Hola, Haruhi-chan ha regresado, y con lo mejor de todo el material. Lo prometido es deuda, así que, aquí tienen el Re-make del Fanfic de "He venido a cambiarte". Como podrán ver, el nombre sigue siendo el mismo que el anterior solo que ahora tiene la palabra Re-make agregada, hehehe. Oh, y es el primer Fanfic "serio" que hago, así que estoy algo nerviosa.

Y para los que no han visto el anuncio que hice, por favor, les recomiendo que lo lean antes de visitar este Fanfic, así tendrán más información sobre este proyecto.

Y ahora ya sin más que decirles, les dejo la nueva y mejorada versión de "He venido a cambiarte." ¡Disfrútenlo y dejen sus comentarios, por favor!

Disclaimer: Inazuma Eleven no es de mi propiedad, le pertenece a Level-5, solo la trama de la historia es mía.


¡Eres una inútil!

¡SMACK!

La mano del chico se había estampado contra su cara, dejando una horrible marca roja en su perfecto rostro de porcelana, el cual ahora se encontraba húmedo por las lágrimas que salían descontroladamente de sus ojos. Alzo su mano derecha lenta y temblorosamente hacia la marca roja de su cara que pulsaba con dolor y poso su mano ligeramente en ella, causando que la alejara rápidamente con miedo. Una expresión de miedo, horror y tristeza se dibujaba en la mirada de la peli-azul, pero había algo más en su mirar, era una pequeña chispa de una emoción que jamás había experimentado en su vida. ¿Cómo paso esto? Ella sentada en el suelo y con él mirándole con superioridad.

Ya sabía yo que no servías para nada, pero pensaba en darte un poco más de tiempo.-Se inclinó un poco y levanto la quijada de la chica con su mano y la obligo a mirarlo, sujetando su cara con dureza mientras ella intentaba voltear su cara. ¿De verdad creías que todo esto era realidad? ¿Qué solo podía fijarme en ti?

¿Por…qué?- Un casi-inaudible susurro escapo de sus labios, su voz ya no le funcionaba, sentía un enorme nudo en su garganta que le impedían hablar.

¿Por qué, me preguntas?- Sonrió y soltó su cara sin piedad y salvajismo. –Creo que puedes adivinar la razón, pero si oírlo de mis labios es lo que quieres, creo que podría concederte un último deseo como pareja. La razón es simple,- Hizo una pausa. –Yo nunca te amé, eras un simple juguete para mí, solo experimentación.- Le dio una última mirada y soltó una sonrisa socarrona de nuevo. Se dio la media vuelta y comenzó a caminar hacia la salida. –Eres una ingenua…,Haruna.

Y allí se acabó todo. Ahí le abandono, el último día que ella estaría en Raimon. Ahí le rompió el corazón, su alma, su inocencia. Allí le abandono tirada en el suelo, con las mejillas húmedas y una roja, con sus ojos azules ahora rojos por la tristeza y con una herida que ni el tiempo ni el perdón sanaría.


Martes por la mañana. Una peli-azulada caminaba por las calles de la ciudad de Inazuma, su cabello había crecido de cómo lo tenía antes y ahora sobrepasaba sus hombros por poco, con el uniforme de su instituto, el cual era una falda color azulada un poco arriba de las rodillas, una blusa blanca que incluía una corbata, amarilla con negro o rojo con negro, se podía variarse durante los días de la semana. Y un blazer negro, calcetas negras un poco antes de las rodillas y mocasines café oscuro. Hace ya dos años que había salido de Raimon para seguir con sus estudios de bachillerato y por suerte, logro entrar al "Instituto Yume Sakura" donde se encontraban la mayoría de sus viejos amigos.

¡Harunaa!

¡Haru-chan!

Un par de cabezas se asomaban corriendo a lo lejos tratando de alcanzarla, sonrió al verlas y se detuvo para esperarlas. Claro, había conocido a gente muy agradable en el nuevo en el Instituto, pero no era bueno confiarse de todos, después de todo lo que dicen es cierto "Las apariencias engañan." Y algunas personas que se ven amigables y buenas pueden resultar de las peores. Pero pudo conocer a personas buenas y sinceras que la apoyaban, y bueno, digamos que tampoco eran las personas más normales.

Ohayo, Aki-chan, Haruhi-chan.- Las saludo Haruna. Haruhi Amaya, una chica de pelo color caramelo, largo hasta la cintura, liso y un poco rizado de las puntas, con un par de mechones a ambos lados de la cara, más al lado derecho de su cara. De grandes ojos rojos y de estatura mediana. Fue una de esas personas que tuvo la oportunidad de conocer y de la cual no se arrepintió en confiar. –Se ve que han dado una gran carrera para llegar. Supongo que se quedaron estudiando a última hora para el examen de historia.- Se rio sigilosamente de ellas.

Aki si salió tarde por eso, pero yo me quede dormida, jejeje.- Haruhi se pasó la mano por detrás de la cabeza. –Y todo por culpa de estar hablando con ustedes dos anoche, me dormí tarde y ya ven el resultado.

No me digas que el estudio de las tres de anoche no te ayudo bastante para repasar las preguntas de historia, ¿O me equivoco?- Aki la miro acusadoramente y Haruna se cruzó de brazos, tratando de contener una carcajada. La oji-roja volteo la mirada haciéndose la desentendida. –Parece que has dado en el blanco, Aki, se quedó calladita la niña, jaja. –Haruhi enrojeció. -Aceptémoslo, las tres sabemos que saldremos mal en el examen porque el profesor simplemente nos odia a todos y a la humanidad completa. –Haruna dijo mientras movía la mano.

Aki rio y empezó a caminar. –En ese caso, solo a ti te odia. Venga ya, pónganse a caminar o si no llegaremos tarde a clase…de nuevo. –Ambas asintieron con la cabeza y se pusieron en camino al instituto.

-.-. En el Instituto.-.-.-

Te digo que es cierto. Yo le he visto, la vi cuando estaba acompañando a mi madre a la floristería.

Aki, no dudo que eso sea verdad, sabemos perfectamente como es Fuyuka. –Haruna volteó su mirada hacia la puerta. Hace ya media hora que habían llegado al instituto y hace 15 minutos que la clase comenzó y el profesor no había aparecido. Rika se cruzó de brazos y frunció el ceño.

Pero Toramaru es buen chico, él no se merece que ella lo esté engañando con otro tipejo de a saber que otros rumbos.

La vida personal de esa chica no es de nuestra incumbencia, si ella desea que la conozcan por ofrecida, que se haga lo que ella quiere. –Haruhi le tenía un odio profundo a Fuyuka, pero prefería guardarse su odio para ella misma. Y más vale ser cuidadosa, hay varios seguidores de la peli-morada que están cerca y no se sabe con qué chismorreo le irían. –Además, seamos sinceras nosotras no le caemos bien a ella ni ella ha nosotras, es un círculo vicioso. Es la cadena alimenticia del Instituto.

Se abrió la puerta del salón y entraron 4 chicos, uno peli-pincho, otro peli-rojo, uno con rastas y otro con una banda anaranjada en la cabeza. El amante de fútbol vio a su mejor amiga hablando con sus tres amigas en su asiento y salió corriendo a saludarlas, tropezándose con unos libros que estaban en el suelo. Sus amigos le ayudaron a levantarse y le siguieron el paso.

¡Hola, chicas! ¿Cómo están? ¿Estudiaron para el examen? ¿Cuáles son las preguntas? ¿Ya vino el profesor? ¿Se suspendió el examen? ¿Ya…?

Whoa, whoa, whoa. Cálmate un poco, respira, habla más despacio y no hagas tantas preguntas. –Rika le detuvo antes de que sofocara a la pobre Aki con tantas preguntas a la vez. Endou asintió, tomo una bocanada de aire para estabilizar su ritmo cardiaco y luego de calmarse y haber hecho lo que Rika le había ordenado, sonrió y le volvió a hacer las preguntas a su amiga.

Sí, Endou, todos estudiamos para el examen y no, no sé cuáles son las preguntas del examen, creo que nadie lo sabe. El profesor lleva, -Miró su reloj de mano- 25 minutos retrasado, pero no creo que eso signifique qué el profesor no venga y el examen se suspenda. En ese caso vendría alguien de remplazo.

¿No estudiaste para el examen, Endou…? –Cuestionó Kidou.

¿Endou…? ¿Estudiaste? –Ínsito Hiroto.

Pues….

En eso la voz del profesor Kiyoteru resonó en todo el aula, haciendo que todos voltearan asustados porque nadie lo había odio llegar. Pidió disculpas por el retraso y le pidió amablemente a sus estudiantes que se sentaran en sus puestos y se prepararan para el examen. Endou suplicaba en su mente para que algo le salvara de hacer el examen, el cual seguramente reprobaría. Repartieron las boletas de exámenes a los estudiantes y con el aviso de Kiyotero-Sensei empezaron 20 minutos restantes de la clase para el examen, solo se podía escuchar el sonido de los lápices contra el papel.

.

.

.

*RING* *RING*

Bien, ya tocó el timbre entreguen el examen y no olviden ponerle nombre, si no tiene nombre son dos puntos menos. –Todos dieron su examen y el profesor se retiró del aula. Ahora toca periodo libre, así que todos aprovecharon esta hora para hablar con sus amigos.

Vale, ya reprobé…ya morí…mañana ya no estaré aquí, soy hombre muerto…

Adolescente. –Corrigió Goenji. Endou solo le miro con cara de depresión y odio, mientras Aki trataba de consolarlo dándole palabras de aliento y unas cuantas palmadas en la espalda en señal de apoyo. Sus amigos veían con una mirada divertida la imagen delante de ellos; Endou con pequeñas lágrimas en sus ojos tal cual niño pequeño que acaba de rasparse la rodilla, y Aki como una amorosa madre, cuidando y consolando a su pequeño hijo lastimado.

*Pero, si este par de muchachito son una ternura juntos.* Pensó Rika al verlos juntos y en su cara se formó lentamente una mueca de malicia. *Entonces… ¿Cómo les puedo dar un pequeño empujón a este par para que se acerquen? A ver, podría…no…entonces….muy simple… ¿Qué puedo hacer?* A los demás les resbaló una gota por la sien al ver las diferentes muecas que la chica de Osaka hacia sin darse cuenta por estar metida en sus planes mentales.

Um, lamento interrumpirlos, pero…un chico de cuarto año los está buscando. –Les dijo una chica de cabellos cortos tímidamente. Todos se miraron extrañados entre sí, ¿Quién podría estarles buscando hasta hora, tan temprano?

¿Uno de cuarto? ¿Quién?

¿Quién más seria? El único de cuarto de nosotros. –Interrumpió una voz de la nada. Los chicos voltearon su mirada hacia la entrada trasera del salón y vieron a cierto mohicano en su típica pose: Su cuerpo recostado sobre el pilar de la pared, sus ojos verdes cerrados y sus brazos cruzados sobre su pecho.

¿Fudo? ¿Qué haces aquí? Deberías de estar en tu salón. –Kidou camino hacia él con los brazos cruzados y una mirada acusadora. Fudo solo lo ignoro y paso de largo con su pregunta. – ¿Por qué tardan tanto? ¡Estoy empezando a desesperarme! –Grito una voz profunda desde afuera desesperadamente y con eso la puerta principal del salón se abrió de golpe, revelando a un peli-rosa con googles en la cabeza. – ¡Rapido! ¡Endou, Goenji, Hiroto, Fudo, todos ustedes, vámonos el entrenador nos está buscando!

¿Tsunami? ¿Qué haces aquí?


¡Yay! Logre terminarlo, luego de la fecha planeada, pero el punto es que por fin esta listo. Quizas no sea muy largo como se esperaba, pero necesito un poco más de inspiración, así que, por favor ténganme algo de paciencia con esto ¿Sí?

Dejen reviews, ese es mi premio por este fanfic, reclamo mi recompensa. Sus comentarios son mi alimento para seguir escribiendo, los espero con ansias. No olviden darle Like y Follow también.

Esperon el próximo capítulo, pronto saldrá a la luz, nos vemos luego.

Haruhi-chan