Era solo un muñeco roto que había sido desechado y se preparó para morir cerro sus ojos esperando su final solitario pero nunca llego.
Un humano entre sus manos le tomo y le sonrió con unos ojos azules mar soñadores, con su dedo delineo todo el rostro de fría porcelana con una pronunciación suave dijo; eres hermosa.
Se llevó al muñeco a su casa reparando las partes dañadas de este sabía que no quedaría igual que antes pero no quería perder a tan detallado muñeco preguntándose quien sería aquel que con tanto descaro rompió algo tan hermoso.
El muñeco había sido desechado, pero aun así aquel humano le dio un nuevo significado con amor le lleno de vida, un muñeco que obtenía la vida con el amor que su humano le daba, un día en su gratitud por aquel humano se movió y dijo un suave gracias.
El humano se asustó pensando que el muñeco estaba poseído dejo caer la taza café que tenía, el muñeco solo entristeció sabiendo que nadie dejaría que él tuviera vida.
Dejo de moverse, pero aquel ser humano para él siempre sería el mejor que conoció en toda su creación.
El muñeco perdió su vida, pero el humano seguía observando su más perfecto descubrimiento con amor, él amaba a su muñeco y el muñeco en su silencio de muerte también lo amo.
