Un Deseo Impuro
Disclaimer: HP no me pertenece a mi, sino a su respectiva autora y casa productora etc, etc...
N/A: Bueno, pues aquí yo arriesgandome con este fandom que me ha gustado demasiado pero que no conozco lo suficiente, espero y les guste este pequeño drabble y espero reviews de crítica. Es un viaje en el tiempo como la mayoria podrá notar.
Advertencias: Incesto, mención de lemmon, cambios de personalidad.
Recorría la tersa y pálida piel lentamente, disfrutando de cada roce, cada centímetro que tenía a su merced. Disfrutaba de los estremecimientos del cuerpo bajo el suyo al igual que los pequeños sonidos que se escapaban de aquella boca que le había incitado al pecado. Esos labios que siempre le parecieron tan deliciosos como una jugosa fruta, aquellos que siempre quiso probar y ahora devoraba sin piedad.
Observo el rastro carmesí que dejaba cada toque en la piel, el sonrojo que la lujuria provocaba en las mejillas, contrastando con aquellos orbes verdes que eran tan parecidos a los suyos, la única diferencia era la inocencia que poseían y que esta noche estaba dispuesto a robarse.
Se preguntó si su padre podía sentir aquella conexión de sangre. Si sospechaba que él no era un simple desconocido. Si cuando le viera en algunos años o cuando volviera a casa le recordaría. ¿Qué haría? ¿Reclamaría? ¿Haría un escándalo? ¿Se avergonzaría?
Tenía tantas ganas de hacerle disfrutar lo suficiente, aún más que su propia madre, más que nadie, para así al volver no rechazarle y tampoco prohibirle aquel contacto que tanto ansiaba y que ahora disfrutaba con su versión más joven.
Scorpius tenía razón, estaba obsesionado y lo que hacía era enfermo pero era algo que no podía evitar. Estaba enamorado de su padre. No, de Harry Potter, el héroe del mundo mágico, aquel al cual todos admiraban y querían. El que le había dado todo, hasta aquella enferma obsesión.
Penetró en lo más profundo del menudo cuerpo, haciéndole gritar tanto de dolor como de placer. Queriendo fundirse, hacerse uno, no acabar aquel momento. Susurró a su oído lo bien que se sentía, lo mucho que le gustaba, lo lindo que gemía. Quería decirle que lo amaba, que siempre lo había amado, pero no podía, no debía revelar nada. Se movió bruscamente, sabiendo que le lastimaba, pero quería marcarlo, hacerlo suyo de tantas formas y el calor que le envolvía le estaba sacando de quicio. Quiso ser gentil, hacerlo lento, acariciarlo de manera que demostrara que tanto lo adoraba, pero era su única noche y no quedaba mucho de ella. Lo llevó al orgasmo, sintiendo al mismo tiempo el suyo muy cerca, acelero el ritmo y no pudo evitarlo, encajó sus dientes alrededor de ese tierno cuello y le marcó. Una marca que esperaba durara toda la vida. Una marca que podía evitar incluso su nacimiento. No había sido muy inteligente escoger aquella noche, un día antes de la boda de sus padres. La esperada boda de Harry Potter y Ginevra Weasley.
