Disclaimer: Los personajes pertenecen a Meyer y la historia o mejor dicho el concepto de la historia es de Beverly Seasons Fantasias.
N/A: La historia es una adaptacion, pero no es en nada parecida al verdadero libro. Solo tome la idea, podria decirse que me inspiro.
Gracias Danibellacs por el review en mi anterior Fic :D
Summary: Bella una joven chica se ve atrapada entre sus deseos y los deseos de sus amigos, una lucha encarnizada entre el fuego y el hielo quien ganara? TH
Ole
Capítulo I
Realidad.
-"¿Estás segura que es el vestido correcto?"-Decía Isabella Swan admirando el largo y despampanante vestido de novia que parecía quedarle como anillo al dedo.
-"Segurísima Bella, Jacob quedara boca abierta cuando te vea y sin aliento."-La alentaba su mejor amiga de la infancia Alice Brandon mientras arreglaba la cola del vestido que ella misma había diseñado para esta ocasión, se encontraba extasiada con la boda de su mejor amiga y con la posibilidad de poder diseñar una de su más grande obra de arte, además tendría en su currículo "diseñadora del vestido de la novia del multimillonario Black" y eso era un gran empujón para su carrera.
-"Alice de verdad no me siento bien con este vestido, es muy… simplemente no soy yo"- Isabella Swan era muy distinta a su mejor amiga, en toda su vida nunca le intereso la moda, salir de compras o los hermosos vestidos. En esta ocasión no iba a cambiar de parecer, el vestido era una exageración a su estilo y que se casara con el ser más rico del país no significaba que cambiara sus gustos.
-"Por dios Bella, es perfecto. Vamos te casaras con Jacob Black, ¡uno de los empresarios más multimillonarios de la industria! ¡¿Y tú deseas casarte con un harapo? Vamos chica aunque sea hazlo por mí, trabaje mucho en este vestido y además me lo agradecerás en unos años cuando veas las fotos de la boda con tus hijos."- Decía Alice mientras ponía un puchero en sus labios y cara rogante.
-"De acuerdo Alice… Está bien utilizare este vestido"- Isabella termino por rendirse ante su amiga. Esto sucedía muy a menudo, no había nadie que se le negara a Alice, sobre todo bella. De hecho Bella no le negaba nada a nadie, toda su vida se la pasó complaciendo a los demás y estando a merced de la gente. En su vida había tomado una decisión por si misma o para su gusto.
Desde la muerte de su padre el jefe de policía Charlie Swan, su madre Reneé se había encargado de ella y de tomar todas las decisiones de su vida. Su madre se había encargado de llevarla a donde en este momento se encontraba. En la cumbre de su carrera, siendo una famosa modelo y el rostro de una gran marca de cosméticos como lo es Avon. Desde muy pequeña su madre la había iniciado en el mundo de la fama, antes de saber caminar ya estaba haciendo comerciales y teniendo pequeñas participaciones en películas televisivas.
Al crecer era una de las más conocidas del modelaje infantil de su estado, California. Y con el pasar de los años cuando llego a la adolescencia las ofertas de trabajo aumentaban, todos querían a la carismática Isabella Swan, por sus ojos achocolatados y su cabello rizado, sin contar de su virginal rubor y su piel nívea amelocotonada.
Reneé siempre tenía un nuevo trabajo para su hija y Bella nunca se quejo, nunca se detuvo a pensar que algo estaba mal, nunca pensó en manejar su vida. En tomar las riendas de su cuerpo. Nunca se imagino como un títere en manos de su madre, hasta que esta consiguió que un productor muy famoso de Hollywood, Phil Dwyer, le pidiera matrimonio. Al llegar a conseguir tal logro, la madre de Bella se fue con su nuevo marido y abandono a su hija a su suerte, con tan solo diecisiete años y acabando el instituto.
Desde ese entonces Isabella prometió que tomaría las riendas de su vida y solo complacería sus necesidades, aunque no todo ocurrió como esperaba. Después de que su madre la abandonara, ella junto a su mejor amiga Alice Brandon huyeron juntas hacia Nueva York la ciudad de los sueños, o la ciudad feliz como ellas la llamaban. Siempre desearon huir juntas a ese lugar y hacerse famosas juntas, Alice como diseñadora de modas y Bella como actriz, algo que siempre odio Reneé.
Al llegar a Nueva York, las cosas no eran como ellas pensaron, y se las vieron por largo tiempo sin empleo y sobreviviendo con las uñas. Alice no encontraba sobresalir con sus diseños y Bella tan solo había logrado entrar a clases de actuación a medias, sus profesores decían que tenía talento, pero siempre había alguien mejor que ella, más bonita o más alta. Siempre había alguien mejor.
Después de tres terroríficos meses ambas se dieron cuenta de que la realidad era otra y que si querían sobrevivir debían encontrar algún trabajo aparte de sus sueños mientras aquellos se realizaban.
A los dieciocho años de edad Bella trabajaba en Starbucks café, el cual le ayudaba a pagar la renta y Alice con la misma edad de su amiga, comenzaba a dar los primeros pasos en la industria de la moda, algunos de sus vestidos se vendían y otros no, pero no siempre se ganaba.
A un mes de su boda, Bella admiraba su vestido y de la forma en que se veía en el, parecía una de esas novias de revista a las que siempre odio. A pesar de siempre estar en pasarela Bella odiaba a las modelos, simplemente ese un era su mundo, nunca se lo dijo a su madre por miedo a lastimarla pero era la realidad.
Recordó el momento en que su madre la dejo a su destino, de cómo la humillo y como se fue con el hombre que en un momento intento seducirla a ella. Recordó cuando le dijo a su madre que Phil había tratado de metre su mano bajo su falda en una reunión informal que su madre había organizado con el fin de encontrar un nuevo contrato para su hija. Su madre nunca le creyó y se caso con el hombre.
Su madre había decidido entre su hija y su nuevo esposo y obviamente había ganado él. Esta vez Bella no se encontraba en una situación que odiaba por su madre. No. Esta vez Isabella había logrado ser la modelo mejor pagada del país por sus propios medios. Odiaba ser modelo, pero le había ganado a su madre.
Odiaba la idea de casarse. Aun más que ser modelo, tan solo pensar en estar atada a un hombre de cuarenta y nueve años mientras que tu tan solo cuentas con diecinueve, era una aberración a sus ideales. Jacob Black si era rico, muy rico. Poseía miles de domicilios a través del mundo y miles de compañías a su nombre en distintos continentes, Bella lo quería por el hombre que era mas no por su dinero, pero la idea de matrimonio no le gustaba para nada, aunque acepto al final, siempre tenía alguien a quien complacer.
Conocer a Jacob fue un golpe de suerte en definitiva. ¿Quién diría que en un solo día alguien puede pasar de ser nadie a ser la mujer más famosa del país? A Bella le ocurrió. Por su cabeza pasaron los momentos que hace exactamente un año habían ocurrido.
Alice deseaba salir a uno de los famosos Clubs de Nueva York, Bella sabia que jamás lograrían pasar, pero aun así apoyo a su amiga. Bella a pesar de crecer con la mujer más femenina y coqueta del mundo nunca llego a usas maquillaje, tan solo le bastaba con un lipstick y listo. Ese era otro motivo por el cual conseguía trabajo con facilidad, ella poseía maquillaje natural.
Las amigas llegaron al Club y por sorpresa no las dejaron pasar, era uno de los más exclusivos donde solo entran famosas estrellas, y para fortuna del destino había un paparazzi afuera esperando ver estrellas famosas. Al ver a Bella él paparazzi la Flasheo sin importarle quién diablos fuera, solo vio que esa chica era hermosa y si estaba en aquel club debía ser alguien. Bella se sonrojo y el paparazzi siguió deleitándose con ella.
A la mañana siguiente su rostro apareció en primera plana de artes y espectáculos junto con una reseña de su famosa infancia en California, y su teléfono comenzó a sonar con muchas solicitudes de trabajo. Todos querían su rostro.
Una jugosa propuesta llego a los oídos de Bella y esta no dudo en aceptarlo, ser el rostro oficial de Avon en un contrato de cinco años, con el dinero de este ayudo a su amiga Alice a lanzar su línea de ropa veraniega y le dio un gran empujón en el mundo fashionista. Sin contar que las puertas se le abrían cada vez que pasaba por alguna. No había semana en que no tuviera alguna entrevista, alguna conferencia o algún almuerzo con inversionistas de la empresa. Los hombres la amaban y las mujeres la envidiaban, y las mujeres comenzaron a envidiarla más cuando conoció a Jacob Black, cosa que había ocurrido hace dos meses. Por su belleza y carisma Jacob no espero mucho tiempo en pedirle que fuera su esposa, para que su fama aun fuera más grande ahora seria la señora del soltero más cotizado del país.
-"Valla este vestido es mucho mejor de lo que yo esperaba"- Anuncio Rosalie Hale entrando en el salón vestidor, con una carpeta en una mano y en la otra su móvil. Rosalie era una gran amiga de Bella y directora actual de Avon, gracias a ella Bella estaba frente a ese espejo viendo ese vestido.
-"Bella estas preciosa"-Exclamo Jasper Hale entrando igualmente al salón, el hermano gemelo de Rosalie. Este era también un amigo de Bella, se conocieron cuando Rosalie en un acto desesperado de que Bella consiguiera pareja le presento a su hermano soltero y editor en jefe de la revista Vogue, al final no le salió tan mal la pasada ya que por lo menos Jasper encontró pareja. Alice.
-"Vamos chicos, ¿enserio les gusta?"-repetía Bella temerosa
-"Claro Bella esta bellísimo, Buen trabajo Alice"- dijeron todos juntos casi al unisonó, así que este sería su vestido de bodas.
Este fue mi primer cap de mi sexta historia. A los nuevos lectores les recomiendo mis otras historias, y a los que aun me siguen les agradezco :D
Desean que continue?
Me merezco reviews?
Saludos!
