¡Hola! Soy nueva escribiendo fics de vocaloid, así que como quien dice, este es el primero que hago. Se me ocurrió la idea después de ver a los gemelos (que dicen que no lo son, sino reflejos de espejo, que rin es derecha, len izquierda y esas cosas traumáticas y complicadas, yo si los considero hermanos…) tan monos y kawaiis.
Hansel y Grettel
Primera parte
La oscuridad del crepúsculo ahogaba lentamente la escasa luz del día que estaba a punto de morir para darle lugar a la fría e intempestiva noche. Según el periodo tan exacto del blanco astro celeste, la luna nueva haría presencia en esa ocasión y las incandescentes estrellas que brindaban la oportunidad de tener un cielo iluminado, se escondieron detrás de nubarrones negros , dandole paso a una amenaza potencial de tormenta.
La pequeña niña rubia se escondió entre sus sabanas blancas finamente decoradas con encaje, al igual que las acojinadas almohadas. Tenía miedo, no se podia mentir a si misma, noches como esa le infundían un pavor insufrible, el cual aumento más cuando las ventiscas de aire comenzaron a mover violentamente el viejo árbol pegado a la casa, provocando que las ramas produjeras un sonido de golpes secos en el cuarto de al lado, a lo cual ella le daba todo tipo de explicaciones ilógicas y paranoicas, todo menos lo que era.
Un sudor frio recorría presuroso su blanca piel, se sumergió mas en aquel mar de pulcras telas e intento calmarse, conto hasta 10 y trato de conciliar el sueño sobre la cama de 2 pisos… hasta que comenzaron a caer las gotas del cielo que se estrellaban incansables sobre su ventana, una tras otra por millones.
-Len… - dijo casi inaudiblemente, así que repitió- Len… ¿estás despierto?...- arrastro las palabras, no entendía como era que preguntaba algo así, dado que desde hace una hora estaba escuchando ronquidos quedos desde la parte alta de la litera.
-¡¡Len!!- pateo con fuerza el colchón superior, sin importarle los duros barrotes que lo recubrían, la sensación de sentirlo despertar amortiguo el dolor por completo.
- que… ¿Qué pasa…?- su rostro se despego de la almohada y hablo de manera adormilada y desorientada.
- ¿estas dormido Len?- pregunta de forma ingenua mientras frota sus manos contra su molido pie, ahora rojizo.
-sí…, si lo estaba ¿no te habías dado cuenta?...- se limpia el exceso de baba de la cara, su voz sonaba algo molesta por la abrupta forma de intentar obtener una respuesta.
-noo…- mintió divertida, la distraía mucho dialogar con él.
-mmm…- cubre su cabeza con la suave almohada de plumas que tenían entre brazos- ¿Qué es lo que quieres?- dice por fin, se notaba que estaba cansado y quería volver a dormir.
-no tengo sueño…- baja sus pies de la cama para levantarse.
-¿ya intentaste contar hasta *ahhhhgr*- emite un largo bostezo- 100 con… ovejas…?- hubo un espacio de silencio, el cual aprovecho para dormitar.
-¡no te duermas!- sube apresurada las escaleras para tomarlo del cuello de la pijama y zangolotearlo de forma violenta.
-no… yo no me estaba durmiendo…- se trata de defenderse al ver los furiosos ojos de su hermana, sabía que si algo odiaba (en verdad eran demasiadas cosas pero esta era la única que se aplicaba en ese momento) era que no le prestaran la suficiente atención.
-cuéntame algo…- le dejo la solapa y tomo asiento a un lado del chico como si nada.
-¿cómo qué?- se aguanto un segundo bostezo, no queria volverla a enojar.
-no lo sé, un cuento tal vez…- un rayo cayó muy cerca de ahí, Rin se puso demasiado rígida, para no mostrar miedo tenso lo mas humanamente posible su rostro, sintiendo como recorria por toda su espalda hasta su cuello un escalofrió que le helo la sangre.
-¿un cuento…?- intento no asustarse de la horrible mueca que tenía marcada en la cara su gemela, parecía que en cualquier momento gritaría de tal manera que le reventaría los oídos a todos en esa casa, pero no hacía nada, lo que le aterro a una escala mayor.
-si- un hilo de voz inaudible salió de su garganta, ni siquiera parpadeaba- quiero oír un cuento en este preciso momento…- apretó los dientes al sentir el estruendo del segundo y tercer relámpago.
-pero tú te sabes todos los que yo podría contar…- intento darle calabazas, aunque de cierto modo era verdad, no le era posible contarle algo nuevo, ya que de niños los escuchaban juntos.
-…- Rin no cambio su expresión ni un poco, ni emitió sonido alguno, y él supo de antemano que no lo iba ha hacer hasta que el dijera lo que deseaba oír, era como una niña caprichosa, a la cual se le tenía que conceder todo lo que pidiese al instante si no quería sufrir las consecuencias.
-aunque…- se despidió de la posibilidad de dormirse pronto esa noche- tal vez Kaito se sepa alguno…- una extraña sonrisa curvo los labios de la chica hasta volverse adorable.
-¡vamos con el entonces!- cambio totalmente su expresión facial y lo tomo la mano para llevarlo abajo.
Ya lo sé, tal vez no haya demasiado que ver el capitulo con el título, pero es apenas el primero, tratare de subirlos lo más rápido que me sea posible.
Espero que les haya gustado, aunque sea un poco, gracias a todos los que terminaron de leer hasta aquí.
