Capítulo 1: el experimento

Era un día caluroso en el castillo, las demás amazonas incluida Nadia se habían ido de vacaciones a Rusia, la habían invitado a ella, claro está, pero quería quedarse y vigilar el globo, por lo que se fueron sin ella, se encontraba haciendo experimentos en una de las habitaciones, se trataba de ver si se podía rejuvenecer, o sea, ser un niño pero inmortal o aumentar la sabiduría del espíritu.

No bien acababa de echar unas 3 gotas de semilla de girasol, cuando sintió un aire helado tras ella, sin molestarse a voltear siquiera solo dijo con voz aburrida: sal de ahí Jack, se que estás ahí.

Riendo, Jack se apresuró a obedecer, ya que sabía lo molesta que se podía poner si le jugaba una broma pesada, en su lugar solo le dijo: que paso Layla, por qué tan amargada?, creí que solo era en primavera, dijo, al mismo tiempo que se acercaba y trataba de ver que estaba haciendo.

Un experimento que consiste en aumentar y/o disminuir la sabiduría del espíritu, o sea sus poderes y longevidad, me entendiste?, siendo sincero solo entendí experimento y espíritu, dijo Jack arrebatándole el frasco para verlo a contraluz, dejando su cayado en la pared.

Ay, Jack!, que?, pues que si tiras eso me las vas a pagar, dámelo!, no, como dijiste? que no, si lo quieres tendrás que pedírmelo bien.

Layla, al borde de la histeria, trató de calmarse antes de decir, muy a su disgusto: Jack, me das el frasco por favor?.

Ves?, no era tan difícil, dijo Jack, pasándole el frasco, pero desgraciadamente no estaba bien cerrado, por lo que sin querer se lo roció encima, al mismo tiempo que desaparecía en una nube de humo azul. Jack!, Jack!, responde!.

Layla estaba a punto de pedir ayuda a los guardianes, cuando vio algo que la dejó paralizada: Jack se había transformado en un niño de 6 años!. Era idéntico a cuando era humano excepto que su cabello era blanco, los ojos azules y tenía ropa demasiado grande para su tamaño.

¡¿QUE ME PASÓ?!, ¡¿POR QUÉ LUZCO COMO UN NIÑO, QUE ME HICISTE?!. Cálmate Jack, para empezar yo te dije que tuvieras cuidado porque te dije que estaba defectuosa, tendremos que esperar a que se pase el efecto, por fortuna no es permanente porque sino Norte me mataría.

Pero, ¿que haremos mientras tanto?, preguntó Jack, al tiempo que se quitaba la ropa y agarraba unas que le dio Layla, pues mientras te quedarás conmigo para revisar que no suceda nada fuera de lo normal, y antes de que preguntes, pues vio como abría la boca, estarás aquí conmigo en mi cuarto pero en otra cama y no podrás salir asi, porque se harán preguntas y eso si que no, me entendiste?

Si Layla, puedo decirte mamá?. Layla se quedó estupefacta, pero se recompuso lo suficiente para decir, como quieras, pero preferiría que no para no confundirnos mucho.

Luego, sin decir más palabras lo condujo a su cuarto, donde colocó una segunda cama y le dijo: Iré al subsuelo a plantar flores, quieres venir snowflake?.

Jack, al oír subsuelo y flores, le dijo: claro, pero puedo ayudarte con unas, prometo no estropear nada!, esto último lo dijo con voz llorosa, debido a que la última vez que trató de ayudarle terminó estropeando todo y además con tierra en todo su cuerpo.

Oh snowflake, tranquilo, ya te dije que la vez pasada no fue tu culpa, ven vamos antes de que se haga de noche y tengamos que ir otro día.

Siii!, vamos, y porfa no le digas a bunny, se burlará de mi por lo de la ventisca del 68 como venganza, descuida snowflake, no se lo diré, te lo juro.

Ya más tranquilo Jack se apresuró a seguir a Layla a través del castillo hacia el subsuelo, al entrar en la guarida exclamó: es hermoso!, como es que nunca he sabido de este lugar?.

Layla, demasiado tarde, se dio cuenta de que jamás se lo contó y de que ahora que era un niño iba a tratar de saber más de su vida, más estaba dispuesta a decirle, si con eso la entendía y la dejaba de molestar como a aster.

Pues porque de haberlo echo no te hubieras sorprendido, te gusta?. Claro que me gusta, es muy grande, crees que me vaya a perder?. Tal vez, pero descuida si te pierdes solo sopla esto e iré por ti, dijo al mismo tiempo que le daba un silbato de plata.

ok, bueno, pongámonos a trabajar!, riendo, Layla se dirigió a plantar las flores, enseñándole y no dándole chance de pensar mucho en que esa era la primera vez que Jack escuchaba una risa auténtica en Layla. Se dio cuenta de que esta era la oportunidad perfecta de preguntarle sobre ella sin que le reprochara o cambiara de tema y decidió aprovecharlo al máximo.

Continuará...