Disclaimer: Fairy Tail pertenece a la perra de Mashima. Este conjunto de drabbles participa en el reto Maratón de Brotps del foro: Cannon Island.
Personajes: Sabertooth. Sting&Rufus.
Extensión: 500 palabras.
Notas: Esto carece de sentido (?). Uh, mi primera idea acabó siendo de demasiadas palabras y esta, mi segunda idea, llegó a las 660 —estúpido y sensual Sabertooth que me sobre-inspira—, así que tuve que recortar y eliminé buena parte de la narración en el proceso. Por lo menos ya tengo experiencia recortando palabras, ja, já.
Fuera de eso muchos headcanons y cosas ilegales —qué, ¿no puede gustarme que Rufus ayude a Sting con la burocracia del gremio y le dé consejos de dudosa legalidad?—, porque puedo.
Haré un drabble para cada combinación posible de Sabertooth, también porque puedo, parto con ellos solo porque son mi brotp predilecta.
Mis frases sorteadas fueron: "Eh, we're both going to hell anyway." / "Eh, ambos iremos al infierno de todos modos." y "If all else fails, we should just get married." / "Si todo lo demás falla, deberíamos solo casarnos."
Y ya, solo me resta aclarar que nada de lo dicho aquí puede ser usado en un juzgado (?).
.
Entre tigres.
Por dinero.
(sting&rufus).
El papeleo y él definitivamente no se llevaban bien, lástima que su posición de maestro les exigiera entenderse.
—Básicamente —dijo, alzando la mirada para observar al hombre frente a él—, no hay dinero.
—No.
—¿Y debo pagar?
—Deber un impuesto es algo riesgoso.
Sting torció el gesto. No se entendía con los números y lo suyo definitivamente era más ser derrochador que precavido, ¿exactamente por qué era maestro?
—¿Y qué hacemos? —cuestionó, desinteresado.
Lo peor es que de alguna manera el asunto no le preocupaba en lo más mínimo, si es que realmente no estaba calificado para ese trabajo.
—Podríamos falsificar documentos —sugirió Rufus sin mirarlo, revisando papeles.
El maestro frunció el ceño, aburrido; eran las dos de la mañana, quería dormir pero estaba ahí ocupado realizando balances. Y sí, no tenía nada que ver con que esa propuesta fuera ilegal.
—Eso ya lo hicimos y no consigue dinero, elimina deudas.
—Podríamos falsificar pagarés.
—¿Que tú solo sabes falsificar cosas?
—No, también sé descubrir contraseñas. —Sting se quedo mirando fijamente a su compañero unos momentos, tanto que incluso logró que este le devolviera la mirada—. ¿Qué?
—¿Nunca oíste la parte de usar los poderes para el bien?
—¿Eso qué es?
—Lo tomaré como un no —dijo Sting, reclinándose contra el respaldo—. ¿Otra idea?
—Si quieres te quitas la ropa y bailas.
—¿Una que no implique prostituirme?
Rufus pareció pensarlo, sin alterar su expresión.
—No realmente.
—Púdrete.
—¿Qué quieres que te diga? —cuestionó Rufus—, ¿que le compremos un seguro a Rogue y luego lo matemos?
—¿Por qué a Rogue?
—¿Entonces sí quieres matar a alguien?
—¿Qué? —inquirió Sting, para luego fruncir el ceño—. ¡No! —alegó—. No a un conocido, al menos.
—¿Y qué hago, mato a algún miembro irrelevante por ti?
—Mierda, eso sonó romántico.
Rufus rodó los ojos, para luego mirarlo.
—Sí, estoy que mato por ti —ironizó, alzando una ceja—; pero es buena idea.
—¿Lo de matar a alguien?
—Hazme de cuartada.
—Espera, ¿lo estás pensando?
—¿Tienes otra idea?
—Eh —Sting lo pensó, pero pensar tampoco era lo suyo y menos una respuesta ingeniosa—, ambos iremos al infierno de todos modos —dijo finalmente, prácticamente cediendo.
—De acuerdo, dejame revisar el listado de miembros.
—Juro que a veces me da miedo hablar contigo.
—¿Por qué?
No parecía tener problemas con matar a alguien y preguntaba por qué.
—¿Sabes que si falla vamos a prisión? —reclamó Sting—. ¿No tienes otra idea? —Rufus se alzó de hombros—. No sé, algo ilegal pero no tanto.
—¿Ahora quieres traficar?
—¿Por qué todo lo dices como si fuera idea mía? —alegó Sting—. Yo no soy la mente maestra aquí.
—Créeme que eso nadie lo duda.
—Vete al demonio. ¿Algo medianamente legal?
—Casarnos.
—¿Disculpa?
—Si todo lo demás falla, deberíamos solo casarnos —dijo Rufus, mirándolo con indiferencia—, con bienes compartidos y mudándonos juntos, reducimos impuestos.
Sting le miró atentamente, tratando de entender por qué Rufus no podía dar al menos una mínima señal de que estaba bromeando. Acabó por suspirar.
—Pero el vestido lo usas tú.
Detalles, detalles~
Ya, Rufus tiene buena memoria, yo quiero creer que por eso es bueno falsificando firmas y demás —nuevamente porque puedo—.
Y que Sting le hace caso, porque desde ya Rufus sabrá más de leyes que de él —aunque al final sea ilegal—.
Y sí, me gusta la idea de ellos llevando el gremio a la ilegalidad juntitos —porque puedo y el Consejo mágico no los va a descubrir si yo no quiero—.
Podría haber sacado cinco mil palabras de esto pero anda, no debía —límite de palabras y eso—.
Nos leemos. Bye.
