¿De que va Nipples? : Una colección de drabbles continuados donde los protagonistas son los deseos carnales de un pelinegro muy conocido por todos y su adoración por unos curiosos pezones color cerezo. XD
Advertencia: Un poco de OoC en los personajes principales. Rating M, por consiguiente contenido sexual explicito, incesto y algunas palabras subidas de tono. Sin embargo en este capitulo no hay mucho de esto XD
Disclaimer: Naruto no me pertenece.
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Nipples
by Rose Uchiha
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DAY I: Wet Desire
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Aburrido.
Acalorado y aburrido.
Así se encontraba tumbado sobre su colchón de plaza y media con solo los bóxers puestos. El televisor se encontraba prendido iluminando tenuemente su habitación, mientras que una película porno trataba de cumplir su misión: excitarlo. Gracias, Naruto se dijo así mismo con cierta incomodidad. El malestar era que el dichoso largometraje no se comparaba en nada al espectacular― y ciertamente estimulante― recuerdo que asomaba travieso por su mente.
Oh vamos, hay que admitir que este film triple X no se comparaba absolutamente en nada a la película que él ya se encontraba filmando en su cabeza calenturienta de adolescente frente a las puertas de la juventud.
Un ligero crack se oyó fuera de su ventana, sobresaltándolo. Se acercó y se cercioró que era solo unas ramitas chocando contra el vidrio. Hmph, vaya manera de interrumpirlo.
Volvió a la cama justo cuando otra escena erótica empezó a reproducirse.
Justo esa escena era una de las que más lo excitaban. La rubia despampanante y voluptuosa de la película tenía ya entre sus pechos el objeto de sus más bajos deseos, sus ojos verdes chispeaban de felicidad al acomodar entre ellos, el pene erecto de su acompañante.
Se podría decir que él ahora sí que estaba concentrado en su totalidad. No perdía detalle de nada en lo absoluto porque la mejor parte de todas se daría a continuación.
La mujer movía de forma ascendente y descendente sus pechos, logrando que el espectador se deleitara con los movimientos sugerentes de éstos.
Pero claro que él se fijó con más detalle en algo en especial.
Sus pezones.
Erectos en su totalidad.
Rojizos después de los tortuosos asaltos hechos por la lengua del hombre.
Se parecían tanto a esos.
Adoraba volver a verlos.
― Mierda… ― susurró con excitación
Sin haberse dado cuenta, él mismo empezó a sentir que la calentura antes percibida solo fue el calentamiento. Ahora si sentía que la ropa interior era demasiado pequeña para su miembro que curiosamente se hinchaba cada vez más con cada ejecución hecha por la ojiverde. Los gemidos y gruñidos guturales del hombre solo producían que él, como fiel espectador, quedará preso en aquella tortuosa y gratificante sensación de poder lograr llegar a un esperado orgasmo. Una de sus manos ya viajaba por debajo de sus bóxers imaginando que justo en ese lugar y en ese preciso momento, una mujer en especial se encargaba de darle el mismo trato.
No… la mujerzuela del film no se comparaba en nada a la hermosa fémina que cruzaba sus pensamientos más pecaminosos. Esos firmes y perfectos pechos adornados con unos deliciosos pezones rosas se amoldaban perfectamente a su pene y su traviesa y pequeña lengua lamía, como si de un gato se tratara, la cabecita de su glande.
Maldiciendo sin control, su mano indisciplinada se movía alrededor de su miembro ante la ausencia de su más anhelada compañera. Sus movimientos se incrementaron, arriba y abajo, con fuerza y determinación llegando al borde de la locura.
Y fue cuando visualizó en su mente como ella le sonreía.
Era una sonrisa llena de picardía, y a él le encantaba.
Sus pechos seguían frotándose contra él sin tregua, experimentando el más dulce de los orgasmos. Claramente podía observar como esos increíbles montes eran manchados por un espeso líquido que de forma erótica y exquisita era expulsado de su miembro, dándole el final perfecto para su película porno mental.
Satisfecho casi en su totalidad, apoyó la cabeza en sus almohadones sintiendo como su cabello negro se pegaba a su frente sudorosa. Su respiración poco a poco se controlaba, su pecho subía y bajaba y sus ojos del color de la misma noche se sentían fatigados, pero no completamente cansados.
En su momento de éxtasis no tuvo dudas algunas de la fuerte necesidad de aquella mujer en su habitación, justo ahora en ese preciso lugar. La dueña de esos pezones color cerezo era la causa de sus desesperación sexual. Y él como portador de una increíble y atractiva masculinidad ―ya que ninguna fémina ha osado rechazarlo― estaba deseoso de captar su atención, de tocar cada parte expuesta de su bendito y curvilíneo cuerpo, de hacerla vibrar de placer con sus caricias y atacar con deseo aquellos pezones que se moría por probar.
Estaba decidido. Volvería a verla, le cueste lo que le cueste.
Sasuke Uchiha nunca retira sus palabras. Una promesa es una promesa.
Una sonrisa socarrona se asomo por su faz ― Muy bien hermanita. Estoy listo cuando tú quieras.
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¿Quieren continuación?
¿Se merece un review?
¡Gracias por leer!
^w^
