Buenas! Aquí les traigo una pequeña idea que me surgió, y hace algún tiempo deseaba escribir sobre estos dos, realmente me encantan! Estoy a la seguidilla del manga y simplemente me muero por el siguiente capítulo ;-; y escribí esto para satisfacer un poco mis ansias D:
Aclaración:
-lalala- [Diálogo común]
-lalala- [diálogo gatuno (?]
-lalala- [pensamientos]
Los personajes de Fairy Tail no me pertenecen~
Capítulo 1
"Un nuevo gato en la ciudad"
Era pleno invierno, el cielo estaba nublado y pareciera que estaba por llover, la gente salía abrigada y apurada a las calles de Magnolia, algunos ya hasta acarreaban sus propios paraguas para protegerse de la próxima lluvia.
Pero este mal clima no afectaba en lo más mínimo en el ánimo del gremio más fuerte de la ciudad, que como siempre, no era ni la hora del almuerzo y ya tenían armado un gran alboroto.
El ambiente era "agradable" para todos, viendo como sus miembros emblemáticos discutían lanzándose llamas y hielo destruyendo todo frente a ellos, alguien en medio de la pelea gritaba "Esto es de hombres!" al mismo tiempo que la peli roja más bruta y temperamental del gremio recibió uno de los miles de golpes que volaban por doquier. Natsu tembló ligeramente y Grey retrocedió unos pasos al mismo tiempo que el Strauss caía inconsciente al suelo por uno de sus golpes. Erza pisó el rostro de Elfman mientras caminaba con un aura oscura alrededor de ella, dirigiéndose hacia los mencionados.
Mientras los demás hacían caso omiso de esta típica escena, reían y conversaban sobre cosas triviales.
La maga estelar se había rendido de intentar detener la discusión en el mismo momento en el que Erza se había unido. Suspiró derrotada y buscó con la mirada una mesa vacía en la que sentarse a beber algo. Pero su mirada se detuvo en su amiga peli-azul, que miraba extrañamente melancólica por la ventana, tenía un libro entre sus manos, que claramente había declinado por seguir leyendo.
Se acercó a ella y con un leve "Hey, Levy" sacó a la chica de sus pensamientos.
-Lucy- le sonrió a modo de saludo y se sentaron juntas a charlar. Unos minutos después Lucy entendió el porqué de la preocupación de su amiga. Gajeel se había ido de misión solo con Lily hace una semana, y aún no volvían a pesar de ser una misión relativamente sencilla.
-Levy, sabes que Gajeel es fuerte, de seguro quiso ahorrarse el mareo del tren y por eso se está tardando- la mencionada pensó un segundo antes de menear la cabeza y asentir con energía.
-Es cierto, todo está bien- y con una enorme sonrisa en las bocas de ambas amigas, dieron por terminada su conversación sobre el Dragon Slayer. Lucy le comentó sobre un nuevo libro que le habían recomendado, y desde ahí su conversación fue dirigida por otro rumbo.
Llegada la tarde, Natsu, luego de haberse recuperado de la paliza de Erza, se fue de misión junto a Lucy y Happy. Gray, Erza y varios más de sus amigos conversaban animados en la barra junto a Mirajane. Levy seguía leyendo su libro, pero realmente no estaba concentrada. Se relajaba escuchando como lluvia caía estrepitosa; sin proponérselo, buscó con la mirada a la maga de agua, pero notando que ella sonreía feliz de algo que Erza y Wendy le hablaban, la descartó de inmediato.
Paseó una mirada por el gremio y notó que este ya se encontraba medio vacío. Había ignorado casi todo el día a sus dos amigos de la infancia, Jet y Droy, por lo que cerrando el libro, decidida, se acercó a ellos a despejarse y distraerse, charlando y pasando el rato.
-Levy, podríamos irnos de misión, hace un par de días que no trabajamos como equipo- propuso el más flaco de pronto, a lo que su compañero asintió energéticamente. La pequeña maga lo pensó un poco y negó con la cabeza tímidamente –Realmente hoy no tengo muchas energía- pero viendo como las caras de sus amigos se deprimían agregó rápidamente – ¿Qué tal si lo dejamos para mañana?- propuso esta vez con una sonrisa.
Al final los tres quedaron en que mañana decidirían que hacer, si es que había un buen trabajo para ellos. Levy sabía que no podía esperar más al DS de hierro para salir a hacer misiones; necesitaba dinero, y nunca está de más pasar un poco de tiempo con tus amigos.
Llovía, pero a Levy no le importaba. Le agradaba la sensación del agua sobre su rostro. Se había animado un poco, gracias a sus amigos del gremio, y se propuso como meta pasar más tiempo como ellos. Simplemente se había apartado mucho debido al hombre de largo cabello negro, y ni cuenta se había dado.
Alegre caminaba por las calles de su querida ciudad sin prisas, sumergida en sus pensamientos.
Unas cuadras más allá, doblando por una esquina Lily acarreaba un gran bulto entre sus pequeñas manos, volaba como podía pero el cansancio le ganaba y la lluvia no ayudaba a que su carga fuera más ligera. Rendido, decidió tomar un descanso debajo del techo de una casa. Apoyado contra la muralla, con su pequeño tamaño y una respiración entrecortada, abrió la bolsa dejando salir a un elegante gato negro de ojos rojos. Lily bufó hacia el gato, y este le respondió de igual forma.
Ambos se quedaron en silencio mirando como la lluvia caía, hasta que el gato negro abrió la boca para "maullar", pero Lily entendió a la perfección lo que hablaba.
-Vamos Lily, ¡hay que llegar lo antes posible al gremio!- el Exceed le frunció el ceño
-Claro, como no eres tú el que está cargando con un imbécil convertido en gato- al gato de ojos negros se le erizó la piel, clara muestra de enfado.
-Si no quieres que esto termine mal, será mejor que lo hagas y ya. ¡Todo esto fue tu culpa!- "maullaba" con tono enfadado Lily se paró y, con enojo, se defendió
-Claro que no, fue tu culpa por andarte metiendo donde no te llaman!- Pero de pronto, el gato dejó su postura de "ataque" y moviendo sus orejas murmuró maullando
-Alguien se acerca…- y como toda respuesta, Lily miró en la misma dirección; pero se le formó una mueca de pánico al ver como Levy McGarden había doblado en una esquina y se dirigía hacia donde ellos estaban. Tomando una rápida decisión, se elevó silenciosamente por los aires, escondiéndose detrás de un árbol.
-Porque, de todas las personas del gremio, tenía que aparecer ella…- susurró el minino de ojos rojos. Miró a su lado buscando a Pantherlily con urgencia, pero notó que repentinamente se hallaba solo. Desesperado, el gato miró al cielo y vio cómo su traidor amigo lo abandonaba a su suerte. Enfadado, el gato despotricaba con todas sus fuerzas
-¡Maldito traidor! ¡A donde crees que vas! Vuelve aquí bueno para nada, cuando te vea verás cómo…-
-Miau, miau, miau- aquellos maullidos desesperados llamaron la atención de la peli azul, sacándola de su mundo. Y buscando al dueño de aquellos sonidos, se topó con un gato negro que maullaba mirando el cielo. Se encontraba casi en su totalidad empapado, y a su lado estaba la bolsa donde Lily anteriormente lo llevaba. Levy, haciendo uso de su prodigiosa imaginación, concluyó por si sola la historia de aquel gato.
"Lo deben haber abandonado" pensó con ternura la maga, por lo que se acercó para verlo más de cerca. Al darse cuenta de esto, el gato detuvo sus reclamos y maldiciones contra el Exceed y se pegó más a la pared. No sabía qué hacer.
-Hola pequeño- habló antes de arrodillarse frente al gato y sonreírle. Ella también estaba empapada y comenzaba a sentir el frio en sus huesos. El gato la miraba mientras repasaba sus opciones. Correr, huir y encontrar a Lily –ydepasomorirdehipotermia- o quedarse, simular ser un gato común y corriente y esperar a que Levy se marchara para realizar su búsqueda con más calma. Tomó una rápida decisión.
Soltando un leve suspiro maulló ignorando a la peli azul, rascándose una oreja.
"Actúa normal, actúa normal" se repetía a sí mismo. A su vez, Levy miraba con gracia al minino, mientras una loca idea se le cruzó por la mente. Quiso ganarse la confianza del gato antes de intentar cualquier cosa, puesto que sabía que en cualquier momento el gato podría levantarse e irse.
Alzo una de sus manos y recitó casi en un susurro –Solid Script: Heat- y unas pequeñas letras que formaban la palabra "heat" aparecieron y se posaron junto al gato. Esta irradiaba calor al tiempo que brillaban con un leve tono anaranjado.
El gato la miró asombrado, pero aceptó su gesto y se acercó a la palabra para secar su pelaje. Sintió como el calor recorría su cuerpo, lo que hizo que un extraño sonido –desconocidoparaél- saliera de sus cuerdas vocales.
Levy amplió su sonrisa al sentir al gato ronronear y sentarse junto a su palabra. Ella también acercó las manos a la palabra para entrar en calor, y con un rápido movimiento, una de sus manos se acercó a la cabeza del minino negro y le acarició detrás de una oreja.
El gato de ojos rojos se sorprendió, y rápidamente retrocedió cortando el contacto con la "humana". Había sido agradable, pero él y su gran orgullo no podrían permitir algo así.
Levy, con mirada decidida, e ignorando su reciente rechazo de cariño, tendió ambas manos hacia el gato y con una voz tranquila pero con una gran sonrisa habló -¿Quieres venir conmigo a casa?-
No muy lejos de ahí, Lily volaba a toda velocidad hasta el gremio de magos, sabía que su amigo lo mataría apenas tuviera la oportunidad, pero no había podido resistirse a la tentación de dejar que Levy se acercara y no lo reconociera. Además de que le era más urgente avisar de su "situación" al maestro y preguntar por alguna solución.
A penas llegó, solo vio a Mirajane terminando de limpiar la barra, mientras Laxus bebía tranquilamente haciéndole una silenciosa compañía. Alzó una ceja y los observó unos segundos, pero eliminó aquel pensamiento de inmediato al recordar a que había ido al gremio.
-¡MIRAJANE!- Gritó con tono de voz urgente. Ambos ahí presentes le miraron sobresaltados y la mencionada solo atinó a acercarse
¿Lily? ¿Qué pasa? ¿Dónde está Gajeel?- ambos magos de clase S miraban atento al exceed negro esperando una respuesta. Él tomando una rápida decisión les contó la historia de su misión; como se había desarrollado, lo bien que la habían hecho, y su terrible inconveniente en su viaje de vuelta al gremio.
Mirajane no podía creer lo que la historia, jamás había oído de algo parecido. Laxus intentaba no imaginarse al imponente DS de hierro convertido en un tierno gato, hizo un gesto de querer reírse, pero al ver la mirada de la maga demonio, se la cayó para si mismo.
-Ven, te llevaré con el maestro- fueron las palabras de la maga antes de desaparecer detrás de una puerta. Laxus y Lily la siguieron en silencio.
En otro edificio no muy lejos del gremio, específicamente en Fairy Hills, el gato negro buscaba con todas sus ganas alguna ventana de la habitación de Levy que estuviera abierta para huir de aquel lugar. No es que le desagradara estar ahí, puesto que con sus sentidos de Dragon Slayer que no lo habían abandonado, el aroma de la enana le inundaba y llenaba todos sus sentidos. Pero vamos, él lo único que deseaba en esos minutos, era volver a ser un humano.
Miraba el plato donde minutos antes había comida para él, al lado un plato con agua y una almohada. No sabía porque, pero a penas la maga le ofreció un techo y comida en medio de esa fría tormenta, aceptó sin pensar en las consecuencias y saltó a sus brazos. Aquel olor y aquel calor que desprendía el cuerpo de la maga, lo hizo sentirse cómodo y relajado.
Ahora caminaba inquieto de un lado a otro pensando en cómo salir de esa situación, pero todos sus pensamientos quedaron en blanco cuando vio a Levy salir del baño con solo una toalla cubriéndole su cuerpecito. Aunque aquella vista no le desagradaba para nada, no pudo evitar sentirse un pervertido y se dio vuelta dándole la espalda mientras ella se colocaba su pijama.
Cuando la oyó acercarse se volteó y se quedó sentado sobre su almohada. Gracias a la magia de su por ahora cuidadora, su pelaje ya estaba seco.
-Me recuerdas a alguien, sabes?- Y entonces, su rostro se ensombreció a la vez que se sentaba en el suelo, frente a él. El gato simplemente la miraba, pero en su mente solo creía que estaba a punto de ser descubierto.
-Un amigo, que tiene los ojos del mismo color que los tuyos- Levy se cruzó de piernas y sumió su mirada en el pelaje de su amigo felino –Un amigo- repitió – Qué lo único que hace es preocuparme, molestarme y hacerme enojar- esbozó una sonrisa y se pasó la mano por su azulado cabello despeinándolo en el camino. Se encontraba con el cabello suelto, que con el paso de los años se había dejado crecer un poco. Lo había hecho, porque hace casi un año, Mirajane le había comentado que hacía oído decir a Lily que a Gajeel le agradaban las chicas con el cabello largo.
Y de pronto, millones de pensamientos envolvieron su mente, sus sentimientos, sus emociones, sus recuerdos, todo.
Gajeel sabía que estaba hablando de él, porque lo que también sonrió para sus adentros y se acercó un poco a ella; pero se detuvo al notar como una solitaria lágrima caía por el rostro de su amiga.
-Camarón- quiso decir, pero solo un triste maullido salió de su boca.
La maga abrió los ojos y miró al gato como si hubiera olvidado que él estaba ahí. Le sonrió con ternura y se limpió las lágrimas del rostro.
-Es hora de dormir- sentenció –Si quieres puedes dormir en esa almohada- le habló como si el gato le entendiera –O si quieres, puedes recostarte sobre mi cama- Le señaló los pies de su cama.
Y sin más, la pequeña maga se terminó de refregar los ojos y su mirada se tornó decisiva y tranquila
-De seguro mañana ya está de vuelta- susurró para sí misma dándose ánimos mientras caminaba hacia su velador, colocaba la alarma y se acostaba.
El gato había oído aquel susurro, y entendió, de cierta manera, que era su culpa que Levy estuviera tan preocupada. Se sintió mal, y descartó la idea –soloporesanoche- de huir y dirigirse al gremio. Seguramente mañana podría ir sin problemas. Y sin pensar mucho lo que estaba haciendo, se encaminó silenciosamente hasta la cama de la chica.
Levy, antes de apagar la luz de su lamparilla vio como el gato subía grácilmente a la cama y se acurrucaba junto a las piernas de ella sobre las tapas de la cama. Ella simplemente sonrió y pensó que tal vez, solo tal vez, el gato había sido capaz de entenderla.
"Que bobo" y apagó la luz, sumiéndose rápidamente en un profundo sueño.
