía (pero no se preocupe no me rendí).
Lamento decirle que aunque lo encontre, resulta que solo es una pequeña pieza de un rompecabezas más grande, pero supongo que mientras busco el resto de las piezas podría tener este y ponerle un precio o tenerlo como trofeo, usted decidirá…
En fin, estaré esperando en el norte de la ciudad junto a la estatua de Genbu a partir de las 8:00.
Daichi Yoshimura"
-¿Daichi Yoshimura? ¿Lo conozco?- pregunté, su nombre me sonaba bastante
-Si, es probable que no lo recuerdes, eras muy pequeño, Daichi es un amigo de la familia, el y tú padre fueron amigos desde pequeños y fue uno de mis asistentes cuando era cazador de tesoros.- Comentó mientras terminaba su té
-Dirás "recolector", cuando dices "cazador" suena como si fueras ese arqueólogo de las películas americanas… ¡Indiana Jones!.- Empecé a reírme con fuerza
-¡MÁS RESPETO MOCOSO!- Con una gran velocidad el abuelo tomó su bastón y me dio un fuerte golpe en la cabeza.- En fin, hoy me siento de buen humor así que tomaré los dos turnos en la tienda, tú solo ve a buscar lo que Daichi encontró y tendrás el día libre.
¿Mocoso? tengo veinte, ya no soy un mocoso… Mejor no discutir al menos me está dando un día libre, seguimos hablando un rato más y luego el abuelo se levantó y se salió con dirección a la tienda de antigüedades, yo por mi parte volví a la cocina lave las tazas y puse a tostar unas rebanadas de pan para el desayuno de mi hermana Lía, ella bajó justo cuando termine.
-Buenos días...- Me saludo soltando un gran bostezo
-Y luego el abuelo dice que yo soy el que tiene el sueño pesado, ve despertandote que tienes que seguro Shidehara ya te está esperando.- comente mientras le entregaba su desayuno
-Bueno, siempre he sido la pequeña princesa del abuelo… Y por Kami no te preocupes, ella seguro aún está durmiendo.- dijo mientras le daba un mordisco al pan.
Lía es mi hermana menor, tiene diecisiete años y no se equivoca al decir que es la pequeña princesa del abuelo, y no es porque actúa como una (que si lo hace a veces), simplemente ella es más dedicada en lo que hace, es inteligente, responsable y algunos dicen adorable y bonita (pero esas personas luego responden ante mí y no vuelven a fastidiar cerca de casa), también tengo entendido que se ganó el apodo de la Srita Perfección en la escuela lo cual realmente le queda si me lo preguntan a mí, sin embargo a pesar de sonar tan perfecta sigue siendo muy inocente y no está tan preparada para manejarse sola, así que de momento sigo haciendo el rol del hermano sobreprotector, que siendo sinceros es un papel que me cae como anillo al dedo y no pienso soltarlo aún.
Lía termino de desayunar se cambio y los dos salimos, por lo general tengo la costumbre de acompañarla hasta su escuela pero hoy tenía que encontrarme con el amigo del abuelo, así que solo la acompañe hasta que nos encontraramos con Kami, Kami Shidehara ha sido la mejor amiga de mi hermana desde que tengo memoria, fácilmente han sido catorce años, y para describirla solo se necesitan dos palabras "Poco" "Femenina", pero yo creo que eso le juega a favor, siempre se muestra tal cual es y no le tiene miedo a nada, y aunque no nos llevemos tan bien la mayor parte del tiempo, me gusta tenerla cerca es una amiga de oro.
-Bueno días Lía.- soltó un bostezo.- Veo que hoy tampoco te escapaste de tu hermano.
-No… Hoy madrugo…- Contestó mi hermana suspirando
-Aunque me hubiera quedado dormido no habrías venido sola, siempre esperas a que prepare el desayuno porque tú tienes la maravillosa habilidad de convertir el pan en carbón.- Conteste y empecé a reirme
-Una pensaría que la tán bien llamada Srita Perfección sabría cocinar.- Kami empezó a reírse también
-SE cocinar… Solo que no muy bien…- Contestó Lía
-Lamento informar que quemar las cosas no es cocinar.- Kami y yo seguimos fastidiandola por unos minutos
-¿Podríamos volver al tema original?- Pregunto.- Arin, por favor es un poco vergonzoso que mi hermano siempre me está acompañando a la escuela, ¿No crees que hoy podrías hacer una excepción?
-Tienes suerte, hoy el abuelo me pidió que buscara algo para la tienda, así que aquí es donde iremos partiendo camino.- suspire.- Además con Shidehara puedes imaginar que hay un hombre protegiéndote.- tras decir eso salí corriendo en dirección opuesta lo más rápido que pude.
Después de unos metros mire hacia atrás y vi como mi hermana sostenía a Kami para que no me persiguiera, levante mi mano en saludo de despedida y seguí mi camino, fui hasta el centro de la ciudad y tomé el tren para ir hasta la parte norte de Kanzaku, el viaje fue bastante tranquilo, me sorprendió que de la nada el cielo se oscureció y empecé a escuchar truenos, nada que me preocupara pero me parecio raro ya que no estaba pronosticado lluvia, baje del tren y salí de la estación con dirección al centro del distrito norte de Kanzaku.
El cielo empezaba a oscurecerse cada vez más y hasta rayos empezaban a caer, de golpe sentí un dolor punzante en la cabeza, una voz que no podía identificar empezó a hablar, no podía entender lo que decía y así como vino ese dolor se fue, el cielo empezó a aclararse nuevamente, quizás a esto se refería Igor con experimentarlo… Quizás alguien normal no se haría esa pregunta, pensaría que fue un sueño y ya, pero yo no, fue demasiado real como para ser un sueño, seguí caminando hundido en mis pensamientos hasta que una voz me sacó de ellos
-¡Hey! Por aquí- Empecé a mirar a todos lados pero no veía a nadie.- Aquí, arriba del árbol.- mire hacia arriba y había una joven en lo alto subida a una rama..- ¿Crees que podrías ayudarme a bajar?- Preguntó inocentemente
-¿Para empezar como subiste ahí?- Pregunté, no es lo que uno primero haría pero siendo sinceros estaba en lo más alto, tenía curiosidad
-Larga historia, solo digamos que me estaban persiguiendo un grupo de perros no muy amables, ¡Vamos ayudame! No tienes que hacer nada, solo quédate ahí, yo saltaré y me atrapas, es fácil.- Se paró sobre la rama y se preparó para saltar
Antes de que pudiera pensar en una forma de ayudarla o siquiera decir algo saltó, sin mas opciones me apresure a acomodarme e intentar atraparla, ella terminó cayendo arriba mio, al menos amortigüe su caída
-Ouch… No fue el aterrizaje que planeé pero gracias por atraparme…- Dijo mientras se levantaba
-De nada… Gracias por romperme la espalda…- Le conteste
-Tampoco exageres, mira el lado bueno, no todos los días te cae del suelo una chica bonita, mi nombre es Miyu Feng un gusto.- Con una gran sonrisa en su rostro me extendió la mano
-Supongo que es una forma de verlo… Arin Asano el gusto es mío.- Le dije y acepte el apretón de manos
-Bueno, me gustaría quedarme y seguir hablando, pero tengo cosas que hacer, espero nos volvamos a encontrar Arin.- Miyu volvió a sonreír y se fue.
Yo seguí mi camino hasta el parque, el lugar estaba bastante tranquilo y casi no había nadie así que encontrar al Sr Yoshimura fue fácil, era el único que estaba frente a la estatua de Genbu, era un hombre alto de cabello rubio y llevaba lentes.
-Disculpe… ¿Daichi Yoshimura?- Me acerque
-El mismo… Tú debes de ser Arin, como ha pasado el tiempo, la última vez que te vi apenas estabas aprendiendo a caminar.- Comentó riendo.- Supongo que tu abuelo te mando, y yo que esperaba poder hablar personalmente con él, pero no importa, esto es lo que tu abuelo estaba buscando.
Me entrego una espada de la era de bronce, de hoja corta y doble filo, tenía muy buen estado pero no veía bien porque mi abuelo la querría
-Veo que no la reconoces, no te culpo todos tienen una imagen errónea sobre la espada Kusanagi, claro esta solo es una replica pero es la más acertada a su verdadera forma, no es ni fue una katana, al menos según la información reunida a través de los años.- se acomodo los lentes
-Interesante, debo admitir es una réplica bastante buena, casi parece real, aunque no he visto a la verdadera Kusanagi así que no sabría comparar, pero para una espada clásica de la edad de bronce no está mal, la hoja está muy bien cuidada y es bastante más liviana de lo que uno esperaría.- Comente
-Veo que Suzaku te contagió su amor por estas cosas.- se río.- Me hubiera gustado poder hablar con él, hay algo que debemos discutir.
-¿Es sobre de que forma parte de un rompecabezas más grande?- Pregunte
-Así que te hizo leer la carta… Podría explicartelo pero casi seguro no entenderías nada de lo que digo, asi que mejor espero a verlo.
-Muy bien, yo le avisare en ese caso, es más voy corriendo a hacerlo, gracias Sr Yoshimura.- me despedí
-Por nada y fue un placer verte de nuevo Arin, que tengas buen día.
Ahora entendía porque mi abuelo quería la espada, si en verdad es una réplica de la Kusanagi tendrá un gran valor, y si no por lo menos por lo bien hecha que esta tendrá un gran precio igual.
Empecé a caminar de vuelta a casa pensando que haría en este día libre, de pronto algo llamó mi atención, el cielo se oscureció nuevamente y el tiempo pareció congelarse, del suelo empezaron a brotar unas criaturas pequeñas completamente negras, poseían garras y unos penetrantes ojos rojos, no lo puedo explicar pero en ese momento mi cuerpo dejo de responder, esas criaturas se veían sedientas de sangre, pense que era mi fin.
De golpe una figura cruzó a gran velocidad y las elimino, era Miyu
-Vamos no te quedes parado, las sombras no te tendrán piedad, tienes una espada USALA!.- me gritó
"¿Sombras?" esa palabra me hizo reaccionar, ¿sería esto de lo que hablaba Igor? Ya no podía quedarme a pensarlo, logre recuperar el control de mi cuerpo y justo en ese momento más de esas sombras brotaron del suelo.
Miyu con una especie de daga tridente empezó a atacarlos nuevamente, torpemente intenté blandir la espada, nunca había usado una de estas o algún arma en general, tenía conocimiento de Kendo pero con esta espada tan corta no me iba a servir de mucho, justo cuando una de esas sombras iba a atacarme la espada empezó a brillar, cuando el destello cegador desapareció en mis manos ya no estaba esa espada de la edad de bronce, ahora era una katana larga de hoja curva, no me quede a pensar que había sucedido y simplemente di un corte horizontal atacando a la sombra que fue partida a la mitad.
-¡Que truco tan genial!- Miyu empezó a aplaudir.- ¿Como lo hiciste?
-¿Parezco saber como lo hice?
Distraído por hablar con Miyu una de las sombras logró acercarse y darme un arañazo fue bastante leve pero podía sentir el ardor, las garras de esas cosas eran muy filosas, empuje a la criatura de una patada y volví a atacar con la katana, esta vez la espada se envolvió en un aura verdosa y tras dar el golpe y eliminar una de las sombras una rafaga de viento se desprendio y elimino a otra que estaba preparándose para atacar.
-Tu espada se puede transformar y tirar rafagas de viento… Y yo aqui con una daga con complejo de tenedor…- Comentó Miyu, no parecía estar centrada para nada en el combate.
Seguimos enfrentando a esas cosas, Miyu era bastante rápida y podía golpear sin muchos problemas a las sombras, yo intentaba mantener mi distancia y ver que hacían las sombras antes de atacar, adelantar mis movimientos a las de ellas, de vez en cuando me concentraba y la espada liberaba esas rafagas de viento, sin embargo me iba sintiendo más débil mientras más hacía eso.
Después de un tiempo las sombras dejaron de atacar y empezaron a amontonarse una sobre la otra hasta formar una gran masa que poco a poco empezó a tomar forma de un gran perro con tres cabezas.
-¿Recuerdas que te dije me persiguiendo un grupo de perros?- Pregunto Miyu
-Si…- Conteste
-Bueno… La pequeña mentira se hizo realidad… Y ya no es tan pequeña… ¿Algún plan?
Mientras seguíamos una de las cabezas escupió una gran bola de fuego, que logramos evadir, sin embargo las otras dos cabezas no perdieron el tiempo y una hizo brotar un pilar de fuego muy cerca mío que por fortuna no alcanzó a darme, Miyu no tuvo mejor suerte la otra cabeza escupió otra bola de fuego sin embargo quedó muy cerca de la bestia y esta con una de sus patas empezó a aplastarla con una de sus patas, Miyu soltó un grito desgarrador… Yo estaba aterrado, no podía hacer nada… Esta situación escapaba de mi control… Me sentía inútil incapaz de poder hacer algo…Una voz dentro de mi resonó "Yo soy tu..." en mi mente apareció esa carta que Igor y el artista me había entregado… "El Emperador" esa voz dentro mío volvió a hablar "Y tu eres yo…" Un aura azulada empezó a recorrer mi cuerpo…
"Yo soy quien habita en lo más profundo de tu alma… Tu Persona… Di mi nombre… Libera mi poder.."
-Per… So… Na…- El aura azul empezó a brillar con más fuerza- ¡KIRIN!- El aura azulada ascendió y empezó a tomar la forma de un unicornio con rasgos de dragón
"Yo soy una de las cuatro bestias sagradas, aquel que porta el poder del viento del oeste, para los emperadores que son protegidos bajo mis alas la derrota y el fracaso es algo que nunca conocerán"
Sentía el poder de Kirin fluyendo dentro de mi, con este poder no podía perder, casi sin pensarlo dije la palabra "Garu" fue instinto ni siquiera sabía el significado de esa palabra, Kirin respondió ante la orden y con un gran rugido detrás de él rafagas de viento empezaron a cruzar hasta llegar al cerbero y crear un pequeño tornado que lo elevó por los aires, aproveche el momento para acercarme a Miyu
-¿Te encuentras bien?- Pregunte preocupado
-Me acaba de pisar un perro gigante… ¿Tu que crees?- A pesar de esa respuesta no perdió su sonrisa.- Pero sabes, es bueno saber que también tienes un Persona, eso significa que ya no me tengo que esconder.
Miyu hizo un esfuerzo para levantarse y fue rodeada por la misma aura azulada que yo tenía cuando empecé a invocar a Kirin
-La rueda de la Fortuna está girando… PERSONA!.
El aura azulada descendió y tomó la forma de una mujer con un vestido rojo y una capa negra, sostenía un cetro el cual brilló con una tonalidad blanca que envolvió a Miyu y empezó a sanar sus heridas
-Mucho mejor, ahora acabemos con este perrito, Lachesis haz tu magia.
El cetro de su Persona volvió a brillar, esta vez con una tonalidad celeste, el cerbero estaba poniéndose de pie nuevamente preparándose para atacar, fue en ese momento que sus patas se empezaron a congelar impidiendo que se moviera
-¿Te vas a quedar mirando o me vas a ayudar?- Pregunto Miyu
¿Como lo haría? Ni siquiera sabía cómo controlar a mi Persona, la voz de Kirin resonó dentro de mi "Soy parte de tí, solo necesitas pensar para que entienda tus ordenes, no dudes, ACTÚA!"
Tras eso simplemente levante mi mano y apunte hacia el cerbero, Krin rápidamente se movió en su dirección y golpeó con su cuerno una de las cabezas de la criatura cortandola, está al caer al suelo se empezó a separar otra vez en las pequeñas sombras las cuales el Persona de Miyu congelo y yo elimine usando las rafagas de viento que creaba Kusanagi, definitivamente no será una buena idea abusar de eso, cada vez me sentía más débil.
Las cabezas restantes escupieron fuego para derretir el hielo y luego con la cola golpearon a Kirin empujándolo, sentí un gran dolor como si yo hubiera recibido ese golpe, el cetro de Lachesis volvió a brillar en esa tonalidad blanca y recupere algo de mis fuerzas.
-Gracias, lo estaba necesitando.
-Por nada, pero mejor vamos terminando, hazlo volar una vez más y nosotras lo terminamos
Asentí con la cabeza y ordene a Kirin que usara ese pequeño tornado, mi Persona rugió una vez mas y las rafagas de viento aparecieron, en el momento en que el cerbero salió volando Lachesis creó un pequeño pilar de hielo que terminó empalando al perro cuando este cayó, esta vez la criatura simplemente desapareció por completo, el cielo volvió a aclararse y nuestros personas desaparecieron.
Sentí un bajón completo de energía, caí de rodillas por el agotamiento, mire la espada y esta había vuelto a su forma original, Miyu se acercó y me extendió su mano para ayudar a pararme
-No te preocupes, eso es normal, la primera vez que invocas a tu persona el agotamiento físico, psicológico y espiritual es brutal, pero con el tiempo te acostumbraras.- Comento con una gran sonrisa
-Todo me da vueltas…. Gracias por ayudarme, no creo que hubiera podido solo.
-Tonterías, tú hiciste un buen trabajo por tu cuenta, te recomendaría fueras a tu casa a descansar, yo haré lo mismo, si quieres saber más sobre tu habilidad de invocar a tu Persona y sobre las sombras, ven a esta dirección, mi hermano y yo quitaremos todas tus dudas.
Miyu me entregó un pequeño folleto con la dirección de un restaurante, después de eso simplemente se fue, definitivamente no fue un día normal, y ahora a parte de los Personas tenía preguntas sobre esta espada, no lograría nada preguntándome yo mismo, hice un esfuerzo para ir hasta el metro y tomar el tren para volver a casa.
