MINECRAFT: Drácula.
Un pequeño relato de mí explorar por este mapa tan genial.
Noche 1
Últimamente las cosas no han ido tan bien, he hecho de todo para solventar mi vida pero no parece suficiente. Pero ayer conseguí un trabajo con un agente inmobiliario y me mando a atender a un noble, pero este vive en una comarca apartada de la ciudad, y tuve que viajar a pie debido a que me dormí tarde. Primero camine por un trecho de tierra, pero luego todo se volvió un espeso bosque.
Llegue al atardecer, los arboles eran más grandes y espeso, siempre con m i fiel mapa en la mano camine hacia adelante, donde según indicaba encontraría la ruta. Debía apresurarme si no quería que los mobs me atacaran. Cuando finalmente la encontré, resulto ser unas escaleras que descendían a las entrañas de la tierra, algo me decía que me detuviera y me quede en la entrada con esa sensación, pero la luna y una oleada de viento frio me hizo recapacitar y entre.
Mientras me adentraba vi que la única iluminación eran antorchas de redstone, extrañamente solo puestas a la derecha y muy separadas, y su iluminación no era la mejor que digamos. Al terminar vi una gran caverna iluminada de la misma forma, se formaban cruces de luz al otro lado del muro y unos cuantos murciélagos me asustaron. En el final pude apreciar una rígida silueta, y, pese a no poder verla totalmente sentía su mirada clavada en mí. Cuando casi llegaba donde ella me invadió otra vez esa sensación de salir corriendo, otra vez me quede estático.
-Buenas noches, usted debe ser el agente de inmuebles que he estado esperando.
Su voz rompió el trance en el que estaba envuelto y le mire, pude distinguir su figura y facciones, era un hombre alto. Con una barba de chivo (pero que le hacía ver aristocrático y elegante) y cabello largo que le llegaba hasta los hombros. Su piel era blanca, muy blanca (pero yo atribuí eso a la noche). Vestía un traje de noche elegante.
-Buenas noches- volvió a repetir y ladeo el cabeza confundido por no escuchar respuesta.
-Oh…buenas noches, en efecto soy ha quien ha esperado, señor…- me olvide su nombre, esto era malo, tal vez se ofendería, perdería el cliente y todo se iría a la basura.
-Conde- me corrigió extendiéndome la mano, conde Drácula, un gusto señor…
La estreche.
-Ah si…soy…soy…-era increíble, los nervios me vencían, y ¡frente al primer cliente!
Rebusque en mi bolas el papel de contrato vi mi nombre y se lo dije. Pensé que estaría harto de tanto espectáculo, pero al contrario, parecía divertido. Solto mi mano y dijo:
-Por lo que puedo contemplar es usted nuevo en esto, ¿verdad?- y comenzó a caminar por un camino empedrado. Lo seguí y le conté mi historia, el solo de limito a contestar.
-No se preocupe, es bueno conocer a gente que no sea tan formal, detesto a la gente demasiado formal…
