¿se puede?

No sabía como habían llegado hasta su habitación y tampoco era como si le importase. Lo único que importaba era que estaba ahí con ella.

Cerró la puerta y acorraló a la rubia contra la pared, dándole un fugaz beso al que le siguió uno apasionado y lleno de deseo.

— Shikamaru … —dijo la chica deteniendo abruptamente el beso.

—¿Qué pasa Temari?— pregunto sobre los carnosos y rojizos labios de la rubia.

—no se puede—dijo en un susurro.

—mentira, si se puede y te lo voy a probar— dijo levantándola gentilmente de las piernas, ella de inmediato se aferró fuertemente a la cintura masculina soltando un pequeño gemido.

Shikamaru empujaba su pelvis hacia la entrada de la chica, ¡que desesperante era la ropa!, más cuando estaba con la única chica que había deseado en la vida y mas aún si ella gemía y susurraba su nombre a modo de suplica.

Con un movimiento ágil la dejo suavemente sobre la cama y comenzó a desabrochar con rapidez la blusa que Temari traía puesta. Ella sutilmente le aparto las manos y lo miro a los ojos.

—¿no quieres?— preguntó entonces el Nara.

— ese no es el punto— le dijo dulcemente y luego deposito un tierno beso en los delgados labios del shinobi.

—¿Cuál es el punto?

—el punto es que ahora no se puede— le sonrió

Shikamaru maldijo mentalmente "¿Por qué me provoca si no quiere que lo hagamos?"

— ¿Por qué no se puede?— preguntó al fin, con la tristeza impregnada en sus ojos y en cada palabra que decía.

—cierra los ojos y lo sabrás— dijo mientras le acariciaba el cabello.

—pero …

—solo ciérralos— Shikamaru a regaña dientes cerró los ojos.

Raramente sintió que ya no estaba sobre Temari, estaba … ¿acostado?

—¡Shikamaru! … levántate pedazo de vago — se escuchaba como la voz de su madre, abrió los ojos de golpe.

—¿ que no piensas ir al trabajo hoy?— le preguntó molesta Yoshino al momento en que entraba a la habitación.

—mendokusai—dijo aún aturdido.

"¿solo fue un sueño?"

Cuando entró a su oficina vio el escritorio lleno de papeles y documentos importantes, se sentó bufando; ya cansado de solo ver todo lo que le esperaba. Trató de concentrarse y hacer su trabajo rápidamente.

Después de una hora mas o menos golpearon la puerta y luego se abrió de inmediato.

—¿se puede?— preguntó una rubia de cuatro coletas, conciente de todo el trabajo que el moreno tenia.

—eso dímelo tú— dijo entre divertido y molesto.

La rubia lo miro extrañada, no sabía a que se debía su reacción y mucho menos la respuesta.

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Momento de aburrimiento, mientras pensaba en como seguir mi otro fic …

Saludos y muchos besos!!