-¿Cómo sabes que no está detrás de la muerte de mi madre? ¿Cómo sabes que no está metido en esto? ¿¡Y cómo diablos has podido hacerme esto!?

-Porque te quiero... -Dijo Rick. -Pero ya lo sabias, ¿Verdad? Lo sabes des de hace un año.

-¿Cómo eres capaz de sacar ese tema en este momento? Después de decirme que me has traicionado. -Dijo mirándolo con desprecio.

-Kate, escúchame.

-¿Escucharte? ¿Cómo voy a escucharte? ¿Cómo voy a poder fiarme de nada de lo que me digas?

-¿¡Qué cómo vas...!? ¡Pues por todo lo que hemos vivido juntos! ¡Cuatro años he estado aquí mismo! ¡Cuatro años esperando a que abras los ojos y veas que estoy aquí! Y que soy más que un compañero... Todas las mañanas te llevo un café solo para ver una sonrisa en tu cara; porque me pareces la más asombrosa, enloquecedora, difícil y frustrante de las personas que he conocido. Te quiero Kate, y si eso significa algo para ti, si te importo lo más mínimo, no hagas esto. -Soltó todo lo que sentía en ese mismo instante; no sabía como reaccionaría ella.

-¿Qué si me importas? Has hecho un trato por mi vida, como si fuera una niña, es mi vida, mía, tú no puedes decidir. Fuera de mi casa. -Dijo enfadada.

-Kate...

-¡Fuera!

Éste no insistió, salió por la puerta dando un ligero portazo y dejó a Kate sola en medio del salón.