Disclaimer: el mundo de Dragon Ball y sus personajes pertenecen a Akira Toriyama.


Momentos.

Marron pudo sentir la suave brisa golpeándole en el rostro, haciendo que sus ojos se humedecieran. El paisaje era sumamente hermoso. Cuando era pequeña, y aún vivían en Kame House, Marron acompañaba a su padre a mirar el amanecer. Y nunca volvió a ver situación más hermosa que el suave rosado que teñía a las nubes, el pequeño a vista sol asomándose con un color anaranjado claro, que de a poco se transformaba en uno furioso, y que contrastaba a la perfección con el azur del mar. El sonido del agua chocando la arena, de los pájaros que yacían levantados en el aire y el suave sentir de Krillin acariciándole la cabeza con un gesto afectuoso y dulce.

Unos brazos fuertes la agarraron de la cintura y la echaron hacia atrás. Marron sentía que caía hasta que un pecho firme compactaba con su espalda. Y se sintió feliz, como nunca. Aunque era temprano, y el océano les provocaba frío, Marron pudo sentir el calor del cuerpo de Trunks abrazándola y cuidándola. Estiró el cuello hacia atrás y apoyó su cabeza en el hombro de Trunks.

—¿Tienes frío? —le susurró, en el oído, mandando un cosquilleo a través de todo su cuerpo.

Marron negó con la cabeza, sonriente. Podía sentir a sus pies flotar, estaba nerviosa, hace poco Trunks le había enseñado a volar pero eso no significaba que aún había perdido su miedo a las alturas. Sin dudas, cuando Trunks la abrazó y comenzó a hacer el trabajo de sostenerlos en el aire, rodeados del amanecer, Marron pudo sentirse mucho más cómoda y con menos miedo.

—No —respondió— ¿Y tú?

—No, para nada —agregó un pequeño beso en el cuello blanco y esbelto de la rubia, mientras volvió su mirada hacia el horizonte—. Marron...

—¿Sí? —preguntó, sintiendo el pesar del sueño; levantarse a las seis de la mañana no había sido muy buena idea, aunque estaba valiendo realmente la pena.

—Vamos a la casa —dijo, con urgencia.

—¿Por qué? —preguntó ella, confundida— Creí que no tenías frío.

—Tengo... —Trunks buscó la palabra correcta, intentando no hacerla estallar— Otro tipo de urgencia.

—¿Ah, sí? —preguntó, saliendo del abrazo y sonriendo confundida— ¿Qué tipo de urgencia?

—Emm... —Trunks la agarró de los brazos y comenzó a descender— La que las esposas deben satisfacer.

Marron sintió el calor subir a sus mejillas. Trunks siempre encontraba una manera sutil de encender su pasión, en especial cuando con sus ojos la hacía imaginarse lo que se avecinaba...

—¿Trunks, no quieres terminar de ver el amanecer al menos? —preguntó, agarrándolo de la mano para que se detuviera— Luego entramos y hacemos... eso. Te lo prometo.

—Pero si solo quiero el desayuno, mujer.

Marron se sintió tonta, y luego de poner cara de pocos amigos sonrió. Abrazó a Trunks y le dio un casto beso.

—Está bien —sonrió, mientras sentía las manos de Trunks descender a través de su espalda—. Tomaremos el desayuno.

—Y luego haremos el amor tres veces —le informó él, dándole un tierno beso en la frente.


Decidí editarlo y dejarlo como una pequeña viñeta, es una carga que no me gusta tener entrar a mi pequeño perfil y ver que tengo algo incompleto. Espero puedan comentar de todas maneras, si es que ya lo leyeron y no lo hicieron o son nuevos. Gracias.