¡ANTES! de que empiecen a echar tierra y pestes, las advertencias: Este fic fue realizado por RutLance -CrystalFairy, Hetalia y otros detalles no son míos ni me interesan, solamente publico con la aprobación y consentimiento de la autora. No gano nada excepto pasar un rato más en la pc haciendo esto (en lugar de escribir xD) ¿Dudas? Las haré llegar a la autora. El crédito de esta historia no es en absoluto mío.

Nota aclaratoria de la autora RutLance-CrystalFairy, presente: Los personajes de la serie de Hetalia: Axis Powers no me pertenecen; hago esto por el simple hecho de entretenimiento, más que nada para entretenerme yo. Les agradezco de antemano a todos los que lo leen. Esta historia es ficticia, cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.

¿Cómo han estado? Hace mucho tiempo qué no nos veíamos, ¿cierto? :3

Esta idea se me ocurrió cuando pasábamos por el pasillo de atunes, en una tienda. Vi una lata con cuadros de atún, bastante cara por cierto, y me pregunté en voz alta: "¿Quién pagaría por eso?", y me respondí al instante, "Claro, Kiku." Y no sé porqué en ese justo momento, me imaginé a Josefina sentada a la orilla del mar, y he aquí este fanfic.

Debo aclarar qué el título "Cerca del mar" proviene de la canción con el mismo nombre del Trío Los Dandy's, aunque la canción qué estoy usando para la trama se llama "Boom boom bâ" y es de Métisse. Si alguien no la ha escuchado, aparece en la serie "Death like me", y se las recomiendo por si tienen temor a la muerte, en serio. Y como siempre, ambas canciones no son usadas con fines de lucro.

Este fanfic, el número 101, va dedicado a P.Y.Z.K., al igual que a narusempai, y nuevamente explicaré el porqué. Cuando agregan nuestros fanfics a sus alertas, nos alientan a continuar. Cuando los agregan a sus favoritos, nos ayudan a que más personas nos lean. Y cuando nos dejan reviewses no sólo nos levantan el ánimo, sino qué además nos permiten tener la ilusión de que algún día compremos una laptop para continuar escribiendo. Como le dije a mi mejor amigo, necesitaríamos publicar seis veces lo qué llevamos hasta ahora. Es por eso qué les agradecemos de todo corazón que de perdido le den una leída al fic. n_n Gracias. :3

Disfruten este nuevo one-shot. :I


"Mientras yo no pueda respirar bajo el agua o volar (pero de verdad volar, yo solo, con mis brazos), tendrá que gustarme caminar sobre la tierra y ser hombre, no pez, ni ave."

《No quiero convencer a nadie de nada. (Fragmento)》Jaime Sabines.


Cerca del mar.

A boom boom bâ.
A boom boom bâ.
A boom boom bâ.
A boom boom bâ.

Kélé, fila, saba, nani, norou.

Cuando era un niño, Kiku paseaba por la orilla del mar. Caminando, se encontró con un pececillo atrapado en un viejo trozo de red. Compadecido al ver al ser marino saltar y detenerse, abriendo con rapidez la boca.

- Pobrecillo.- Se dijo.

Tomó el pez entre sus manos, se acercó a las aguas y con cuidado de no lastimarlo, le quitó la red. El pececillo al principio no se movió, mas luego comenzó a moverse y dio un salto fuera del agua, para después alejarse entre las olas del mar. Se quedó un rato, esperando a qué regresara, pero el pez nunca lo hizo.

A boom boom bâ.
Can you hear my heart beat in this world?
A boom boom bâ.
Do you know that behind all these words...
A boom boom bâ.
lies a deep desire? Kamélé hé.
A boom boom bâ.
Mé kouman mé fora y bamê.

Dos años atrás, había fallecido su prometida, fue por eso qué se fue a una pequeña isla a vivir, completamente solo. No deseaba la compañía de otros seres humanos, los cuáles le recordaban el dolor de haber perdido a quién eligiera como compañera de por vida. No necesitaba más para sobrevivir que la pesca, y alguna planta o fruta qué se encontrara en la isla, por lo qué no se preocupaba por la comida. No, no necesitaba nada más, ni a nadie.

Un día, se echó a la mar, y éste se encontraba de mal humor. Como ya no le veía sentido a la vida, estaba dispuesto a dejarse llevar por las olas embravecidas y morir. Ni siquiera hizo el intento de nadar a la superficie, y salvarse. Quiso, cuando los pulmones estaban a punto de llenarse de agua salada, ver el fondo del océano, y se llevó una sorpresa al ver nadar frente a él algo similar a ser humano. Similar, ya qué se movía como un pez, y el color de su piel era más oscura que la suya. Y entonces, perdió el conocimiento por la falta de oxígeno.

A boom boom bâ.
Are my dreams to be all I can do?
A boom boom bâ.
Lay o lay above, lay o lay below.
A boom boom bâ.
And he said Annie will show them a new way.
Mé kouman mé fora y bamê.

Kélé, filla, saba, nani, norou.

Se despertó con un sobresalto. Agitado, trató de incorporarse, descubriendo qué se encontraba en su casa, la qué estaba construida en la isla. También se percató de que había sido curado y vendado, además de encontrar un plato con comida y agua para beber. Esperó salir de su estupor, para comprobar qué no fuera un sueño, o verificar que aún estaba vivo sin entender el porqué. No quiso tocar alimento alguno, pero su cuerpo empezó a exigirle algo para recuperar fuerzas.

Tras satisfacerse, comenzó a revisar todo a su alrededor, parecía qué alguien más hubiese estado ahí, pero ya no se encontraba en ninguna parte. Salió de la casa y encontró los restos de su embarcación reposando en la playa, con señas de qué habían pasado muchos días desde que se hundiera. Muchas dudas saltaron a su mente, ¿quién lo había rescatado y porqué? ¿Cuánto tiempo había pasado desde qué perdiera el conocimiento en el fondo del mar? Y lo más importante aún, ¿quién era ese ser con la piel oscura?

A boom boom bâ.
Can you hear my heart beat in this world?
A boom boom bâ.
Do you know that behind all these words...
A boom boom bâ.
lies a deep desire? Kamélé hé.
A boom boom bâ.
Mé kouman mé fora y bamê.

Le tomó tiempo el poder recuperarse por completo, y aún más para poder rehacer su barca. Recorrió la isla diariamente para hallar algún indicio de que hubiese otra persona habitando la isla, pero era inútil, todo parecía indicar que era el único ahí.

Una mañana despertó con la cabeza pesada, y sintiendo mucho calor. No pudo siquiera salir de la cabaña, y qué decir del futón, tenía sed pero no contaba ya con agua potable, menos para refrescarse con ella. Permaneció recostado, perdiendo la consciencia un par de veces, sintiéndose cada vez más débil. No sabía qué hacer al respecto.

Estaba oscuro cuando sintió algo frío y húmedo encima de su frente. Quiso incorporarse, pero un par de brazos le detuvieron de hacerlo. Volvió el rostro y de entre las penumbras, logró visualizar a aquélla persona que estaba a su lado. Un haz de luna le ayudó para darse cuenta de qué se trataba de una joven mujer, de piel más oscura qué la suya.

- T-Tú...- Levantó tembloroso la mano, en un intento de señalarla.

La había reconocido, era la criatura que se movía con la gracia de un pez en el agua, y posiblemente se trataba de quién le había salvado la vida y curado sus heridas. Ella tomó una taza y le dio a beber su contenido, el cuál era amargo. Tosió un par de veces, antes de qué fuera nuevamente recostado. La mujer puso una mano sobre su frente y, cerrando sus ojos, comenzó a cantar, haciendo que empezara a dormir.

Soñó que flotaba en la profundidad del océano, de entre un coral apareció un pez oscuro, nadando sin rumbo. Lo siguió y observó cómo el pececillo se enredaba en un trozo de red de pesca, e intentaba de cualquier modo el quitárselo. Antes de siquiera estirar la mano para ayudarle, la corriente se lo llevó lejos, hasta tierra firme, en donde saltaba y se retorcía sin poder liberarse. Salió de las aguas sólo para ver una versión mucho más joven de él, tomando el pez y liberándolo en el agua. Las olas lo arrastraron de nueva cuenta al fondo, y ahí vio cómo el pez oscuro empezaba a cambiar de forma, creciendo en estatura, hasta convertirse en un ser mitad pez, mitad mujer. Luego, se acercó a él y le extendió su mano, la cuál tomó sin titubear. Nadaron por los mares, y en cada tanto, se volteaba a verla, de piel bronceada, ojos cafés y largos cabellos de un café aún más oscuro. Se detuvieron por un momento, y no supo qué esperar, en especial cuando ella cerraba los ojos y aproximaba el rostro al suyo.

Cuando despertó no sólo la fiebre se había ido. También ella desapareció de la casa. Los días consecuentes, trabajaba con mayor ahínco para reparar su barca.

A boom boom bâ.
Are my dreams to be all I can do?
A boom boom bâ.
Lay o lay above, lay o lay below.
A boom boom bâ.
And he said Annie will show them a new way.
Mé kouman mé fora y bamê.

Kélé, filla, saba, nani, norou.

Partió a la mar apenas terminara de abastecerse con lo suficiente para permanecer varios días navegando. Mas conforme el tiempo pasaba, las provisiones y el agua potable comenzaron a menguar.

- Tal vez, sólo fue una alucinación por la fiebre.- Se dijo a sí mismo.

Derrotado, inició el regreso a tierra firme, pero no contaba que una tormenta repentina se aproximaba a gran velocidad. Lo tomó desprevenido, y cuando los vientos enardecidos soplaron con fuerza, arrancaron el mástil y la vela, cayendo ambos sobre él, volcando a la vez la embarcación. Se hundía, y por segunda ocasión, su vida estaba en peligro, con la diferencia de qué ahora no deseaba morir, no sin antes encontrarla de nuevo. Trataba de hallar fuerzas para salir a flote, pero la corriente marina lo atrapó cuando su cuerpo llegó al límite. Perdía con rapidez el aire y el agua le llenaba los pulmones. Y dejó de luchar.

~Volveremos a vernos.~

Oyó una voz en lo más profundo de su mente.

~En otra vida.~

Una muy triste.

~El mar nos volverá a reunir.~

Y todo volvió a quedar en silencio.

A boom boom bâ.
Can you hear my heart beat in this world?
A boom boom bâ.
Do you know that behind all these words...
A boom boom bâ.
lies a deep desire? Kamélé hé.
A boom boom bâ.
Mé kouman mé fora y bamê.

Despertó adolorido en la orilla del mar. Cuando su visión nublada volvió a la normalidad, se dio cuenta de que había sido regresado a la isla. Con un poco de esfuerzo, logró sentarse sin comprender bien lo que sucedía, ni del cómo se había salvado de nueva cuenta. Trató de ponerse de pie, pero sintió algo frío y escamoso debajo de su mano. Fue entonces cuando se encontró con un pez muerto y ensangrentado, que yacía a su lado desde quién sabe cuánto tiempo. La tristeza afligió su corazón, y los ojos se le llenaron de lágrimas. Se alzó de pie, y con cuidado depositó el pez en el agua, dejando que las olas se llevaran el cuerpo flotante consigo.

Desde entonces, se quedó ahí, en la costa. Día y noche, esperaba paciente por aquélla que conoció en el mar, y le había salvado la vida, pero ella nunca volvió. Y cuando se dio cuenta de qué le quedaba poco tiempo de ese mundo, se aventó al océano, dejando que las olas lo arrullaran y se llevaran consigo su cuerpo.

Kélé, fila, saba, nani, norou.

Kiku Honda era pescador de profesión. Y llevaba toda la mañana tratando de pescar, pero nada había caído. Se había alejado mucho más qué los demás pescadores, quedando solo en la mar. Pero ese día todo iba a cambiar y fue por eso qué se sorprendió cuando una pequeña barca chocó con la suya. Se asomó y encontró a una mujer de piel morena, dormida dentro de ella, y por lo visto, no tenía remo alguno, por lo que dedujo que las olas la habían arrastrada a alta mar al no estar amarrada al muelle.

Le pareció lo más sensato asir la barca a la suya, para evitar que se fuera aún más lejos. Tras hacerlo, se subió a la pequeña embarcación, y tocándole el hombro, la despertó.

- Señorita. Despierte. Creo que no debería estar aquí.-

Lentamente, ella despertó, abriendo sus ojos cafés, entrecerrándolos a causa de la luz del sol. Se los cubrió con una mano, y vio a aquél que se encontraba con ella. Se incorporó, a modo de qué se sentó en el fondo de la barca.

- ¿Eh?- Preguntó, aún adormilada.- ¿Qué pasó?-

- Puede qué no me crea, pero estamos en medio del océano.-

La mujer alzó la mirada sorprendida, luego vio todo a su alrededor, donde comprobó qué lo único qué había a la redonda era el líquido azul.

- Pe-Pero, ¿cómo?- Se frotó los ojos.- Según yo, yo amarré la barca al muelle, y me quedé dormida.- Sacó su celular, y al checarlo se dio cuenta de qué no contaba con señal.- Tres horas, me quedé dormida tres horas.-

Kiku la observaba sin saber qué pensar o hacer, pero lo preferible era salir de la barca y subir a la propia, antes de qué ocurriese un accidente.

- Creo que lo mejor sería subir a mi embarcación.- Se puso de pie, y arribó al barco pesquero.- Quedarse aquí, expuesta más tiempo al sol, podría hacerle daño a su salud.-

- Sí.- Respondió y se puso de pie.- Tiene usted toda la razón... ehm...-

- ¡Oh! Disculpe, no me he presentado.- Le extendió una mano para ayudarla a subir.- Mi nombre es Kiku Honda, soy un pescador local, y este es mi barco.-

- Mi nombre es Josefina Yantzin Infante García, y por el momento, estoy de vacaciones.- Dijo a la vez qué subía a la embarcación.

Quedaron frente a frente, y por unos segundos ninguno pudo moverse. Las olas entonces, empujaron el barco pesquero, sacándolos de su estupor.

- ¡Ah, lo, lo siento!- Se disculpó él, sintiéndose abochornado.- No se quede ahí, con el oleaje, podría caer al agua.-

- Sí, gracias.- Quiso avanzar, pero se le flaquearon las piernas y se llevó una mano a la frente. Al verla así, Kiku la sujetó para que no cayera.- Mi... cabeza. El... sol...-

La ayudó a sentarse y le dio a beber un poco de agua. Por lo que escuchó, era posible que ella estuviera asoleada por estar tanto tiempo a la intemperie. Le tocó la frente con una mano, luego se la deslizó hasta la mejilla enrojecida por el sol. La morena abrió los ojos, viendo los suyos, y cubrió la mano de él con la propia. Una vieja y extraña sensación se sentía en el ambiente, en el cuál sólo se oían las olas chocar contra el barco y una parvada de gaviotas que cruzó los cielos. Y la besó. Y por unos segundos, todo se detuvo.

A boom boom bâ.
Aligna donguiri ma digné.
A boom boom bâ.
Mé kouman mé fôra y bamê.
A boom boom bâ.
Aligna donguiri ma digné.
A boom boom bâ.
Mé kouman mé fôra y bamê.

- ¡PE-PE-PERDÓN!- De un salto, Kiku se puso de pie, asustado de su propio proceder.

Se alejó un poco, tratando de calmarse. No deseaba qué Josefina tuviera el pensamiento de qué quería aprovecharse de ella, en especial, al no haber nadie a cientos de kilómetros a la redonda.

- N-No sé qué me pasó, yo, yo...- Intentaba tomar un poco de aire, en su desesperación por explicarle los hechos. Ni siquiera él lo sabía.- Es sólo que sentí, sentí algo...

- Algo de hace mucho tiempo, ¿no es así? Algo que esperaba recibir, o dar.- Completó la morena, y ladeó la cabeza.- Sí, yo también sentí lo mismo.-

Volvieron a quedar en silencio, sin poder mirarse a la cara. Pasaron unos instantes, antes de qué Josefina volviera a hablar.

- ¿Podría darme un poco más de agua?-

- Ah, claro.-

La observó tomar el agua con lentitud, y pensó qué tal vez sería mejor que un médico la revisara, antes de qué se deshidratara.

- La llevaré hasta la costa.- La morena se volvió a verlo.- No me sentiría a gusto si su estado de salud empeora, considerando que estamos en medio de la nada, y no creo que se sienta cómoda estar a solas con un desconocido.-

- No, no quisiera causarle más molestias.- El rostro de Josefina se sonrojó aún más, y a Kiku le pareció adorable.- Está usted trabajando, y no, no sería lo correcto qué dejara de hacerlo por mí.-

- Lo mejor sería volver a tierra firme, señorita Infante.- Le avisó tras pensarlo un momento.- Aquí, en medio del mar no lograremos conseguir más que un golpe de calor. Además, no he logrado pescar nada en todo el día, así que no se preocupe por ello.-

Iba a fijar el curso rumbo a las costas, en verdad no mentía cuando le dijera a Josefina qué deseaba regresar, no había pesca alguna, por lo que daba el día completamente perdido.

- Inténtelo una vez más.- Se volvió a verla al escucharle oír eso.- Sólo una última vez.-

La obedeció, al fin y al cabo que nada iba a cambiar con un último intento. Lanzó la red a la mar, y ambos esperaron en silencio, en lo que el viento salado soplaba. Una campanilla comenzó a sonar, indicando que la red había atrapado algo. Kiku accionó el mecanismo para sacarla del agua, y comprobó con efecto que ese día no se iría a casa con las manos vacías.

A boom boom bâ.
Kélé, fila, saba, nani, norou.
A boom boom bâ.
Can you hear my heart beat in this word?
A boom boom bâ.
Kélé, fila, saba, nani, norou.
A boom boom bâ.
Can you hear my heart beat in this word?

Observó por un instante la pesca recién obtenida, y consideró una grosería no hacer algo al respecto sobre su huésped.

- ¿Aceptaría ir a comer conmigo a mi casa, en la costa? Claro, cuando se sienta mejor.- Le preguntó sonriente.- Sé preparar el mejor sushi de la región, o al menos, eso es lo qué he oído decir a mis vecinos. También podríamos comer algunos de los peces qué acabo de atrapar.-

- No quisiera causarle molestias, ni interrumpir en su trabajo. Yo...-

- Al contrario, sería un placer para mí.- La interrumpió, insistente.

Lo miró a los ojos, buscando algo que la hiciera confiar en él.

- Me, me encantaría.- Le respondió ella.

Kélé, fila, saba, nani, norou.

Emprendieron entonces la marcha rumbo a la costa, mientras en la balsa el celular de Josefina comenzaba a sonar, con una vieja melodía.

~Cerca del mar yo me enamoré. Y como la luna, la brisa y la espuma, también te besé.~

Fin.


Sólo puedo agregar qué las sirenas eran seres mitológicos griegos, mitad mujer, mitad pez; y pues atraían con su canto a los hombres para matarlos. :I En la Odisea de Homero narran cómo Odiseo, o Ulises, logró resistir sus encantos al usar cera en los oídos.

En fin, muchas gracias por leer, y pues, pese a los problemas, tanto mi hermana y yo seguiremos actualizando, tan pronto cómo podamos hacerlo.

¡Nos vemos! ;D