—Summary: Marco tiene novia, es una chica linda, amable, divertida y cariñosa, sin embargo, Star no puede estar bien con ella… ¿Por qué? *Starco. Semi-A/U*

—Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Daron Nefcy… o algo así xD

Warning: Esto es un Semi-A/U. Quiero decir que tendrá mucho que ver con la primera temporada y así, pero pienso descontextualizar varias cosas para que todo cuadre con el fic D: voy a mover sentimientos, hechos y cosas así, pero los personajes se mantienen, creo que si lo leen se darán cuenta a lo que me refiero. Además voy a usar OCs, no es muy de mi gusto usarlos pero buaaaano. Ah y no tengo Beta, así que esto tiene mil errores de ortografía, no se preocupen los iré corrigiendo poco a poco.

—Pairing: Marco X Star y pues un poco de Marco X OC pero nada importante, eso digo yo :m

—N/A: Como ya dije este fic está situado en un semi-A/U

Espero les guste este raro y experimental fic, habrá unos capítulos muuuy largos, otros muy cortos y así :3


(`*•.¸ (`*•.¸*| Color Lavanda |*¸.•*´) ¸.•*´)

• Capítulo 1: Amores •


A sus 17 años Star seguía siendo una loca princesa mágica de otra dimensión, seguía viviendo en la casa Diaz y también seguía siendo muy alegre y espontánea. Había cambiado en algunos aspectos, obviamente; por ejemplo, ya entendía mejor algunas costumbres humanas, pero no todas, había pasado por un proceso de desarrollo como cualquier persona. Su mundo y su vida seguían siendo emocionantes, pero desde que había derrotado a su mayor enemigo tiempo atrás, los villanos y monstruos que aparecían ya no eran una amenaza para el universo sólo parte de la diversión que ella tenía al lado de Marco, su mejor amigo.

Y hablando de Marco, él había prometido llevarla a comer a un nuevo restaurante llamado S&D, donde servían una lista de comida que Star amaba, así que la chica estaba muy emocionada. Irían a comer, degustarían comida deliciosa y hablarían de cosas locas, posiblemente al salir tuvieran que enfrentar a un monstruo o dos o siete, sería como un juego para ejercitarse y luego al llegar a casa hablarían más, antes de irse a relajar cada quien a su cuarto. ¡Ese día iba a ser genial! Tanta era su emoción que pese a estar en clases su mente divagaba por otros lados. Rayos, ni siquiera estaba anotando lo que el nuevo maestro ponía en el pizarrón.

—Hey, Star, tienes un lápiz extra ahí —dijo Janna, señalando el objeto y sacando de sus pensamientos a Star—, ¿Puedes prestármelo? Cambié mi lápiz por… información.

A Star no le importaba quedarse sin su lápiz extra, así que sólo se lo tendió a su compañera.

—Puedes quedártelo —dijo con la mirada pérdida.

—Oh, gracias, supongo.

Star normalmente no dejaba que su mente fuera influenciada por algo tan tonto como lo era ir a comer a un simple restaurante, pero es que desde hacía ya varios meses los días jueves de la semana, ella y Marco iban a pasar el rato por ahí, a un restaurante, parque o evento, sencillamente a pasarla bien, divertirse juntos como cuando tenía 14 años y recién se habían conocido, ella amaba la diversión al lado de su mejor amigo.

Marco era tan importante para ella. Era como… su otra mitad. Recientemente pensaba mucho sobre eso. Ella y Marco. Arriesgados y salvajes amigos para toda la vida.

—Mientras la señorita London está de vacaciones, yo seré su profesor. Pueden llamarme señor Lavish.

Así que lo que menos le importaba en ese momento era la presentación del señor Lavish, quien era el maestro sustituto de matemáticas. Star nada más tenía tiempo de pensar en lo maravillosa y genial que era su vida y de cómo la pasaría increíble esa tarde de jueves.

La clase pasó de manera rápida, por lo menos desde el punto de vista de Star, quien siguió pensado un montón de cosas lindas, recordando viejos tiempos e imaginando que aventuras locas deparaba el futuro. Normalmente ella no era tan… analítica con respecto a su vida, era más bien intuitiva, pero de un tiempo para acá pensaba demasiado las cosas, quizá era la edad o el hecho que se aburría en las clases desde que, por error, había elegido un horario de clases diferente al de Marco y ahora estaban separados, quizá extrañaba a sus padres y sus amigos de Mewni o simplemente a Marco sentado en la silla de al lado.

En cuanto la clase acabó, la princesa mágica salió como un bólido de su aula, corriendo al salón donde sabía que Marco estaría, lo halló en poco tiempo pese a todos los demás alumnos de la preparatoria, él estaba de espaldas y parecía estar mirando muy atento hacia enfrente, se miraba adorable con esa camiseta roja, era imposible que no resaltara. Star logró mirar que él comenzaba a caminar y gritó para detenerlo.

—Marco, Marco, Marco~ —la cantarina voz de Star llegó a los oídos de Marco y se detuvo.

En menos de un segundo, Star corrió hacia a su amigo y lo sujetó del brazo con fuerza, para luego halarlo hacia el pasillo que llevaba a la puerta principal.

—Vamos, vamos, ya, vamos, Marco —la chica dio saltitos sin soltar a su amigo—. Voy a pedir todos los postres del menú y…

—Eh… espera, Star, tengo que…

El muchacho parecía nervioso e inseguro, eso extrañó a Star y lo soltó para ponerse justo enfrente de él. El chico se miraba… incómodo.

—¿Pasa algo malo?

Star se reprochó mentalmente no haber notado eso desde un principio.

—No —Marco sonrió y movió los hombros en un gesto despreocupado—. Estoy esperando a alguien.

Una sonrisa se formó en los labios del muchacho.

—¿Ferguson o Alfonzo? —Star preguntó con obviedad sólo para ver a su amigo negar con la cabeza, lo tomó de la mano y la agitó—. ¿Es Jackie? ¿Oskar? Sí es Janna estaba en clases de matemáticas conmigo y se fue por allá, podemos alcanzarla si quie…

—No, no es ninguno de nuestros amigos, es alguien que no conoces.

—¿A quién? —la rubia se colocó su mano libre en la frente—. Entonces… ¿Ya… ya no irás conmigo al nuevo restaurante?

El gesto que formó en la cara de la rubia era de decepción total. Y fue dejando los brazos laxos a sus costados, tratando de recuperar su sonrisa alegre de siempre, cosa que no logró.

—¿Qué? —Marco hizo una mueca de preocupación y sujetó los hombros de su amiga—. Claro que iremos, es jueves, ¿Recuerdas? Y todos los jueves salimos a divertirnos juntos después de clases, sólo déjame decirle algo a… esta persona y te alcanzo, si quieres puedes esperar afuera.

—¿Junto al árbol donde hay muchas ardillas? —la sonrisa regresó al rostro de Star, al tiempo que llevaba las manos a sus propios hombros y las ponía sobre las de Marco, cálidas, grandes pero suaves.

Extrañamente Marco apartó sus manos enseguida, pero Star le restó importancia a ese hecho.

—Sí, ese mismo, sólo no vayas a alimentarlas, podría ser peligroso —Marco sonrió con sinceridad, ambos soltaron una risita ante su comentario—. Voy enseguida.

.

.

S&D era un lugar genial. No era elegante, pero tampoco era un típico lugar para comer comida chatarra. Las mesas eran cuadradas y amplias, rodeadas por un asiento cómodo forrado de color púrpura y no simple rojo chillante, que le daba un toque particular. Además era un lugar limpio y olía a limón, como si acabaron de asear el lugar.

—Wow, esa si es una aventura… —dijo Marco con emoción en cuanto terminó de masticar.

Cuando Marco y Star se habían adentrado a S&D los habían atendido de manera esplendida, la comida había llegado con velocidad, el mesero había sido amable y atento, y eso sin contar que la comida estaba deliciosa a otro nivel.

—Jeje, es una historia muy vieja, yo salía con Tom en aquel entonces… ¡Imagínalo, fue hace mucho! —exclamó Star y le dio una mordida a su hamburguesa.

En realidad, también había pasado mucho tiempo desde que Star le contaba sus locas proezas de antes de conocerse, para Marco había sido gratificante escucharla. Ese era el poder de la salida especial de los jueves.

—Sí, eso de los novios es una locura, ¿No?

El muchacho soltó el comentario sin pensar, luego se arrepintió. Se mordió el labio inferior y esperó la contestación de su amiga.

—¿Eh? Claro, lo es… ¿Recuerdas cuando saliste con esa chica pelirroja? ¿Cómo se llamaba? —preguntó Star, poniéndose un dedo en la barbilla.

El tiempo había pasado y Marco ya no estaba enamorado de Jackie Lynn Thomas, bueno no exactamente, sólo que se había resignado a que ella no le correspondería si él no se atrevía a decirle más de dos palabras. Ella siempre sería el primer amor de Marco, pero eso no le impidió a él fijarse en otras chicas o por lo menos intentarlo, o que ellas se fijaran en él. Star no las culpaba, Marco era un gran chico y tenía un lugar adorable, ¿Quién no caería rendida a sus pies?

—Elise —soltó Marco la respuesta de manera casi mecánica. Moviendo con el tenedor la lechuga que había en la ensalada que acompañaba su hamburguesa.

—Ah, sí, era buena… ¿Por qué no salieron más? —Star le dio un sorbo a su bebida y pareció hacerse más pequeña en su sitio cuando se dio cuenta que había preguntado sin tacto alguno.

—Pues, una monstruosa jirafa irrumpió en segunda nuestra cita y llenó de salsa de tomate su cabello… además cayó de las escaleras y se rompió un brazo mientras tú y yo peleábamos.

—¡Ya recuerdo! —gritó Star al instante, con entusiasmo—. Lo siento, creo que eso fue por mi culpa que no… pudieron conocerse mejor —se escondió en sus hombros.

—Nah, creo que iba pasar de todos modos —dijo él, sin pensar—. No teníamos mucho en común.

—Jamás lo imaginé, no me hablaste sobre eso.

Hubo un silencio extraño y luego Marco se encogió de hombros.

—Es curioso, tú tampoco, es decir, nunca, tú sabes, me hablaste sobre cómo era tu relación con Tom. Para ser sinceros, no te imagino saliendo con alguien como… él.

¿Ese comentario había salido de sus labios? Marco se sintió extrañado, no es que como si le importara mucho saber detalles íntimos sobre el loco exnovio de Star. Eso había pasado casi 4 años atrás. ¿Por qué hablar de ello ahora?

Marco todavía se acordaba del primer encuentro que había tenido con Tom, sí, todo había sido un desastre en aquel baile, Star tampoco guardaba los mejores recuerdos al respecto. Aunque ambos debían aceptar que Tom había cambiado con el paso del tiempo, ahora era un casi buen chico, bueno no, pero al menos ya no era tan molesto e insistente, igual hasta podían considerarse amigos, bueno tampoco, quizá algo cercano a eso.

Star y Tom era muy diferentes, en serio. ¿Cómo es que habían sido pareja en algún momento? La duda no salió de la cabeza de Marco, quizá debió escucharla con más atención cuando ella le llegó hablar de Tom.

—Él ha sido mi único novio. Yo pensaba que era lindo, pero luego me di cuenta que era bastante cruel, se enojaba por todo —la chica frunció el entrecejo y luego suspiró—, eso me hacía enojar a mí. Lo cual me recuerda que tú me fuiste a buscar al baile de la luna roja cuando él me invitó a salir de nuevo, eso me molestó, ¿Lo recuerdas?

—Eh… sí, pero… ¡Es que estaba preocupado! —trató de excusarse Marco, recuperado la alegría de minutos otras—. P-Pero no tienes que hablar de eso, además yo te pedí disculpas después, ¿Tú recuerdas eso?

—Cierto —ella rio—. Bueno, hablábamos de Tom, una vez se molestó mucho, sólo porque llevé a Pony Head a una de nuestras citas. ¡Puedes creerlo! Se enojó sólo porque aparecí como una amiga en una cita.

Un poco más y Marco no había podido controlar una risita, Star era tan ingenua. Pero tan fuerte, valiente y alegre también. Además era bonita, lo cual no venía al caso. Sacudió la cabeza.

—Sí, por supuesto, ¿Quién se enojaría por eso? —el comentario del muchacho iba aderezado con sarcasmo pero Star no lo notó.

—No sé cómo pude enamorarme de él o lo que sea que haya sentido por él.

Tanto para él como para ella las deliciosas hamburguesas habían pasado a segundo plano, quizá no lo parecía pero su charla empezaba a volverse profunda de alguna manera.

La voz de Star había parecido salir de sus labios rosas de forma sólida, sólo para golpear a Marco en el rostro. Star enamorada de alguien, eso sonaba extraño, inusual; su mente aún trababa de procesarlo. El joven Diaz la había visto enamorada de Oskar aunque eso ya parecía superado también, pues Star ya no lo miraba o trataba de hablar con él como antes. Marco incluso la había visto pasar su proceso de Mewbertad, entre otras cosas, pero sin saber los motivos, su mente se negó a imaginarla enamorada en el presente o tomada de la mano de un chico, o besando a un chico. Bueno, ella no parecía muy interesada en eso, era una chica indómita a fin de cuentas.

El muchacho quiso reír de nuevo, para seguir la plática de manera cordial, pero poco a poco su ceño se fue frunciendo. ¡En serio! Seguía en su mente, sabía que Star había gustado del chico del historial por largo tiempo, sí… pero luego lo olvidó y ya. No había vuelto a mencionar que los chicos eran lindos o algo así, además como ella misma había dicho, sólo Tom había sido su único novio. ¿Por qué? Es más después de Tom y Oskar, ella no se había vuelto a interesar en chicos en ningún aspecto y con la edad que tenía eso no era normal… ¿Eso era bueno o malo? ¿O sólo extraño?

Rayos. Nunca antes había hablado sobre novios y amor. Había una razón para ello.

Por otro lado, Marco había salidos con varias chicas al entrar a la preparatoria, dos incluso se habían hecho llamar sus novias oficiales, aunque él no las considerara tal cosa, pues salieron con él menos de una semana. En realidad, la mayoría de las chicas huía después de ver las aventuras que vivía, saber que su mejor amiga era una princesa mágica de otra dimensión no ayudaba mucho. Ahora él había aprendido a hacer las cosas con más cautela respecto a las mujeres.

También había tenido varias citas, todas un desastre, Marco había madurado pero seguía siendo muy nervioso, hasta tímido en algunos momentos y bueno, de nuevo vivir aventuras locas y mágicas a cada rato tampoco ayudaba mucho, las chicas que no le creían sobre ese último punto se burlaban, las que si lo hacían se asustaban. Oh, y no lo hagan hablar de las terribles, peligrosas y vergonzosas experiencias que era los besos.

Marco se quedó sin saber que decir ante los recuerdos de sus experiencias, esperaba que esta vez todo fuera diferente. También esperaba que Star no se enamorara, sería raro y si le pedía ayuda, sinceramente él tendría mucho material para hacerlo.

—¿Te has enamorado de verdad, Marco? —ahora Star parecía curiosa.

—Algo así —rio Marco, algo incómodo—. Bueno, en realidad, Jackie y… eh, vamos tú sabes… —él pensaba seguir hablando, parecía ser el momento adecuado, pero su amiga lo interrumpió.

—¡Claro! Cielos, como pude olvidarlo —Star se dio con la palma de la mano en la frente—. Eh, lamento haberte recordado a Jackie.

—No, está bien —el muchacho suspiró—. Como sea, ya no importa. Es decir, ella dejó de… de gustarme o algo así, eh, como tú con Oskar… él ya no te gusta, ¿No?

—No es que no me guste, es un gran chico, sólo que… no sé —ella se encogió de hombros.

—Ah, claro —Marco pudo reír de verdad—, esa respuesta es muy concreta, Star.

Ella también rio.

— Simplemente ya no tengo tiempo de mirarlo y eso, tengo que buscarte al salir de mi salón de clases, no puedo verte de otra forma, así que lo demás ya no importa tanto…—Marco ignoró el hecho de que él podía ser una de las razones por las que Oskar ya no era una prioridad de Star—. ¿Crees que es raro?

—Un poco, creo —el muchacho volvió a sentirse incómodo.

—Las chicas somos complicadas, dicen mucho eso… ¿Tú qué crees? —de pronto Star susurró, estaba hablando en voz baja y apagada, algo no muy común en ella.

—Supongo que si hay cosas de chicas que no entiendo.

—¿Sí? Pues las chicas de la escuela también hablan de cosas que no entiendo o más bien creo que ellas no me entienden a mí. Además de Pony Head, tú eres el único con quien puedo hablar de lo que sea o hacer lo que sea —Star también rio, lo hizo de manera jocosa, recordando cuando usó sus poderes para aparecer a un cerdito que volaba y hablaba, todas sus compañeras de clase habían dicho que ella era alguien que estaba totalmente fuera de lugar y Marco la había tratado de animar—. Oye, Marco.

—¿Qué pasa?

Él le contestó con una sonrisa medio forzada, al tiempo que trataba de volver a comer.

—No hay nadie como tú —musitó Star—. Eres increíble.

—No, tú eres increíble —fue la respuesta de Marco, al tiempo torcía los labios esta vez en una sonrisa plena que no pudo evitar. Era increíble que Star lo hiciera cambiar de estado de ánimo, en instantes.

—Los dos lo somos, por eso somos los mejores amigos.

—Sí, lo somos, así que hay que pedir un gran postre.

—Sí. ¡Claro que sí, Marco!

—Los postres son geniales. Siempre y cuando no tengan demasiada azúcar y te cepilles los dientes después.

Ambos rieron luego se miraron con fijeza y siguieron hablando, cambiando de tema a un tonto y sin sentido. Lo habían considerado necesario, no se habían dicho nada, pero de una u otra manera sabían que debían hablar de algo menos complejo. ¿Que en el amor no eran muy prósperos? Ya lo sabían ¿Que los dos eran mejores amigos? Sí, lo sabían desde siempre, no había porque hablar sobre ello.

.

.

Star estaba cepillando su largo cabello rubio frente al espejo que estaba colgado en la pared, acaba de salir de la ducha y se encontraba fresca como una lechuga. Después de salir de S&D, como ya habían previsto, había algunos monstruos esperándolos. Marco había aplastado a varios con movimientos de Karate. Ella había usado sus típicos ataques que involucraban arcoíris, caramelos, colores y amor. Cielos, Marco y ella en realidad sí que sabían patearle el trasero a los malos, nunca se cansaba de hacerlo.

Un sonoro suspiró escapó de los labios de la chica, no tenía sueño, así que prefería ir a buscar a Marco, para ver una película en la sala de la casa o sólo charlar. Cualquier cosa estaba bien si incluía a su mejor, mejor amigo en todo el mundo.

Fue entonces que Marco entró a su habitación. ¿Estaban sincronizados o qué?

—Hola —saludó él, alegre. Se paró en medio de la habitación con las manos en los bolsillos de su pantalón y se meció de un lado a otro, en su sitio.

Quería decir algo y Star lo sabía. Lo conocía bien y estaba dispuesto a escucharlo, a hacer lo que sea por animarlo si estaba triste también. Star sólo esperaba que no estuviera así por la conversión que habían tenido sobre los novios y las menciones de Elise y sobre todo de Jackie. Algo le decía a estar que Marco andaba raro, llevaba días titubeando, tartamudeando y parecía muy nervioso, además parecía usar el móvil más de lo normal. Quizá tenía un problema secreto.

Y sí ese era el momento de ayudar, ¡Adelante entonces!

—Hola, Marco~

Girándose para verlo de frente, Star le respondió con un canturreo.

—¿Hay algo que quieras decirme? —con una voz angelical pero también graciosa, Star preguntó. Eso voz que ella tenía sólo para Marco.

Por un instante, el silencio que se formó en el ambiente, pareció que iba a durar por mucho tiempo, pero sólo duró unos segundos.

—Mañana iré a S&D de nuevo —soltó Marco, rascándose la mejilla, apartando la mirada.

—Oh, ahora la tradición será de jueves y viernes —susurró Star, emocionada. ¿No tenía un problema? ¿Sólo quería ir a comer más seguido? ¿De verdad?

—N-No, lo siento, Star, me refería a que… iré yo… eh, con otra persona —Marco habló titubeante, había intentado toda la tarde hablarle a Star sobre el asunto, pero cuando ese tema romántico salió ellos dos habían divagado hasta perder el hilo de la conversación y meterse en temas indeseados.

Star, le miró expectante, pero su amigo no parecía querer decir con quien iría, así que ella sin más tuvo que preguntar.

—¿C-Con quien irás entonces? —Star sintió un nudo en la garganta por una milésima de segundo, ¿Qué era eso que sentía en el pecho?—. ¿Marco?

—Hace mucho quería decirte que… —Marco parecía querer formular algo parecido a una excusa, pero tras un suspiro frustrado simplemente habló—. Iré con Lavander —susurró el muchacho como si no quisiera ser escuchado.

—¡Oh!¡Claro! ¡Lavander! —Star se sintió levemente avergonzada, pero sonrió y uso un tono alegre para contestar, aunque estaba algo confundida—… ¿Y quién es ella, Marco?

—Es… ella es mi novia.

Star sintió algo en el pecho, no supo qué, pero sintió algo.


(`*•.¸ (`*•.¸*| Continuará |*¸.•*´) ¸.•*´)


N/A: No puse que la novia de Marco es Jackie, por razones que más tarde aclararé. Y también más adelante hablaré de cómo ha sido la vida amorosa de Marco y Star más a detalle, obvio inventaré todo, con cosas locas que maquina mi mente xD

Todos los personajes saldrán más adelante ewe, volveremos a ver a Jackie, Oskar y a los demás, pero estos dos primeros serán importantes.

El fic tendré unos 8 caps :o

Sobre que Star no se ha vuelto a enamorar… pues eso salió de una conversación con mi tía, quien también ve la caricatura. Nuestra mente se llenó de headcanons sólo para hacer el Starco más posible jajaja :c

En fin…

Entonces… ¿Comentarios para este extraño experimento? :0