Capítulo 1

Reencuentro Fortuito.

Aclaración: Aclaración: Star Fox y todos sus personajes son propiedad exclusiva de Nintendo. Hago esto sin fines de lucro, solo por diversión.


Tanto Fox, como Slippy se han casado, ambas parejas están de luna de miel, así que el que se ha encargado del equipo ha sido Falco y compañía.

Han pasado unos escasos meses desde que Viry y Wolf están saliendo, el General Pepper aceptó la relación de buena gana, aunque este postrado en cama ahora el viejo sabueso.

Viry Pepper, la joven humana, se encuentra haciendo una llamada con Charlie Black, el mismo conejo verde; que ha salido a dejar un encargo que le ordenó Falco.

―Ya nomás dejo esto y me largo de aquí – Decía el conejo verdoso con su típico tono de voz.

―Está bien, hombre. Solo regresa con cuidado. – Dijo la chica en un tono amable.

―Ya, ya… Cambio, y fuera…― Contestó el otro con su ronca voz.

La video - llamada se cortó al final de sus palabras, Viry sonrió diciéndose – Ese Charlie es todo un caso…―

―¿Uhm? Porque lo dices – Comenta el lobo acercándose a un costado suyo.―

― ¡Ah! ¡O´donnell! – Expresó la chica sorprendida – Este… ¡Estaba hablando sola, no hagas eso! ― Dijo avergonzada.

Wolf contestó mientras se encaminó hacia ella ―Yo qué… Tú eres la que se asustó sola.―

― ¡No…No importa! – Se puso de pie exasperada, y hasta sonrojada.

―¡Ja, ja, ja, ja, ja! No exageres… –Reía el lobo por la reacción de la humana.

Viry desvió su mirada al ver que se acercó más, y dijo como niña chiquita ―…Lo siento…―

―No pidas disculpas, solo me hiciste reír. ― Dijo Wolf, ya parado frente a ella, notó que le miró, le tomó del hombro y pego su cabeza a la frente de la humana, causando que se inquietara.

―…Ah… Qu… Qué sucede…― Dijo Viry, sonrojada a más no poder.

―…Nada, sólo quiero estar así…― Pasó su mano al rostro de la chica que se quedó quieta.

De repente entró a la sala Lombardi, luciendo su atuendo de siempre y miró a la pareja muy acaramelada, soltó un suspiro de fastidio, para luego decir. ―Oigan, oigan…Consíganse una habitación… Santo Cielo, aquí venimos a trabajar. ― Dijo molesto.

Wolf se apartó del rostro de la humana, la cual exclamó ― ¡…Disculpa!― sonó con sorpresa y vergüenza la humana.

―Para de disculparte, Viry. ― Dijo sin sonar grosero ― Y tu Falco, bien puedes mirar a otro lado, estoy con mi novia. ― La tomó de la cintura y la acercó a su costado, ella solo se sonrojó sin decir nada.

―Bla, bla, bla… ―Expresó el halcón, haciendo como si su mano hablase por él. ― Disculpa, pero tengo trabajo qué hacer. Ya te había llamado la atención, Wolf. Contrólate.―

El lobo iba a contestarle, pero sintió el tacto de la humana en su antebrazo, la cual dijo ―…Suficiente, déjalo O'donnell… Igual yo tengo trabajo, nos veremos en la hora de comer ¿te parece? ―

―Uhm… Pues ya qué…― Se inclinó a ella, y le dio un beso en la frente, causando que se pusiera roja nuevamente. ―Al rato nos vemos. ―

―Ya, vete ― Dijo el halcón con sus manos ocupadas en el teclado, y su vista a costado.

Wolf solo volteó a verle de mala gana, sin contestar ya nada, y salió del cuarto. A lo que Viry aprovechó para acercarse a su compañero y le preguntó ― ¿Ocurrió algo hoy? ―

― ¿Por qué preguntas? ―Cuestionó en su tono habitual sin sonar molesto con ella.

― ¿…Sí verdad? Para qué pregunto…― Desvió su mirada, a la vez que soltó un suspiro ―…Olvídalo ― Le dio la espalda y caminó hacia su asiento a unos tres metros del otro. Falco le miró de reojo, y puso ya un rostro afligido.


Más tarde:

―Bueno ¿Alguien sabe acerca de Fox o Slippy? ― Preguntó Falco, abriendo una botella de soda, en un color celeste y burbujeante.

―Tengo noticias de ambos, y se la están pasando bien, a pesar del clima, bueno eso por parte de Fox…― Miró su muñeca, en el reloj intercomunicador, donde presionó unos botones, y apareció una foto holográfica; donde está Fox y Krystal, en la playa parece ser, pero al cambiarla se nubló el cielo soleado y comenzaba a llover. ―Eso es lo único que les salió mal…―Sonrió Viry nerviosamente, y volvió a presionar los botones para quitar las fotos de la vista de todos.

―Entonces están bien. ―

―Claro… Bien felices ese par de enamorados… Slippy solo me mandó un correo, al igual que Fox, está muy bien, con su querida esposa, Amanda. ― Comentó la humana amenamente.

― ¡Ya llegué! ¿De qué me perdí? ―Decía Charlie, quien apenas se sentaba a lado de la chica, quitándole el lugar al halcón.

―¡O-oye! ―

―Acabo de llegar, tú ya tienes aquí todo el día. ― Contestó secamente el conejo verdoso.

―Charlie, Falco… Tranquilos… ― Miró específicamente al conejo diciéndole ― Apenas vas llegando y ya comienzas una pelea…―Soltó un suspiro pesaroso ― Qué harán si un día no estoy aquí…―

―¡Tch! ― Expresó Charlie, cruzándose de brazos y piernas ― Seguiremos peleando…― Dijo de una manera tan seria, que pareció verdad, sin notarse el sarcasmo.

―Exacto ―Contestó Falco, dándole la razón.

―Sí, eso sería lo más normal. ― Comentó más para sí la humana. ― ¿…Y tú, O'donnell…?

Wolf respondió con una sonrisa un tanto cínica ― Yo también me pondría a pelear ―

―Gracias, era la respuesta que esperaba…― Contestó la chica sonando un poco molesta.

―En tal caso, y dependiendo en qué tipo de circunstancias no estés un día aquí… ― Llevó su mano al rostro femenino y le acarició, dibujando una sonrisa más sincera y sonando con mucha determinación ― …Es obvio que iría a buscarte… Si ya lo hice una vez, lo volvería a hacer…― Viry abrió los ojos por completo, por la impresión y no evitó sonrojarse al tenerlo cerca, y más oírle decir aquellas palabras que sintió muy verdaderas.

―…Ah… G-gracias…. O'donnell…―

―Eso es lo que querías escuchar, y lo digo en serio…―

―Claro, confío en ti…― Dijo sonando feliz la chica.

―Se olvidan de nosotros. ―Comentó Charlie, poniéndose de pie ― Vamos a pedir, que tengo hambre, no me dieron ni siquiera agua. ―

―Ya, ya… ―Se puso de pie Viry, para ir junto al conejo, detrás le siguió Wolf y Falco.

Después de un rato, al ya haber terminado los deberes, se dispusieron a regresar a sus respectivos hogares, y como es costumbre; salen juntos, y en el camino cada quien iba hablando de sus cosas.

―Sí, sí… Eso ya lo sé…― Decía Viry, que hablaba con el lobo.

―A quién se le ocurre pedir una pizza de ese tamaño ― Comentaba Falco, quien charlaba con el conejo.

―Ya ves, a mí nadie me detiene…― Contestó con orgullo.

―…Y después, me vas decir que no te gusta…― Decía Wolf, contestando a algo que dijo la chica.

―Claro que me gusta, soy adicta al chocolate, solo que no lo consumo mucho…―

Iban a cruzar la calle, se escuchaba el ruido y el barullo de una típica ciudad, y más a la hora de salir del trabajo, había un ligero tráfico, y ni hablar del humor de la gente, pues pasaban muchas personas a esas horas.

Nadie notó nada inusual, era lo mismo de casi todos los días, pero; al pasar al otro lado de la dichosa calle, entre tanto gentío, una voz de entre muchas, se escuchó el fuerte gritar de alguien.

―¡Mujer…Mujer!― Es la voz de un barón.

Viry, hizo caso omiso y siguió caminando junto con los demás. Hasta que volvió a escuchar que gritaron:

―¡Hey, mujer! –

Viry pareció reconocer el timbre de voz, cosa que se le hizo raro; y volteó lentamente hacia atrás, frunciendo el ceño mientras se decía:

―…Esa voz… ¡Espera! Sola hay alguien que me ha dicho… así… y…― Dijo, una vez que el sujeto se le paró enfrente; dejando pocos centímetros entre ellos. Wolf, Charlie y Falco voltearon a la vez extrañados.

―Te encontré, mujer…― Se acercó, dándole un abrazo de la nada, Viry se estremeció pues le causó mucha sorpresa. –¿Eeeh…?― Expresó la humana.

―¡¿Aaah?! ¡No puede ser…! ¡T-tú…!― Dijo atónito y molesto Falco.

Término de abrazar a la chica y dijo sonriendo cínicamente – Sí, soy yo… ¡Je! ― Regresó su atención a la inmóvil chica susurrándole ― Mentirosa. ― La chica con la cabeza baja dio un pequeño sobresalto. De nuevo encaró al halcón, y mostró su dentadura blanca, mientras decía –Por supuesto que lo soy. Wold Crimson.― Se apuntó a sí mismo con su pulgar. Viry no reaccionó aún del todo, hasta que de repente Wolf se aproximó con sigilo, la jalo hacía él y dijo viendo de muy mala gana al otro lobo.

―¿Qué haces aquí?― Sonó con cierta confianza, como si le conociera, pero le veía molesto.

―Aaah… ― Expresó con sorpresa ―…Pero si es… ―Se acercó a él pareciendo muy prepotente ― …Wolf O'donnell, ya tenía mucho tiempo sin verte, eh.―

―¡Tch! – Expresó; Wolf molesto aún, para luego decir con un tono de voz gruesa. – Vámonos…― Se dio la media vuelta junto con la chica, tomándola fuertemente de la mano, cosa que notó el otro lobo oscuro.

―Oh… ¿Son novios o algo así? – Dijo porque miro el cómo le trató, y aquel gesto de afecto.

Wolf se detuvo en seco y dijo en su típico tono ―Eso no te incumbe.―

―Aaah… ― Wold dibujó esa típica sonrisa con aire de descaro, abrió sus labios diciendo para molestar – Ya te contó que nos besamos.―

Esto le cayó a todos de sorpresa, en especial a Viry, recordó de golpe aquel suceso pasado, además de que fue el primer desconocido en hacerla sentir temor.

― ¿Eh?― Expresó Wolf, dándose la media vuelta en el acto y le lanzó una mirada furiosa.

―Ah, ya veo que no se lo contaste, mujer. –Dijo sonando nada avergonzando, mientras veía a la chica, que se volteó de perfil.― Ella me beso, y si estoy en lo cierto fue tu primer beso, ¿verdad?― Dijo esto último viendo la reacción de ella.

Viry se puso roja de la vergüenza, o tal vez del coraje, y Falco irrumpió muy alterado ― ¡Mentiroso rufián, tú fuiste el que la beso en aquella ocasión!― Dio unos pasos un tanto amenazantes, hasta plantársele enfrente.

Wold respondió con sarcasmo. ―Aaah, ya me había olvidado de tu presencia. Veo que no te quedaste con ella…― Le sonrío de la misma manera burlona.

―Tu… desgraciado…― Dijo, Falco molestándose aún más.

Charlie notó que el tipo solo quería causar conflictos entre éstos dos, y se dirigió al lobo oscuro, deteniendo al halcón azul, se colocó frente a el susodicho viéndolo muy fríamente como acostumbra. –Más vale que te retires, o no querrás salir lastimado.― Sonó tan serio que realmente causaba temor.

―Uy… que miedo.― Dijo burlándose, hasta fingió un temblor, se inclinó a su izquierda para ver a Viry diciéndole –Nos veremos después, mujer.― Ella volteó enseguida, cruzaron miradas y éste le sonrió diferente.

―¿Qué estás esperando?― Amenazó el conejo preparando sus puños.

Levantó sus manos a los costados diciendo ―Ya, ya, ya me voy.― Se giró, dándoles la espalda y se alejó de ellos caminando tranquilamente, hasta casi perderse entre la multitud de gente que se encuentra en la calle.

― ¿Viry, estás bien? ― Dice Wolf tomándola de los hombros, mientras que los demás se acercan a ella haciendo un círculo uniforme.

―S-sí… es solo que me ha sorprendido… y… no sé… ¡Ah…! ¡Perdón! Perdóname, O'donnell, yo ya no recordaba eso… Han pasado años desde que lo vi por última vez.―

―… No te angusties por eso, entiendo la situación muy bien. No estoy molesto ―

―…G-gracias…―Dijo tranquila la chica, y miró los rostros de todos a su alrededor ― E-estoy bien, no se preocupen.― Sonrió de manera nerviosa.

―Uhm… si tú lo dices – Dijo Falco un poco inconforme.

―De todas maneras, qué se cree ese tipejo al abrazarte.― Dijo Charlie en un tono ronco y molesto.

―Eh… No lo sé… Ha de ser muy impulsivo… Ah… ― Sacudió su cabeza un poco diciendo seriamente ― Pero eso no importa… sino más bien ¿Cómo es que volvió a Corneria? Esa es mi principal duda.― Preguntó con una mano puesta en su mentón.

―Yo le avisaré a Fox, a ver si sabe algo al respecto. – Comentó Falco.

―Bien, pero igual no es importante. No deberíamos molestarle ahora que está ocupado con su mujer. –

―Pues sí, cierto… En todo caso, trataré de investigar. Bueno, vámonos. No quiero que regrese. ― Dijo el halcón, siguiendo su camino, le siguió el conejo que se veía más serio que de costumbre, traía sus dudas en la cabeza, pero tal parece que no las quiere exponer de momento.

La humana caminó y el lobo no se le separó de su lado, parece que le protegía, en aquel andar del trabajo a su casa, ella comentó al separarse poco del otro par. ―O'donnell… Necesito decirte algo. ―

―¿Uhm? ¿Qué sucede? ― Respondió a manera de pregunta, sonando interesado y le puso atención mirándola de reojo.

―Ah… Dime… Él te conoce, ¿cierto? Ya que te habló de lo más normal.― Preguntó Viry, esperando a que el lobo le aclare la duda.

―…― Guardo silenció unos segundos, como si pensara las palabras de la mejor manera posible, no demoró en contestar, sonando honesto ― Sí, pero eso fue cuando estaba con Andross. Ya tiene mucho eso, realmente no quiero recordarlo. De tan solo hacerlo se me revuelve el estómago de puro coraje. ―

―Ah… ¿Y eso?― Cuestionó la chica con interés, y hasta un poco intranquila.

―Ugh ―Expresó con pesar ― Bien… Tuve unos pleitos con él y su estúpido equipo, en algunas ocasiones, le compraba armamento, no podía abastecer todo yo solo, después de todo también fui un criminal, ya conoces la historia. Hubo diferencias, además de otras cosas. Después hablamos de eso, ahora solo quiero regresar a casa.―

―En realidad no conozco mucho acerca de ti… y tu pasado… ― Dijo Viry agachando la mirada, y nerviosa respondió ―B-bien… Lo siento… es solo que; me entro la curiosidad.―

Wolf le tomó de la cabeza y dijo sonriendo ligeramente – No te disculpes, no estoy enojado si es lo que piensas. –

―Ah… Como digas― Sonrió para que el otro se tranquilizara.

Finalmente llegaron a su destino, Wolf la condujo hasta ese dichoso apartamento el cual ya conocemos, pero el lobo no vive con ella, sino aparte, del otro lado de la calle en otro edificio especial del ejército Corneriano, donde vive de momento también el conejo Black.

―Gracias, por acompañarme…― Dijo ella, agachando la vista, y teniéndolo más cerca que de costumbre, el lobo gris se acercó para tomarle delicadamente del mentón y elevar esa cara humana, le miró con su ojo visible color violeta.

―Ha sido un placer. ―Respondió con una sonrisa, y sonó un tanto coqueto.

La humana se puso roja, y claro que nerviosa, dio unos pasos para separarse del toque de él pegándose a la puerta de metal, y sonrió agachando la mirada. ―…Nos vemos… Mañana…―

Wolf un poco desconcertado, exhaló un suspiro corto y contestó de manera apagada ―…Claro. Te llamo más tarde. ―

Viry, colocó su dedo índice en la cerradura táctil, y deprisa entró dejando al lobo afuera que con calma se retiró.

La chica se quedó parada del otro lado de la puerta, y tirándose hasta el piso se dijo ―Gah…Tonta…― Sonando molesta, y decepcionada. Recordó la única y última vez que se habían besado, que aquella vez, cuando se descubrió a sí misma, dejando de lado su disfraz de chico. Desde entonces le da mucha vergüenza que se le acerqué con la intención de robarle un beso, y lo ha intentado, pero incluso estando a solas no logra poder otorgarle uno. ― ¿Qué me está pasando…? ¡Es mi novio, debería poder ser más sencillo! ¡Por qué resulta ser así! ― Decía a gritos, haciendo más un monólogo.


Mientras tanto:

En un sitio poco conocido de Corneria, tal vez algún barrió bajo, de esos que no se conocen del todo y que muy probablemente ni el más conocer del planeta lo sabría.

―¡Ah! Así que has vuelto. ― Dijo una voz gruesa, y muy madura de un sabueso negro, sentado en una silla de ruedas, parece estar paralítico.

―Por supuesto, cómo no iba a hacerlo y más si se me devuelve el favor. ― Comentó el lobo oscuro, a cada paso que daba hacia una especie de barra de bebidas alcohólicas, en donde el sabueso está del otro extremo. ―Claro, claro. Devuelta a las andadas ¿eh? ―

Wold contestó con una sonrisa en su rostro ―Tal vez…― Apoyó sus codos sobre aquella superficie plana de color gris ―…Depende de la recompensa. ―

―Pues, bueno… Tus caprichosos clientes demandan tus servicios cuando se les place…― Se inclinó y de una puerta de metal, sacó una especie de maletín―…así que; aquí tienes una parte de la paga… Es poco, y ya me tome la libertad de tomar mis honorarios. ― Colocó aquel maletín de extraña procedencia, y lo colocó sobre la barra, y la abrió para mostrarle una módica cantidad de dinero, en especial billetes.

―Eso nunca se te olvida, eh. ― Dijo el lobo, viendo el dinero, y luego cerró dicho maletín.

―Seré viejo, pero no tanto como para olvidar que debo comer. ― Mencionó aquel canino.

Wold, tomó el maletín en una mano, diciendo ―Es una lástima; que el ejército corneriano te haya dado por muerto. ―

―Por lo menos mi familia tiene suficiente de dónde vivir, y así estoy mejor, solo. Ya lo entenderás, bueno… Si es que te casas, y tienes hijos. ― Dijo el hombre, yendo a un rincón, haciendo un extraño ruido de motor por esa silla de ruedas, que se movía sin la necesidad de usar las manos, de ese espació oscuro, sacó una especie de Tablet, mucho más delgado y fino, que irradiaba un color azul, mientras decía ― Y… hablando de eso ¿ya tienes a la chica de tus sueños? ―

―…Ah… Solo la he visto en sueños, mi buen hombre. Por ahí a de andar. ― Dijo, sonando un poco melancólico, incluso sonando romántico.

―Pues bueno, algo es algo. ― Le dio unas cosas, además del dinero ― Aquí tienes, puedes irte. ―

―Gracias, Don Gonzalo. ―

―De nada, Wold. ― Contestó el sabueso, con una ligera sonrisa.

Salió aquel lobo oscuro; con una sonrisa placentera en el rostro y revisó lo que llevaba en el extraño paquete que le entregó al final, el sabueso Gonzalo. Lo abrió hasta llegar a su vehículo, que en realidad es una especie de motocicleta. Luego esa sonrisa se borró, puso una mueca y diciendo ―…Ya me lo esperaba…― Soltó un suspiro, aquel maletín y caja, la echó en un costado del vehículo, y subió para retirarse.


A la mañana siguiente:

Viry salió de su casa, y para da un en la entrada, con la mirada de sorpresa ―… Charlie…―Dijo ella, viendo que el conejo verde se acercó a su costado y le paso el brazo por el cuello y sonriendo le respondió ― ¡Buenos días! Qué onda con esa cara, esperabas al lobo ¿verdad? ―

―…Eh… Para serte sincera sí…― Respondió, quejándose un poco al sentir el peso del conejo.

―Pues; por eso me le adelante. ― Caminó arrastrándola también, sin haberle dejado de abrazar, mientras platicó ―…No te preocupes que nos lo encontraremos por el camino… Además hay algo que quiero discutir contigo. ―

― ¿Uhm? ¿De qué se trata? ― Preguntó con extrañez.

―...―El conejo se puso serio, se detuvo un momento, y la soltó diciendo ―…Es por lo del tipo de ayer. ―

― Debí suponerlo ―Dijo la chica sin sorprenderse tanto ―… Él no es nada, tenlo por seguro, solo lo vi esa vez en que Falco y yo lo… atrapamos, si se puede decir así… Y…―

― ¡…Suficiente…! ― Exclamó el conejo con una mano alzada al aire, la cual hizo callar a la humana tomándola desprevenida, causó que diera un paso atrás. Charlie se aproximó a ella, acorralándola, y le dijo frente a frente ―…No necesito tanta palabrería tuya, confío en ti, pero; no en los demás― Sonó ya más sereno. ― Es solo que ese tipejo no me dio buena espina. ―

―…N-no deberías preocuparte tanto, no creo volver a topármelo. ― Dijo tímidamente, la chica humana, y dibujo una sonrisita en su rostro.

―Eso espero. Desde que lo vi le noté sus intenciones. Solo ten cuidado. ― Advirtió él.

Viry abrió sus ojos de sobremanera diciendo ―Entendido. ― Sonó como una soldado.

―Así me gusta― Dijo enderezándose de nuevo y dibujo una pequeña sonrisa en su rostro. Continuaron su camino y en el trayecto, finalmente se toparon con Falco y Wolf.

La humana sonrió al ver al lobo, se dirigió con prisa a él. Charlie, la vio al pasar de su lado, algo pasó por su mente.

―Buenos días, Viry ― Dijo Falco contento, ella le regresó el saludo con una sonrisa hasta detenerse frente a quien llama su novio.

―Con razón te fuiste antes eh, Charlie ―Comentó el lobo tomando con sus manos, de los hombros a la humana.

Charlie, sonrió revelando que era culpable, pero no le tomó mucha importancia, lo demostró encogiéndose en hombros, hasta unirse con ellos.

―Esto puede ser un problema… Nunca la dejan sola o qué…― Se dijo el lobo oscuro, mientras les observaba de lejos. ―¡Ay mujer…! ¡Cómo te gusta causarme molestias! ― Volvió a tomar su casco color carmín, en donde traía dibujado una llamarada de fuego, en tonos negro y gris, volvió a conducir, pasando por otro carril; al lado contrario en donde aquellos se dirigían.


Al llegar a la base principal de la ciudad de Corneria, los barones, ya se habían ido a sus respectivos puestos. Mientras tanto, en los vestidores Viry terminaba de tomar un cinturón; que solo usa para el lugar, el cual tiene más de un estuche, y es claro que tiene un blaster a su costado. Al terminar decidió cerrar su casillero, y en eso alguien se detuvo tras ella, en realidad dos personajes femeninos, volteó al sentirles y abrió los ojos con sorpresa y esbozó una sonrisa diciendo ― Fay, Miyu… ¡¿Cuándo volvieron?! ― Sonó muy contenta a la vez que sorprendida.

―¡Vi-ry! ―Exclamó con los brazos abiertos; la muy enérgica de Fay.

― Wah… ―Expresó la humana al sentir el apretón del abrazo, mientras veía a Miyu por encima del hombro de la chica canina. ―… H-hey… ¿Cómo han estado? ―

La lince se acercó con una sonrisa ligera en su rostro, y contestó mientras aún Fay ahogaba a la humana con su abrazo. ―Pues muy bien, nada del otro mundo. Volvimos esta…― Tomó a la enérgica collie de las ropas del cuello, por detrás; y como si nada la hizo a un lado, mientras seguía hablando ―...está mañana… ― Miró a Fay, reprendiéndole ―Deberías calmarte, la vas a matar un día de estos. ―

―…Pero, Miyu… ― Musitó la blanca perrita, jugando con sus dedos ― …Ya teníamos mucho sin venir por acá. ― Miró a la humana con una sonrisa ― ¡Eje, je, je! Disculpa mi entusiasmo, amiga. ―

―No te apures…― Se acercó en medio de ambas, y abrió lo más que dieron sus delgados brazos y dio un paso al frente diciendo ―…Yo también las extrañé. ―

―Awww…―Expresaron al unísono el par.

Viry rompió el abrazo grupal, y dijo sonriente ―Las invito a comer ―

―Claro, Viry… Siempre y cuando tú pagues…―Dijo Fay sonriendo dulcemente, sin sonar que lo dijera en broma.

―Por supuesto. No iba a dejar que pagaran ustedes…―Dio unos pasos, mientras la otras dos jóvenes le siguieron; para salir del cuarto. ―Las veré en unas horas, tengo que terminar un trabajo pendiente. ―

―Está bien, nosotras estaremos de momento con Peppy. ―

―Bueno, las veo en el comedor, y de ahí nos vamos a otro sitio. De hecho, acaban de abrir un nuevo restaurante de comida especial de Papetoon, he escuchado buenas críticas del lugar. ―

―Interesante recomendación, Viry. ―Comentó Miyu con interés ― Tengo mucho que no voy a ese planeta. ―

―No estaría mal probar la comida de ahí. ― Dijo Fay, imaginando el sabor.

―Perfecto, las veo más tarde. Me tengo que retirar. ― Dijo ya caminando por el pasillo.

―¡Nos vemos! ― Gritó Miyu, antes de perderla de vista.

―Vaya… Sigue igual. ―

―Sí. ― Contestó la lince.

―Aún me acuerdo cuando se vistió de chico… Awww… Se veía tan mona―Comentó Fay, al punto de sonrojarse de la emoción.

―Gah… Fay, cálmate ¿quieres? ― Comentó Miyu, con una cara un poco avergonzada por el comportamiento de su compañera.

―No puedo evitarlo. ― Comenzó el andar ― Realmente era lindo y tierno ― Miyu le alcanzó para colocarse a su lado.

―…Sí, no lo voy a negar. Pero ahora está saliendo con ese Wolf O'donnell… ―

―Ah, cierto. Me preguntó cómo le estará yendo. ―

―A como se ve, me parece que bien. ― Contestó la lince, muy segura de ello.

―Pues bueno, vamos a ver a Peppy. ― Tomó del hombro a su amiga, caminando con prisa.


En su caminar, entusiasmada, Viry se topó con una persona que le salió de la nada, antes de que pudiese esquivarlo, chocó levemente contra el bulto masculino, y al mismo tiempo alzó su vista disculpándose ― Perdón…―

―…Je…― La sonrisa de ese ente desconocido, sobresalía más que ninguna, esa dentadura blanca, y ese pelaje entre oscuro y claro ―…Mujer… ― Los ojos del lobo, de un azul brillante como una piedra preciosa; que la llamó a su manera, la vieron solo a ella. Viry no pudo evitar sentir un estremecimiento correrle por todo su cuerpo, y eso le trajo el recuerdo de aquella ocasión desafortunada, por inercia dio unos pasos atrás lentamente, mientras aquel sujeto, dio uno diciéndole ―…Estoy esperando a que me sorprendas. Vamos ¿…Qué te sucede? ―

―¿P-por qué…? ¿Qué haces aquí…? ― Musitó un poco aturdida, con mucha impresión, y se detuvo.

El enorme lobo, se acomodó en la pared, y se cruzó de brazos, respondiendo la pregunta ―Solo vine a reportarme. Después de todo soy un ex convicto. ― Contestó de lo más tranquilo, cosa que causó una ligera sospecha por parte de la humana.

―Eso lo puedes hacer en cualquier otro distrito. ― Comentó Viry, sonando ya un poco calmada, pero sin bajar la guardia.

―No necesariamente, pero ahorita estoy aquí, y aquí es donde debo venir. Además hoy me quitan el chip rastreador. ― Se irguió de nuevo y dio unos pasos; al mismo tiempo metió sus manos a los bolsillos y le miró de manera intimidante, diciendo ― Eres una mentirosa, mujer. ―

― ¿Cómo dices? ― Cuestionó frunciendo el ceño.

―Dijiste que no me recordarías, pero es claro que deje marca en tu vida. ― Se inclinó hacia ella, hasta casi llegarle al rostro, obviamente Viry se hizo para atrás, pero antes de que lo hiciera más, el lobo con una velocidad sorprendente, le tomó de las muñecas, jalándola a él, su intención era más que obvia, planea besarla una vez más. Pero, algo sucedió en ese inter, Viry reaccionó de prisa, y le tomó de muñeca con ambas manos apretándole fuertemente, y de repente en un dos por tres, le dio la espalda y lo jaló violentamente para aplicarle una ataque de defensa, de cierto modo le torció el brazo, y así el lobo se sorprendió mucho; al sentir que había caído fuertemente al piso, viendo el techo griseado.

―No soy la misma de aquel entonces… Crimson. ― Escuchó la voz de la chica, y movió un poco su cabeza hacia arriba, para verla parada con las manos en la cadera, aun así esbozó una sonrisa cínica en su cara al verla molesta.

―…Tienes razón. ― Se incorporó rápidamente, y se le puso enfrente, limpiándose las ropas, dijo ―Será mejor que me vaya. Espero verte pronto. ―

―Espero que no. ― Dijo la humana dándose la media vuelta, y aquel sujeto caminó en sentido contrario a ella.

El lobo oscuro se iba alejando, y en su caminar no pudo evitar sonreír, pero esta vez de manera oscura. ― Verás que sí, Mujer. ―


―¡¿Qué?! ―Exclamó con sorpresa Falco. ― ¡¿Cómo, cuándo, dónde, por qué?! ― Soltó aquellas interrogantes, casi histérico.

―Pues… solo apareció, diciéndome que andaba por aquí de visita, es algo que tiene que hacer, por el simple hecho de ser un ex convicto. ―

― ¿No te hizo nada? ― Preguntó Wolf, con preocupación.

―Ah… N-no, para nada. ― Sonrió ― Me encargué personalmente de él ― Añadió, con una sonrisa satisfactoria.

―Lo pusiste en su lugar, ¿eh? ― Dijo Charlie, al estar a un costado de pie, con los brazos cruzados.

―Le deje claro; que no soy la misma chica novata, de aquel entonces. ―

―Me parece perfecto. ― Dijo Wolf, acariciándole su castaña cabellera.

―¡Je, je! Lo dicen como si hubiese ganado un premio. ― Dijo quitándose de encima la mano masculina del lobo. ― En fin, vuelvan al trabajo hombres. ―

―Sí. ―Dijeron los tres al mismo tiempo, y antes de que Wolf y Charlie dejasen la habitación, la humana gritó ― ¡Esperen! Antes de que lo olvide, los veré después de comer. Invite a Fay y Miyu a comer en el nuevo restaurante. Lo digo, para que luego no me anden buscando. ―

― ¿Y a qué horas pensabas decírmelo, eh? ― Dijo Wolf fingiendo cierto tono de enojo.

―Ah…― Expresó Viry poniéndose nerviosa, no se dio cuenta de que aquel; solo jugaba con ella. ―…Este… Lo siento. Aparecieron mientras terminaba de arreglarme, pensé que ya las habían visto. ―

―¡Je, je! Está bien. ―Sonrió el lobo gris ― Veo que no distingues cuando finjo. ―

―¿Eh? ―Expresó la chica

―Nada. Solo vete con cuidado y te veré más tarde. ―Le dio la espalda para caminar hacia la compuerta.

―Ya, gracias. ―


Más Tarde:

―¡Viiiiry! ¡Por aquí! ― Gritó con emoción Fay, con las manos alzadas y sacudiéndolas rápidamente, al ver a su amiga acercarse.

―¿Listas, chicas? ― Preguntó la humana, al llegar hasta ellas.

―Por supuesto ― Contestó la enérgica collie.

―Vámonos ya, que tengo hambre ―

―Eje, je! Sonaste como a Charlie. ―Hizo el comentario Viry, soltando unas risitas.

―Oye, no me compares con él. ―

―Pero tiene razón. ¡Ja, ja! Se me hace que harías pareja con él, Miyu querida. ―

―¡Qué! No empieces a jugar a la casamentera, ni le hablo siquiera. ― Se cruzó de brazos mostrando un ligero sonrojo.

―Ya, ya… Cálmate ―


A los pocos minutos, salieron las chicas, hablando de sus acontecimientos vividos en unas misiones que tuvieron juntas, el plan de cada una les llevó más tiempo de lo planeado, y estaban realmente a gusto el estar a lo que ellas llamarían su hogar. En aquel momento de charla, un momento de relajación, ninguna se percató de que eran perseguidas por cierta persona, que las vigilaba muy detenidamente.

Aquel sujeto, aprovechó la oportunidad que se le presentó, y sin cuidado, se le ocurrió pasar a la acera de peatones, y las personas que iban en ella, comenzaron a gritar, y exclamar. El trio de chicas, volteó confundida por el escándalo, y en eso el sujeto en aquella motocicleta dio un drift, rechinando ruidosamente las enormes llantas, ocasionando que Miyu y Fay quedaran lejos de la humana, que prácticamente acorraló como si de una presa se tratase.

―Lo que digo lo cumplo, mujer ― Escuchó las palabras de aquel sujeto sobre la motocicleta, y supo quién era. Abrió los ojos de sobremanera, y antes de que pudiese siquiera ponerse en posición de ataque, él extendió la mano para tomarla por la fuerza del ante brazo, con una agilidad realmente impresionante, la haló hacia él, causando que la chica soltara una exclamación, y notó que su intención no era detenerse, a fuerza se tuvo que aferrar a la cintura de él, pues de inmediato, arrancó y a mucha velocidad, pasando autos, a los peatones, edificios, sólo para alejarla de lo más que pudiese de la civilización.

―¡¿Qué crees que haces?! ― Gritó molesta la chica, con los ojos cerrados por la ráfaga de viento que se hace cuando vas a muy alta velocidad, su cabello castaño revoloteaba.

―¡Ja, ja, ja! Por el momento, solo planeo conducir. ― Dijo con una sonrisa gustosa, que la chica evidentemente no veía.

―Ugh…― Expresó ella, moviendo la cabeza a un costado. Su comunicador comenzó a sonar, esto alarmó de cierto modo al lobo, que sin previo aviso, frenó causando que la chica se escamara y lo tomara con ambos brazos, con fuerza, así Wold; logró que ella no contestara aún. ―En serio, ¿qué te sucede? ¿Planeas matarnos o qué? ― Dijo muy molesta, el lobo la ignoró de momento; y antes de que ella alejara su brazo derecho, éste la tomó bruscamente y le arrancó lo que parece ser su comunicador, como una especie de brazalete. ― ¡Oye! ― Se volteó y aprovechó para taparle la boca con una mano, además de que con la otra le quitó el auricular, y se volvió, acomodándose en su asiento, y arrancó sin decir nada.

―¿Qué sucede, Fay? ― Preguntó la lince, con impaciencia y preocupación en su voz.

―No contesta… Hasta aparece interferencia… ― Dijo la albina canina. ―Ay, esto no es bueno… No sabes ni quién era, debemos decírselo a Wolf. ―

―No hay otra opción…― Dijo resignada Miyu.

Fay comenzó a presionar unos botones, y enseguida se escuchó la voz gruesa del lobo gris, la mujer se puso nerviosa y tomó un respiro para decir ―… Soy Fay… Amm… Tengo que decirte algo importante, pero no te alarmes ¿de acuerdo? ― Advirtió sonando tranquila, la collie, pero esto solo intrigó a O'donnell, el cual preguntó ― ¿Qué sucede? ¿Ya se aburrieron o qué? Por cierto, díganle a Viry que la esperaré en su apartamento. ―

―Ah… De hecho…― Sonó ya en un tono de como no queriendo ―…Viry… no está. ―

― ¿Cómo dices? ― Dijo, perplejo el lobo, como si no hubiese escuchado

―Ah… es que… ―Balbuceó Fay, cosa que desespero a Miyu, la cual exclamó. ―¡Gah! ¡Dame eso! ― Se escuchó del otro lado de la bocina. ― Wolf, soy Miyu, lo que sucede es que un tipo apareció, no sabemos ni quién es, ni nada, pero se llevó a Viry. ―

―¡QUÉ! ― Gritó fuertemente sorprendido y con los ojos bien abiertos, se puede decir que solo uno ya que el otro está tapado por ese extraño visor. ― Pero… ¿Cómo era? Denme algo con lo que pueda identificarlo, deprisa ―

―Ah… Se veía alto, fornido… Traía un traje en color rojo, el casco era igual; con una llama dibujada a un costado, me pareció verla… No sé… Iba en una moto de ese estilo Tomahawk― Informó lo que pudo la lince.

―Bien, con eso es suficiente. Gracias, veré si puedo localizarla, no debe estar lejos. Y ya tengo en mente al principal sospechoso. ― Dijo aquello último entrecerrando su ojo color violeta y deprisa terminó la llamada, se giró rápidamente, en busca del otro par. Normalmente le hablaría a Fox, claro si estuviese cerca, pues sabe que siempre le sacaba de algún apuro, pero ahora no está disponible.


Mientras tanto:

La chica no tuvo otra opción; más que gritar. ― ¡Eres un idiota! ¡¿Qué es lo que tienes pensado, Crimson?! ―

― ¡Ya te lo dije…! ¡Pero de igual modo, ahora estarás a mi total disposición! ― Dijo muy tranquilamente.

― ¡Estás loco, voy a soltarme si no te detienes por las buenas! ―

―Aaaah…―Expresó ante la amenaza expuesta y aceleró, está vez al máximo de la capacidad de aquella moto.

―¡Aaaaaah! ¡Eres un demente! ―Gritó la chica, con los ojos bien cerrados, aquella disque amenaza se la llevó el aire, pues resignada y molesta, siguió tomada del cuerpo masculino del lobo oscuro.

Se alejaron de la ciudad, hasta que llegó a su destino, apenas y se detuvo, bajó Viry de inmediato, corriendo a donde pudiese para alejarse de él. ― ¡Ah! ¿A dónde, eh? ― La pescó desde atrás, colocando sus manos debajo de las axilas, y la cargó hasta casi su altura. ―Sigues igual de flaca ― Comentó lo obvio.

―¡Suéltame, suéltame! ― Demandó la chica, pataleando como niña pequeña.

― ¡Ja, ja, ja! Eres graciosa. Sólo quiero hablar contigo, actúa más madura, y no trates de huir. ―

Viry con el ceño fruncido, casi infla sus cachetes de lo enfadada que se encuentra. De mala gana, aceptó la condición del lobo, y éste le bajó lentamente hasta el suelo; la chica se cruzó de brazos y le miró penetrantemente diciendo ―Anda, que no tengo todo el día. ―

Wold se acercó poco a ella, y le dijo mientras le sonreía de una manera más… cálida… ―…Te has de preguntar por qué hice tanto show… Pues para que lo sepas ―Llevó su mano cubierta por un guante negro, hasta el delgado mentón femenino, y la otra hacia atrás de su espalda, diciéndole ―…Todo ha sido para llamar tu atención…― Viry soltó su ceño, perpleja de momento y confundida expresó un simple ― ¿Eh? ¿Qué quieres decir? ― Volvió a sonreír, aquella misma sonrisa cínica y fría, que ella notó completamente, algo sucedió en ese instante, solo unos segundos bastaron, la chica abrió sus ojos por completo, y el sonido ahogante y raro de una jeringa especial le fue inyectado a un costado de su cuello. Su cuerpo comenzó a adormecerse, miró a los ojos azules del lobo oscuro y a duras penas movió sus manos al pecho de su raptor, una la alzó hasta tomarle del cuello de sus ropas de cuero, y le dijo ya muy débil ―…De- desgraciado…― Su cabeza cayó al pectoral del barón, el cual ya con un rostro más serio, la tomó en sus brazos para llevarla a una especie de garaje.

Se cerró la compuerta, y a los pocos minutos salió ya en una pequeña nave de caza color negro, parecía un poco ostentosa y pesada, pero maniobraba bien.

Continuó así hasta llegar a un lugar más, donde otra nave más acomedida, no tan grande como la susodicha Great Fox, pero era una, la cual podían estar varios pasajeros.

El lobo dejó la otra de caza estacionada, para inmediatamente sacar a la inconsciente humana, la cual tomó como una damisela en apuros, y se encaminó por un pasillo, la luz era tenue, pero suficiente para ver dónde pisabas. Se detuvo viendo a todas partes y gritó ―¡Hey, ya estoy aquí! ¡¿Dónde demonios te metiste?! ―

Se escuchó un sonido metálico, y pesado caer al suelo, causando que el lobo voltease a esa dirección, unos pasos se escucharon y puso una cara de fastidio al ver al otro sujeto, que parecía estar un poco sucio de momento ― Hasta que apareces, Algy. ― Se encaminó a él, pasándolo de largo ―…Ya nos tenemos que ir. ―

― ¿Tan pronto? ― Comentó sin mucho ánimo.

―Sí, ya deben estarla buscando, y entre más pronto nos vayamos de aquí, mejor. ― Informó.

―Pues entra de una vez, ya tengo todo el sistema funcionando, sólo pon las coordenadas. ― Dijo caminando hacia él, para seguirle, y entrar juntos a la dichosa nave – crucero.

Entraron, automáticamente las luces se encendieron, y el mono deslizó su vista a la joven que traía cargando el lobo, entonces comentó ― Así que es ella. ―

―Sí. Iré a ponerla en la habitación especial. ― Guiñó un ojo, Algy giró sus ojos como de fastidio y se dirigió al puerto de mando, donde comenzó a presionar botones digitales.

Del otro lado del sitio, el lobo sentó a la humana, en una habitación pequeña, pero parecía más una celda, de su cinturón sacó unas esposas de láser, y se las colocó en ambas muñecas, y hasta en los tobillos. Terminó y se puso de pie, desde su altura observó el rostro dormido de la joven, y colocó una mueca ― Tch… Es realmente una lástima…―Se dio la media vuelta, y enseguida se encontró con un pequeño tablero; que presionó para que aparecieran más barras de luz, electrificadas por si acaso.

…Fin del capítulo 1…


Notas del Autor: Bueno, aquí me traen xD Espero y sea de su agrado, y pues sigo utilizando a mi querida OC para escribir estas historias locas, pero bueno… Realmente no tengo mucho qué decir, solo que quisiera escribir más rápido para terminarlo D: No me quiero tardar, y pues cosa rara, cuando me meto a un fic de Starfox, no batallo mucho, en ocasiones sí, obvio xD Pero, me gusta imaginar muchas cosas como las que acaban de leer. En fin, gracias por pasar, se lo dedico a mi hijo xD mi buen amigo Ray Wolf Aran. Esperen a ver lo demás, hay sorpresas por ahí x3 Y lo digo por cierta personita… ¡ji, ji, ji! Hablo de ti Datsu xD Bueno ¡Saludos y bendiciones! Y… por supuesto, Feliz Año nuevo, ya sé, no tengo vida social, quise escribir esto y lo hice.