Vampiros; criaturas de belleza inmensurable, de piel blanca y tersa como porcelana reluciente, de ojo penetrantes y fuertes mi

Vampiros; criaturas de belleza inmensurable, de piel blanca y tersa como porcelana reluciente, de ojo penetrantes y fuertes miradas que incluso podrían marearte, de elegancia infinita y demoníaco atractivo. Seres que podrían seducir a cualquiera con solo mirarle y así hacerle caer rendido a sus pies, para después ser devorado sin piedad.

Vampiros, seres inmortales de infinito sufrimiento, de dolores eternos y desdichas perpetuas. Su belleza infinita belleza, su seductora e irresistible atracción pagadas son con el mas grande de los pesares, pues malditos se encontraran, por ser inmortales e innaturales; por asesinar noche tras noche para su sed de sangre poder saciar. Pero no puedes culpar de un humano asesinar por su sed querer saciar, así como a un león no lo puedes culpar por a un antílope asesinar para su hambre lograr satisfacer.

Inmortales malditos por el resto de su existencia eterna. El precio de esta es caro, sin importar si fue el camino que hayan elegido o su destino mortal les haya sido arrebatado sin siquiera preguntar, hundiéndoles en la mas profunda oscuridad, sin piedad de sus, lamentos, suplicas, o lagrimas. El arrepentimiento de sus pecados jamás será escuchado, son palabras vanas que el viento se llevara flotando entre tristes lágrimas que sus ojos derramaran.

Pobres aciagos que por la eternidad están condenados a sufrir; su dolor, arrepentimiento y lágrimas jamás serán escuchados, por ser unas pobres ovejas perdidas o arrebatadas del rebaño de dios, para sufrir como vástago del demontre.

Muñecos de porcelana perfecta, con divinos ojos de cristal hipnótico que te conducen a la perdición, embriagándote con su resplandeciente luz oscura.

Seres condenados a vivir de la sangre de otros, sacrificando y asesinando para sobrevivir. Almas atrapadas por rojas cadenas que aprisionan sus mentes y laceran sus corazones. Cazadores nocturnos de fieros ojos humanamente felinos, pero endemoniadamente hermosos. Mariposas nocturnas que alzan su vuelo danzante apenas cae el sol, cerrando su capullo para dormitar apenas el alba comienza a asomar.

Impedidos de lograr ver el sol al amanecer o su despedida al atardecer, condenados a en la oscuridad por siempre prevalecer.

Pobres infelices, desdichados, maldecidos por el destino al haberles sido arrebatado su lado humano…su libre albedrío, siendo ahora marionetas del destino, manejados por tortuoso camino del demonio….

Un ser triste atrapado en la penumbra de la soledad….

Si, eso es un vampiro. Mas no es a eso a lo que quiero llegar; no; pero era necesario el explicar lo que era un vampiro para al fin poder iniciar la historia en verdad, ¿pero a que voy con todo esto?, al principio.

Era 24 de septiembre 1815 en Europa cuando todo inicio, como era costumbre apenas regresábamos al Hogar, el cuartel general de la orden oscura; asociación dedicada a estudiar y resolver asuntos relacionados con sucesos paranormales; fantasmas, entes, demonios, espíritus, ángeles, visiones, vidas pasadas, vampiros, etc.…justo esa mañana regresábamos de una ardua misión de entes demoníacos en una vieja casa de Inglaterra; no fue una misión sencilla y todo el equipo regreso muy cansado. Al entrar al antiguo y gran edificio de la orden que desde pequeña había sido mi hogar, como era costumbre luego de cada misión fui recibida por mi hermano. Parado en la entrada, con una gran sonrisa al verme de nuevo a salvo.

-Bienvenida a casa Lenalee-chaaaan – Dijo tan alegremente como siempre. No había duda alguna, seguía siendo el mismo de siempre, alto, como de 1.93 de ojos semi-rasgados en un violeta muy oscuro (N/A: No creo que son violetas oscuros pero se le ven lindos, digo algunos les ponen verde) cabello lacio, azabache, con caída apenas hasta sus hombros levemente enroscado hacia fuera, y claro su típico uniforme blanco de la orden oscura, acompañado de su boina blanca que a decir verdad le combinaban muy bien, y no podía faltar sus lentes claro esta. En verdad extrañaba esa imagen de mi hermano.

Apenas llegue a tierra firme me abrazo fuertemente dándome la bienvenida.

-Estoy de vuelta en casa nisan – Le dije mientras le abrazaba. Luego de un rato de contarle sobre aquella misión mientras paseaban por el edificio de la orden, claro que eso termino siendo interrumpido por el jefe de sección de ciencias; un rubio de cabello despeinado y una finta un poco desalineada, como siempre persiguiendo a mi hermano para que regresara a su trabajo.

-Supervisooor, tiene que venir a revisar unos papeles, ya mismo – Le dijo un poco fastidiado como siempre – Debería buscar un nuevo trabajo – De nuevo pronuncio esas palabras, tan usadas por el jefe de sección de ciencias Reeves. Siempre molesto de su trabajo y de tener que ser el niñero de mi hermano para que haga su trabajo; y aunque a veces puede parecer gruñón, no hay duda de que es como un tío de 26 años. Luego de unos cuantos reniegos de su parte se llevo casi a rastras a mi hermano; fue bastante cómico a decir verdad.

Luego de ver como el jefe de sección Reeves arrastraba a mi hermano por el pasillo y reírme por lo bajo de ello, me dirigí hasta la cafetería. Después de aquel largo viaje tenia un poco de hambre, y tenia planeado que luego de comer algo me iría a mi habitación a dormir un poco. Entre y la cafetería se encontraba tan llena como de costumbre, de suerte la ventanilla donde le pedíamos la comida a Jerry estaba vacía. Llegue hasta la ventanilla y amablemente le pedí mis platillos favoritos.

-Buenos días Jerry, me podrías preparar un poco de Kimichi y un tazón de arroz acompañado de un poco de té verde por favor – Ese platillo en verdad es delicioso, hasta el momento lo sigo amando, pero no hay nadie que lo prepare mejor que Jerry, en realidad aun recuerdo su alegre rostro cuando se lo pedí.

-Lenalee, estas de regreso ya, que bueno es verte de nuevo, en seguida te lo tengo listo – Tan animado como siempre me dijo, y a los poco minutos tenia mi bandeja de comida en las manos para ir a buscar una mesa en la cual sentarme y comer un poco. Ahora que lo recuerdo hasta ese momento en el que buscaba mesa fue con cuando me percate de que allí se encontraba los dos más alegres chicos de la orden oscura, y mis mejores amigos, platicando y riendo entre sus alimentos. Eran inconfundibles, a pesar de verles de espalda, aquella estatura no muy alta, como de 1.68, aquel cabello lacio y blanco, comiendo como siempre con unas montañas de platos ya vacíos a un lado, y acompañándole un chico un tanto mas alto, como de 1.77, pelirrojo y juguetón. Ambos comían y reían entre bromas, el solo verles de nuevo me hizo sonreír y me acerque hasta donde ellos poniendo mi bandeja a lado izquierdo de Allen; claro era el único que se encontraba libre, puesto que a su lado derecho se encontraba Lavi. Estos no prestaron mucha atención hasta que escucharon mi voz.

-Hola chicos – Les salude con simpatía por la alegría de volverles a ver. Eso los hizo voltear de inmediato. Ambos se pararon enérgicamente.

-Lenalee – Recuerdo bien aquella voz de Allen aun con la boca llena de comida y su rostro de impresión de verme de nuevo.

-Lenalee, cuando volviste – Lavi siempre un poco mas rápido…bueno, a veces, pero siempre mas que Allen, no por nada, era el sucesor del bookman, el encargado de transcribir la historia a libros para la orden oscura.

-Acabo de regresar – Les dije sonriendo y sentándome, lo cual ellos hicieron después.

-Vaya, regresaste pronto – Fueron las palabras de Allen, sonriente como siempre. Al verle así nadie podría llegar a pensar que aquel alegre y dulce chico se encontraba maldito. Si, aquel momento nunca se borrara de mi memoria, fue en una misión contra unos demonios, ya estábamos por terminar, pero uno de ellos se abalanzo iracundo contra mi, al ver que era la única mujer del grupo me vio como presa fácil, pero Allen intervino salvándome de el y dándole el golpe final, pero no termino todo allí, con su ultimo aliento el demonio le maldijo dejando su ojo izquierdo maldito, y trazándose así una marca roja como cicatriz incandescente con un pentaculo invertido. Desde aquel entonces las visiones de Allen se han vuelto mas terroríficas, y su ojo llega a comportarse extraño, con anterioridad habían intentado quitar aquella maldición, pero lo único que se logro fue que su brazo izquierdo tuviese una extraña mutación volviéndole como una garra rojiza con una cruz en el medio de la ante palma, gracias al cielo que esto solo le ayuda a combatir seres malignos y detuvo el problema con la maldición hasta cierto punto. A pesar de que fue mi culpa y siempre me eh sentido mal por ello, el nunca me ah guardado recelo, y ah seguido tan alegre como siempre. Y Lavi aquel chico dulce y juguetón que siempre trataba de ver el lado positivo de las cosas, controlador de materia, bueno hasta cierto punto, su nivel aun era muy bajo, apenas controlaba un pequeño martillo que siempre llevaba consigo, pero dios, en verdad que nos era de ayuda. Ese día comimos, bromeamos, reímos, hablamos de las misiones que habíamos terminado, y luego me acompañaron hasta dejarme en mi habitación, retirándose a quien sabe que parte de la orden oscura, tal vez a sus habitaciones también, todos teníamos muy poco de haber llegado y nos encontrábamos bastante cansados. Moría por tirarme en mí mullida cama y dormir un poco. Apenas me cambie a mi típica pijama de un corto short y una blusa de manga corta con un pequeño cuello, me deje caer dejando que la suavidad de aquellas sabanas me abrazara, no supe como ni cuando quede dormida; tal vez y solo necesite tocar mi cama para ello. Cuando desperté era por que tocaban a mi puerta, al abrirla aun algo adormilada y frotándome los ojos, me tope con un hombre con capa, alto, incluso mas alto que Lavi, creo que era mas o menos de la estatura de mi hermano, de cabello corto en castaño, con un mechón al frente casi blanco, su mirada como siempre tierna e inocente, a menos de que le molestaran. Esos rasgos sin duda eran de Krory.

-Lenalee-chan, Komui nos pide vayamos a su oficina – Me dijo amable como siempre, así que solo me puse unas pantuflas y salí de mi habitación junto con el hacia la oficina de mi hermano. El camino fue callado, como el solía serlo, y no podía evitar recordar el como le había conocido, fue muy cómico, pues Krory se hacia pasar por vampiro, dándole un poco de problemas a la orden oscura, vaya si les dio batalla a Allen y Lavi, incluso llegaron a pensar que en verdad era un vampiro, pero solo fue una farsa igual que todas la historias de vampiros hasta la fecha. Después de eso se unió a la orden oscura y allí sigue.

Al llegar a la oficina de mi hermano, ya se encontraban allí, Allen, Lavi, y por supuesto mi hermano, Krory y yo íbamos llegando y nos invito a sentarnos, cosa que ambos obedecimos. Uno por uno, nos fue entregando unas hojas.

-Se les ah asignado una nueva misión, esta será en Paris, en Francia. La misión se trata de investigar y recaudar los mayores datos posibles de ciertos hombres que sospechamos puedan ser vampiros – Explico tranquilamente mi hermano mientras todos leíamos un poco sobre la misión en las hojas que nos habían sido entregadas con anterioridad por parte de el. Al escuchar sobre vampiros todos volteamos a verle algo incrédulos.

-Vampiros ¿de nuevo?, ¿no creen que hemos perdido demasiado tiempo en ello? – Decía el alegre Allen.

-Si, no se para que perdemos el tiempo, siempre terminan siendo unos farsantes – explicaba el pelirrojo acompañado de un suspiro con pesadez mostrando un poco de pereza, para luego ver al hombre que se encontraba cerca de el – Sin ofender Kuro-chan – A lo que este solo le hizo un gesto de que no había problema.

-Concuerdo con ellos hermano, nunca hemos encontrado nada verídico sobre vampiros – Recuerdo haberle dicho ingenuamente.

-Lo se, pero eso no quita que debamos hacer la investigación, así que les pido que cumplan esta misión como cualquier otra de sus misiones.

-Cuenta con ello hermano.

-Bien, entonces, en esas hojas están todos los detalles de la misión, saldrán en dos horas así que vayan a preparar todo – Todos asintieron y salieron de la habitación, yo solo me quede para despedirme de mi hermano con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.

-Nos veremos pronto oniisan – Le dije sonriente para ir rumbo a la puerta y poco antes de salir fui interrumpida por su voz

-Lenalee – Su llamado me hizo voltear de inmediato mirándole con un cierto rostro de preocupación – Cuídate mucho.

-Lo haré, pronto estaré de vuelta en casa – Le dije con una sonrisa… sin saber si quiera lo que nos esperaba en aquella misión.

CONTINUARA……..

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De momento es todo, espero les haya gustado y sigan leyendo .

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Saludos y gracias por leer.

"Una luna que brilla en el oscuro firmamento iluminando la penumbra de aquel ser atrapado por las rojas cadenas de la sangre"