CAPITULO I

Se había pasado toda la tarde viendo por la ventana (otra vez). No sabía que más hacer, o a donde ir. Ni siquiera sabía exactamente qué día era. Había pasado una semana, una semana de lo que Jessica y Mike le habían hecho. Una lágrima resbaló por su mejilla al recordarlo.

-Basta Bella- gruñó para sí misma. No podía pasarse la vida así, llorando por un chico que la había enamorado y después la humillo. Hoy era el día, hoy saldría por fin.

Se acerco a la ventana. Vio gente pasar y sintió una envidia, un odio que nunca había sentido. Tomo su teléfono, para su sorpresa aún recordaba donde lo había dejado. El uso escaso le había mantenido la batería. Desbloqueo la pantalla y vio como en su registro de llamadas perdidas, había 10 de Mike.

Dándose prisa, coloco el celular en su oreja, ya habiendo marcado el número.

-Hola!- sonrió al escuchar la voz de su mejor amiga al otro lado de la línea- claro que soy yo, - rio- me preguntaba si dada la fecha podría verlas en el cine... si.. – pausa- a todas- asintió- okey Alice, te quiero

Y finalizó la llamada.

Había decidido avanzar. Bella no había sido una chica muy afortunada en el amor. Mike había sido su primer y único novio, así que las veces anteriores que Bella se había enamorado no había sido correspondido y eso la hizo más fuerte. Podía dejar ir rápidamente a alguien. Más que nada porque aun no hallaba al chico indicado.

Tomo un taxi que la llevaría al cine, y al bajar de este ya habiéndole pagado al chofer, se topo con la sonrisa más bonita y sincera que había visto en muchos días:

-¡Alice!

-¡Bella!

Gritaron ambas y corrieron a abrazarse.

Alice era su hermana. No podía considerarla su mejor amiga, ya que Alice consideraba a Rosalie su mejor amiga y Bella era muy especial en esos casos.

Alice era de una altura media, más bien baja, con unos enormes ojos color café y un cabello corto que la hacía lucir muy guapa. Toda una belleza andando.

Ambas entraron al cine, tomadas de la mano como lo acostumbraban.

Para sorpresa de Bella, sus otras amigas ya estaban ahí.

Rosalie, una preciosa chica, cuyo cabello rubio caía en ondas largas sobre su espalda, con sus hermosos ojos azules que cautivaban a cualquier chico, pero especialmente a uno, y al único que a Rosalie le importaba cautivar, Emmett.

Y Ángela, no era de una belleza exagerada como Rosalie, pero sí que era bonita, ojos claros y cabello castaño a la altura de los hombros, ella era su mejor amiga.

-Me alegro de verlas tanto chicas – les dijo Bella, con una sonrisa triste que no paso desapercibida para sus amigas.

-Vamos entonces!- intervino rápidamente Alice, dándose cuenta del estado de su amiga – ¿No querrán quedarse sin boletos o sí?

-Okey- sonrió Bella al escuchar el tono de su amiga – Vamos pues

-¡Oh! Esperen chicas- exclamó Rosalie recordando algo- Iré por los chicos- y con esto se alejó corriendo

-¿Los chicos?- preguntó Bella confundida

Alice y Ángela se quedaron mudas. No sabían cómo reaccionaría Bella a lo que le iban a decir

-Ya sabes cómo es Rose- empezó a decir Ángela, Bella asintió – invitó a ...

Bella había dejado de escuchar a Ángela. Lo que veía atrás del hombro de Alice no podía ser.

-¿Invitó a Edward?- inquirió molesta Bella- ¡Sabe que lo odio y aún así lo invito!

-Vamos Bella- exclamó Alice- El no es taaan malo

Bella miro de mala manera a Alice. Realmente estaba molesta, no sabía como sus mejores amigas, que sabían que odiaba a Edward desde el primer año de preparatoria, podían invitarlo a la función de una de las películas favoritas de Bella. Pero sin embargo, una pequeña parte de esta, sabía que sus amigas no lo hacían con intención de molestarla, quizá era coincidencia, quizá Edward se les había pegado a Jasper y a Eric, los respectivos novios de sus mejores amigas.

-Mejor me voy – exclamo Bella rendida

La chica ya se había dado la vuelta, dispuesta a irse, cuando de pronto, un brazo la detuvo.

-¿A dónde chiquitita?

Los ojos verdes de Edward se hallaban a centímetros de los de Bella, y su sonrisa sínica, hacia hervir la sangre de la chica. El mantenía su agarre firme al brazo de Bella, lo cual la hizo ponerse más molesta