N/A/L.- Como empieza todo...ningún personaje es mío los uso para satisfacer mi retorcida mente perversa, todo mundo ya sabe que son de la GRANDIOSA, Maki Murakami "reverencias, reverencias", ahora pues este fic es medio extraño todo lo que hago no tiene un guión a seguir sale como mi mente negra y fea lo imagina, así que si tengo uno que otro error pues sean pacientes y háganmelo ver de acuerdo, en este fic los hombres pueden embarazarse como no se, no tengo ni idea de cómo darle una explicación lógica, si se me ocurre algo mas adelante lo pondré, pero si pues ya lo saben bien que corra la sangre...digo que empiece el fic. Por cierto en esta web uso otro seudonimo.

Los diálogos empiezan con guión, mis intervenciones están entre paréntesis y los pensamientos de los personajes están en cursiva.

LA BODA por Deuel

Capitulo 1.- Confesión.

Ese día pintaba para ser de lo mas fastidioso para el ultra mega famosísimo escritor de novelas románticas Yuki Eiri, se encontraba en el aeropuerto esperando el arribo de su baka, Shuichi había salido a una pequeña gira de dos semanas por Japón, la espera era tan tediosa, pero procuraba ir siempre por el mocoso, queriendo pensar que lo hacia por una simple consideración hacia el chico después de todo, Shu se desvivía por el la mayor parte de las cosas las hacia mal pero por lo menos lo intentaba, aunque eso de ser atento no se le daba nada (con esa cara de ogro, ser cariñoso y tierno le esta negado, ¬¬).

Estaba apunto de ser medio día, el rubio fumaba como desquiciado, desesperándose aun mas de lo que ya estaba empezaba a caminar de un lado a otro (han visto a los tigres en los zoológicos verdad pues así mero estaba, ), las ausencias del pelirosa le habían causado muchas sensaciones las cuales se hacían cada vez mas claras cada que su niño se tenia que ausentar de su lado, le causaba algo de molestia descubrirse buscando al menor por el apartamento, añorando el calor de su cuerpo por las noches, o darse cuenta que no podía conciliar el sueño sin que el cuerpecillo de su pelusa rosada se pegara a el, ya en el extremo y creyéndose loco añoraba el escándalo que el cantante hacia por cualquier estupidez sabia que de aquello ultimo se arrepentiría su capacidad auditiva había menguado mucho desde que el chico vivía con el. (habla el rey de los gritos, ¬¬)

Aun así, ya no podía ni quería retrasar mas aquella proposición y sabia que al baka le encantaría aquello, esa era la razón mas importante del porque el rubio estaba ahí, después de todo ya habían compartido muchas cosas juntos en aquellos dos años, se conocían mucho mas y que demonios amaba al cantante, lo amaba desde que el chico le dijo te amo la primera vez, así que pedirle matrimonio estaba por demás decidido. (ustedes se la creen se muere de miedo)

Ojeo su reloj y puso una cara aun más hastiada, el bullicio del aeropuerto era insoportable además se había percatado que la gente a su alrededor empezaba a darse cuenta de quien era, estaba vestido de los mas casual llevaba un traje negro y una camisa azul turquesa, ligeramente abierta la cual dejaba ver un poco de su pálido pecho, sus inseparables gafas negras y su cigarro en la boca, era de lo mas normal (si como no ¬¬), podía ver de reojo como las féminas se juntaban a su alrededor listas para arremolinarse encima, atosigándolo para que les diera autógrafos en cada cosa firmable que tuvieran con ellas.

Con un demonio baka porque no llegas.- el rubio dirigió su mirada hacia un grupo de gente que obviamente estaba arribando y a lo lejos distinguió la carismática cabellera de su mocoso, desplegó una leve sonrisa sarcástica y apenas pestañeo cuando vio que el cantante se dirigía hacia el, parecía una cabra loca corriendo por una colina.

-YUKI, YUKI¡¡¡¡¡¡¡¡HEY YUKIIIIIIIIIIIIII¡¡¡¡¡¡¡¡¡.- el chico gritaba y corría como loco poseído, estaba mas que feliz el incomodo y cansado viaje había quedado atrás, el cansancio no importaba quería estar con la persona que amaba, por esa felicidad excesiva tomo impulso y salto hacia el rubio con los brazos bien abiertos.- YUKI TE EXTRA...¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ITEEEEEEEEE¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡, BUAAAAA.

El rubio se había hecho a un lado esas demostraciones resultaban ser demasiado peligrosas para su integridad física, su espalda esta mas que molida por cargar aquella bola rosa (pero cuando lo carga para otras cosas no dice nada verdadddd ¬¬) como resultado de la acción del rubio el chico había quedado semi embarrado en el piso, y tenia unos lagrimones marca diablo.

-ERES CRUEL YUKI¡¡¡MUY CRUEL¡¡¡, BUAAAAAAAA¡¡¡¡HIRO¡¡¡¡, YUKI ¡¡¡ES MALO¡¡¡BUAAAAAA¡¡¡¡.

-Demonios cállate de una vez, te he dicho que esa clase de demostraciones las suprimas baka.- los gritos de shu comenzaban a poner en duda lo que pensaba hacer, si así era ahora que solo eran amantes como seria cuando estuvieran casados, un dolor agudo empezó a punzar en un sien y al parecer aumentaría.

-HAYYY, HAYYYYY, MI RODILLITA, HAYYY COMO ME DUELEEEEEE, YUKI ME DEJO CAER, YUKI ES MALOOOOOO.- la gente de alrededor los miraba de una forma rara O.o, el espectáculo de shu estaba llamando mucho la atención, cuando de pronto el pelirosa sintió que lo tomaban fuertemente de la parte trasera de su chaleco.

-Tienes aproximadamente medio segundo para terminar con tu berreo comadreja.- el rubio manager del cantante había hecho aparición, shu sintió algo frío contra su sien, conocía muy bien aquella sensación mas valdría que se calmara.

-BU...eno ya me tranquilizo, K-san, podrías guardar eso por favor.- las personas a su alrededor empezaban a alarmarse O.O, porque el cantante tenia la sensación de que de nuevo todo resultaría mal, miro de reojo a Yuki y vio sus ojos a través de las gafas, estaba ya en MODO ON SUPER ENOJADO, quiso llorar de nuevo pero la pistola en su sien le recordó que no seria buena idea.

-JAJAJA.-risa loca.- no la guardare hasta estar seguro que guardaras silencio, si no yo mismo te silencio para siempre, JAJAJAJAJA.- el manager mantenía a shu hincado con el arma el cabeza, y su risa maniática no ayudaba a serenar a los ya de por si intimidados pasajeros.

No puede ser se unió el loco de las armas, maldición porque no pueden ser personas normales.- el rubio se había dado la media vuelta y se disponía a irse cuando un grito lo cimbro, demasiado tarde pensó la locura había comenzado.

- ¡¡¡POR KAMI-SAMA¡¡¡, QUE HORROR UN TERRORISTA EN EL AEROPUERTO, LLAMEN A LA POLICIA NOS MATARA A TODOSSSSSSSS, KAMI-SAMA PROTEGEMOS...- una señora gritaba histérica mientras corría de un lado a otro, esparciendo el pánico por todos lados.

K, Yuki y Shu--O.ou...

-Madame, calmese por favor, tómelo con calma tranquilícese.- K, intentaba lograr que la mujer dejara por lo menos de correr de un lado a otro.- por favor ya, ya...YA DEJE SU HISTERIA SI NO LA COSO A BALAZOS. 3, 2, 1...0

- ¡¡AUXILIO¡¡, UN LOCO MANIATICO TERRORISTA...ME QUIERE MATAR VA A DISPARAR ¡¡AUXILIO¡¡VAMOS A MORIRRRRRRRRRRRRRR¡¡.

Yuki y Shu-XX, porque a nosotros, porque.- estaban casi muertos por tremenda escena, cuando una voz conocida resonó, para darles el tiro de gracia.

-¡¡KAMI-SAMA NO PUEDE SERRRRRR NOS MATARAN EN EL AEROPUERTO QUE CUENTAS LE ENTREGARE A SEGUCHI-SAN, ME QUEDARE SIN EMPLEO PERO NO IMPORTARA PORQUE ESTARE MUERTOOOOOOOOOOOO. MUERTOOOOOO, NOOOOOOOOOOO, MORIR VIRGEN NOOOOOOOOO, ALGUIEN SALVENOSSSS POR FAVORRRRRRRR¡¡.- Sakano se había unido a la histeria de la primera loca, estaba corriendo junto con ella de un lado a otro rodeando a K, Shu y Yuki, sostenía una maleta medio abierta, por la obvia histeria del tipo toda la ropa que había dentro de ella estaba quedando regada por doquier, encima de adivinen quien.

En el área de equipaje Hiro y Suguro, recogían las maletas del grupo, cuando escucharon gritos llenos de histeria.

-Nakano no crees que esa es la voz de Sakano-san, se oye como desesperada, tal vez deberíamos ir a ver que pasa.- el peliverde se enfilaba hacia la dirección de los gritos pero su paso fue detenido por el guitarrista.

-Creeme Suguro-san no querrás estar ahí.- el guitarrista se mantenía atento a las maletas que pasaban por la banda.- acaso no escuchaste gritar a Shuichi, luego a Yuki, luego a K-san, luego una voz desconocida y por ultimo a Sakano-san, creeme no puede ser nada bueno, ya sabes como acaba eso verdad, esperemos las maletas no hay prisa.- al tiempo que decía eso ambos miraron pasar a cuatro guardias que se dirigían hacia la dirección antes indicada por el tecladista.

-Lo ves quedemos aquí necesitaran a alguien que los saque del problema en el que se están metiendo, cualquiera que sea claro, .

-Ya veo, Nakano-san es en verdad inteligente.- dicho esto ambos continuaron rastreando las maletas que aun faltaban.

Los gritos continuaban, la gente se ponía cada vez mas nerviosa, shu se mantenía en el piso viendo a ambos locos correr, no quería ni respirar de un lado tenia a un Yuki por demás enfadado y por el otro a K, igual o el doble de enfadado que el escritor, eran dos bombas de tiempo a punto de explotar y el estaba en medio, estaría muerto en unos minutos, se estaba encomendando a todos los santos que conocía cuando miro que K, se dirigía a los histéricos.

Dios acogemos a todos por favor.- el pelirosa seguía con su mirada a su manager para ver que haría, lo mismo hacia yuki.

-YA, USTEDES DOS...YA BASTA...-grito, pero aquellos dos seguían en su locura.- HE DICHO ¡¡YA¡¡.- con un movimiento rápido el rubio encañono a ambos contra la pared, mirándolos con cara de asesino serial.- maniacs aquí no hay ningún terrorista, pero si quieren ser mis victimas lo serán, así que mas vale que se callen y se tranquilicen y por si alguien les preguntase, aquí no ha pasado nada, entendido.- les decía poniéndoles la magnum turnadamente en sus frentes mientras tenia una gran sonrisa que daba mas miedo que el arma con la que les apuntaba.- se entendió o no litle rats.

Ambos asintieron estaban blancos como la nieve y parecía que de un momento a otro se romperían en mil pedazos.

-Perfect, well people, aquí no ha pasado nada, anden sigan con sus cosas anden.- el rubio se dirigía a la multitud que los rodeaba tratando de disolverla.- no hay nada mas que ver, muevan sus traseros lejos de aquí¡¡YA¡¡.- la gente se cimbro de nuevo y se fue alejando con un trauma de por vida y unas grandes gotas en sus nucas.

-JA JA JA JA, el gran K, volvió a triunfar, JA JA JA JA.- el rubio se congratulaba el solo, bajo la mirada incrédula y tontorrona de Shu y la hastiada a mas no poder de Yuki

-k-san, exagera siempre no crees Yu...ehh, Yuki donde estas ¡¡¡Yukiiiiiiiiii¡¡¡.- ZOCK.- ¡¡¡ITEEE¡¡¡¡.- el rubio se había puesto detrás de shuichi y le había dado un zape que segurito le había perforado el cráneo.

-Cállate ya, levántate o te vas a pie Baka, además tenemos asuntos pendientes, muevete.- el rubio se echo a andar, encendiendo un nuevo cigarrillo, como era posible que el grupo de locos de BL, causaran una revolución en donde quiera que estuvieran.

Asuntos que arreglar de seguro me matara, seguro que si, ni siquiera pude besarlo como bienvenida y no me permitirá hacerlo ya, Yuki es tan cruel conmigo, T.T.- el cantante camino detrás de su amante lo mas calladito que pudo, de seguro se portaría frió y evasivo con el, suspiro lamentándose nuevamente, de seguro dormiría en el sillón adiós noche romántica, se dijo con desgano.

Al tiempo que se marchaban rumbo a los elevadores, los policías llegaban al lugar de los hechos, K, les explicaba que Sakano y la dama habían tenido un ataque de ansiedad por eso los gritos desesperados, los que derivaron que la gente empezara a juntarse, a su alrededor, sin embargo les repetía una y otra vez que no había ningún arma por lo que todo había sido una confusión causada por el nerviosismo de esas dos personas, las cuales asintieron en todo lo que el rubio decía a los policías, estaban en una orilla tomados de las manos y con miedo de hasta respirar.

Finalmente los policías se retiraron no muy satisfechos con la explicación dada y mirando más que extrañados al rubio alto que reía como loco, Hiro y Suguru los miraron aun mas sorprendidos preguntándose que era lo que había pasado y sobre todo como es que Sakano y K, se habían involucrado.

-K-san es hora de irnos las maletas ya están listas, vamos a casa de una vez y donde demonios esta Shuichi, acaso ya se fue, mas de la mitad del equipaje es suyo, que se supone que haremos con el, y toda esa ropa tirada que paso aquí, ¬¬u...no espera no quiero saber.

-Dont worry, Nakano la comadreja se marcho porque su macho se estaba poniendo de genio y lo mejor era que se fuera con el, mas tarde veremos donde aventamos...digo dejamos sus cosas y con respecto a lo que paso aquí, bueno si Mr. Histeria sale del shock en el que esta el mismo te lo explicara, claro ahora recogerá todo este tiradero, quickly ustedes vayan a la camioneta adelántense, los botare digo llevare a sus casas anden vayan.

Suguro y Hiro se miraron extrañados, no quisieron mas detalles y se enfilaron al estacionamiento, K se dirigió hacia el aterrorizado dúo y dijo.- Well, Mr. Histeria tienes medio segundo para recoger todo eso y seguirme a la camioneta.- se dio la media vuelta y se echo a andar.

-K..kkkk-san, mejor me quedo y me voy en taxi así no esperas más.

-Que te muevas.- saco una de sus otras tantas armas y le apunto con el rayo láser en la cien.- a la velocidad de la luz Sakano recogió todo y empezó a dar unos pasos.

-Madame con su permiso.- el rubio se despidió de la histérica y partió junto con el productor al transporte, mostrando la sonrisa loca que poseía.

Conforme el elevador bajaba, el silencio se hacia mas incomodo entre el cantante y el escritor, el estacionamiento se encontraba en le sótano y se estaba demorando demasiado en llegar, el chico se mantenía callado e inmóvil no quería que la furia de su novio cayera sobre el, sostenía firmemente la correa de la mochila que llevaba en la espalda, era lo único llevaba consigo, mas tarde se preocuparía por el alteron de maletas restantes que le faltaban.

El rubio sostenía su cigarro en la boca sacando humo por la nariz a mas no poder (que nació con el cigarro en la boca o que, ¬¬, y si sigue así se ahogaran con el humo), recargaba su espalda en una de las paredes del elevador y de reojo observaba al mocoso, el vocalista estaba vestido con un pantalón negro pegadísimo, sus caderas se marcaban deliciosamente y sus nalgas por dios tan menuditas y redondas que se veían, subió su vista un poco mas, fijándose en el torso del menor llevaba una camisa roja, medio abierta, dejando ver, el principio de su pecho apiñonado, y juraba que sus pequeños y rosados pezones podían verse a través de aquella delgada tela, hacia algo de calor en el maldito aparatejo ese y la dichosa camisa empezaba a pegarse mas y mas al pecho del chico, debe de ser de seda pensó, siguió el recorrido mirando el cuello de shu, ansiaba morderlo y lamerlo lentamente el corazón se le paro cuando miro a su niño morderse su labio inferior y remojar sus labios con saliva, para hidratarlos un poco estaban secos por la obvia temperatura (se le paro otra cosa que, ¬¬u).

Alzo una ceja mirando el siguiente movimiento del baka, como podía ese criajo ponerlo tan caliente con tan solo unos simples movimientos (y como no es nada difícil ), el pelirosa llevo la palma de una de sus manos a su frente limpiándose un poco el sudor que ya la perlaba, se giro un poco y saco de su mochila una botella de agua, la destapo y la llevo a sus labios tomo el liquido que había en ella cuando el elevador se detuvo de manera brusca, al parecer la luz había fallado.

-Maldición, me he mojado demonios.- hablo un voz queda, las luces de emergencia del aparato era rojas y entorpecían un poco la vista.

El escritor estaba mas extasiado, debido al movimiento brusco algo del agua q tomaba Shu, se había derramado encima de el, podía ver como aquellas gotas se deslizan por sus labios y seguían a su cuello delineando cada parte majestuosamente, para ir a aparar a su pecho, su maldita camisa estaba mojada y pudo distinguir como lo frió del liquido, había erectado uno de sus pezones así durito y dulce como deseaba tenerlo en su boca y fastidiarlo aun mas con su lengua.

Shu trataba de secarse inútilmente, pasaba su mano por su pecho tratando de quitar toda el agua, hasta q se dio por vencido ya se secaría con el aire.

-Uhmm etto Yuki, crees q tarde mucho esto, no se mueve...Yuki, yuki estas bien porque no contestas, Yuki.- el chico alzaba la voz tratando de hacer al mayor hablar pero este seguía embelesado con el cuerpo de su amante.- ¡¡YUKI¡¡.

-Que, demonios pasa que no puedes estarte sin gritar por mas de 10 segundos, baka.- el rubio daba las gracias, por la escasa luz que había, su pequeño amigo estaba despertándose y prefería morir a admitir frente al chico que estaba excitado (estupido y necio rubio ¬¬).

-Gomen, ya tardo mucho y hace calor, etto Yuki yo lo siento por la escena de hace un rato, perdóname.

-Ahgg, tu tienes justificación de estar mas que loco pero tu manager esta aun mas desquiciado, como arman tantos espectáculos como esos.

-K-san lo arregla todo así, creo que al único que no amenaza con un arma es a Seguchi-san.- el silencio se hizo de nuevo presente, el pelirosa se echaba aire agitando las palmas de sus manos frente a su cara, mientras el rubio, trataba de calmarse, cosa q era imposible, el encierro y la poca ventilación empezaba a encerrar el dulce olor de su amante por todos lados, olía a frutas o fresa, era intoxicante.

Emm, y si le digo, de seguro me golpea pero tengo ganas, muchas ganas

-Etto, yuki quiero pedirte, yo quiero pedirte algo Yuki.- el menor estaba frente al rubio mordiéndose aun mas el labio inferior y estaba comenzando a ponerse sonrojado, el rubio arqueo mas su ceja, que demonios querría el baka.

-Que es lo que quieres, mocoso con que no sea una de tus acostumbradas burradas.- espeto mientras terminaba el cigarro que fumaba y miraba desesperado su reloj, si continuaban ahí mucho tiempo su reservación para la comida se fastidiaría.

Es ahora o nunca.- en un movimiento rápido Shu, beso a su rubio amante, quien se sorprendió mucho no esperaba esa acción de parte del chico, fue un beso dulce tierno que no duro lo que el rubio hubiese querido, el chico se había separado muy pronto y lo miraba como esperando un regañiza de aquellas.

-Era eso Yuki, yo quería besarte y decirte que te extrañe mucho, mucho.- apretó sus ojos que amenazaban con soltar una lagrima, los segundos pasaban y el rubio no mostraba ninguna reacción, hasta que Shu sintió como lo tomaba su muñeca y lo alaba hacia el para que quedara apretujado contra su pecho, mientras ambos brazos del rubio lo tomaban por la cintura, Shu se quedo inmóvil, le daba miedo mirarlo, pego su rostro al pecho de su amante aspirando aquel olor tan peculiar de el, su colonia mezclada con el olor del cigarrillo, por dios como amaba a aquel hombre.

-Yuki….te amo.- fue lo único que susurro, su escritor lo abrazaba tiernamente casi nunca lo hacia le agradaba que fuera cariñoso, aunque fueran pocas esas ocasiones, podía sentir su respiracion en su cabeza, podía escuchar el latir de su corazón, deseo que ese momento durara por siempre.

-Mírame, baka.- la voz del escritor sonó demandante, el chico entre sus brazos giro su rostro lentamente para hacer contacto con esos ojos color ámbar, la expresión de Yuki era indescifrable como siempre.- puedo creer en lo q dices Shu, en todo lo q has dicho en estos dos años.- las gafas del rubio ocultaban la incertidumbre, que sus ojos revelaban, ahora mas que nunca y debido al paso que iba dar necesitaba que Shu le reafirmara el gran amor que sentía por el. (es desesperante el hombre, que no, ¬¬())

El cantante escucho aquella, pregunta y el corazón se le encogió como era posible a esas alturas Yuki aun dudara de el, sabia muy bien que por su pasado se había vuelto arisco y desconfiado, pero si después de todo lo que había pasado entre ellos, después de todas las veces que el se entregaba sin reserva, el rubio seguía pensando de aquella forma, el no sabia que mas hacer, apretó sus puños y sus labios, tenia un gran coraje sin embargo se preparaba para contestar aquella duda. (yo diría pregunta estupida no creen, ¬¬u)

-Eres un tonto, un gran tonto, todo lo que te he dicho es mas que cierto, no puedo vivir sin ti, cada vez que salgo a un gira te extraño horrores aun antes de irme de tu lado, no puedo conciliar el sueño sin la calidez de tu cuerpo, la mayor parte del día mi mente solo te tiene a ti presente, cometo muchas burradas por eso si algún día te perdiera me moriría, porque tu eres mi razón de vivir Yuki, aunque se que tu no sientes lo mismo por mi me es inevitable no amarte como te amo, eres lo único en lo q pienso cuando me levanto y lo ultimo que tengo presente cuando duermo, y lo único q deseo es que cuando llegue mi final, tu rostro sea lo ultimo que mire, Te amo Yuki te amo.- el chico había empezado a llorar inconteniblemente, sabia que esas palabras cursis molestarían mas al rubio pero no podía evitarlo, Yuki desconfiaba de su amor y eso le calaba el alma.

El rubio sonrió débilmente, sus dudas eran estupidas ahí estaba de nuevo aquel ángel dispuesto a darle su vida entera, por el, lo saco del abismo oscuro en el que vivía, le dio luz a su vida, le dio amor, secuestro su corazón desde le primer momento y no había forma de liberarse de aquello, no lo deseaba ni lo necesitaba, iba a decir aquellas palabras que tanto le costaban, por nada del mundo dejaría a su Baka, de ahora en adelante el lazo entre ellos se haría aun mas fuerte.

-Shuichi…yo…te amo, mocoso te amo.- el rubio pudo sentir como el cuerpo del chico perdía equilibrio, así que lo apretó mas hacia el, casi lo cargaba.

El cantante se quedo en estado cata tónico, aquello debía ser un delirio del calor encerrado en el aparato o quizás se había desmayado y ya soñaba, no podía ser verdad, su Yuki diciéndole te amo, era irreal. (el Apocalipsis no creen, ¬¬#).

Pasaron varios minutos, para q el chico pudiera reaccionar, levanto su cabeza y miro al rubio, estiro una de sus manos y retiro las gafas de sus ojos, sonrió débilmente y volvió a encogerse contra el pecho de su amante era verdad por fin lo era, la mirada de Yuki era sincera, lo había logrado su Yuki lo amaba.

-Es que no dirás nada, por primera vez te quedaras callado, Shu.- el rubio quería escuchar gritos de felicidad, bullicio y solo conseguía que el llanto de su amante aumentara.

-Eres un idiota.- se separo de el, para apoyarse en el otro extremo del elevador, limpiaba su cara y trataba de serenarse.

-Será mejor que vayamos a casa.- sus planes se iban a la basura el chico era difícil de entender, dejaba salir lo que en verdad sentía y eso lo hacia infeliz, no podía entenderlo, iba a encender un cigarrillo cuando miro que el chico le miraba tiernamente, este se echo a correr para abrazarlo lo mas fuete que pudo.

-Te amo Yuki, gracias, por decirme que me amas, Yuki gracias.- el llanto era mucho peor que antes y que decir del moqueo, pero por lo menos sabia que era por pura felicidad.

-Eres un baka.-hizo que lo mirase y unieron sus bocas en un beso que mas parecía una promesa era un beso sin fin, eterno sus bocas se exploraban, el sabor dulce de la boca de shu mezclado con el sabor salado de sus lagrimas era particularmente hermoso, pronto aquel beso de dejo de ser tierno y se torno muy pasional, el rubio había tomado al cantante por la cintura obligándolo a pasar sus piernas alrededor de su cintura, el escritor lo cargaba completamente (ven como para otras cosas no pone pero en las cargadas, ¬¬).

El rubio acabo por separarse para tomar aire, maldijo tener que hacerlo, delicadamente beso los parpados del pelirosa, para acabar de disipar las lágrimas que habían salido de sus ojos.

-Ahh, yuki.- shu deposito su cabeza en el hombro de su amante para después morder levemente la oreja del mismo, no quería acabar tan pronto con aquella cercanía además el aparato seguía sin moverse.

En repuesta el mañoso escritor coló una de sus manos bajo la camisa del chico, logrando su objetivo uno de los pezones de shu, era pellizcado levemente por sus dedos, mientras sentía como el miembro del pelirosa comenzaba a ponerse duro y rozaba con el suyo por encima de sus ropas, su propio "amigo", estaba en las mismas condiciones.

-Yuki….yu…ki…ahh.- pronunciaba el nombre de su amante entrecortadamente mientras sentía también el rocé de sus ya duras erecciones, deseando mas el cantante empezó a mecer sus caderas para repegarse lo mas posible a su caliente amante.

-Shuichi….tienes ganas cierto.- el rubio le hablaba maliciosamente, mientras lamía su cuello, sabiendo que eso le prendería mas.

-Yuki…eres cruel, házmelo ya si.- la voz del chico era necesitada, no había tenido aquello en dos semanas, una buena jornada de sexo con su yuki era mas que apropiada después de la tierna confesión del rubio, seria como sellar con broche de oro ese día.

-Solo fueron dos semanas Shuichi….eres adicto al sexo…pervertido.- sus manos salieron de la camisa del otro para ir a su pantalón desabrochándolo, dejándole palpar la virilidad del cantante, atrapándola por completo, dándole suaves toques encima de los interiores.

Los gemidos del menor paraban en el oído de su rubio, mientras sus piernas se aferraban más a la cintura del otro….

-Quitalos…...- su tono de voz era agudo no podía pensar en otra cosa que no fuera sentir mas profundamente a su rubio amante, la ropa estorbaba, ni siquiera podía hacer algún puchero por lo que el otro decía para molestarlo.

Sonrió malicioso, su niño era tan predecible, pero amaba que solo lo fuera con el, le haría gritar para que lo penetrara, no importándole el lugar donde estaban, soltó el amarre de las piernas del cantante para bajarle los pantalones junto con los interiores dejando libre su dolorosa erección, mirando la cara jadeante de su amante, pidiendo mas.

-Solo la lameré un poco, baka tenemos cosas que hacer aparte de esto.- descendió poco a poco hasta quedar frente al ya erecto miembro de shuichi, observándole para luego lamer un poco la punta torturando al chico.

-Pero…nmm, yuki…yu…ahh, que cruel eres….- balbuceo al sentir como su escritor lamía esa parte suya por demás débil a el.

Que demonios podrá ser más importante, para que no le interese tomarme ya.- en verdad le intrigaba el hecho que yuki, quisiera hacer otra cosa y no tirarselo en ese mismo instante.

-Te encanta que lo sea no.- tras decir aquello engulló el miembro de shuichi, enteramente encantándole de nuevo tener ese sabor en su lengua, cada pliegue, cada centímetro seria recorrido por su boca sin dejar un solo lugar que su saliva no cubriera, sentía la dureza del mismo, le sentía ensanchar en su boca, tomo al pelirosa de las caderas para moverlo un poco hacia enfrente, ofreciéndole un poco de apoyo, sabia que Shuichi era débil a esas caricias, se desplomaría si no le sujetaba.

-Si, si ahhh, yu..ki….siempre la lames…ahhh, tan bien, chupala fuerte ¡¡Eiri¡¡, ahh.- jadeaba mientras una de sus manos se posaba en la cabeza del rubio, su corazón latia desbocado deseaba tanto aquello, y ahora lo tenia, en su gira había tenido tantos sueños húmedos sobre los lugares por demás raros en los que yuki podría follarselo, ya antes lo había echo en un elevador pero siempre en el del edificio donde vivían, ahora era diferente era el aeropuerto con tantas personas por ahí, corrían el peligro de ser vistos y eso le llenaba morbosamente de mas excitación, debido a aquello sintió perfectamente como de su miembro empezaba a gotear ya algo de semen.

Lamía salvajemente el pene de su amante, adoraba como su nombre de pila se oía en esa voz tan sexy, disfrutaba ya del sabor del pre-semen que salía de la punta del mismo, en uno de los lenguetazos que le prodigaba dejaba que sus dientes rozaran esa punta rosácea, tan sabrosa, mientras una de sus manos jugueteaba con los testículos del cantante, sabia bien que pronto su baka se correría, así que no menguo para nada su velocidad, su cabeza se movía de arriba abajo, haciendo un sonido en verdad morboso cuando dejaba escapar el pene de su boca, algo así como un chasquido producto del roce de la lengua del rubio con la piel enrojecida del miembro de Shu.

-Yu…ki…., voy a venirme…ahh, por favor…ahh…nmm.- se movía un poco incomodo, poco podía pensar en ese estado, solo quería liberar por entero su semen en la boca del hombre que amaba, esa lengua le hacia llegar al clímax tan pronto, su caliente amante era experto en moverla, cada vez probaba mejor, mucho mejor.

Dejo libre el erecto miembro mirándole con lujuria, su mano sustituyo su boca, con un ritmo suave y lento, estirando aquella piel caliente, escuchando los gemiditos apagados de su baka, el mismo deseaba tanto descubrir su propio sexo y meterlo de un solo jalón en el anito suave y estrecho de shu, ese que podía ver contraerse mientras que lamía el pene del otro, como si le rogara que le diera una embestida dura y certera con su miembro caliente y grueso, mas aun unos hilillos de razón pasaban por su cabecita, si deseaba que todo saliera como lo había planeado debía de contenerse, mas tarde se joderia ese lindo trasero las veces que el quisiera, no importando los gritos de no de parte de la pelusa rosada.

-No se podía esperar otra cosa de ti, pervertido, quieres venirte en mi boca o en mi mano, o en ambas.- el ritmo de su mano aumento mientras uno de sus dedos hacia presión en la punta del miembro, sentía como palpitaba deseando esa liberación, como gozaría ese cuerpo mas tarde.

-En….ambas..ahhh, mas fuerte, ya ya viene…yuki tu boca por favor.- miro con ojos brillantes la cara de su maldito amante, le hacia sufrir a la hora de aquello, veríamos si por la noche podría resistirse por lo menos mas de 20 minutos sin dejar que el otro le metiera su gran miembro, seria algo bueno para su autoestima hacer que el rubio se enojara un poco, antes de dejar penetrarle.

Literalmente se comió todo el miembro aquel, chupandole sin clemencia, le agradaba la visión del chico totalmente deseoso, sujeto sus caderas, para dar una lamida fuerte, dejando que el semen saliera de ese miembro, tomando todo aquel liquido, aquel sabor volvía a estar en su garganta después de dos largas semanas, dio unas ultimas lamidas y dejo que su mano acariciara débilmente la zona, respiraba entrecortado, pero aun mas tranquilo que Shuichi, se puso de pie, acercándose a la boca del jadeante cantante para besarle, compartiendo ese sabor desquiciante para ambos.

El pelirosa no alcanzo a reaccionar, se libero de aquel placer que sentía, corriéndose en esa cándida boca, lo que supo después era que los labios del escritor le besaban tan apasionadamente, chupo de su lengua rastros de su propio semen, deseaba mas, sus manitas ansiosas buscaron la entrepierna del escritor, acariciando eso que le haría aliviar sus ganas, sin soltar su boca empezó a desabrochar el cinturón del rubio, de manera desesperada, su razón se nublaba por el placer.

-Shuichi, te dije que ahora no.- murmuro separándose de esos necesitados labios, mientras se agachaba a recoger los pantalones del cantante, para empezar a acomodarlos de nuevo, el aparatejo aun no se movía y por dios que si el mismo no se detenía ahora, se tiraria al baka ahí mismo.

-Pero, Yuki….te necesito…quiero que me folles ahora, además esta parte mía lo necesita.- tomo la mano del rubio y la llevo hasta su trasero colándola entre su ropa mal puesta, para el pudiera tocar como su entrada estaba ya algo dilatada no mucho, se notaba las ansias que tenia el mas joven por dejar que el mayor le tomara.

-Ahh, Shuichi, baka no llegaremos a comer, nmm.- sus dedos sintieron aquella calidez, empezaron a juguetear con esa entrada, el muchachito era demasiado rico como para no comérselo, en ese mismo instante, tomo sus piernas para cargarle, dejando que las entrelazara en su cintura, pego su espalda a una de las paredes, besando su cuello como una fiera hambrienta.

-Pero..ah…siempre puedes saciar tu hambre conmigo, metemela Yuki, quiero sentirte, no importa que duela…- murmuro al oído del rubio, no le importaba nada mas que sentirle, tenia los pantalones mal puestos y su pene ya erecto de nuevo, estaba embelesado por aquel cuerpo, no hacia caso a nada mas que a las caricias de su escritor.

El rubio empezó a desabrochar su pantalón, seria una proeza hacerle el amor a shu, pero lo lograría, haría que gritara su nombre mil veces antes de venirse por segunda vez, su mente divagaba sobre todo lo que le haría a su pequeño, su placer les hizo ignorar que el elevador empezó a moverse, las puertas se abrieron de par en par, dejando a la vista la figura de ambos amantes, en plena faena amorosa.

- ¡¡POR DIOS, HAY DOS PERVERTIDOS EN EL ELEVADOR…..CARIÑO TAPALE LOS OJOS A LOS NIÑOS, DIOS MIO POLICIA POLICIAAA…¡¡.- una pareja esperaba el elevador en el estacionamiento, la mujer estaba alterada, el padre hacia esfuerzos nulos por tapar los curiosos ojos de sus dos hijos, y los "pervertidos", se quedaron estáticos, uno con cara de sabia lo que pasaría y el otro hundía en rostro en su pecho con gran vergüenza.

Como pudo y rápidamente Yuki acomodo la ropa de ambos, sabia que cada vez que se dejaba convencer por el baka algo malo podría pasar.

-Suéltame ya, tienes que caminar.- murmuro el mayor al joven que se mantenía bien pegado a el, como una lapa.

-No puedo aunque quiera, vamonos ya Yuki.- comento sonrojado, sin mostrar su rostro.

-Papa que hacían los dos señores juntos y besándose como tú y mama, que papi que.- pregunto la inocente criatura a su apenado padre.

-¡¡HACIAN COSAS IMPROPIAS QUE TU NUNCA DEBES DE IMITAR…POLICIAA, POLICIAAAA¡¡.- grito la mujer aun mas histérica.

El rubio estaba ya de mal humor se dio la media vuelta con el pequeño bulto rosa pegado a el y comenzó a andar hacia su auto, que gracias a dios no estaba lejos, fue seguido por la mirada de la familia, como pudo despego al chico de el y lo metió en calidad de bulto al auto, miro a la familia, sacando un cigarrillo y le hizo una reverencia, subió a su carísimo auto y lo echo a andar, saliendo del estacionamiento por fin.

-Dios nadie tiene pudor ni vergüenza en estos días, bien subiremos por las escaleras, ni loca dejare que entren ahí, aprisa…y quiten esas caras de duda.- los espectadores de aquella escena se perdieron en las escaleras de aquel lugar, mientras se escuchaba el chillido de las llantas de un auto al parecer su dueño no iba muy de buenas.

Minutos mas tarde………….

El pelirosa no había dicho nada desde su salida triunfal del aeropuerto, yuki parecía un godzila a punto de lanzar rayos por la boca, se hizo bolita en el asiento, esperando la explosión de su amante, contando los segundos de vida que le quedaban.

-Baka será mejor que en el restaurante te comportes, no quiero mas señoras histéricas gritando de acuerdo.- dijo sencillo, jurando que en la noche se cobraría todas las que el niñato le debía, su sonrisa era maquiavélica de esas que daban terror.

-De acuerdo.- dijo quedito, sabia que le esperaba un castigo aun peor, yuki se lo estaba tomando muy bien, así que quizás no la contaría el día siguiente, quiso llorar pero se contuvo para que agregar una razón mas al enojo del rubio.

-Haremos una escala en casa para que te alistes y luego saldremos a comer, no quiero que tardes mucho.- quería terminar con aquello el día se había tornado cansado y con muchos problemas.

-Si.- murmuro sumiso, sin hacer ningún sonido calladito se veía mas bonito, aunque pensaba en el porque de la insistencia del rubio por comer fuera, no le dio mucha vuelta esperaría hasta saberlo, le intrigaba las acciones del Yuki, y dudaba sacar algo de provecho de eso.

El coche se perdió en las calles, el día aun seria largo para aquellos dos.

Continuara……………….can can cannnn-------música de emoción….

N/A.- Dios parecía interminable……….y eso que le iba a agregar mas cosas denme sus opiniones por fa…siiiii, espero les guste y espero también no tardar mucho en sacar el capi dos….de ante mano gracias, por leerlo.