Aviso: Este fic contiene incesto.
"Ya no eran niños… Pero tampoco eran unos adolescentes libres para amarse. "
Capítulo 1
- Bart… ¿Cómo es tu chica ideal?- preguntó Milhouse a su mejor amigo, Bart Simpson. Este se calló de golpe mientras el cigarrillo que tenía en su boca casi se le cae al suelo por la impresión. Analizó a Milhouse con interés. Desde luego la pregunta no era tan extraña, pero era la primera vez que alguien se la formulaba de esa manera. Sabía que Milhouse no esperaba una respuesta sincera. Una verdadera respuesta, no la verborrea incesante que Bart soltaba algunas veces sobre el culo, las tetas o las piernas de sus ligues. No. Bart sabía que Milhouse le estaba preguntando por algo más importante. Que clase de chica podía calar en su corazón. Y eso parecía bastante difícil.
Y es que aquel verano… El verano de los 17 años de Bart este se había convertido de niño revoltoso y macarrilla a un chico rebelde y apuesto. El gordito Bart era ahora un muchacho alto, guapo, muy guapo que había dejado atrás su pelo pincho para dejarse crecer unos mechones rubios que llevaba cortados justo por encima de las orejas. Con un piercing en su oreja izquierda y una sonrisa de loco picarón Bart era el ídolo de las nenas. ¡Cuantas chicas no habrían muerto por sus huesos ese verano! Milhouse no había tenido tanta suerte. El chico había dejado sus acostumbradas gafas para pasarse a las lentillas, pero el atractivo de la juventud no había hecho en el tanta mella como en Bart. No obstante su aire inocente y despreocupado lo convertían en un chico muy dulce y mono, que también en ese verano había triunfado a su manera, consiguiendo por fin, una novia estable a quien quería muchísimo. Tal vez por ello el chico estaba tan anhelante por saber si alguna chica de ese planeta tendría el privilegio de convertirse en novia de Bart Simpson y no solo de ser su rollo de fin de semana. Lentamente Bart respondió.
- Pues… Alguien que no sea como yo.- sonrió lentamente y continuó.- Una chica inteligente que tenga claras las cosas. Que sepa ayudarme cuando me meto en líos, pero que también confíe en mí para contarme sus problemas. Que defienda las ideas en las que cree y que no haga las cosas únicamente porque lo hagan los demás. Alguien con quien pueda divertirme haciendo cualquier cosa. Una chica que consiga que el corazón se me acelere cuando la vea, y no solo que se me ponga dura.- Milhouse rió ante la última frase de Bart, aunque estaba anonadado con las palabras de su amigo. ¡El ídolo de las nenas tenía sentimientos!
- ¿Y has encontrado a esa chica? ¿O a alguien que se le parezca?- preguntó el peliazul a su amigo.
- No. No creo ni que exista.- respondió Bart con la mirada perdida.
Mucho rato después, cuando Milhouse ya se había ido y Bart bajaba por los escalones de la casa árbol para ir a acostarse pensó que, verdaderamente, no había sido del todo sincero con su amigo. Claro que esa chica existía. Si no existiese, Bart jamás habría podido dar una respuesta tan clara y solo habría balbuceado algo como "que esté buena". Existía. Y muy claramente para él. La veía todos los días. Esa noche fue esa chica quien le dio las buenas noches cuando ambos decidieron tras un largo rato de televisión irse a dormir.
- Bart… Creo que es hora de acostarse ¿no? Que mamá y papá no estén no significa que podamos hacer lo que nos de la gana.- dijo Lisa a su hermano mayor que continuaba apalancado en el sofá.
- Venga Lis… Mañana es sábado y nuestros padres no vendrán en todo el finde. Podemos levantarnos tarde. Incluso se han llevado a Maggie y no tenemos que cuidar de ella.- respondió Bart remolón a su hermana, mientras la tomaba de un brazo y la empujaba sobre él. Lisa rió mientras Bart le hacía cosquillas para finalmente salir victoriosa del combate tirándole por los dedos de los pies.
- ¡Auuu! ¡Tramposa! Eso no vale abusona…- se quejo Bart mientras se miraba con aspecto trágico los dedos de los pies.
- Oh pobre… Cuéntaselo a quien le importe hermanito… Después de todo, tus fans solo me matarían si te destrozase la cara pero ¿Quién se va a fijar en tus pies?- Bart sonrió orgullosamente mientras Lisa caía en su error. ¡Le había piropeado sin darse cuenta! Pobre de ella… Ahora tendría que aguantar su ego subido todo el día. Decidiendo dar por zanjado el asunto se levantó y se encaminó a la escalera con Bart detrás de ella.
- Me voy a la cama. Tu haz como quieras, pero mañana no te quejes si no tienes el desayuno listillo…- Lisa hizo una mueca a su hermano mientras le revolvía el pelo.- Hasta mañana. Y no te acuestes tarde anda…-
Bart siguió con la mirada a su hermana hasta que esta entró en su habitación y cerró la puerta tras ella. Lisa también había cambiado en aquellos cinco años. Ahora tenía quince y estaba al paso de convertirse en toda una belleza. Con sus cabellos un poco más largos y ensortijados delicadamente su cuerpo había crecido. Era más alta y delgada. Sus caderas eran pequeñas y pronunciadas, su vientre plano y sus pechos ¡sus pechos! Eran todavía pequeños, pero ya se mostraban redondos y tan apetecibles… Bart gruñó sin darse cuenta y tras apagar el televisor se dirigió el también a su cuarto.
No. No le había dicho la verdad a Milhouse, pero como decirle que la mujer de sus sueños tenía que ser, no como su hermana, ¡sino que era su propia hermana en persona!
Tumbado en la cama Bart reflexionaba acerca de sus sentimientos. Desde luego no era natural lo que sentía, pero sabía que era aquella cosa llamada amor. Y desde luego no amor fraternal. Pero sabía que tendría que quedarse para siempre encerrado en su corazón. Dudaba que se enamorase jamás, o que se casase o tuviese hijos, porque para ello buscaría una pobre sustituta que le recordase en lo posible a Lisa pero eso jamás sería suficiente, y no quería hacer sufrir a alguien por no poder satisfacer su mayor anhelo. Amar a su hermana con toda libertad.
Aquellos eran los pensamientos de Bart el verano de sus diecisiete años. Con toda la vida por delante y sin embargo sintiendo que jamás podría disfrutarla del todo.
Nunca había tocado a Lisa. Jamás se había aprovechado de sus lazos familiares para acercarse a ella más de lo debido. No. Nunca le haría eso a su hermana. Pero era inevitable que se la quedase mirando embobado. Que sintiese la electricidad recorriendo su cuerpo cuando sus dedos se juntaban cuando ella le pasaba los cereales por la mañana temprano. Que su perfume lo embriagase cuando iba detrás de ella para subir al autobús del colegio… Lo tenía muy claro. Amaba a Lisa Simpson. Pero ella era su hermana y lo que resultaba peor, es que ella jamás albergaría los mismos sentimientos hacia él.
De pronto llamaron a la puerta y Bart se incorporó de un salto. ¿Sería ella? Tras pensar eso se sintió idiota. ¿Quién más podría ser sino? Rápidamente abrió la puerta encontrándose de frente con Lisa que llevaba unos pantalones cortos y una camiseta y estaba descalza.
- Vaya… No creía que me hicieses caso.- dijo ella con burla.
- Los hermanos mayores siempre hacen caso a sus hermanitas… Y más los hermanos como yo.- sonrió Bart socarrón.
- Bart…-empezó ella muy suavemente mientras el corazón de su hermano se aceleraba.- Nelson acaba de mandarme un mensaje.- Tan rápido como su corazón se había puesto a latir se paralizó hasta que casi ni el propio Bart lo sentía. Cogiendo el móvil que su hermana le tendía Bart leyó el mensaje con rapidez.
"Preciosa. ¿Podemos vernos ahora? Se que tus padres no están e imagino que podrás salir. Me gustaría hablar contigo de algo importante. Besos"
- No vayas.- dijo Bart tajante.- Sea lo que sea puede esperar hasta mañana. Hasta hoy técnicamente porque ya es la una y media. ¿Qué horas se cree este que son?- dijo Bart enfadado. Nelson y él ya no se llevaban a matar, pero cuando se trataba de Lisa, independientemente de los propios sentimientos de Bart, Nelson no le agradaba ni un pelo.
- Pero Bart… Tiene algo importante que decirme.- murmuró Lisa.
- O algo importante que hacerte…-terció Bart frunciendo el entrecejo mientras Lisa se enfadaba aún más.
- ¡Se lo que hago Bart Simpson y nunca he dejado que nadie se propasase conmigo que lo sepas!- chilló enfurecida.- ¡No se ni para que he venido! ¡No necesito tu permiso!-terminó para arrancar el móvil de las manos de Bart y darse la vuelta. No obstante el agarre de su hermano la retuvo obligándola a darse la vuelta.
- ¡Si! ¡Si que lo necesitas! ¡Conozco a Nelson y no vas a ir! ¡No a esta hora! ¿Me entiendes?- gritó él saliéndose también de sus casillas.
- ¿O si no que? ¿Me vas a atar a la pata de la cama?- le retó ella entrecerrando los ojos.
- Llamaré a papá y a mamá.- contestó Bart tajante mientras veía como la furia de su hermana crecía aún más.
- ¿Me estás chantajeando Bart? ¿Tu a mi? Sabes perfectamente que te iría mil veces peor… Yo también se todo lo que haces… ¡Podría habérselo dicho a nuestros padres miles de veces y nunca lo he hecho idiota! ¿Cómo puedes ser capaz de hacerme algo como eso?- dijo casi al borde de las lágrimas.
- Por protegerte haría cualquier cosa, Lisa.- respondió Bart con simpleza mientras su hermana abría los ojos de la impresión.
- Yo… Yo no necesito que me protejas.- dijo ella alzando los hombros.
- Eso es lo que piensas tú… Yo no creo de igual manera. Pero de cualquier forma como hermano te lo pido… Lisa, por favor, quédate esta noche en casa. Podrás ver a Nelson mañana.- Bart dijo esto serenamente, mirando a su hermana a los ojos. Por un momento ella pareció reblandecerse, pero tan terca como siempre que se trataba de Nelson contestó.
- Voy a ir. Pero volveré pronto. Te lo prometo. Pero necesito saber que quiere decirme. Es muy importante para mí. ¿Lo comprendes Bart?- los ojos de Lisa se llenaron de lágrimas. Jamás había visto a Bart en ese estado. Este sintió como la cólera lo inundaba después de ver como, tras pedírselo amablemente y apelando a su hermandad, Lisa seguía obcecada en su propósito.
- ¡Muy bien! ¡VETE A DONDE TE DE LA GANA ESTÚPIDA! ¡PERO AQUÍ NO VUELVAS!- y tras un empujón sacó a Lisa de su cuarto y cerró la puerta con un golpe. Las lágrimas le resbalaban por las mejillas. Lisa no volvió a llamar ni le dijo nada tras la puerta. Derrumbado se tiró sobre la cama y sollozó en silencio. Ninguna chica le había arrancado jamás las lágrimas, pero claro, la imbécil de su hermana no era cualquier chica.
Tras calmarse un poco salió de su habitación dispuesto a disculparse con Lisa para encontrarse con su habitación vacía. Lisa no estaba allí, ni en el baño, ni en la habitación de sus padres o la de Maggie, tampoco en la planta baja. Sin perder la esperanza se dirigió a la casa árbol cruzando los dedos porque Lisa se hubiese refugiado allí pero tampoco hubo suerte. Bart se clavó las uñas en la palma de la mano. Había ido a ver a Nelson.
Sin pensarlo dos veces Bart se montó en la bicicleta y pedaleó sin cesar por todo Springfield hasta la casa de Nelson. Llamó al timbre sin cesar pero nadie contestó. La vieja y mal puesta puerta cedió ante el empuje de Bart que entro sin darse cuenta de que estaba cometiendo un allanamiento de morada. Pero en la casa sucia y desordenada no había nadie.
Salió corriendo para continuar pedaleando hasta el parque dónde tampoco hubo éxito. Entonces recordó el mirador de Springfield donde Lisa y Nelson se habían dado su primer beso, o al menos eso había leído en el diario de su hermana unos cuantos años atrás. Con el ánimo puesto en esa corazonada se encaminó hacia allí para tras finalmente llegar exhausto encontrarse con la parejita feliz. O puede que no tan feliz porque en ese momento vio como Nelson aferraba posesivamente a su hermana, en tanto que ella intentaba zafarse de él.
-¡Suéltame Nelson! ¡Yo no vine aquí para esto!- chillaba Lisa.
- Vamos Lisa yo te quiero… Solo terminemos lo que dejamos empezado…-le contestó él. Bart todavía miraba sin intervenir y sin que ninguno notase su presencia. Quería ayudar a su hermana, pero una parte de él lo mantenía fijado en el suelo. ¿No era que Lisa sabía defenderse? Pues adelante. Solo actuaría si fuese necesario. Pero que pasase por el mal trago ella sola, después de todo, se lo había buscado.
-¡No! ¡Por eso rompimos! ¡Te dije que no estaba preparada y no me escuchaste! Tuve que ponerte un ojo morado y lo volveré a hacer si no paras.- contestó su hermana enfurecida. Ahora Bart sabía el motivo de la ruptura de esos dos, el verano anterior. Tenía ganas de estrangular a Nelson. Lisa solo tenía catorce años por aquel entonces.
- ¡Ahora eres más mayorcita y yo seré amable te lo prometo!- gritó Nelson mientras la besaba con fuerza para ser empujado hacia atrás por una fuerte patada de Lisa.
- ¡No!- exclamó Lisa echando a correr, pero Nelson la agarró por los cabellos y la tiró al suelo.
-¡Se acabó… No estuve todo un verano contigo para nada!-dijo enfurecido mientras se bajaba la cremallera.
Bart se encontraba en shock. Nelson estaba a punto de… ¿violar a Lisa? Se incorporó de donde estaba agachado pero un mareo lo hizo caer al suelo. El corazón le latía a un ritmo desconocido y el oxigeno entraba en demasiada cantidad a su cerebro. Por primera vez sentía una sensación desconocida para él: El miedo. El miedo de verdad. Unos gemidos lo hicieron volver a la realidad.
- Bart… Bart…- murmuraba Lisa entre lágrimas. Lo cual bastó para que Nelson se detuviese pero solo un poco, pues cuando Lisa le arañó para escapar, la abofeteó con fuerza comenzó a desabrochar los pantalones de ella.
Fue el momento en el que Bart reaccionó por fin y se lanzó a la carrera sobre Nelson. Tras sacarlo de encima de su hermana con una patada en la espalda, le dio otra en el rostro rompiéndole la nariz a Nelson al momento y haciendo que manase abundante sangre.
-¡No vuelvas a tocar a mi hermana hijo de puta!- chilló Bart enfurecido. A pesar del dolor, Nelson embistió contra el dándole un puñetazo en la boca y partiéndole el labio a Bart. Este golpeó a Nelson haciéndolos caer al suelo con Nelson sobre el que comenzó a golpearle brutalmente. Lisa, que se había quedado paralizada del terror corrió a auxiliar a su hermano lanzándose sobre la espalda de Nelson que cayó de lado golpeando a Lisa con el puño. Al ver la sangre de su hermana caer Bart sintió un odio hasta antes desconocido para él y comenzó a patear a Nelson y a golpearle el rostro hasta que este se derrumbó sobre la hierba casi desmayado. Bart cogió una piedra del suelo y ya estaba alzando el brazo para golpear con el la cabeza de Nelson cuando unos brazos alrededor del suyo lo detuvieron.
- No…-susurró Lisa con los ojos dilatados por el terror.- No Bart. No lo hagas.-
Bart soltó lentamente la piedra y agarrando del brazo a su hermana se montaron ambos en la bici huyendo de allí, dejando a Nelson medio destrozado en el suelo, pero con suerte de seguir vivo.
El camino se les hizo eterno a ambos, que no cruzaron palabra mientras Lisa se agarraba firmemente a la cintura de Bart que tenía el corazón dividido por no saber que hacer al llegar a casa. Si chillarle a su hermana por lo idiota que había sido, o besarla apasionadamente al saber que estaba bien. No obstante al llegar a casa no hizo ni una cosa ni otra. Ambos se dirigieron a la casa del árbol dónde se sentaron en silencio. Lisa no lloraba y fue Bart el que cuando por fin pudo respirar tranquilo se deshizo en lágrimas.
Lisa se quedó conmocionada al ver a su hermano convulsionarse de esa forma y atormentada dijo lo único que se le ocurrió.
- Tran... Tranquilo Bart. Seguro que él está bien. Nadie te dirá nada por lo que has hecho. Se lo merecía… Solo le has roto la nariz, pero nada más…- Lisa calló al ver a su hermano levantar la cabeza y mirarla fijamente al tiempo que despegaba los labios para decir.
- No me preocupo por eso idiota. ¿Crees que me importa lo más mínimo? Lo que sucede es que no puedo parar de pensar en lo que habría sucedido si esta noche, tras nuestra discusión, no se me hubiese ocurrido ir a tu cuarto para hablar contigo. O si no se me hubiese ocurrido recorrer todo Springfield buscándote. Porque si no lo hubiese hecho ahora mismo Nelson te habría violado Lisa.- concluyó Bart muy serio.- Así que en verdad no se como puedes ser tan inteligente y a la vez tan idiota como para no darte cuenta de que lo que a ese le pase me la suda. Que a mi solo me importas tu.- Lisa observó a su hermano. Tenía un aspecto lamentable lleno de sangre, pero aún así estaba muy guapo. Sin poderlo evitar se lanzó llorando en sus brazos.
- ¡Oh Bart… Bart…Lo siento muchísimo… Perdóname! ¡Creía que Nelson quería arreglar lo que había pasado… Ha sido tan majo conmigo este verano que pensé que quería volver a intentarlo. Jamás creí que intentaría hacerme esto. Si no llega a ser por ti… Bart, Bart…!- los sollozos de Lisa le dolieron a Bart en el fondo del alma y sin pensarlo dos veces pasó sus brazos por la espalda de su hermana abrazándola con fuerza y aspirando su perfume.
- Lisa… Te quiero.- dijo claramente sin importar lo que su hermana pensase. Pero esta no se imaginó una declaración ni nada por el estilo, sino una muestra del gran amor de hermanos que, a pesar de sus bromas, Bart le tenía.
- Yo también te quiero Bart. Gracias por ser mi hermano.- contestó ella esbozando una débil sonrisa.
Aquella noche durmieron abrazados en la cama de Bart, como cuando eran niños. Ya salía el sol cuando Lisa se quedó por fin dormida en sus brazos, tras haberse limpiado las heridas y haber llorado largo rato. Bart aun se quedó contemplándola un rato más. Era tan preciosa, tan frágil, tan delicada… La amaba tanto. Y aquella noche… Maldito Nelson… Pero Bart lo apartó de su pensamiento. Ya pensaría más tarde que hacer con ese bastardo. En ese momento solo quería tener ojos, mente y corazón para su Lisa. Muy despacio inclinó su rostro para darle un suave beso en los labios, tan delicado como el roce de una pluma, con cuidado de no presionar sobre el corte en su boca y acercarse más a ella aferrándola como si no quisiese soltarla nunca porque eso es exactamente lo que Bart no quería hacer. Soltarla.
Hola! Bueno... Esta es una historia que ha sido creada a raiz de la petición de una amiga, la cual quería leer una historia de amor entre Bart y Lisa. La verdad es que a mi también me ha gustado bastante el resultado. Aún tendrá dos capítulos más, estando este en perspectiva al punto de vista de Bart, el próximo al de Lisa, y el último de ambos.
Acepto cualquier tipo de crítica, pero eso si, constructiva por favor. Ya se advierte al principio la categoría del fic, asi que no comentarios ofensivos, gracias.
Un saludoooo =)
