Disclaimer: Los personajes y lugares de la historia, le pertenecen a los siempre geniales Michel Dante DiMartino y Bryan Konietzko, únicos creadores del universo Avatar, en el cual está inspirado el presente FanFic que no pretende ser sino una oda más al brillante trabajo de los creadores de "La leyenda de Korra". Todas las
personas, empresas y lugares son ficticios cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Les dedico esta historia a todos aquellos lectores que comparten conmigo mi fascinación por el universo Avatar y el Korrasami, etc. He escrito este humilde FanFic, con mucho amor para deleite de ustedes y mío también, este proyecto ya está estructurado y los hechos que se desarrollan a continuación no son al azar, les ofrezco la seguridad de que no los dejare con la historia a medio terminar. Os ruego que la disfruten.

Sinopsis

Asami Sato es una joven que desde la infancia fue alejada de su madre para ser criada por su malvado padre y así seguir la senda del lado oscuro. Su vida transcurre entre lujos, negocios sucios, excentricidades, y autos rápidos. Pero su destino que está siendo trazado por el odio tal vez pueda ser salvado antes de que la maldad enraíce en su corazón, por una joven agente que desde su nacimiento ha estado destinada a salvar al mundo. El destino ha querido que nuestras protagonistas sean enemigas. En una historia donde se marca como los opuestos de la vida se mezclan. Deseo y muerte. Venganza y amor. Locura y pasión. Son las notas que le dan ritmo a este Fanfiction.


¿Cómo hubiera sido? Si el destino no me hubiera arrastrado hasta las circunstancias que han marcado mi vida y que siempre la estigmatizaran. ¿Habría sido una persona diferente? tal vez, o tal vez habría sido la misma que soy ahora. Porque hay cosas que jamás cambian… aunque lo intentemos, y hay otras que aunque quisiéramos que se quedaran, pasan… Se queda por ejemplo la maldad que llevo en las venas y que me viene de herencia, se queda mi deseo egoísta de tener a toda costa algo que no merezco. Se van las alegrías y la gente buena que no quiere permanecer en un mundo como el mío. Porque parece que siempre existirá la dualidad en el universo y en la vida de las personas como la siempre eterna dualidad de los buenos y los malos.

CAPITULO I

–Es un ángel– mencionaba con admiración y mucha ternura el más viejo de los Sato mientras miraba como a la distancia su hermosa nieta acariciaba a una yegua blanca, ninguno de los ahí presentes podían desmentir la afirmación, sin duda la observación del viejo hombre era acertada, la belleza de aquella chica era casi celestial, a grandes rasgos la familia Sato era de buen ver, pero ¡ELLA! era la más digna representante de todos ellos que se limitaron a contemplarla igual que su abuelo –Es muy parecida a su mamá, y que bueno por ella– Dijo el anciano ahora con cierta nostalgia en su voz lo que hiso reaccionar a la joven sirvienta que en el instante dejó de mirar a la señorita Asami y se retiró de la terraza donde los patrones desayunaban, pero no quería apartar su vista de aquella chica y busco un sitio donde pudiera seguir contemplándola. La joven rubia la miró hasta que desapareció en el paisaje montando a su Yegua seguida de su amigo –ahhh– un corto suspiro se escapó de su pecho, "pero ¿qué demonios me pasa?" se regañaba la joven, se negaba mentalmente a que sus sentimientos la dominaran mientras que poco a poco el pánico se empezaba a apoderar de ella; "es imposible creí que ya lo había superado, yo jamás he sentido admiración por nadie, ni mucho menos agrado por los ricachones como ella, pero es que ELLA no es cualquiera, ¡ella es única!, la única dueña de mi corazón pero eso no me puede desviar de mi objetivo; he venido hasta aquí solo para tener a los Sato a mis pies".

Mientras tanto en el campo Asami y Bolin cabalgaban plácidamente mientras conversaban;

–En verdad que los aires del campo te sientan bien– Comento el chico a su amiga.

–¿Te parece?– Contesto todavía un poco meditabunda.

–Sí, cuando tienes ese rostro tan apacible de "no rompo ni un plato", como hoy te miras aún más guapa– Le dijo en un tono cómico a lo que ella río.

–mmm nunca pensé que mi cara de "no rompo un plato" resaltara mi guapura– rieron juntos.

–Sí… con tu apariencia sexy de siempre te va muy bien en la ciudad, pero parece que sabes cómo ganarte a las chicas de campo, te adaptas al sitio ¿verdad? jajaja– le dijo riendo y guiñándole el ojo.

–Sí la adaptabilidad es una de mis fortalezas, me siento bien de visitar a mi familia, me gusta la soledad sí, pero disfruto mucho estar rodeada de gente sincera, y mi familia es de la gente más sincera y honesta que existe en el planeta. Nunca han aceptado ayuda de mi padre y si le reciben en la hacienda es sólo por mí. Pero no tengo ningún interés en las "chicas de campo".

–Es una pena, porque hay una empleada muy sabrosa que babea por ti, sería tonto no aprovecharse de ¡eso!– Dijo en tono picaron, levantando las cejas varias veces.

–Pues a mi parecer Alice es bastante ordinaria.

–¡Vaya pero creí que no te fijabas en nadie!

–Es muy obvia la rubia, de verdad da pena ajena.

–Sí la has notado es porque te gusta ¡no finjas! Así que no te demores y ve por su virginidad– lo último lo dijo apuntando al cielo y una octava más arriba de su tono normal de voz.

Asami entorno los ojos y dijo riendo –Juro que los hombres tienen una fijación con eso de la virginidad femenina. Te eche de menos Bo.

–Yo también Sami pero no cambies el tema anímate a seducir a la pueblerina virginal, no te será difícil, nunca lo es para ti, prácticamente te ruegan por encamarse contigo y ella no será la excepción o es que ¿temes que se puede quedar enamorada de ti?– Al escuchar eso ella frunció el ceño –¡Claro! En el fondo eres buena y no quieres herir los sentimientos de la sirvienta, jajaja– Y un poco más serio y reflexivo Bolín agregó; –Eso debe ser.

Con cara de fastidio la chica respondió; –Odio cuando pasa eso, es molesto para mí que sean tan cursis, siento hasta ganas de golpearlas–

–jaja sí, las chicas son cursis y se enamoran fácil, los hombres no nos comprometemos tan rápido.

–Pues los hombres tal vez no se enamoren tan "fácil", pero sí que son ¡obsesivos y patéticos!, me ha costado mucho hacerles entender a los tipos que sólo los quiero para el rato, y de la nada se convierten en unos acosadores insufribles, más si son niños ricos.

–Jaja como el hijo del secretario de la defensa; Iroh II jajaja, ¡pobre chico!, sí que los vuelves locos Asami.

–¡Que fastidio! No sé si es la mala suerte que me ha tocado o la naturaleza de los hombres que no soportan sentirse utilizados, pero te juro que ya no me encamare con otro tipo, con la última experiencia que tuve llegue a mi límite.

Bolín no dejaba de reír –Pues ¿qué te hicieron?.

–El ultimo tipo con el que salí, parecía frio y calculador, no era rico y como estaba de buen ver pensé que podría meterme con él y no pasaría nada grave, cometí el grave error de decirle mi apellido y de invitarlo a cenar.

–¡¿Qué?! Sí que debió estar bueno para que lo invitaras a cenar.

–No tuve opción porque resulto ser policía y lo atropelle con la moto sin querer.

–Jaja parece que tu amor lo golpeo literalmente.

–¡No es gracioso Bolin!, el tipo no dejaba de acosarme por todos lados una vez que quise botarlo, en fin no era tan frio como pensé más bien meloso y más aburrido que una ostra, lo último que supe es que se agarró a golpes con Iroh supuestamente por ¿mi culpa?, PA-TE-TI-CO–Bolín sólo se limitaba a carcajearse por la cara de exasperación que ponía su amiga.

Llegaron a las cabellerizas entre risas y bromas, justo cuando apeaban de los caballos apareció una de las primas de Asami.

–Quiero ser parte del "negocio" que llevan tú y mi tío– Dijo Natalia sin vacilaciones, impertinente como de costumbre, pero muy firme, al instante Bolin se tensó y miró expectante a Asami, ella volteo a otro sitio ignorando a su prima.

Lo digo en serio –Insistió su prima y Asami frunció el ceño.

–¿Cuándo me piensas contestar?– Dijo la chica con más altanería.

–Cuando dejes de hacer peticiones absurdas– Contesto la interpelada con la paciencia de quien se dirige a un infante.

–¿Por qué es absurdo? ¿Por qué nunca quieres hablar de esto?, ¡somos familia!, siempre hemos sido cómplices en todo ¿por qué no me incluyes en el negocio también?

–¿No crees que estas algo… joven?– Le dijo la mayor entre cerrando los ojos en un tono que intentaba claramente ser de mofa.

–¡Pero si pronto cumpliré 15!, además soy muy astuta y aparento más edad todo el mundo lo dice incluida tú.

–Claro, cuando logres graduarte en administración o en lo que sea, hablamos de negocios ¿te parece?– Dijo Asami dirigiéndole una afilada mirada a la menor en un gesto claro de que no quería continuar con el tópico de la conversación. Lo que a cualquiera hubiera hecho zanjar el asunto, pero no a la chiquilla de ojos cafés, ella desconoce de lo que es capaz su prima mayor cuando esta enojada.

–¡Vamos no me vengas con eso Asami!, ¿Desde cuándo se necesita un título para dedicarse a lo prohibido? ¡Es justo eso lo que quiero evitar! no nací para estar encerrada en un aula, tú con tanto dinero que tienes, ¿vas a permitir que yo siga con el proletariado que necesita estudiar para ganarse el pan?

–¡Cuida tus palabras mocosa idiota! Y ahora desaparécete antes de que te rompa el fuete en la cara, y ten por seguro que pondré al tanto de todo lo que has dicho a tu padre para que te ponga en tu lugar, por insinuar semejante cosa de los negocios de mi padre.

–¡Eres una hipócrita!– grito y luego se marchó notablemente afectada, para Natalia era una sorpresa la contestación grosera de su prima favorita, quien siempre le cumple hasta el más mínimo capricho.

–Se te está agriando el carácter cada vez más– Dijo Bolin en tono de desaprobación dirigiéndose a Asami.

–Por favor manda a buscar a mi tío Raiko.

–O no Asami, ¡no pensaras cumplir con esa amenaza!– Bolin empezaba a entrar en pánico-

–¿Alguna vez he dejado una promesa sin cumplir?– Contesto Asami al tiempo que alzaba una ceja.

–No lo entiendo pensé que ¡apreciabas a tu prima! Tu tío la golpeara–

–Por eso lo hago Bolín, por su bien, necesita una dosis de realidad– Sentencio con un aire de superioridad.

–A veces ¡te pareces tanto a tu padre!, en verdad me cuesta seguirte Asami, si es cierto el cariño que le tienes a tu prima, después te arrepentirás de perjudicarla tanto por un simple comentario ¿Por qué dejas que tu mal carácter domine tu vida?, déjalo pasar no es para tanto.

–Gracias Pepe grillo, si necesito una conciencia te la pediré, pero yo no hablo en vano, necesito que la hagan entender que no puede estar hablando más de la cuenta, demasiado ya hacen mis tíos con permitirme visitarlos, no creo que les haga gracias saber que hay una manzana más en la familia que se quiere echar a perder.

–Entonces ¿prefieres que apaleen a tu prima, para que tus tíos no se arrepientan de que los visites? mmm interesante forma que tienes de querer Asami cada vez te pareces más a tu padre, sólo se preocupan por sus intereses.

–Has lo que te pedí.

–¡Por favor reconsidera! ¿Por qué eres así?– Dijo desesperado el ojiverde.

–No lo sé tal vez porque ¡desde muy niña aprendí que el mundo no es color rosa!– Asami se hablando cuando miro el rostro de Bolin que reflejaba la tristeza contenida a lo largo de años de haber vivido en las calles. –Tu posiblemente has sufrido más que yo en la infancia y no eres como yo-Toco el hombro de su amigo y le dedico una tierna mirada mientras le decía;-lo siento Bo, por favor habla con Natalia y persuádela de olvidar esa idea– El chico se limitó a sonreírle como agradecimiento y sus ojos volvieron a estar radiantes de la alegría única y casi infantil que sólo Bolin tiene.

Desde hace ya más de 6 meses Korra había arribado a Ciudad República, deseaba tanto salir de su tribu en donde se sentía recluida porque lo único que hacia allí era practicar artes marciales, la única forma de salir de su tierra fue acceder a entrar al Heroico Colegio Militar de la Republica por petición misma del Loto Blanco organización que la ha protegido desde niña, pero ahora se sentía más recluida que antes, no sólo debía pasar 5 días a la semana encerrada entrenado y estudiando para pulir su parte física e intelectual, encima el día que tendría libre debía pasarlo con su mentor espiritual Tenzin. El día que pasaba en el templo de la Isla del Aire era el más agotador para Korra "Tenzin es más estricto que los militares y es aún más aburrido" pensaba con fastidio la joven morena mientras intentaba meditar sin mucho éxito así que decidió retirarse a su habitación y por fin empezar a escribir su diario, el que pensó estaría lleno de anécdotas fascinantes pero como al parecer su vida no avanzaba exactamente en la dirección de la fascinación, pensó que tal vez podría descargar un poco de su frustración en esas páginas en blanco.

Como al parecer aquí los días no pasan o tal vez sí pasan pero son todos tan iguales, no me molestare en poner la fecha a mi diario, pero hoy es Sábado, aburridooo.

Creo que no fue buena idea entrar al colegio, ahora aparte de recluida me siento frustrada, no tanto porque la formación militar signifique un reto para mí, es más bien la parte espiritual a la que no logro adaptarme, ha pasado más de medio año sin aparentemente ningún avance… el mundo se desmorona ante mis ojos y yo no avanzo, no ayudo, no he tenido la oportunidad de demostrar quién soy, no he tenido oportunidad de desarrollar mi don plenamente una gran parte de él sigue durmiendo. Por lo menos ya tengo unos cuantos amigos; en el colegio me llevo muy bien con Baatar Jr. a pesar de que él ya esté en el último año igual que Iroh II, esos 2 me tienen muchas consideraciones por estar sabedores de mi "don" y el mayor Bumi es un profesor realmente divertido, pero a su muy singular manera de ser es el mejor en su área. Aquí en el templo suelo jugar en los ratos libres con los hijos de Tenzin y por las noches platico un buen rato con Opal, una chica agradable que llego hace poco obviamente para dominar el Aire control y que ¡tiene más progresos que YO!, bueno yo no tengo ningún progreso realmente, y por esa razón es más humillante mi situación.

Después de escribir un poco Korra ya se sentía mejor, fue entonces cuando entro Opal a la habitación que compartían y comenzaron a charlar sobre que a la morena no se le daba bien la meditación y en general no se le daba la espiritualidad, Opal termino invitando a la morena a una salida en grupo con Baatar y sus amigos programada para el día siguiente, la cual era principalmente para que su hermano pudiera tener una cita con su mejor amiga desde la infancia; Kuvira la cual no lo sacaba de la friendzone, con la cita Baatar pretendía irse acercando románticamente a ella pero con cautela para no agobiarla.

–Dudo que Tenzin nos deje salir a pasear.

–Le diremos que ahora entran más temprano al colegio y que yo te acompaño para visitar a mi hermano..

–Bien si tu convences al maestro Aire lo hare ¡necesito un cambio en mi rutina! Oye y ¿definitivamente esa chica Kuvira le tiene alergia a tu hermano?

–No le tiene alergia es simplemente que no quiere tener novio por ahora esta muy concentrada con su carrera de ingeniería y dice que no quiere "herir" a Baatar a quien sólo ve como un "hermano".

–No pues sí que le va costar trabajo salir de la Friendzone al pobre de Baat.

Al día siguiente Opal y Korra estaban llegando al puerto de Ciudad Republica exactamente a las 6 de la tarde, donde ya las esperaban Kuvira, Baatar y un amigo de este último; Mako con su eterno ceño fruncido en el rostro, el cual se intensifico más cuando vio que Opal llegaba al puerto, no estaba muy feliz de haber sido arrastrado por su amigo Baatar a una especie de cita a ciegas con una amiga de la edad de Opal, "yo ya no salgo con "niñas" no después de haber estado con una mujer, bueno tal vez esa mujer en realidad no pasaba de 21 pero ya era todo una mujer, nunca ha habido ni habrá una chica como ella" a pesar de las razones que Mako le dio a su amigo este insistió en que tenía que darse una oportunidad de tratar a otras chicas, no podía quedarse en el pasado pensando en esa flamante chica que no fue ni su novia, ni su amiga, sólo fue quien lo uso y desecho sin remordimiento "No me dio ni una oportunidad de demostrarle que yo soy el hombre que necesita; uno muy valiente y responsable que ha una corta edad ha sido ascendido y por fin es un agente encubierto de la Organización Internacional de Policía, ¡eso sí que es un mérito!, no como el estúpido de Iroh II cuyo único mérito es ser hijo de un General".

–¡Es sordo o sólo es grosero!– La voz fuerte que uso Korra quien ya estaba parada frente a él, saco a Mako de sus obsesivos pensamientos y este sólo se limitó a dirigirle una fría mirada y a ignorarla de nueva cuenta, entonces Baatar lo disculpo argumentando que era un poco distraído. Durante todo el paseo Mako continúo con su apática actitud y sólo abrió la boca cuando escucho que Korra se queja de lo aburrido y cuadrado que es estar en el colegio militar, mientras comía tranquilamente sentada frente a él.

–Entonces ¿Por qué entraste?– Le espeto el chico de los ojos dorados lo que sorprendió a Korra, primero por ser la primera vez que escuchaba su voz y segundo por el agresivo tono con el que se dirigió a ella, y sólo parpadeo y atino a decir:

–Porque me metieron– Opal y Baatar se tensaron.

–¿Quiénes te metieron?– Le pregunto Kuvira y entonces Opal salvo la situación y antes de que Korra abriera la boca menciono que Korra tenía "influencias".

–Típico– Dijo Mako con notable indignación.

–Sí siempre es la misma situación, para entrar al Colegio Militar es más importante "conocer a alguien o ser hijo de alguien" que estar realmente calificado, fue por eso que yo me quede fuera– Argumento Kuvira un poco molesta a lo que Korra respondió a la defensiva:

–Yo estaba ¡más que calificada para entrar!– Grito mientras daba un golpe a la mesa con la palma extendida de su mano.

–Sí como no, entonces dinos ¿qué puntaje sacaste en el examen de admisión?– Pregunto Mako mirándola con una afilada mirada.

–¿De qué jodido examen me hablas?– Pregunto de vuelta Korra, notablemente exasperada con el chico, Opal soltó un suspiro de resignación y Baatar apretando su tabique nasal le dijo:

–Déjalo así Korra–

–Sabes Kuvira, yo también intente entrar al Colegio, pero me vetaron porque supuestamente "no alcance la puntuación" en el examen, mientras que OTROS ni siquiera necesitan presentar examen– Comento Mako ya más animado en la conversación. Fue en ese momento cuando Korra comprendió que; Kuvira y Mako habían sido rechazados de la institución que a ella tanto le aburría sí, así de irónica solía ser la vida porque esos dos chicos en efecto parecían tener el perfil de un uniformado cara dura que se toma demasiado enserio la disciplina y esas chorradas que a ella no le iban en absoluto.

–Entonces sólo porque te vetaron del Colegio, ¿estas así de amargado?– Le pregunto Korra sorbiendo de su bebida a un sorprendido Mako, que erróneamente creía haber minado los ánimos de Korra de querer participar en la conversación, y de inmediato todos se soltaron a reír exceptuando Mako, quien seguía con su cara de sorpresa, así que hábilmente Opal aprovecho el momento para decir:

–No es el veto que le dio el colegio, lo que tiene amargado a nuestro querido Mako, sino que lo vetara una persona jajaja– La chica y su hermano se echaron a reír ante la cara colorada de furia y la mirada asesina del joven policía.

Después de la cena Mako se retiró a su departamento todavía molesto, los demás llevaron a Opal abordo del ferri que la llevaría a la Isla, luego de esto Kuvira condujo hasta el Colegio y ahí dejó a Korra y Baatar cuando sólo faltaban 15 minutos para las 8 de la noche, hora límite de entrada para los cadetes que volvían de su descanso.

Una vez sola en el auto Kuvira se preguntaba ¿hasta cuándo diantres Baatar iba a dejar de intentar algo con ella?, ya le había dejado claro que no quería nada con él, tal vez necesitaba decirle que ella ya tenía a alguien… aunque tal vez "tener" no es el verbo más adecuado para describir la relación que Kuvira sostenía con ese alguien, cuando se dio cuenta ya estaba estacionada frente al departamento-bodega del que no era propietaria pero del que tenía llave, Kuvira quería sentir cerca a la dueña de aquella particular vivienda aunque sabía que no la encontraría ahí de todos modos entro y cerrando los ojos aspiro profundo, pero el aroma a jazmín que tanto anhelaba percibir ya era muy débil, se sentó en uno de los sillones de la enorme estancia y observo el desastre del lugar; ropa en el piso, herramientas por todos lados, todo ese caos empezaba a poner nerviosa a Kuvira y de inmediato se puso a limpiar un poco, se detuvo en seco cuando vio una imponente motocicleta e inevitablemente recordó a la dueña de aquel poderoso vehículo:

"Su cabellera al viento, indiferente pero extremadamente sensual, no se fijaba en nadie era intocable, inaccesible, casi irreal, no había quien le ganara en las carreras. Todos los que asistían a ese tipo de eventos clandestinos eran consumidores asiduos a la mercancía que yo vendía pero no ella, que siempre ha sido muy diferente a los demás, ella no era adicta a nada ni a nadie se aburre rápidamente de todo, nadie le puede seguir el paso excepto tal vez yo que soy su incondicional, que soy lo único constante en su vida, a la única que ha dejado entrar en su paraíso en contradicción ella es mi única droga, una droga que en vez de destruirme llego a reconstruir mi maltrecha existencia, me ha hecho olvidar el odio que me consumía y me ha inspirado a superarme, ya pronto terminare la ingeniería, estar cerca de Sami le cambia la vida a cualquiera, ella es como una tormenta porque allí por el lugar donde pasa jamás vuelve a ser el mismo de antes".

Esa misma noche muy lejos de ahí en la hacienda Sato, Asami se encontraba sola leyendo en la biblioteca, cuando repentinamente se fue la luz en toda la casona, ella sin inmutarse se limitó a acercarse más a la ventana por donde se colaba eficientemente la luz de la luna llena y continuo con su lectura, pasaron 10 largos minutos y se escuchó como la puerta de la biblioteca se abría, una empleada que llevaba una vela en las manos entro en la estancia y le hablo a Asami en un tímido susurro:

–Disculpe por entrar sin tocar señorita, pero pensé que necesitaría la luz y le traje esta vela– Sin despegar su vista del libro Asami le pidió que cerrara la puerta y se aproximara a ella, una vez que la empleada obedeció y sólo unos cuantos pasos las separaban, la ojiverde poso un felina mirada en los ojos trémulos de la chica de dorada cabellera que quedo petrificada de pie frente a ella.

–No necesitaba la luz, porque la luna alumbra bastante bien– Cerro el libro y se puso de pie –Pero sí que necesitaba el calor.

–Bien pues ahorita que traigo la vela puedo prenderle la chimenea– Dijo la rubia mientras intentaba alejarse un poco de esos ojos verdes, pero en un rápido movimiento Asami se abalanzo sobre ella y la dejo atrapada entre su cuerpo y un escritorio de madera, la vela cayo tan violentamente en el suelo que se extinguió su luz, la acorralada empleada temblaba y respiraba con agitación por el cercano contacto, la pelinegra hundió su cara en el cuello de su presa y aspiró sonoramente el aroma que desprendía, subió su cabeza lentamente hasta el oído de la chica, recorriendo con la punta de su nariz todo ese trayecto y con voz sensual le dijo al oído:

–No es el calor de la chimenea lo que necesitaba, sino el tuyo– Al tiempo que sus manos recorrían lujuriosas toda la espalda de la joven haciéndola estremecer de pies a cabeza, Asami volvió a bajar su cara y ahora saco la lengua para apretarla contra el cuello de su víctima y sentir con más detalle el alocado palpitar de la vena yugular.

–No me haga esto por favor señorita– Suplico excitada la rubia empleada.

–¿me dirás que no lo deseas?, siempre estas al pendiente de mí, permíteme mostrarte mi más profundo agradecimiento por todas tus atenciones– Le decía mientras besaba frenéticamente su cuello y bajaba hasta el escote de su blusa donde iba hundiéndose con ferviente deseo y seguía prodigando húmedos besos, ahora la mano izquierda de Asami le tocaba los senos y la mano derecha iba subiendo rápidamente por la parte trasera de una pierna para quedar por debajo de la falda tableada que vestía la empleada y adentrarse al instante en las bragas de la chica, ante aquel súbito y ardiente contacto, la rubia solo respingo y gimoteo suavemente.

–Claro que lo deseo, pero no estoy lista– y continuaba gimiendo más audiblemente debido a que una vez que Asami había logrado tener su mano adentro de la ropa interior, apretaba fuertemente uno de esos glúteos y adentrando aún más su mano hacia el cálido centro de la rubia descubrió que estaba sumamente lubricada, lo cual era contrario a lo que decía ella puesto que ya estaba más que preparada para que continuaran.

–Pero de ¿qué hablas?, si ya estás muy mojada– Menciono Asami mientras con su diestra la acariciaba con un movimiento de sube y baja a través de los glúteos suave pero sugerentemente.

–Soy virgen– Al momento de decirlo la chica ya ponía los ojos en blanco, y ante tal confesión Asami agrego; –Siempre hay una primera vez para todo Alice– Al escuchar su nombre ser pronunciado por Asami, la abrazo fuertemente porque su corazón dio un vuelco tremendo desbordando así todos los sentimientos que había contenido durante mucho tiempo, pero no quería que su primera vez fuera a suceder así de exprés.

–De verdad que te amo, pero si me quieres dame un poco de tiempo– Al escuchar eso, Asami dejo de acariciarla y se apartó inmediatamente.

–¡yo NO te quiero! no te confundas chica y por lo del tiempo te puedes tomar toda la vida no me interesa en absoluto– Una vez hubo dicho eso, le dio la espalda a la chica y salió rápidamente de la biblioteca, la rubia que se quedó con una descolocada expresión en el rostro solo se desplomo al suelo y allí de rodillas comenzó a sollozar y maldecir. Fuera de la estancia estaba esperando Bolin, quien al ver a su amiga salir tan deprisa se apresuró a acercársele.

–¡Vaya que eres rápida!– Dijo el Bolin en tono de complicidad y casi en un susurro.

–Ya puedes devolver los fusibles a donde pertenecen.

–Puedo demorar un rato más, si te la quieres llevar a tu cuarto– Dijo el chico codeando a su amiga.

–¡Eso no pasara Bolin!– grito exasperada Asami –Ve ya a colocar los malditos fusibles, está muy oscuro no se ni por donde carajos camino.

–Y yo que pensé que echarte una pollita, calmaría tu mal humor.

–Diantres, ¡fue un fiasco! no quiero ni acordarme, ya te contare mañana por ahora sólo quiero irme a acostar.


A los lectores:

Les agradezco infinitamente por el tiempo que se tomaron para leer esta historia, que espero haya sido de su agrado, trabaje con mucho espero y creo que ha sido bueno el resultado, espero con ansias leer su punto de vista para ir mejorando la calidad de la escritura, cuídense mucho y reciban bendiciones.