|Nacimiento|
Ya no siente la calidez, que le ofrecía el vientre de su madre, y eso se debe a que hace apenas unas horas atrás ha nacido, convirtiéndose así en el nuevo y tan esperado miembro de la familia Son.
Todo lo que siente es totalmente nuevo para ella; las voces, los ruidos.
Y a pesar de que no puede pronunciar palabra, ni mucho menos se atrevido abrir los ojos, no puede evitar soltar un fuerte yanto debido a que sin saberlo prefiere estar dentro del cómodo vientre de la que es su madre, porque estando ahí se sentía mejor, estando ahí podía dormir plácidamente sin ser interrumpida. Sin saberlo o ser consciente de ello, extrañaba su antiguo hogar.
Lloró como nunca al no poder sentirse satisfecha. La menor de los Son no estaba contenta y así lo hacía ver su infinito yanto, y dado a que Gohan como todos los demás, deseaban que Videl pudiese descansar trataron de calmar a la pequeña bebé a toda costa, pero nada parecía funcionar, ni siquiera en los brazos de la que era su abuela parecía querer calmarse, por lo mismo Milk había decidido entregársela a Videl pero antes de que pudiera entregársela una voz la detuvo.
—Déjeme cargarla, por favor—la esposa de Goku dudó en hacer caso al pedido del hijo de Vegeta, pero dado a que el yanto de su nieta no le permitía pensar con claridad se la entregó, porque además era el único que todavía no la había tomado en brazos.
Una vez, que Milk, dejó a Pan en los brazos del joven Brief, está se calmó repentinamente, al sentir la calidez que le brindaba Trunks, le brindaba casi el mismo calor, que una vez le brindó el vientre de su madre, y por primera vez en el día, no le disgustó tanto ya no estar en su viejo hogar, le gustó tanto que sin ser consiente abrió sus ojos negros para toparse con unos orbes color mar, los mismos que le brindaban infinita tranquilidad.
Tal vez, y solo tal no había sido tan malo nacer.
|The end|
