Esto, es sólo un AU, Nada de lo que pasará en el fanfic tiene algo que ver con lo real que pasa en el anime, todo ha salido de imaginación mía y puede que los personajes no se adapten a cómo son realmente en la serie, por ejemplo, puede que Midorima no sea tan tsundere como es, o puede que incluso no lo sea. Aclaro parejas:
-Midorima x Takao
-Kise x Kasamatsu
-Murasakibara x Himuro
-Taiga x Kuroko
-Momoi x Riko
Ninguna de las parejas anteriormente mencionadas contendrá contenido lemmon o hard, mas el fanfic es Rated T por muchas palabras que se utilizarán, que no son para niños. Espero sea de su agrado, y comenzamos con lo que será el prólogo de la historia.
Ella era una mujer orgullosa, alta, de hebras doradas, hebras largas y muy finas, piel suave, piel tersa, piel delicada. Ella era casi como una flor que necesitaba ayuda en todo lo que le ocurría, ella era una dama, una señorita que había pasado por muchas cosas crueles y viles en su vida. Su marido la había dejado tristemente muy joven, con un pequeño de actualmente cinco años de edad. La muerte del príncipe fue trágica, y más trágica aún por ver ella con su hijo en brazos el cómo paseaban un día tranquilamente, y una mujer por celos de querer el trono sólo disparó a la chica, mas él se interpuso, y la bala llegó directamente al corazón.
—¿¡Qué clase de príncipe sale sin guardias un jueves!? —Gritó ella soltando al niño, agachándose para atender a su marido el cual se desangraba. El pequeño no entendía lo que pasaba, pues claro, a la muerte de su padre tenía tan sólo unos dos años de edad. ¿Por qué a papá le sale sangre? ¿Por qué mamá llora? ¿Por qué la gente se agrupa? ¿Por qué los guardias me alejan de papi y mami? Eran los pensamientos de aquel rubio ojos color dulce miel. Desde ese día nada volvió a ser igual.
La asesina de papá era una mujer alta y delgada, de rostro pálido y cabellos muy oscuros, o al menos eso fue lo que pudo notar el pequeño bebé, este, sería un gran odio del pequeño hacia la gente de cabellos oscuros y piel pálida, además de rostro ligeramente alargado. Pero esperen, su piel era clara, ¿Qué haría entonces? Y lo que hacía era simple, cada día se ensuciaba los brazos de algún color de pintura: Negro, azul, morado, verde, etcétera. No importaba cual fuera, excepto el blanco.
Kise pasó su vida intentando evitar los colores claros, sus amigos solían ser de pieles más oscuras, como así lo era Aomine Daiki. Le encantaba, era su mejor amigo durante sus años de infancia, a pesar de que éste era un poco engreído y a veces molesto por el hecho de pertenecer a un reino mayor que el de los Ryouta, en el fondo era un buen tipo.
Más un día, las cosas tuvieron que cambiar. Mamá había llegado al palacio con un hombre, un hombre más alto que ella, y blanco. Junto a éste hombre iba un pequeño niño un poco más alto que el pequeño rubio. Un pequeño que parecía ser muy inocente, pero muy serio para tener sólo ocho años. Sus cabellos eran verdes, Kise nunca había visto a alguien de cabellos verdes, si de Rojo, celeste, azul, morado, rosado, café y el asqueroso negro que tanto odiaba, pero nunca verde, lo cual le emocionaba bastante.
—Mira, Kise, él es Shintarou —Dijo la madre con una voz muy dulce, agachándose ligeramente para quedar a la altura de ambos menores, con aquella resplandeciente sonrisa en sus labios.— Desde ahora y en más compartirán vidas, se verán a diario, jugarán, se querrán, se hablarán, compartirán ideas, serán hermanos.
—Así es —Respondió el hombre más alto revolviendo los cabellos de Shintarou, éste sólo infló un poco sus mejillas acompañando éste gesto de un puchero bastante infantil, ¿Y cómo no? Si sólo tenía ocho años.
—Mami ... ¿Y quién es él? —Kise apuntó con su dedo índice derecho al hombre junto a su madre. Ésta se notó muy nerviosa y con lentitud enderezó su espalda, tomando con notable firmeza una de las manos de éste hombre.
—Él ... Él será de ahora en más tu nuevo padre.
—¿Y qué pasó con papi de cabellos amarillos? ¿Por qué no ha vuelto? Dijiste que estaba de viaje.
—Está muerto —Respondió el otro menor de forma muy cortante, y a pesar de ser tan sólo un niño tenía una voz molesta.
Los ojos de Kise se llenaron de lágrimas, ¿Era aquello cierto? ¿Por qué su madre nunca se lo dijo? ¿por qué mami le mentiría a su pequeña joya dorada? A aquella joya que siempre le decía que lo amaba y le daba todo lo que pedía, ¿Por qué mami era mala?
El padre del menor de cabellos verdes fulminó con la mirada a éste y le dio un zape en la cabeza por el comentario dicho. Kise quería reír ante el golpe, más comenzaba a llorar, después de pasado tanto tiempo recién se enteraba de que su padre no volvería jamás a pesar de que tantas veces su madre le había dicho ''Sólo espera, viene en camino''.
Y se largó a llorar, se encerró en su cuarto, se abrazó a un oso de felpa, a una fotografía de su padre y lloró como nunca lo había llorado. Podía asegurar que había llorado más que cuando su madre lloró al ver a su marido morir frente a ella. Sin lugar a dudas ahora detestaría con todo su ser al chico un poco más alto de cabellos extravagantes. ''Me vengaré'' se sumía el rubio en sus pensamientos abrazado a sí mismo bajo la lujosa cama.
Y los años pasaron y pasaron, y muchos acontecimientos pasaron en éste transcurso de tiempo. La madre del rubio y el padre de aquel chico de las gafas contrajeron matrimonio y muchas veces se dio la noticia de que tendrían otro bebé, un 'tercer hijo', mas éste nunca llegó.
Y a pesar del pasar de los años, Kise seguía guardándole rencor a aquel chico de cabellos verdes. No le dejaba entrar a su cuarto, no le dejaba usar su mismo baño, no le dejaba sentarse cerca de él en ningún horario, pero aún así Shintarou se le acercaba cuando éste dormía y lo cuidaba de cualquier pesadilla que éste pudiese estar teniendo, en el fondo, se preocupaba por él.
Fue un día al horario del almuerzo que las cosas por fin comenzaron a cambiar. El par de hermanos comían reunidos en el salón del gran palacio Ryouta, sin cruzar miradas, teniendo que ver si o si el entretenimiento frente a ellos, los bufones que de nada servían. Midorima miró a Ryouta y frunció el entrecejo, ya estaba cabreado de la ley del hielo.
—¿Vas a seguir sin hablarme hasta el fin de tus días? Joder, ya estás por cumplir la mayoría de edad, diez años, diez años sin dirigirme la palabra. Está bien, te dije la verdad, ¿Y qué? Mi madre también está muerta, ¿De verdad crees que a mi no me duele?
—¿Cómo murió tu madre?
—Hasta que me hablas ... Ella fue apuñalada el día de su boda.
—¿Y ya existías?
—Tenía cinco años de edad.
—¿Luego de cinco años de tener a una criatura decidieron casarse?
—Luego de ocho años de relación.
Kise guardó silencio y elevó su mirada durante alrededor de unos treinta segundos, luego volvió al contrario.— ¿Luego de tres años de relación tuvieron un niño?
—Si que eres lento con las matemáticas.
Kise rió.— ¿Podemos empezar de nuevo?
—¿Teniendo ya ambos casi los dieciocho años? Perfecto, Soy Shintarou —Respondió el mayor con una ligera sonrisa en sus labios extendiéndole su mano derecha al rubio.
El rubio lo pensó un poco, ¿estaría bien corresponder al saludo? Como fuera, extendió su mano derecha de igual manera hacia el mayor de edad y sonrió.— Soy Kise. Llevémonos bien desde ahora, ¿Vale?
—Vale —Respondió el contrario apartando su mano de la ajena con cierta delicadeza.— ¿Hasta que uno de los dos deje el palacio?
—Hasta el fin —Corrigió el menor mientras que un lado de su labio se encorvaba en una media sonrisa.— Aún si dejas el palacio antes iré a visitarte.
Midorima asintió una vez con la cabeza y se enderezó en el sillón, volviendo su mirada a los bufones que en ningún segundo dejaron de hacer representaciones ridículas y aburridas, a pesar de la conversación entre los hermanos.
Por primera vez en toda su vida de hermanos, el peli-verde pudo entrar al cuarto de su rubio hermano. Era un cuarto lujoso, como el que él tenía, pero había algo especial en aquél cuarto que hacía que le gustara más de lo que ya comenzaba a gustarle.
Este es el prólogo de quienes serán los protagonistas del fanfic, aunque aún me falta explicar las historias de los personajes secundarios y Momoi, ya que ella ocupará un lugar importante en este AU. Sé que a muchos no les gusta el Momoi x Riko o no les agrada alguna de éstas dos, a mi en lo personal no me gusta la pareja y no me agrada mucho Momoi, pero al final del fanfic me lo agradecerán. Sé que quedó corto, y que como prólogo debería ser algo más decente, mas si no lo escribía y publicaba hoy quién sabe cuando.
Creo que ésto ha sido todo por hoy, así que nos leemos pronto~ ya saben, cuando actualice :'v
