Estaban reunidos alrededor de la mesa, en el salón de la casa Mikaelson cuando se fue la sirvienta. Elijah carraspeó y bebió un poco de su copa de vino.
—Hablemos de cosas serias. ¿Qué tal con Elena, Damon? —Le lanzó una mirada curiosa y a la vez delatadora que a Klaus no le pasó desapercibida.
Damon abrió la boca para contestar pero Klaus le interrumpió.
—No disimules Elijah, todos sabemos lo que pasa entre—señaló a Elijah y Damon con el tenedor mientras sonreía perversamente—vosotros dos.
Ambos bajaron la mirada y carraspearon repetidamente, y Stefan abrió mucho los ojos y miró a Klaus, mirada en la que se fijó Damon cuando levantó la vista para replicar.
—Tampoco es una sorpresa lo vuestro. —Los señaló con el dedo acusadoramente.
Se miraron entre ellos. Stefan y Elijah no podían creérselo, mientras que Klaus y Damon ya sospechaban que algo estaba ocurriendo. Klaus no pudo más que esbozar una amplia sonrisa y reír a carcajadas.
—Muy gracioso Damon.
—¡Pero no me puedo creer lo vuestro! —Gritó Stefan en estado de shock.
Para reafirmarse, Damon guiñó un ojo a Elijah, quien miró al plato e hizo un gesto reservado con la boca. Klaus se rió, apoyando la cara en la mano. Sin embargo Stefan lanzó una mirada de sorpresa a Damon, totalmente escandalizado. Damon bebió un poco más de vino y dijo.
—Pues ya ves, hermanito.
Klaus miró retadoramente a Elijah, apuntando el cuchillo hacia él.
—Pensé que eras hetero, Elijah.
Elijah se recolocó el puño de la americana y contestó a su hermano sin mirarle.
—No hablemos, Niklaus.
Stefan intervino repentinamente.
—Eso…es totalmente falso. —Empezó a reír sin poder esconder su nerviosismo.
—Stefan, estás tan nervioso que te tiembla el tupé— comentó Damon con la copa de sangre en la mano y una sonrisa en la cara.
—No te metas con su pelo. —Contestó Klaus instantáneamente.
Todos se quedaron en silencio mirando al híbrido original. Stefan le sonrió sin poder evitarlo y Klaus le hizo una señal para que se callase mientras le devolvía una sonrisa juguetona.
—Cómo se veía venir que era bujarrón Stefan. —Dijo Damon con una risa en los labios. Stefan le fulminó con la mirada.
—Igual que tú Damon. —Respondió Elijah.
—Tú no te quedas detrás, hermano. —Esta vez el que habló fue Klaus.
Stefan carraspeó sonriendo de manera pícara a Klaus. Este hizo un movimiento con la cabeza para mostrar su indignación.
—No hagas eso en público.
Cada hermano miró al otro correspondiente en medio de un silencio muy incómodo.
—Brindemos por nosotros, los hermanos homosexuales.—Dijo Damon en tono socarrón levantando su copa.
—¡Damon! —Le regañó Elijah rodando los ojos.
—Has elegido al hermano malo, Elijah. — Replicó el híbrido. Damon sonrió complaciente.
—Stefan ha hecho lo mismo, Niklaus. —Respondió instantáneamente su hermano mirándose las uñas.
—Oh vaya, Elijah, me has herido totalmente los sentimientos —comentó Klaus con teatralidad— ¡Brindemos!
Elijah y Stefan alzaron sus copas junto a las de Damon y Klaus que ya estaban arriba.
—¡Por nosotros! —dijeron todos mientras el sonido de las copas al entrechocar entre ellas inundaba la habitación.
