Disclaimer: Ni los Titans, ni los villanos, me pertenecen. Sólo la idea es mía
Aquello que vale la pena.
Chapter 1
Cuando lo vio llegar con la mirada caída y el semblante cansado, al instante se dio cuenta de que algo andaba mal. Incluso sus pelos, siempre desaliñados, masculinos y chispeante, estaba hacia abajo, como presagiando lo que iba a pasar.
- Star, tenemos que hablar.-
Lo que siguió, no lo recordaba con exactitud. Pero si recordaba como, poco a poco, su mundo se fue desmoronando.
- Es Raven, verdad? –
Su asentimiento la mató lentamente.
Entonces no hay nada más que hablar, Robin, que seas muy feliz.-
Se alejó de ahí para no volver.
De eso hacia ya un mes y aunque vivía una tortura diaria, no se permitía dejar el grupo. Robin no había tenido las agallas para decirles a todos por qué su relación había terminado, sólo había dicho que las cosas no estaban bien desde hace rato y que simplemente necesitaba un tiempo.
Y ella, como era de esperarse, lo entendió. Cómo no entenderlo, si siempre había sido un milagro que él siquiera la hubiera mirado? Siempre había creído que Raven y Robin eran tal para cual, ambos serios, con charlas amenas de temas concretos e importantes, sus formas de relajar y ver el mundo eran muy parecidas… Eran perfectos. La pareja perfecta.
Cuando había sucedido todo lo de Tokio, el mundo de Starfire había tomado un color rosa inimaginable. Ella era de ver las cosas felices, pero había tocado el cielo. Fueron los meses más maravillosos de su vida e incluso se creyó amada, valorada, deseada e inigualable para alguien.
Irreemplazable.
Y ahora, de nuevo, se sentía como ese pedazo de nada que todos pueden ver pero nadie desea ver.
El equipo se había sentido afectado durante uno o dos días, hasta que la hermosa princesa tomó las riendas de la situación y se la cargó en la espalda. A fin de cuentas, quería que Robin fuera feliz y estando ella así no ayudaba en nada. Pensó en dejar el grupo, pero tampoco serviría puesto que todos culparían a Robin y él no podría hacer sus movimientos para encarar su vida junto a Raven.
No quería que lo odiaran.
No quería odiarlo.
Al tercer día luego de la separación, Starfire salió de la habitación reluciente y tranquila, saludó a todos (inclusive a Robin) y sonrió todo el día. Fingida, claro, pero nadie podía reprocharle su forma de encarar las cosas. De a poco las cosas se fueron encaminando y ver a Robin charlando con Raven se empezó a hacer cada vez más… desestresante.
Las primeras veces la mataba, la odiaba, odiaba esa cercanía en pareceres y en gustos que había hecho que su mundo se tiñera del más oscuro de los grises.
Gris, morado.
Odiaba el morado. Odiaba a Raven y a Robin.
Pero les deseaba la felicidad más pura del mundo.
El dolor que sentía no alejaba de ella su personalidad pura y sincera. Deseaba que les fuera bien y que su estadía en la torre no les afectara para comenzar la futura (y segura) relación.
Porque odiaba molestar a otras personas aunque la hicieran sufrir.
- Titans, go!- El grito de Robin interrumpió sus pensamientos.
Corrió rápidamente al T-car, a sabiendas que no podía volar. Tenía muy pocos pensamientos felices que la ayudaran a despegarse del piso y sólo los utilizaba cuando estaba en batalla. Porque como todo, cuanto más se piensa, menos extraordinario se vuelve.
Menos feliz.
Tal vez la rutina había matado la relación. Ella lo amaba y creía que esa rutina de saludarlo, desayunar juntos, tomar distancia durante el día y a la noche compartir películas o la azotea o aquello que habían planeado el día anterior, era hermoso.
Todo lo que tuviera que ver con Robin era hermoso.
Pero ya no importaba.
- Star, por favor! Ayuda!- Cyborg, el buen Cyborg, enfrentaba sólo a Cinderblock mientras Robin, BeastBoy y Raven intentaban un ataque sorpresa por la espalda.
Para lo Starbolts, era necesaria furia. Mucha furia.
Y de eso, a Starfire le sobraba.
Empezó a lanzar Starbolts a diestra y siniestra, haciendo retroceder al gran villano. Cyborg, a su lado, preparó su cañón y cuando estuvo a punto de lanzar, se escuchó el grito de Robin atacando por la espalda y a un gran águila verde junto con Raven llegando por detrás con rabia.
Cinderblock no se dejo engañar, volteó y atacó con gran fuerza a los voladores. Y en ese momento, Starfire lo notó.
Tamaran. Sus mejores recuerdos eran de la época en que era feliz con Komand'r no tan malvada ni tan villana, cuando era su hermana. Con Galfore cuidando de ella como la niña que era.
Su vida antes de los Titanes.
Voló. A gran velocidad, alejando a Raven del punto de ataque y siendo golpeada con gran fuerza.
Porque su trabajo ahora era cuidar de aquello que valía la pena.
Aquello que valía la pena para la persona que amaba.
- Starfire!
Volví! Al mundo Fanfiction, no sé si a alguien le interesa pero bueno… No creo que este fic sea muy largo, mi idea es centrarme en Star como persona tierna, pero vamos a ver…
Pero como ven, me encanta que Star sufra! Ah, y no se preocupen, SIEMPRE mis fics terminaran siendo ROBxSTAR :D
Y este, calculo, tendrá un final feliz xD!
Gracias por leer!
Sango-Lily
