Pánico en la nieve

Pánico en la nieve

Historia original: R.L.Stine

Colección: La calle del terror

Mensaje: ¡Era un lugar perfecto para un asesinato!

Adaptación: Yo

Dedicaciones: Grabe Logan - Kraden-Uzumaki - B-chan, mi Onesan

Aclaraciones: Ninguno de los personajes me pertenece.

N/a: ¡¡Hola!! E vuelto con este fic, de no tanto terror, pero bueno, de algo se empieza. Ejem; como decía, espero que les guste. Por favor Reviews, así se si les gusto.

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-¡Naruto, para!-grite. Al darme cuanta de que patinamos por la carretera helada, cerré los ojos.

-Calma, lo tengo controlado.

Naruto dio un golpe de volante y consiguió dominar el conche antes de que nos saliéramos de la carretera. Aunque todavía derrapaba, piso el acelerador a fondo y volvió a iniciar la carrera.

-¡Naruto!-exclame desde el asiento de atrás.

Naruto se reía. Le encantaba asustarnos, saborear el peligro y, sobre todo, hacerse el valiente.

-Sakura-chan tiene razón-dijo con voz aterrorizada Hinata, que estaba sentada junto a Naruto en el asiento delantero del viejo Plymouth-Corres demasiado. Sabes perfectamente que no se ve nada a más de dos metros.

Por toda respuesta, Naruto acelero una mas. Estaba tan entusiasmado que los ojos le brillaban y una sonrisa le iluminaba el rostro.

-Dile que acelere-le sugerí a Hinata-A lo mejor así reduce la velocidad.

-¿Por qué no me dejas conducir un rato a mi?-propuso Sai, inclinándose hacia delante desde el asiento trasero. Sai estaba sentado a mi lado y observe que se había mantenido muy callado desde que salimos del hotel.-Estoy acostumbrado a conducir con nieve.

-¡No, no, tu ponte cómodo que nosotros ya nos ocupamos del transporte!-respondió Naruto. Se echo a reír como si hubiese dicho algo graciosísimo y, dirigiéndose a Hinata añadió:-Suéltame el brazo, ¿de acuerdo? ¿o es que quieres que tengamos un accidente?

-es que nos estas asustando d verdad-dijo Hinata enfadada. Tenia las rodillas apoyadas en la guantera y los brazos cruzados sobre el pecho.

-¿no querías llegar a casa esta noche?-replico Naruto. El coche volvió derrapar y Naruto se vio obligado a girar el volante con fuerza.

-Si. Claro-murmuro Hinata.

El padre de Hinata no quería que fuese a esquiar pero ella insistió una y otra vez, le prometió que no habría ningún problema y al final la dejo ir. Estaba deseando llegar a casa antes de que sus padres empezaran a preocuparse y le cayera una bronca. Para colmo, como su padre no confiaba demasiado en Naruto, Hinata no le había dicho que el también iba. Si se enterasen de que había pasado el fin de semana con el a sus espaldas, la castigaría de por vida.

-Esta cayendo una buena- dijo Sai, limpiando la ventanilla para ver al exterior.

Aunque, en realidad, no había mucho que ver. Nevaba tanto que hasta el aire era de color blanco, o al menos eso me parecía mientras contemplaba el paisaje a través de la ventanilla.

Cuando salimos del hotel ya nevaban un poco; unos copitos aguados a los que no dimos ninguna importancia. Pero luego, al descender la montaña, el viento empezó a soplar con muchísima fuerza y la nieve a caer en una especie de oleaje blanco que lo envolvía todo. Ahora, el viejo Plymouth de Naruto se deslizaba montaña abajo, derrapando por las curvas de la estrecha carretera. Cada vez que los neumáticos patinaban, el corazón me daba un vuelco.

Poco antes de que emprendiéramos el viaje, eran muchos los coches que salían del hotel y bajaban por la estrecha y sinuosa carretera. Sin embargo, en este momento parecíamos ser los únicos en varios kilómetros a la redonda.

Los limpiaparabrisas raspaban la capa de hielo que se formaba sobre el cristal, haciendo un ruido muy desagradable. Yo sabia que Naruto no podía ver nada. Entonces, ¿Por qué se empeñaba en conducir tan rápido? Porque era Naruto; por que le encantaba demostrar que era un hombre, un valiente. Naruto era muy amigo mío, pero ese día desee que no fuera Naruto. ¡Habría sido tan agradable que estuviese al volante alguien en su sano juicio!

Los pobres limpiaparabrisas hacían lo que podían, pero la nieve caía en tal abundancia que cubría el cristal por completo. El viento aullaba a nuestro alrededor y zarandeaba con fuerza el coche.

El pelo, corto y rosa, se me había salido del gorro de lana, así que volví a recogérmelo. Luego me encogí en el asiento para ver el cielo de la tarde, pero no hubo manera. La nieve era demasiado espesa. Aquello me recordó un chiste de Kakashi:

Mini Flash Back.

La pequeña Sakura dibujaba sobre la mesa de la cocina con crayones de distintos colores, esa tarde tu padrino había ido a cuidar de ella, mientras sus padres se iban a una sena, por su aniversario de bodas. De repente, el aburrido alvino, agarro una de las hojas en blanco que estaban sobre la mesa y simulo que dibujaba algo. La pelirosa levanto la cabeza y sus grandes ojos verdes miraron a Kakashi, el se irguió con una gran sonrisa.

-Sakura, ¿Qué te parece mi dibujo?-dijo mostrándole una hoja limpia.

-¿Qué dibujo?-pregunto desconcertada la pequeña.

-Es un oso polar en una tormenta de nieve.-contesto el albino con una gran sonrisa. Sakura le correspondió con una risueña sonrisa.

Fin del Mini Flash Back.

Yo lo encontraba muy divertido, pero estar ahora en medio de un paisaje muy parecido a aquella hoja de papel en blanco no me hacia ninguna gracia.

De pronto las ruedas empezaron a chirriar y solté un gritito sofocado.

-Tranqui.-dijo Naruto. Al parecer me había oído.-no pasa nada.

-¿es que no puedes conducir con las dos manos?-imploro Hinata, mas que nada asustada.

-¿para que? Una la necesito para ti-bromeo Naruto al tiempo que extendía el brazo derecho para pellizcar a Hinata en el hombro.

-¡basta, Naruto! ¡Nos vas a matar a todos!

-Hinata, no te preocupes, ¿quieres?

Dentro del coche la tensión podía cortarse con un cuchillo. Ello se debía varias razones; en primer lugar, a que nos deslizábamos a ciegas por una carretera resbaladiza y llena de curvas con un loco al volante; en segundo, a que Lee se había ido y todos sabían que yo lo estaba pasando mal; y en tercero, a que compartíamos el coche con un extraño, alguien a quien conocíamos desde hacia solo unos días. Que quede claro; Sai nos cayó bien a todos desde el principio, pero resulta difícil no sentirse incomodo con alguien desconocido, especialmente en una situación tan violenta como aquella.

En ese instante me volví para mirar a Sai, quien a su vez estaba mirando por la ventana con la frente apoyada contra el vidrio.

-esto es increíble-murmuro.

Tengo que admitir que Sai era muy guapo. Bueno, le verdad es que había sido muy amable conmigo desde el momento en que nos conocimos en el hotel, unos días entes. Además, me parecía bastante mono, con su pelo negro y sus profundos ojos oscuros. Pero en ese momento me habría gustado que fuese mi novio, Sasuke, el que estuviera sentado allí, en lugar de un extraño.

Sasuke. Solo pensar en el me ponía furiosa.

Flash Back POV de Sakura

El jueves por la tarde, Naruto, Hinata, Sasuke y yo habíamos ido en coche a Pineview Lodge para pasar el fin de semana esquiando y divirtiéndonos; bueno, y para escapar de Konoha. Pero entonces Sasuke lo estropeo todo.

Yo seguía estando convencida de que la pelea no se había producido por mi culpa. Hacia tanto tiempo que planeábamos ese fin de semana… ¿Qué derecho tenia Sasuke a querer volver antes solo porque Queria ver un juego de Básquet? Si hubiésemos regresado temprano, habríamos desperdiciado todo un día de esquí. Alojarse en Pinewood era bastante caro y los demás queríamos quedarnos para aprovechar al máximo el fin de semana. Como es natural, Naruto y Hinata desaparecieron, dejándonos a Sasuke y a mí en el bullicioso salón del hotel.

No pude evitarlo. La discusión sed convirtió en una pelea a gritos. La gente nos miraba, pero a mi me daba igual. Ya estaba harta; Sasuke siempre me hacia lo mismo, era demasiado considerado y estaba ves estaba decidida a no ceder.

Cuando me dijo Sakura-san, intenta verlo desde mi punto de vista, perdí los estribos. Supongo que chille bastante, por que el se levanto de un salto y derribo la silla, armando tal estruendo que las cuatro chicas de la mesa de al lado se pegaron un buen susto. Luego salio del salón a grandes zancadas.

¡El desconsiderado eres tu! le grite. Sabia que no podía oírme, pero de todos modos quería decir la ultima palabra.

En ese instante me di cuenta de que todo el mundo me miraba y me sentí completamente ridícula. Me quede sentada, con la vista fija en la mesa. Ni siquiera recuerdo en que pensaba cuando se acerco Sai.

-¿estas bien?-pregunto.

Le mire con recelo, temiendo que fuera un pervertido. Pero era tan guapo, con esa carita de niño y esos ojos negros. Me di cuenta de que no quería nada conmigo, solo ser amable.

Se sentó y empezamos a hablar. Me dijo que había crecido cerca de aquellas montañas, pero que era la primera ves que volvía por allí desde hacia mucho tiempo. Intento animarme y me cayo bien instantáneamente. Yo creo que algunas personas son así; las conoces y enseguida sabes que te van a caer bien. Cuando Hinata y Naruto volvieron les presente a Sai y los cuatro nos fuimos al restaurante a cenar.

Sai pasó el resto del fin de semana con nosotros. Sasuke, por su parte dejo una nota en recepción diciendo que iba a tomar el micro de vuelta a Konoha. La nota me dio tanta rabia que la rompí en mil pedazos. Seguramente Lee creía que era un chico educado por que se tomo las molestias de dejarnos una nota, pero estaba muy equivocado si pensaba que la íbamos a pasar muy mal sin el. Además, con Sai era facil pasarlo bien, y por eso aceptamos encantados cuando nos pregunto si podíamos llevarle a Suna.

Pero ahora estábamos aquí, a solo una hora del hotel, a muchos kilómetros de Suna, en medio de la pero tormenta de nieve de mi vida y con al menos seis horas de viaje por delante. Lo que mas me fastidiaba era saber que Sasuke se encontraba a salvo en casa, el muy caradura, y que seguramente no estaba preocupado por mi en lo mas mínimo.

-estoy helada-protestó Hinata, volviéndose hacia mi mientras se cubría el negro cabello con la capucha del anorak. Hinata siempre tenia un aspecto tristón; era su expresión natural. Pero ahora parecía totalmente angustiada.

-¿Qué queres que haga? ¿para y comprar un coche nuevo? La calefacción esta escachada y punto-replico, contrariado y molesto, Naruto.

-¿es que no ves nada?-pregunto Sasuke de pronto, inclinándose para adelante.

-Si, veo nieve.-dijo Naruto, riéndose de su propio chiste.

Un pensamiento funesto me vino a la mente: de esta no salimos. Inmediatamente me reñí a mi misma por ser tan fatalista. Pero no puedo evitarlo; soy tan aprensiva que siempre encuentro una razón para preocuparme, sea cual fuere la situación. Y cuando una se alla en una situación tan horrible como esta, la verdad es que no hace falta esforzarse mucho para angustiarse.

DE repente el coche empezó a patinar a gran velocidad. Deje escapar un grito y me agarre al respaldo del asiento delantero. A pesar de la espesa nevada, vi a nuestra derecha un precipicio muy profundo con un vale al fondo. Y también vio que no haba ninguna barrera de protección al borde de la carretera.

-¡Noooo!-chillo también Hinata.

Naruto maniobro rápidamente en la misma dirección en que estábamos derrapando y piso el freno. Sin embargo, el coche no se detuvo.

"vamos a salirnos de la carretera-pensé-vamos a despeñarnos

Cerré los ojos, pero no me sirvió de mucho, ya que era consiente de que el coche seguía patinando. De rente, note una sensación de mareo; el coche empezaba a dar vueltas.