Hola gente bonita, escribí esto porque era lo que pensaba cada vez que iba al baño o estaba caminando por la calle y como siempre pensaba la misma parte pensé: Por qué no escribirlo así dejo de torturar mi cerebro pensando siempre en la misma parte del mismo fic.
Ahora mi cerebro me está torturando con otro, uno que probablemente no escriba.
Ahora que me saque este fic de mi sistema voy a poder seguir con mi otro fic, espero perdonen que lo haya hecho todo en un solo capitulo y les guste.
Las cosas pueden ser diferentes.
No podía creer lo rápido que habían cambiado las cosas, la verdad es que no lo había visto venir pero muchas pero para muchos de sus compañeros habían tratado de convencerlo de que no le había convenido que ella se tratara con él.
Por eso en ese momento estaba sentado en el compartimiento del tren, estaba rodeado con de sus compañeros de casa, personas a las que realmente había estado soportando solamente por no estar solo.
Cuando llegaron a la estación del tren él no sabía bien cómo iba a llegar a su casa, porque la verdad es que llevar ese baúl enorme, era muy poco práctico, nunca se había fijado de ese tipo de cosas, en especial porque antes tenía a los Evans para que le ayudaran y lo llevaran en el auto a su casa mientras que hablaba con ellos y Lily sobre las cosas que habían pasado en el colegio ese año.
Lo más triste era que ese recuerdo era del año pasado, las cosas no habían estado del todo perfectas pero habían estado mucho mejor que como estaban actualmente.
Estaba pensando cómo hacer para ir a casa cuando sintió una mano en su hombro, cosa que lo asusto bastante, se dio vuelta para ver al padre de Lily que lo estaba mirando con una sonrisa, como si nada hubiera pasado.
— Severus, te estábamos buscando, vamos que te llevamos a tu casa — en serio Severus no entendía lo que estaba pasando, en especial porque ya no era amigo de su hija.
— No puedo aceptar, ya no soy amigo de su hija y no creo que ella quiera que yo esté en el mismo auto que ella — no queriendo molestar al señor Evans pero este igual agarro el carrito de Severus y lo fue llevando al auto y pudo ver que Lily no estaba para nada feliz de verlo.
Por eso se sentó lo más lejos que pudo y ella no tardo en quejarse.
— Papá no puede viajar con nosotros, ya no somos amigos y me insulto, me dijo algo en serio diabólico — cruzándose de brazos tratando de mostrar su punto pero para sus padres estaba quedando más como una niña malcriada.
— Por favor Lily, Severus no puede llevar su baúl él solo hasta su casa y los Snape no pueden venir a buscarlo, así que por favor cálmate — dicho es arranco el auto, en serio no entendía que era lo que había pasado. Lo único que sabía era que su hija le había escrito una vez diciéndole que no iba a tener nada más con Snape porque sus caminos se habían separado y no había forma de que se volvieran a juntar. La verdad es que a los dos, tanto a él como a la señora Evans le había parecido demasiado raro lo que había dicho.
El viaje en auto fue uno de los más incomodos que hubieran sufrido y los adultos estaban más que felices de que la niña se bajara, el padre se bajó para ayudarle con el baúl y sería la señora Evans la que lo llevara a su casa.
Fue durante ese viaje que la señora le dijera que no importaba lo que su hija pensara de él, ellos siempre iban a estar ahí para él.
Como con Lily, la señora le ayudo a llevar el baúl a la casa, aunque Severus insistió de que no lo hiciera, que él podía solo.
Una vez dentro de su casa sonrió unos segundos feliz de no haber perdido el cariño de los Evans pero eso duro poco porque no iba a tener a Lily nunca más en su vida y eso era mucho peor que perder el cariño de los padres de la chica que le había gustado.
Igual eso en ese momento no importaba, porque tenía mejores cosas en que preocuparse, como por ejemplo cómo demonios iba a hacer para subir su baúl a su cuarto sin despertar a su padre que estaba dormido en el sillón.
Fue con mucho esfuerzo pero al final lo logro y cuando estuviera en su cuarto se acostó en su cama mirando el techo, esperando poder relajarse antes de que llegara su madre del trabajo.
Esta trabajaba en un restaurante como camarera, la verdad es que podría trabajar en el mundo mágico y hasta ganar más pero eso era algo que su esposo no le perdonaría. La única vez que diera la opción este se puso muy violento y le golpeo. Eso había sido cuando él había perdido su trabajo y por eso ella lo había propuesto pero al parecer la idea no le gusto para nada.
Por eso estaba en ese trabajo tan poco comprometedor y con tan poco futuro pero siempre podía soñar con conseguir un buen trabajo y agasajar a su madre como él cree que ella se merece, como seguramente era antes de que ella se casara con ese desperdicio de ser humano que era su padre.
Alguna vez la madre le habría contado que cuando se habían conocido él había sido una persona totalmente diferente a como era actualmente.
Para su mala suerte se quedó dormido y fue despertado por un golpe en la cabeza y cuando se despertara vio un poco asustado que era su padre.
— Deja de estar holgazaneando y ve a ayudar a tu madre, no quiero enterarme de que estar sin hacer nada, ya es mucho que tenemos que pagar las porquerías para ese colegio de mierda al que vas como para además tener que tenerte aquí como un zángano — mientras que decía eso Severus salía de la cama, en serio no queriendo pelearse con él, en especial porque sabía que no iba a poder ganarle y tampoco quería que su madre se preocupara, se peleara con él y terminara tirada en el piso por un golpe por parte de su padre.
Una vez en la cocina ayudo a su mamá a preparar la comida y durante la cena trato de ignorar lo más que pudo a las cosas que su padre decía, las cosas de las que se quejaban, que muchas ya casi no tenían sentido, en serio no podía esperar para irse a la cama y dar por terminado el día.
Fue por estar tan agotado que se quedara totalmente dormido a los pocos segundos de que su cabeza se posara sobre su almohada.
A diferencia de muchos alumnos, Severus trabajaba durante el verano, tenía un trabajo embolsando las cosas en el supermercado de la zona, hasta tenía que usar un uniforme, que era un delantal de color verde, no era lo mejor pero era un trabajo, lo malo era que la mayoría del dinero se lo tenía que dar a su padre pero lograba salvar algo para él.
Le daba un poco de vergüenza pero los padres de Lily iban seguido a ese supermercado y le dejaban más propina que nadie, cosa que era bueno porque la verdad es que la mayoría de los que iban lo miraban como si fuera alguna especie de criminal, más o menos como le habrían mirado en Hogwarts.
Después de eso iba a su casa, le daba las ganancias a su padre, arreglaba el jardín y después podía hacer un poco de tarea antes de tener que ayudar a hacer la cena.
Terminando el día yéndose a dormir, si su vida era una verdadera rutina, una extremadamente aburrida y que en serio no podía esperar a terminar.
En la casa de los Evans, Margaret, la madre de las niñas y que por alguna extraña razón había seguido con una tradición de poner a las hijas nombres de flores, eso le había parecido molesto a su esposo Henry pero al final había logrado convencerlo de que era lo mejor.
Ella estaba preguntándose por qué Severus no había ido a visitarlos, en serio ese chico le preocupaba, era tan sensible e inteligente pero casi siempre estaba triste. No podía creer que ese chico fuera un monstruo que Lily había empezado a decir que era.
Hablando de Lily, ella se pasaba mucho de su tiempo encerrada en su cuarto y muchas lechuzas llegaban a su cuarto, cosa que le parecía raro pero no tan molesto como muchos se hubieran imaginado, más molesto era lo fría que ella estaba con su hermana, ya no le hablaba para nada, pasando gran parte de su tiempo leyendo el diario mágico o haciendo tareas.
Ya no se juntaba con sus amigas de la primaria, bueno había estado distanciándose de ellas desde que hubiera empezado el colegio mágico pero recientemente había cortado todo contacto con ellas.
La historia de porque ella no le hablaba a Severus era rara y quería escuchar la versión de él pero este no se la quería contar, para colmo el único lugar donde podría hablar con él sería cuando estaba trabajando pero en ese momento no podía hablar con él, tenía miedo de perder el trabajo y eso era algo que ella respetaba.
Un domingo vio a Severus en la plaza, sentado en uno de los columpios, se lo notaba pensativo, mirando el piso sin moverse mucho, aprovechando que estaba solo y no estaba ocupado fue a hablar con él.
Estaba tan metido en sus pensamientos que no la noto acercarse hasta que lo llamara por su nombre y cuando la noto se asustó bastante.
— No tienes por qué asustarte, solo quería hablar contigo unos minutos, en serio me tienes preocupada — en serio quería saber que era lo que le pasaba y que había pasado para que dejaran de hablarse entre él y su hija.
— No tiene por qué preocuparse, en serio no es nada grave, solo acostumbrándome a las vacaciones de verano — lo decía como si no fuera nada pero ella sabía que algo le preocupaba y como la charla iba a durar bastante, ella se sentó en el columpio que estaba al lado del que estaba ocupando él.
— No lo hago porque tenga, solo lo hago porque me preocupo, en serio me pareces un buen niño y creo que sería mejor si hablaras de lo que paso este año en ese colegio raro, en serio quiero saber — así fue como la señora Evans logro que Severus le contara lo que había pasado y la verdad es que cuando Lily le contara la misma historia había desestimado como los que se llamaban Merodeadores habían tratado a Severus.
— Por eso le dijiste lo que dijiste, ¿Le has pedido perdón después? — queriendo saber porque Lily había dicho que no había sido para nada sincero.
— Claro que le pedí perdón, pero ella no acepto pero no importa, es verdad, es la gente con la que me estoy juntando, estoy destinado a ser un mortífago, por eso no le conviene acercarse demasiado a mi porque le puede ir mal — eso era algo que en serio para ella no tenía nada de sentido.
— ¿Me estás diciendo que no puedes evitar ser uno de esos asesinos de los que Lily me hablo? — en serio era algo que ella no entendía.
— Claro que puede pasar, los slytherins estamos destinados a ser mortífagos, todo el mundo sabe eso, por eso es que no pude evitar decirle eso a Lily, por eso la perdí — a veces Margaret veía novelas en la tele pero nada de lo que ella hubiera visto ahí es tan ridículo como lo que Severus le había contado.
— Por favor Severus, tu puedes hacer lo que quieras, no tienes que dejar que nadie te límite, en serio eres increíblemente inteligente, no dejes que te arruinen eso, por favor déjanos que te ayudemos, en serio nos preocupa verte de esta forma — pensar que el pobre iba a arruinar su vida basándose solamente en las cosas que los demás dijeran de él.
El tiempo pasó y Severus se mantuvo al margen, siendo más antisocial que nunca.
No se puso abiertamente en contra de sus compañeros de casa pero no comentaba casi nada al respecto. De esa forma logro sobrevivir, si sobrevivir, porque los merodeadores cuando Severus estaba en sexto año habían podido matarlo.
Sirius Black había jugado con la curiosidad de Severus y le había dicho que si quería saber que era lo que Remus Lupin hacía una vez al me y en serio no había podido soportarlo.
De esa forma termino con cincuenta puntos menos por haber estado fuera del edificio, Sirius Black había perdido cincuenta puntos pero James Potter, que lo había salvado había ganado la misma cantidad y para hacerlo en serio horrible, ninguno de ellos tuvo algún tipo de castigo, no vaya a ser que alguien se enterara de lo que había pasado y que le amenazaron con expulsarlo si le contaba a alguien lo que había pasado.
Eso en serio fue una de las cosas que menos pudo soportar y durante ese verano a los señores Evans, personas con las que se llevaba bastante bien, les costó mucho lograr que hablara del tema. Cuando lo hizo en serio se pusieron furiosos y amenazaron a escribir pero Severus les garantizo que de hacerlo, él serio expulsado.
Eso si que los enfureció y estuvieron tentados a escribir una carta pero la única razón por la que no lo hizo fue por la amenaza que le habían hecho al pobre, no querían que lo expulsaran por culpa de ellos.
Otra cosa que sorprendió mucho a los Evans fue cuando conocieron al novio de Lily. Era exactamente la misma persona que habían estado insultando con Severus, esa que tantos males le había hecho pero al parecer había madurado o por lo menos eso era lo que Lily aseguraba, claro que los señores Evans no estaban muy seguros de ellos en especial un día en el que ellos habían invitado a Severus a tomar el té, era para celebrar que le estaba yendo bien en su curso para ser medimago, en serio estaban orgullosos de él.
Lo que paso fue que los señores estaban en la cocina cuando Lily acompañada por James entraron y al ver a Severus sentado en el sillón, James lo tacleo, mientras le apuntaba con la varita.
— No sé cuál es tu maligno plan pero no podrás hacerle nada a los señores Evans — dijo mientras que Lily fue corriendo a ver cómo estaban sus padres. Ellos la recibieron sorprendidos, en serio no habían esperado que ella se apareciera.
— No sé de qué hablas, yo solo vine a tomar el té — le respondió Severus enojado pero tratando de no gritar para no alertar a los señores Evans.
— Eres en serio patético si usas a los padres de Lily para tratar de recuperarla, en serio tienes que admitir que perdiste y que Lily es mía — eso en serio molesto a Margaret cuando volviera a entrar al living para ver qué era lo que estaba pasando.
— ¿Qué demonios le estás haciendo a Severus, Potter? — estaba en serio enojada y cuando se separó de él fue a ver como estaba.
— No sé qué es lo que este despreciable les hizo para que pensaran que es bueno pero les juro que los puedo curar — eso fue algo raro para ellos.
— No voy a soportar que digas esas cosas de Severus, si te quieres quedar y tomar el té con nosotros, hazlo pero no quiero que te pelees con Severus — eso enojo a los dos por igual.
— Dile que se vaya, no es más que un mortífago, seguramente está planeando cosas malas para ustedes, uno de estos días uno de sus amigos vendrá a buscarlos para secuestrarlos — eso lo dijo Lily, cosa que en serio Margaret no se esperaba pero que al igual le ofendió.
— Nosotros invitamos a Severus a tomar el té para celebrar que le está yendo bien en sus estudios, no tiene nada que ver con ustedes y si se quieren ir, no les obligamos a quedarse — dicho eso el padre de Lily fue a buscar la tetera que estaba calentándose y el agua ya estaba lista.
La madre de Evans lo imito y volvió con la torta siendo seguido por Severus que fue a buscar los platos y tazas llevándolos en una bandeja.
Todo eso siendo mirados por James y Lily que estaban entre sorprendido y escandalizados.
Más James que estaba seguro de que Severus iba a hacerles algo.
— No sé cuál es tu plan pero te juro que te voy a poner en Azkaban, donde te pudrirás como todos los de tu tipo — eso lo dijo en voz baja, por lo que no fue escuchado por nadie pero Margaret si había notado como le había hablado, ya después iba a poder preguntar a Severus que era lo que le había dicho, aunque la verdad es que ya se lo podía imaginar.
Gracias a esa parejita, lo que pudo ser una celebración tranquila se transformó en algo sumamente incómodo para todos los que estaban en la casa.
Cuando se iban yendo los Potter, Margaret les recordó que si querían volver a ir de visita llamaran primero y que no les iba a perdonar que volvieran a atacar a las personas que ella quisiera invitar a su casa, no le importaba lo que pensaran de ellas.
Por suerte Severus pareció no importarle demasiado, la verdad es que sentía lastima por Lily pero era porque todavía pensaba demasiado bien de ella.
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La verdad es que Severus espero no saber más de Potter después de eso. Sabía que al estar casado con la hija de los señores que eran tan amables con él las posibilidades de que fueran de visita eran grandes, cosa que por alguna extraña razón no pasó. Eso le molesto por cuanto sabía que la señora Evans amaba a su hija pero la verdad es que estaba muy metida en el mundo mágico como para querer ir al mundo muggle a ver a su madre, por lo menos eso pensaba Severus.
Pensar en esas cosas era una pérdida de tiempo y si había algo que no podía hacer era perder el tiempo. Tiempo que tenía que usar en tratar de mejorar la poción Matalobos que en serio las personas que la tenían que tomar describían como la peor cosa que entrara en contacto con su lengua. Claro que también se quejaban de como la verdad no hacía del todo el trabajo que decía hacer.
Lamentablemente su trabajo fue interrumpido porque un idiota auror, uno que en serio no debió haber conseguido el empleo, ese idiota se había distraído al hacer una poción y su compañero de trabajo le había puesto algo en el caldero. De esa forma logro no solamente que el caldero explotara sino que termino con un raro color violeta y problemas para respirar, eso es algo que no se ve muy seguido y por eso alerto a las personas de San Mungo y como muchos estaban demasiado ocupados con otros casos agarraron a la única persona que no estaba atendiendo a un paciente y lo llevaron a ver al paciente.
La verdad es que Severus tardó en llegar a una solución para el problema respiratorio, lo del color iba a tener que esperar.
La verdad es que no se esperaba lo que le paso, en serio si alguien le hubiera contado que le iban a atacar, en serio no se lo iba a creer pero eso fue exactamente lo que paso.
Estaba revisando el paciente, cuando alguien lo ataco a su espalda, cosa que no era para nada algo que se esperaría cuando se trabaja en un hospital pero la verdad es que habiendo sido slytherin debió de ser mucho más desconfiado.
Sin que él lo supiera por estar inconsciente, fue que lo llevaron al ministerio donde lo dejaron en una celda de detención, sin siquiera saber quién era el que lo había metido en ese lugar y eso fue lo último que se supo de Severus Snape.
En San Mungo otro medimago había tenido que ir corriendo a atender el paciente de Snape cuando no lo vieran y el paciente empezara a sentirse cada vez peor pero la cosa graciosa es que no dio aviso que estaba saliendo del hospital, cosa que una persona tan obsesiva como lo era Snape nunca habría hecho.
Lamentablemente la desaparición de Snape había pasado durante una epidemia de viruela de dragón y por eso casi todos estaban muy ocupados como para que les importara lo que le pasaba a uno de sus colegas, solamente se preocuparían si uno de ellos fuera mordido por un hombre lobo, cosa que por suerte no paso.
Por lo raro que era fue que el jefe de Snape, el medimago Marcus Velentine había ido a preguntar qué era lo que había pasado pero nadie supo y por eso tuvo que hacer algo que en serio no le gusta, llamar a los aurores.
Para eso tuvo que usar la chimenea que estaba en su oficina y a los pocos minutos aparecieron dos aurores que empezaron a investigar.
Valentane sabía que su empleado había sido un slytherin, cosa que realmente a él nunca le había importado, porque él había sido un ravenclaw y la relación entre esas dos casas es cordial, es decir que prácticamente se ignoraban, por lo menos cuando él había ido al colegio.
En conclusión los aurores se fueron dejándole solo la promesa de que iban a investigar qué era lo que le había pasado a su empleado.
Iba a hacer lo que pudiera por saber que le paso y en serio iba a hacerle severo daño a la persona que le hiciera daño a uno de sus mejores empleados.
En el ministerio James Potter estaba viendo qué hacía con el maldito mortífago que había logrado atrapar, en serio le había sorprendido encontrar al maldito de Snape cerca de su compañero de trabajo.
Había sido una broma que le saliera mal lo que hizo que su compañero terminara internado pero no sabía que cuando se fuera a disculpar se encontraría con ese maldito, que seguramente estaba haciéndole algo malo a un auror, seguramente por el odio que les debía de tener.
Por eso era que lo tenía aprisionado y había dicho que nadie se acercara a hablarle, que él se encargaría y podía hacer eso gracias a su apellido, si ser un Potter tenía sus ventajas.
Iba a conseguir que admitiera que había hecho con el medimago que había remplazado, no importara cuanto lo tuviera que torturar, porque el veritaserum era algo que tendría que pedir y eso llevaría a muchas explicaciones, las cuales no podía dar, por lo menos no hasta tener algunas respuestas.
En serio iba a hacerle la vida imposible hasta que admitiera lo que había hecho.
Teniéndolo atado a una silla le daba una satisfacción que solo había sentido en el colegio.
— Dime que hiciste con el medimago al que estabas reemplazando — eso para Severus no tenía nada de sentido.
— No sé de qué diablos hablas, yo solo estaba curando a tu compañero porque mi jefe me dijo que lo haga — sabía que tratar de razonar con ese loco era algo que no tenía sentido y eso fue ratificado cuando el auror le lanza un flipendo, James habría preferido usar algo mejor pero no se podía dar ese lujo por no atraer la atención de los otros aurores.
— No me engañas maldito mortífago, tu te metiste en el hospital, reemplazaste a un medimago y todo para lograr lastimar más a mi compañero — Snape se le quedo mirando de una forma que en serio le ofendió a James, claro que lo que no sabía era que estaba tratando de encontrarle algo de sentido a las cosas que había dicho y estaba fallando en lograrlo.
— En serio estas cada día más loco Potter — eso le hizo merecedor de una ronda de flipendos que en serio estaban empezando a lastimarle de forma grave pero no se pudo quejar porque lo había tirado en la celda de nuevo, en serio iba a conseguir las respuestas que él quería, aunque tuviera que matarlo.
Una vez que lo dejo fue a su oficina y a los pocos minutos otro auror fue a preguntarle si había visto algo raro cuando había ido a ver a su compañero, James le dijo que no, esperando poder resolver el caso él solo.
— Lo que pasa es que un medimago desapareció y están muy preocupados, al parecer era algo así como un genio en pociones y por eso están haciendo tanto lio por él — eso cambiaba las cosas y le daba a James más razones para herir a Snape más.
— Te juro que voy a tratar de encontrar a ese pobre medimago — eso le pareció un poco raro al otro auror pero no estaba con tiempo para perder en esas cosas.
Leonard Chase era el nombre del auror que se estaba encargando de la búsqueda de Snape, había sido un hufflepuff, nacido de muggle y la verdad es que nunca había entendido del todo por qué tanto odio hacía todas las personas de esa casa. Algunos podían ser odiosos pero no era como para poner a todos los miembros de la casa en la misma bolsa.
Pidió poder revisar la oficina del medimago y noto que había algunas cartas que estaban dedicadas a unas personas llamadas Evans, tendría que investigar quienes eran y poder hablar con ellos.
Le preguntó a Valentine si sabía quiénes eran y le dijo que eran vecinos del medimago y personas con las que se lleva bien. Eso era bueno, podrían ayudarle a entender que era lo que pasaba.
Por suerte pare él había una dirección vieja de donde podrían vivir esos señores, de cuando la hija había ido a Hogwarts y para su fortuna, ellos no se había mudado desde entonces, aparentemente amaban esa casa o algo por el estilo.
Lo recibieron no entendiendo que estaba haciendo ahí pero cuando se enteraron, se preocuparon mucho e hicieron muchas preguntas.
Leonard trato de responder la mayor cantidad de ellas, las que podía porque la verdad es que no entendía mucho, había cosas que no entendía.
— Solo espero que no haya sido ninguno de esos Merodeadores, esos que siempre estaban molestando a Severus en el colegio — dijo Margaret pensativa, en serio esos malditos le habían hecho la vida imposible cuando habían sido compañeros de año.
— Muchas personas son víctimas de bully pero es muy raro que les sigan molestando una vez que se graduaran — eso era lo que pasaba en la mayoría de los casos pero al parecer este no era un caso normal.
— Lo que pasa es que nuestra hija está casada con una de esas personas y en serio se enoja cuando lo ve, hasta se pone violento — dijo Henry, en serio le molestaba la forma en la que lo trataban.
— Así que habría personas que serían capaces de hacer esto — antes habrían dicho que no estaban seguros de eso pero al parecer este medimago si tenía personas que serían capaces de hacerle daño.
— La verdad es que pensamos que habrían madurado, por eso no los consideramos como enemigos de Severus — en serio a Margaret no le gustaba pensar tan mal de las personas pero al parecer en ese caso era la única forma.
— Es que hay algo que pasó en ese colegio de lo cual se le prohibió hablar a Severus y por lo que podríamos creer que uno de ellos podría tener razones para querer matarlo — nunca se habían olvidado de eso y por esa razón era que no habían querido hablar con ese chico Black cuando fueran a la boda de su hija.
— Por favor expliquen eso, ¿Quién le dijo a Snape que no contara algo y que cosa no debió contar? — estaba en serio intrigado, por un lado podría ser alguna mentira que les contara un adolecente para que estuvieran de su lado pero también podía ser verdad y significar que él pudo haber estado sufriendo algo en secreto.
Entre los dos les contaron que había pasado en el año en el que hubiera sido atacado por un hombre lobo y eso en serio escandalizo al auror, no solamente por lo que había pasado, sino porque además ninguno de los que había participado en eso había sido aunque remotamente castigado. Es más cuando había buscado información sobre el medimago nada de eso había salido, en serio todo era muy raro.
Agradeció la información que le habían dado y fue a la casa de Sirius Black para interrogarlo.
Eso fue básicamente una pérdida de tiempo, se notaba que no sabía que le había pasado, creía que se lo merecía y estaba más que seguro que Snape era un mortífago pero no sabía nada de él.
De ahí fue a las casas de los otros Merodeadores, terminando por la casa de Potter, había algo que le había dicho que iba a necesitar mucho tiempo con esa persona, por eso lo dejo para el final.
Fue recibido cordialmente en la casa, por lo menos hasta que se enteraron de que se trataba, en ese momento los dos se pusieron fríos y empezaron a decir que seguramente se lo merecía y que debió de ser algún compañero mortífago.
— ¿Cómo pueden estar tan seguros de que él es un mortífago? — preguntó esperando que la respuesta valiera la pena pero en serio lo decepcionaron.
— Es un slytherin, no hay forma de que no fuera un mortífago — dijo James Potter a lo que su esposa asintió con la cabeza, por eso no confiaba mucho en el criterio de los gryffindors, tendían a ser muy prejuiciosos.
— Según fui informado, usted señora Potter y el medimago Snape eran amigos — eso escandalizo a los dos dueños de la casa.
— A mi esposa le daba lastima, por eso dejaban que fueran vistos juntos, en serio debió dejarlo cuando lo vio en el tren — eso molesto de Lily, Valentine no entendió mucho porque pero sabía si esperaba iba a enterarse.
— No conocíamos desde los ocho años, no desde que nos subiéramos al tren, te lo dije ya varias veces — enojada porque no le había escuchado.
— La verdad es que nada que tenga que ver con él me importó nunca, solo me importabas tu — eso seguramente habría sonado de alguna forma como algo romántico pero para el auror, esa fue una frase demasiado idiota.
— ¿Está usted participando en la búsqueda de medimago? — esa era una pregunta que hacía más por formalidad que por curiosidad.
— Nunca perdería mi tiempo en buscar a ese maldito, la verdad es que no creo que sea un verdadero medimago — eso fue todo lo que tuvo que escuchar antes de irse.
Después de volvió a su oficina para tratar pensar en las cosas que había escuchado en la casa de los Potter. Había sido bastante raro y le molestaba como su compañero auror insistía en que Snape era un mortífago.
En ese momento tuvo una epifanía y como alma que lleva el diablo fue a ver al encargado de las celdas de detención, en serio esperaba estar equivocado.
Llego y la persona que estaba a cargo le dijo que Potter había llevado a una persona, que no les había dejado acercarse a esa persona y que de hacerlos les arruinaría el trabajo. Eso de arruinarle el trabajo era algo que podría llegar a lograr que cualquiera de los que trabaja ahí hiciera cualquier cosa.
No importándole la advertencia de Potter fue a la celda y encontró a Snape acostado en la litera y se lo notaba en un estado deplorable, no solo se notaba que había sido poco alimentado sino que también estaba notablemente lastimado.
Sorprendido fue a donde estaba y después de despertarlo le hablo.
— ¿Me puedes escuchar? — como respuesta Snape solamente asintió un poco con la cabeza.
— Ahora te llevare a San Mungo y en cuanto puedas vamos a hablar — dicho eso llamo mando su patronus, que era un águila, a San Mungo para que mandaran a un medimago para que lo enviara a algún medimago para que lo ayudara, por si Snape necesitara alguna poción o algo por el estilo.
El medimago no tardó en llegar y le dio una poción que le ayudaría y lo dormiría por unas horas. Una vez dormido se lo llevo en serio preocupado por lo que le había pasado.
Tardó bastante en poder estar lo suficientemente bien como para responder preguntas y cuando lo hizo lo que dijo los guio a Potter.
Si hubiera sido otra persona, habría perdido su trabajo pero siendo Potter, solamente fue suspendido por un mes, eso para odio no solamente de Snape sino también de Valentine.
Eso no fue lo que esperaba, en serio fue un triunfo amargo.
Después de eso le dieron a Severus unos días de descanso para que se recuperara y que aprovecho para investigar algunos hospitales en otros países, porque si había algo que había aprendido era que había sido un iluso al pensar que iba a poder tener una vida aunque sea medianamente tranquila, el haber sido miembro de la casa de Slytherin iba a ser una cruz que iba a cargar hasta el día que se muriera.
Antes iba a tener que dejar las cosas en claro antes de irse, entre esas cosas estaba avisar a la persona con la que estaba haciendo el proyecto, habría querido tener otra persona con la cual trabajar pero estaba estancado con Lupin.
Lupin había estado nervioso al principio, seguramente habría tenido miedo pero con el tiempo había tomado confianza y ya aceptaba las pociones que él le diera sin chistar y volvía con un informe de como se había sentido, era muy profesional y eso le gustaba, iba a ser una lástima tener que dejar de hacer eso.
Por eso lo llamo a su oficina y cuando este llego tenía en sus manos los pergaminos que llevaba siempre, esos donde tenía anotados las cosas que había sentido cuando se transformara la última vez que tomo la poción.
— Gracias por traer eso pero te llame para decirte que no creo que esto pueda seguir, no creo que pueda seguir con este proyecto — lo dijo con toda la tranquilidad que pudo — creo que vas a tener que buscar a otro que te haga la poción — un poco de lastima le daba pero después de lo que le había pasado en serio no quería saber nada más con ese tipo de gente.
— Snape, tu sabes que no puedo darme el lujo de perder esto, no tengo el dinero ni para comprar los ingredientes y hasta pude conseguir un trabajo gracias a que garantice que estaba en este proyecto — en serio le había simplificado mucho, la poción estaba lejos de ser perfecta pero era mucho mejor que la que vendían en el callejón Dyagon o la que hacían algún otro medimago.
— Lupin, sé que no sabes que sabes lo que paso pero yo pase por unas semanas horribles y la verdad es que no quiero pasar por eso de vuelta y para evitar eso me voy a ir del Reino Unido y no planeo volver — estaba enojado, no con Lupin pero con el amigo de él.
— Leí lo que paso pero pensé que eras mucho más profesional pero en serio lamento estarme equivocando — iba a tratar lastimando su autoestima para ver si de esa forma podía conseguir que le siguiera tratando, porque Snape sabía lo que estaba haciendo y eso era lo que él necesitaba.
— No vas a conseguir que cambie de opinión Lupin — dijo de forma seca, en serio no iba a moverse en lo que refería a irse al demonio.
— Es una lástima, porque seguro pudiste haber conseguido mejorar la poción, hasta pudiste haber logrado hacer algún antídoto para la licantropía pero es verdad pero está bien, vete — ese no era el Lupin que Severus estaba acostumbrado a tratar pero seguramente era por la desesperación que estaba actuando de esa forma y lo peor es que tenía razón.
— Me voy a quedar pero sé que me voy a arrepentir de hacer esto, dame el pergamino, lo leeré y mañana puedes venir que tendré algo preparado y tratare de que se me ocurra algo — en serio había tenido ganas de irse pero si dejaba todo lo que tenía en el Reino Unido solo por el idiota de Potter, iba a dejar que rigiera su vida y eso era lo que menos quería que pasara.
De esa forma su vida siguió más o menos igual con la única excepción de que no iba a tener que tratar más aurores y solamente trataría algunos, con los que estaba haciendo algún tipo de experimento.
La vida fue tranquila pero eso había sido lo que siempre había querido, no iba a volver a acercarse a lo Potter, en especial porque a tanto a ellos como a Severus no le interesaba verse.
Nunca le pudo parar de agradecer a los Evans, siempre los visito y los considero más sus padres que sus verdaderos padres.
Felicito a los que hayan leído todo el fic, espero les guste y me den una crítica, sea buena o mala la verdad es que no me importa.no entendía mucho
