DISCLAIMER: todos los personajes de Robotech no me pertenecen (aún) Son propiedad de Harmony Gold Corporation y todas sus empresas filiales. No es mi afán lucrar sólo es una actividad de esparcimiento que tiene por objeto rendirle honor a mis héroes de la infancia, con lo ojos de un adulto.
- Pero capitán, le suplico que me deje partir… debemos utilizar con todos los medios que dispongamos para dar termino a esta guerra.
Por más que los argumentos de Lisa eran atendibles, el capitán no podía acceder a su solicitud. Estaban en un momento crucial en la guerra contra los Zentraedis, la disidencia del enemigo les daba al menos una esperanza de tener alguna chance en este conflicto que desde que comenzara hace ya varios años, ellos siempre han tenido las de perder. Por ello debían mantenerse más fuertes que nunca, él no podía correr el riesgo de que su primer oficial viajara hasta la tierra teniendo casi la seguridad de que no retornaría.
Lisa al parecer no se daba cuenta de su rol dentro de esta guerra, pero ella era un elemento fundamental dentro de la fortaleza, tanto pilotos como oficiales veían en ella un bastión de entereza que les infundía seguridad en cada nuevo combate. El perderla ahora mermaría aun más la moral de las alicaídas tropas de la nave.
- Dígame comandante Hayes, cual motivo puede darme para que sea usted la que viaje a la tierra.- cruzando las manos a la altura de su cara y mirándola directamente a los ojos.- A vista de cómo se han desarrollado los hechos anteriormente, sinceramente usted cree que puede hacer la diferencia con su padre.
- Al menos habría que intentarlo.- le respondió ella con frustración, entendiendo que el capitán ya había tomado su decisión.- Esperar aquí pasivamente a que ocurra un milagro no servirá, señor.
- Tiene toda la razón comandante.- poniéndose de pie.- Cursaremos una invitación al Consejo De La Tierra Unida para que nos visiten, les advertiremos que tenemos información crucial para el futuro de la tierra.
- Pero señor...
Intento protestar Lisa pero el experimentado oficial ya había concluido.
- Es todo comandante.
Le cortó en seco dándole la espalda. La joven oficial estaba con sus manos empuñadas sintiéndose impotente ante la terca negativa de su superior. Cerró los ojos con resignación y se cuadro ante él para salir del despacho con un amargo gusto en su boca, justo cuando estaba por abrir la puerta la voz del oficial ruso la detuvo.
- Lisa, le agradezco su preocupación. Su actitud no más me confirma lo importante que es para nuestro futuro el que usted permanezca aquí.- con un leve gesto de su mano.- No se imagina la cantidad de gente que depende de usted, le pido que no pierda sus ánimos y se mantenga firme.
- Sí señor.
Una vez que estuvo fuera de la oficina caminó por los oscuros pasillos que la conducirían a las barracas.- que me habrá querido decir con lo de que muchos dependen de mi.- Se preguntó con curiosidad, Sammy ya había demostrado ser lo suficientemente eficiente en su posición en la tacnet y Claudia era más que competente para suplirla en el resto de sus funciones. No veía las razones que tuvo el capitán en desechar su petición, estaban llegando a un momento crítico por primera vez el equipo del doctor Lang no podía reponer la totalidad de las pérdidas de varitech y demás armamento antes que comenzara otro enfrentamiento. Y qué decir del factor humano los pilotos estaban llegando al límite de sus fuerzas y las bajas se acumulaban a diario.- debemos hacer algo… padre como hacerte entender que a veces la respuesta no está en las armas.- Ya nada sacaba con seguir dándole vueltas al asunto, mejor sería que fuera a descansar a su habitación, ya mañana se entrevistaría con los refugiados Zentraedis, quizás con ellos podría averiguar algo que les sirviera para poder dar término a tanta masacre.
Presionó el botón del ascensor e ingresó en este sin siquiera alzar la cabeza, por lo que ni se fijo que una persona estaba delante de ella tropezándose con violencia.
- Este… lo siento… yo no me fije…
- Lisa… ¿estás bien?
La muchacha alzó su rostro y vio que los brazos que la sostenían eran los de Rick que la miraba alarmado. Ella intentó recomponerse pero él no se lo permitió, la tomó del talle y la acomodó dentro del elevador, sin cambiar para nada su expresión de alerta.
- ¿Qué haces a estas horas aun por aquí Lisa?, tu turno se acabo hace horas.
- Cuando estamos en guerra los turnos son una mera formalidad Rick.- le respondió con un tono bastante seco que hizo al piloto retroceder como poniéndose a la defensiva.
- Perdona no quise hablarte así… estoy un poco cansada y preocupada.
El ascensor abrió sus puertas y ella sin siquiera despedirse salió de este dejando rápidamente a Rick Hunter atrás. Que bastante molesto con la actitud de Lisa pensó primeramente dejarla ahí luego movió su cabeza con fastidio y salió tras ella.
- ¡Lisa!... oye espérame.
Pero la muchacha no se detuvo, Rick tuvo que correr para darle alcance. y finalmente tomarla del brazo para que esta se detuviera.
- ¡Lisa que te pasa!… te estaba hablando y ni siquiera eres capaz de detenerte a oírme.
- Perdona… es que no te escuche.
El piloto notó que ella estaba como aturdida de verlo, al parecer estaba tan metida en sus pensamientos que en verdad no lo había escuchado. Esto hizo que él bajara sus revoluciones y con preocupación volviera a hablar.
- ¿Te sucedió algo?… en la mañana cuando estuvimos en el Dragón Blanco, te veías bien a pesar del caos… lo mismo mientras hablamos por la tacnet… si hasta te vi sonreír.- bajando su tono de voz.- En cambio ahora casi me atropellas y tu voz… pareces un zombi… un zombi muy gruñón dicho sea de paso.
Rick esperaba una respuesta iracunda de parte de Lisa, pero para su sorpresa ella solo acomodó su cabello y en un humilde gesto de su parte agachó su cabeza pidiéndole disculpas.
- Lisa ahora sí que me estas preocupando… ¿pero dime que es lo que te paso?
- Vengo de la oficina del capitán Global.- le contestó invitándolo a ponerse a caminar junto a ella.- Fui a hablar con él para solicitarle que me dejara partir a la tierra.- el rostro de Rick perdió súbitamente todos los colleres.- Tenía la esperanza de poder convencer con los nuevos antecedentes al Consejo De La Tierra Unida de que busquemos una tregua con los Zentraedis.
- ¿Y que te dijo el capitán?- le preguntó con un dejo de ansiedad.
- Que no podía autorizar mi salida en este momento.
Rick sonrió de forma involuntaria, pero Lisa ni cuenta se dio de ello estaba demasiado imbuida en sus problemas para prestarle atención. Y seguía narrándole sin parar sus preocupaciones.
- … él me dijo que mi presencia era demasiado importante aquí en la nave.- apretando sus dientes con frustración.- Pero como puede ser eso más importante, cuando la tierra corre el riesgo de desaparecer.- girándose hacia Rick con tono vehemente.- Tú viste de lo que ellos son capaces, sino podemos parar este conflicto no habrá futuro para nadie… si el hombre no es capaz de buscarle un fin a la guerra… la guerra le pondrá fin al hombre.
El joven piloto entendía muy bien la preocupación de Lisa, aunque no dejaba de sorprenderle que fuera ella quien estuviera abogando por tratar de conciliar la paz. Y mirándola de soslayo se sintió bastante agradado de conocer este nuevo cariz de la impertérrita oficial.
- Creo que debemos confiar en el capitán Global, él nos ha demostrado que es un hombre de paz si tomó esta decisión, tendrá sus razones.
- Si creo que tienes razón.
- Además no encuentro que sea tan mala su decisión… por lo menos para mí.
- ¿A qué te refieres?
- Estas aquí, no te irás… eso es muy bueno para mí.
Lisa quedó estática, incluso por una fracción de segundos detuvo sus pasos. Las palabras de Rick no las esperaba, dentro de toda la tormenta que ahogaban sus cavilaciones estas simples frases corrieron como seda en su interior haciendo que una tímida y lenta sonrisa apareciera en sus labios. ¿Cómo era posible que este personaje parado ante ella que sonreía sin mirarla a la cara fuera capaz de cambiarle su ánimo… así como si nada?
- Tendrás con quien discutir.- le retruco ella tratando de salir de su sorpresa.- ¿No es verdad?
- En realidad tendría a alguien con quien cenar.- mirándola de reojo.- ¿Me creerías que cuando iba en el ascensor estaba pensado… que dirá Lisa si la invito a cenar?
La muchacha se detuvo, ya habían llegado al cruce donde los caminos de ellos se separaban. Rick de manera indirecta le estaba haciendo una proposición y ella no sabía que contestar… sus sentimientos por él crecían día con día. Pero también sabía que él estaba perdido por la señorita Macross ¿sería conveniente en estos tiempos complicarse aún más la vida? Pero en un impulso que ni ella misma sabe de dónde saco le contestó.
- Bueno, yo diría que no siendo comida china, acepto encantada.
- ¡Estupendo!- soltó con entusiasmo el muchacho.- Pensé que con todo el tiempo que te demoraste en contestar, estabas buscando las palabras para rechazarme con educación.
Ella le sonrió divertida, algo había en él que le agradaba mucho, cuando no discutían podía sentirse tan relajada junto a él. Ambos estaban en silencio sonriéndose nerviosos no sabiendo que hacer, Lisa miró la hora e intentó hacer el amago de despedirse pero Rick se le adelantó.
- Sé que es muy tarde y no hay casi nada abierto.- él sabía que estaba haciendo una estupidez pero no quería separarse ahora de Lisa, sentía la necesidad de seguir junto a ella.- Pero conozco un lugar bastante decente que está abierto, podríamos servirnos algo… yo no he comido nada en todo el día.
- Vaya teniente ¿esta su invitación a cenar?- le dijo cruzándose de brazos divertida.- Pensé que tendría otra cosa en mente.
- Oh no… esta no es mi invitación a cenar.- se apresuró en corregirla.- Esto… esto tómalo como una celebración, vamos a celebrar que permanecerás aquí en la nave… conmigo.
Ella tragó saliva no sabía si había oído bien, pero eso no era lo que le interesaba ahora. Al parecer si se hubiese ido de la nave a alguien si le hubiese importado… alguien si la extrañaría. Sintió una extraña calidez en su pecho, bajo la vista por precaución y tomó del brazo a Rick, que se sorprendió también ante este gesto de la muchacha.
- Está bien Rick… a decir verdad tampoco he comido… y me gustaría mucho compartir un poco mas contigo.
Él le sonrió y caminaron juntos hacia la ciudad, no sabía por qué razón había sentido pánico de pensar que Lisa se iría. El saber que permanecería en la nave le daba una sensación de alivio que deseaba saber hasta dónde lo llevaría.
Continuara.
