Disclaimer: Takeshi Konomi es el dueño de lo que reconocéis, contenido...mío.
**No sé cómo hacerlo**
_Capitulo 1_
Simplemente ha pasado el tiempo, seguramente se ha vuelto más bonita, y posiblemente Ryoma ha cambiado su actitud hacia ella.
Después de unos cuantos -numerosos- intentos por parte de los sempais y ella, Ryoma ha abierto los ojos y muy sutilmente la ha hecho parte de su vida.
Al ser ambos personas distraídas, ni habían notado cuanto tiempo pasaban juntos en la azotea, o cuantas veces Sakuno portaba una porción más de bentō para que él merendara con ella.
Especialmente cuando sus labios tuvieron su primer roce a los 12, no pensaron que la valiente seria Sakuno, y el tímido, Ryoma. Porque aquella vez, cuando ya todos se habían ido del aeropuerto, y Sakuno había llegado –"un poco"- tarde, no se lo pensó ni dos veces al saltar y abrazarse de él. Se le paso por la cabeza mil veces el hecho de que él ya no estaría por ahí cuando ella llegara, así que fue una sorpresa el que alguien llegara y se burlase de ella por su gran cualidad puntual.
Al principio se le había ocurrido darle miles de besos en sus mejillas por el tiempo que no lo vería, pero luego recapacito y pensó que una agitada de manos seria más atractiva para él y muchísimo menos irreal para ella. Se dijo que tenía el derecho de darle por lo menos un abrazo, y si le era posible, un beso en la mejilla. Pero cuando él de la sorpresa cayó sentado en los sillones de la sala de abordaje con ella encima, Sakuno reaccionó de manera rápida y torpe, y se topo con una textura que sus labios no identificarían como "mejilla". Cabe decir que ella no fue capaz de mirarle a los ojos al entregarle aquella pelotita del número uno del mundo, y él no fue capaz de reaccionar ni siquiera con su acostumbrada hostilidad.
Un día llego de América con 16 años, una actitud igual de molesta que siempre, le pidió volver a las clases de fin de semana y de un momento a otro en vez de estar diciéndole que doblase sus rodillas o recogiera su cabello, se amoldaba detrás de ella, pegaba su espalda contra el cuerpo de él, y maniobraba enseñándole los mismos ejercicios mientras ella enrojecía y titubeaba moviendo su raqueta -sujeta igualmente por él-
Luego de un tiempo, las comidas de los sempais pasaron a ser "citas dobles" con Ann y Momo solamente, y estas mismas a ser simplemente de ellos dos caminando por la plaza o dando de comer a los lindos patitos que se paseaban en el lago del Seigaku.
Sin darse cuenta Sakuno se encontraba esperando a un Ryoma -mayor de edad- a la entrada de su universidad, mientras él conducía su lindo auto nuevo para recogerla.
Sin estar lo suficientemente atenta se pasaba muchísimo mas tiempo con él que poniendo atención a sus clases de floristería y jardinería profesional avanzada, y para colmo, se había ido a vivir más en el departamento de Ryoma que en su propiedad después de la muerte natural de su abuela.
Pagaba sus estudios y ayudaba a Ryoma con algunas cuentas gracias a la pensión heredada, Ryoma viajaba de vez en cuando por sus torneos - y con lo que ganaba, iba a visitarla cada que se le venía en gana con su propio dinero-
Es entonces cuando repasando cada momento que vivió con Ryoma, y lo que viven, tal vez…lo que vivirán también, es que se da cuenta que ya no se besan con la misma inocencia de antes, y deja que él entre un poco más en su cavidad bucal, recorriendo con su lengua deliciosamente su boca.
En el presente se siente lista en todo el sentido de la palabra, es medio mes menor que él, sus conocimientos sobre jardinería han dado frutos, y ahora tiene una plaza en dos pasillos de 7, del gran mall. "Su novio" es un tenista profesional, y aunque sabe que él no es para nada elocuente, siente la necesidad de él por -y no quiere sonrojarse más al decirlo- tocarla. Sakuno lo siente cada vez que él llega de algún torneo y la besa con intensidad, pero sin dejarse llevar.
Hoy fue en busca de su amiga Tomoka, porque Ryoma no pudo llegar para san Valentín, pero igual quiere darle un regalo mañana cuando él regrese con ese motivo. Tomoka es un poco más atrevida y le hace probarse cuanto encaje ve, ella es un poco más recatada y conservadora y le pide que escoja algo menos revelador. Al fin han estado de acuerdo en que un encaje grueso color blanco se le vera inocente como su personalidad, y el encaje - que a disgusto de Tomoka no muestra nada- se le vera tan tentador que ni Ryoma lo podrá ignorar.
Con 19 años esta su vida hecha, y lo único que la pone nerviosa, es que después de meses de saber que él la desea de esa manera, ella este apunto de entregársele, y él ya no la quiera a su lado.
Pero eso queda borrado de su pensamiento cuando Ryoma a la noche llega de sorpresa, y ella solo se estaba convenciendo frente al espejo de que aquel conjunto es el indicado.
Ryoma no se mueve y los dos se miran asombrados a través del espejo, ella no puede creer lo que está ocurriendo, acaba de salir de la ducha, el cabello le escurre, y el encaje se está transparentando gracias al agua que le gotea.
Ryoma la mira de arriba abajo, por delante con el espejo, y por detrás sin ningún reflejo. Y los dos sienten como la temperatura de esa habitación escuece. Una por vergüenza y el otro por calentura.
-¿Para quién es?- Le pregunta serio, pero la voz se le escucha ronca, eso la sonroja.
-Pa- se aclara la voz, que le ha salido aguda por el asombro- para ti- rehúye de su mirada.
No se da cuenta de lo que él está haciendo hasta que siente como la rodea con una mano y toca su vientre despacio. La gira lentamente y deposita un casto beso en su clavícula, haciéndola temblar.
-L...lo..., y...yo
-Shh
La besa despacio, y coloca sus manos en la pequeña cintura de ella. No la deja decir nada más porque no está en su mente el controlarse.
Busca desesperado el que ella le deje pasar, y la relame cuando se encuentra dentro de su boca. Sus lenguas se tocan y lo hacen con tanta desesperación que Sakuno susurra un gemido, y Ryoma gruñe.
Las manos que estaba en su cintura suben y sin pensárselo acorralan sus pechos como en jaulas, aunque se sientan tan a gusto encarcelados. Ante esa acción Sakuno pega su cuerpo al de Ryoma intentando ignorar la corriente de electricidad que le ha bajado hasta allí, donde el vientre se pierde en medio de sus dos piernas.
Ryoma baja hasta sus muslos y sin hacer grandes esfuerzos se rodea su cintura con ella misma, mientras sus sexos se rozan, Sakuno le muerde cuidadosamente la lengua con los dientes y casi trastabilla con esa acción. La acuesta ligeramente sobre la cama intercalando una pierna de ella con una suya, baja por su cuello y se detiene en el troza de encaje que cubre muy poco el valle de sus senos.
Sorprendida y sin demasiada fuerza-porque no ha tenido desde que él ha llegado de improvisto- intenta cerrar las piernas, y es que esta tan caliente allí abajo, no se da cuenta pero ha rozado a Ryoma, y él ha soltado un gruñido que le ha encantado.
-N...No- su voz suena ronca y varonil.
Sakuno alza de nuevo su rodilla y siente algo duro contra ella, antes de mirar en medio de las piernas de él ya sabe lo que hay ahí y no puede evitar sonrojarse, el vuelve a gruñir, y en vez de decir algo toma el control de su propio cuerpo y con la pierna que tiene entre las dos de ella repite la acción sobre Sakuno.
-Mo...Mou- gime ella, y es que si así sintió él cuando ella movió su rodilla, entiende porque gruñe.
No es momento de pensar en Tomoka, pero como su mejor amiga, sabe que ella no conoce nada del sexo masculino, así que al llegar de compras le ha hecho ver...
Ryoma-k...kun- le ha abierto las piernas y se ha colado entre ellas.
Le ha hecho ver una escena erótica, recuerda el "Sakuno-chan, no queremos que cambies de idea cuando ya tengas a Ryoma-sama a punto caramelo... ¿no?" antes de ponerle play al video, recuerda lo elástica que era la protagonista y lo gigante y musculoso que era el hombre en ese video.
Pero nada se compara a lo que siente, porque ver y sentir no es lo mismo, y los gestos de su rostro pueda que se parezcan a los de esa chica del video, pero Tomoka le ha aclarado que esto no es solo sexo, y ellos están haciendo el amor por primera vez.
Cuando deja de comparar su situación con la del video que ha visto esta tarde, nota que Ryoma ya no está sobre ella, así que abre los ojos, y no puede negar que lo que ve le encanta porque él se quitado su polera y el cuerpo que tiene la mata, la calienta, y si, ha sonado guarra, pero Ryoma siempre ha sido atractivo a sus ojos -y como no- y no lo piensa negar nunca más, no ahora que piensan seguir cono otra etapa mucho mas...profunda.
Ryoma la levanta un poco y se ve desesperado tratando de quitarle aquella ropa interior, piensa que Ryoma la interrumpió en el momento adecuado porque si les ha sido complicado desamarrarlo a medias, no sabe como hubiese sido si llega después, cuando ella se ha amarrado completamente aquel conjunto de encaje.
Cuando solo le quedan las braguitas cubriéndole el cuerpo, se siente mareada y febril. Ryoma está sobre ella, moviéndose como un gato y rozándole en un movimiento rítmico mientras con la boca le come sus pechos, y es que es literal porque puede ver como la mira mientras le muerde suevamente su monte rosado, y con una de sus manos le acaricia el otro pezón.
Gime un poco más fuerte y recuerda como Tomoka le ha dicho que uno puede "venirse" - aunque ni idea que sea el significado de esa palabra- con tan solo una caricia lujuriosa en los pechos.
No sabe que significa esa palabra pero ha escuchado que son cientos de corrientes eléctricas viajando a velocidad extrema por el cuerpo, seguido de una relajación en donde los músculos ya no se contraen mas. Es asombroso que solo lo sienta mientras le acarician los pechos, pero no quiere agotarse todavía y entre maullidos de placer le pide a Ryoma que acabe con eso de allí y siga, porque empieza a sentir sus extremidades tensándose y no quiere acabar todavía.
Él ha bajado hasta su ombligo y con cierta rudeza le ha besado y succionado un pedacito de piel cerca de su vientre, cierra los ojos y arquea su espalda, nunca creyó que su primera vez fuese a ser tan...placentera.
Ha separado - con mucho esfuerzo- a Ryoma de su cuerpo y se han puesto de rodillas sobre la cama, no se siente temeraria, pero la boca de Ryoma le ha dado cierta valentía para sujetarlo de la hebilla del cinturón, y sin mirarle a los ojos desabrocharle el pantalón. Él está sorprendido y excitado pero no piensa detenerla.
Con coraje le ha bajado lentamente el pantalón, y sin evitar la curiosidad ha palpado su erección, Ryoma le ha gruñido guturalmente en su oído y se ha lanzado sobre ella sin darle tiempo a reaccionar. La besa con furia, aunque no parece enojado, esta mas bien demasiado ansioso y esa es la señal que saca a Sakuno de aquel mundo de fantasía lujuriosa.
-Es...Espera...un...poco- tomo un respiro, y se estiro hacia la mesita de noche, suponía que el llegaba mañana, pero aun así compro eso con antelación, abrió el cajón y le paso el paquete a Ryoma. Él le sonrió con suficiencia haciéndola enrojecer, pero aun así se aparto un poco de ella y se puso la protección, después beso la comisura de sus labios y se controlo de no ponerse salvaje mientras le quitaba de encima la ultima prenda.
Se coló de nuevo por sus piernas repartiendo miles de besos sobre su cuerpo, relajándola, poniendo un poco de paz en su organismo para llevar las cosas con calma, con sus manos tomó la cadera de ella, la beso profundo mientras se abría camino por su sexo, entrando despacio y rozando con sus paredes húmedas, el gemido quedo les llega al mismo tiempo y Sakuno se sujeto de sus brazos mientras cerraba los ojos, no quería que doliera, pero sentía como el cuidado de él no surtía efecto, se detenía cada tanto acostumbrándola a su presencia dentro de ella, y en el último momento entro rápido, acallándola con su boca, y se sorprendió al no recibir mayor queja que una mordedura en sus labios
-No ... ha dolido...Tanto- le dijo ella- pero espera...un poco- se relajo, le beso, y se amoldo a la posición asintiendo con la cabeza, dándole la mejor sonrisa que nunca le había visto. - ya- susurro para después besarle mientras el salía lentamente y volvía entrar, robándole el aliento. Escuchándola gemir por lo bajo.
Entrando y saliendo, pero aumentando poco a poco la velocidad, la tomó de las caderas y las levanto un poco, Sakuno se sostuvo con sus brazos un poco mejor, logrando acoplarse a la posición que él dirigía, le sentía dentro, muy dentro y profundo. Era placentero que solo alzar un grado más su cadera, porque la pelvis de él rozaba su punto erógeno y se sentía desfallecer.
Un poco más, y sentía que llegaba, siempre se imaginó tomar a Sakuno, pero nunca creyó que fuese a ser algo tan –y ojala nunca nadie lo oyera- mágico, era obvio que estaba con ella porque la…quería, y era obvio que se quería pegar uno que otro revolcón con ella –aunque sonara vulgar- porque era hermosa, por donde la mirara, pero...y sin embargo, nunca se le paso por la cabeza la palabra "amor" al referirse al sexo.
Sentía, muy dentro de su ser, donde la razón pierde su nombre, y se vuelve fantasía, que aquello tan delicioso, combinación de estar con ella desde pequeños, y de hacerlo con ella, ahora que era toda una mujer, se parecía mucho a lo que en novelas rosas se le llamaba hacer el amor.
Hasta Ann soltaba uno que otro comentario mientras se empalagaba con Momo, y él los oía sin querer.
Siendo totalmente sincero, hacer el amor con Sakuno por primera vez era algo demasiado sublime para su organismo y de eso estuvo seguro cuando sintió como la cavidad de ella le apretaba mientras gemía un alto Ryoma-kun, llevándoselo de paso a él también. Llegando al clímax, culminando dentro de ella.
Se recostó con cuidado sobre aquel cuerpo deliciosamente femenino, aun con convulsiones dentro de su cuerpo, y respirando agitadamente.
-Ai...Shite...shiteru…Ryoma-kun- La sintió suspirar, la miro desde su posición, con la nariz en el valle de sus senos, y sonrío, porque el cabello de ella ya se había secado.
Siguiente cap. -Ultimo- ;)
